VIERNES, 20 DE JUNIO DE 2014 EL ECONOMISTA 38 Economía Normas & Tributos PROPUESTAS DE CARA A LA REFORMA FISCAL Garantía entre empresas: el TS fija cuándo es rescindible Un fallo analiza la naturaleza de la hipoteca constituida entre sociedades ‘hermanas’ y su efecto en caso de concurso La CNMC rehusa incluir IVA en los contratos si hay licitadores exentos Rebate a Economía al derivarse de la ley y no del contrato las obligaciones a cumplir Lucía Sicre MADRID. El Tribunal Supremo acaba de arrojar luz, a través de una reciente sentencia, sobre un punto clave en materia concursal: la posibilidad de rescindir las garantías prestadas entre sociedades de un grupo cuando, como ocurre en este caso, una sociedad ha constituido una garantía hipotecaria a favor de otra perteneciente al mismo grupo, en garantía de deuda que la segunda había contraído con un banco. En concreto, en este caso, resuelto en un fallo de 30 de abril de 2014 y del que es ponente el magistrado Sarazá Jimena, la primera sociedad fue declarada en concurso posteriormente, por lo que los administradores concursales incoaron un incidente concursal pidiendo la nulidad de la hipoteca que la hoy concursada había prestado a favor de la segunda empresa. Según los administradores, se trataría de uno de los supuestos de rescisión de negocios jurídicos previstos en el articulo 71 de la Ley Concursal. Tanto el Juzgado como el Supremo dan la razón a la demandante y fijan que, si bien tal operación de prestación de una garantía a favor de otra sociedad debe considerarse, en este caso, onerosa, y no gratuita, ello no impide su rescisión en favor de la concursada. Así, aunque el juzgador aclara que, en general, las garantías intragrupo no son gratuitas, el fallo distingue entre la constitución de garantías reales por parte de la sociedad matriz por deudas de sus filiales, y la garantía prestada por una filial a favor de la matriz o de otra filial del grupo (esto es, entre sociedades hermanas), en los que debe presumirse el carácter gratuito salvo que la sociedad que constituye la garantía reciba algún tipo de contraprestación. En este caso, al tratarse de sociedades hermanas, según afirma la sentencia, se trataría de un acto gratuito en el que sería aplicable la presunción de perjuicio. Pero al intervenir un tercero que presta el dinero y a cambio recibe una garantía, “respecto de este tercero no puede extenderse la presunción de gratuidad”. Un acto perjudicial La sentencia, que desestima el recurso del banco, asegura que esa falta de gratuidad no impide el carácter perjudicial del acto para la masa activa, ya que el patrimonio X. G. P. MADRID. GETTY En este supuesto se analiza el caso de dos sociedades ‘hermanas’, lo que implica gratuidad de la concursada se vio minorado por causa de la carga hipotecaria sin recibir beneficio alguno. A ello se suma que la entidad prestataria “participa de culpa en la causación de tal perjuicio (no es inocente, dice textualmente la sentencia), pues prestó dinero a una sociedad que llevaba años sin depositar las cuentas en el Registro Mercantil y el último año que lo hizo estaba incursa en causa de disolución”. Con ello, la banca consiguió “la garantía de otra sociedad que en nada se beneficiaba de tal operación, que perjudicaba a sus acreedores, que en el concurso veían cómo uno de los principales activos servían para satisfacer el crédito a un acreedor ajeno a la concursada”. Además, la sentencia asegura que la simple existencia de un grupo de sociedades “no es por sí sola justificativa de la existencia de esa atribución o beneficio patrimonial que excluya el perjuicio en la constitución de la garantía”. No basta, por tanto, la invocación en abstracto del “interés de grupo” para excluir la existencia de perjuicio en la constitución de una garantía intragrupo, sino que es preciso concretar y justificar el beneficio económico obtenido por el garante. Es más, según asegura la sentencia, “en ocasiones, algunos resultados provechosos para el interés del grupo pueden lograrse a costa de sacrificar los intereses objetivos de una o varias de las sociedades consorciadas, lo que los acreedores de estas no están obligados a soportar”. @ Más información en www.eleconomista.es/ecoley La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) rechaza la propuesta del Ministerio de Economía sobre la posibilidad de incluir en el precio de los procedimientos de contratación pública el IVA cuando intervengan licitadores exentos del Impuesto, en particular entidades del sector servicios, a la vista de la normativa comunitaria sobre contratación pública. En un informe publicado por la CNMC, ésta señala que en el caso de asimetría entre las distintas empresas, la medida sólo intenta corregir las diferencias de las exenciones del IVA, por lo que no se alcanzaría el objetivo propuesto. Por otra parte, considera que las obligaciones tributarias de los operadores no derivan del contrato al que acceden, sino de la normativa fiscal aplicable, por lo que “no son cuestiones sobre las que los operadores puedan negociar ni van a formar parte de su oferta económica”, un planteamiento que no debería cambiar porque se presenten a una licitación operadores exentos de pago. Sin perjuicio de que la normativa aplicable en materia de contratación pública ya contempla mecanismos que no deben ser obviados para la puesta en valor de la inclusión de criterios sociales en las licitaciones públicas, la CNMV dice que las decisiones de política legislativa (exenciones fiscales a operadores, concesión de ayudas pública, etc.) que conceden estas ventajas competitivas deben someterse a un análisis desde el punto de vista de la afecta- ción al mantenimiento de la competencia efectiva y la regulación económica eficiente. Considera que un análisis de las decisiones desde esta óptica concluiría que sólo estén justificadas las medidas de exención que pretendan corregir un fallo de mercado o persigan la consecución de algún otro objetivo de interés público identificable. Argumenta Economía en el informe remitido a la CNMC que en determinados procedimientos de contratación de las Administraciones Públicas, al concurrir licitadores exentos del pago del IVA con otros no exentos, el hecho de incluir o no el IVA en el precio puede resultar discriminatorio entre las diferentes ofertas, tanto cuando se determina el límite para concurrir a los contratos públi- Determina que en caso de asimetría entre las empresas solo afectarían a las exenciones cos, es decir, para el presupuesto máximo de licitación, como en el momento de comparación de las ofertas presentadas. Al considerar el precio ofertado sin IVA, también cabe adivinar repercusiones negativas en la Administración Pública contratante, puesto que el precio final real que ha de pagar es superior cuando el contrato es adjudicado a una entidad no exenta de IVA. Aunque aparentemente esté escogiendo una oferta más económica, de acuerdo con los criterios de adjudicación de la normativa comunitaria, por el hecho de no incluir IVA, la realidad es que dicha Administración debe abonarlo sin poder recuperarlo después. La fusión de dos sociedades unipersonales exige balance L. S. MADRID. En caso de fusión de dos sociedades unipersonales, entre la documentación que en la fase previa a la adopción del acuerdo debe ponerse a disposición de las personas interesadas -que recoge el artículo 39.1 de la Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles-, debe incluirse el balan- ce (sea el último anual aprobado o el formulado ad hoc), y ello aunque los acuerdos se hayan adoptado en cada una de las sociedades en junta general universal y por unanimidad de quienes puedan ejercer el derecho de voto. Así lo recoge una resolución de la Dirección General de los Registros y del Notariado (DGRN), con fecha de 10 de mayo de 2014, publicada en el BOE de 5 de mayo.