Tres hermanas unidas por una historia y un futuro. Tardes infantiles de verano refrescadas por el buen humor, el tereré y clásicos juegos de cartas… esos que sólo juegan las niñas. Un apellido en común, de sonido noble y significado anecdótico. No las une ni define un nombre, sino un cúmulo de vivencias que, como galaxias en un universo, delinean la evolución de tres almas que los años no han separado. Aún comparten ratos como antes. Las niñas ya mujeres; las tardes ya noches; los tererés ya cócteles… Este trago refresca hoy las noches, llenas de amor, en las que las hermanas Reyes unen sus vidas en un ritual que durará por siempre.