Rotura completa del tendón distal del bíceps braquial Poster no.: S-0588 Congreso: SERAM 2014 Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa Autores: C. Zevallos Maldonado, C. M. Aleman Navarro, M. Cerowski, M. V. Redondo Carazo, M. F. Cegarra Navarro, L. A. Sanchez Alonso; Murcia/ES Palabras clave: Trauma, Lesiones deportivas, Agudo, RM, Ultrasonidos, Sistema músculo esquelético, Músculoesquelético tejidos blandos, Extremidades DOI: 10.1594/seram2014/S-0588 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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Identificación del tendón distal del bíceps braquial en las distintas pruebas radiológicas. 4. Diferenciación de hallazgos anatómicos y patológicos. 5. Estudio del diagnóstico diferencial de la rotura completa del tendón distal del bíceps braquial para lograr un mejor abordaje terapéutico. Revisión del tema El tendón distal del bíceps braquial es un cordón aplanado de unos 10 cm de longitud que comienza a 5 cm del codo. Se torsiona sobre sí mismo y sigue un curso oblicuo (de superficial a profundo y de cubital a radial), para alcanzar la tuberosidad bicipital del radio. Se forma distalmente por una extensión aponeurótica ( el "lacertus fibrosus"), que se trata de la aponeurosis bicipital en unión con la fascia profunda (sobre el pronador redondo). (Presentación 1) La técnica ecográfica (Presentación 2) se realiza con el brazo en supinación máxima y recorriendo el tendón en el plano axial y longitudinal (sonda paralela al recorrido del tendón), siendo en este último el plano en que mejor podremos visualizar la inserción. Frente a las roturas del tendón proximal del bíceps braquial que son más frecuentes (hasta en el 96%), las roturas del tendón distal suponen únicamente un 3% (siendo las roturas tendinosas más frecuentes del codo) y se localizan predominantemente a nivel de la tuberosidad bicipital. Son más frecuentes en hombres entre 50 y 60 años, y en el brazo dominante, así como, en pacientes que consumen esteroides y tabaco (lo que ha condicionado un incremento en la frecuencia de estas lesiones que, en la actualidad, es de un 10%). Página 2 de 24 El mecanismo de producción es por contracción excéntrica contra un peso mayor a 40 Kgs. contra resistencia del codo a 90º de flexión. La clínica predominante es: • • • • Dolor, tumefacción y equímosis en fosa antecubital Dificultad flexión y supinación Desplazamiento superior del músculo con defecto palpable ("signo de Popeye") En la exploración clínica podemos apreciar el signo del gancho: "hook test" que presenta una sensibilidad del 100% y una especificidad del 92% para el diagnóstico de rotura completa del bíceps braquial distal. Se realiza con el codo flexionado a 90º y supinación activa mientras el examinador tiene enganchado con el dedo el tendón distal del bíceps braquial en la fosa antecubital desde la cara lateral del codo. En condiciones normales el tendón se encuentra tenso al estirar de él en flexión y supinación activas. La ausencia de tensión o dolor se relaciona con una rotura completa o parcial. La valoración de estos signos debe realizarse con cautela puesto que una lesión puede pasar inadvertida en pacientes con poco desarrollo muscular, obesidad mórbida o un volumen incrementado del antebrazo. Los métodos de imagen son necesarios sobre todo en roturas con el músculo no retraído, roturas parciales o si la exploración está limitada por la tumefacción. Por métodos de imagen podemos observar: • ECOGRAFÍA: - En las roturas completas podemos visualizar: Defecto en la localización esperada del tendón ( Fig. 3 on page 6 ). Líquido o hematoma ( Fig. 4 on page 7 ). Podríamos identificar el tendón retraído ( Fig. 5 on page 8 ). - Si existe una rotura parcial podemos encontrarnos, sin embargo, un tendón grueso, ondulado y con alteración de la ecogenicidad, pero que se sigue hasta su inserción en la tuberosidad radial. • RESONANCIA MAGNÉTICA: Página 3 de 24 La RM nos permite diferenciar rotura total de parcial, así como, el grado de retracción del músculo ( Fig. 6 on page 16 Fig. 7 on page 9 Fig. 9 on page 13 Fig. 10 on page 15 Fig. 11 on page 15 Fig. 12 on page 18 Fig. 13 on page 18 Fig. 15 on page 20 Fig. 16 on page 21 Fig. 17 on page 22 ). También describe otros hallazgos: tendinosis, tenosinovitis , hematomas( Fig. 8 on page 11 Fig. 14 on page 19 ).. y define mejor las lesiones de larga evolución. En relación a la presencia de líquido, como no hay vaina tendinosa en la fosa antecubital, lo que vemos no es una colección líquida definida sino líquido peritendinoso mal delimitado. Las secuencas más útiles se ha visto que son las axiales potenciadas en T2 o densidad protónica con saturación grasa y con posición FABS; codo en flexión, brazo en abducción y muñeca en supinación. El diagnóstico diferencial principal se realiza entre rotura completa y parcial, entre tendinopatía y rotura crónica, y con la bursitis bicipitoradial. El tratamiento de elección en las lesiones agudas es la cirugía, cuyo objetivo es la reinserción anatómica a la tuberosidad y sus mejores resultados se obtienen en individuos jóvenes y activos. En roturas crónicas (especialmente en pacientes jóvenes con alta demanda funcional) se puden realizar injertos libres. Existen múltiples técnicas quirúrgicas usadas en función de criterios quirúrgicos y por preferencia del ortopeda, destacando entre ellas: - La técnica de Bunnell (o Pull-out): en la que se realiza un implante temporal del alambre o hilo (pero que presenta riesgo de infección y necrosis cutánea). - La técnica de Thompson: realizándose un túnel transóseo en la tuberosidad (con riesgo de fallo del proceso de consolidación si el área de contacto óseo es pequeño). - La técnica de Platt: mediante la que se realiza un túnel transóseo y se sutura el tendón sobre sí mismo (su inconveniente principal es que necesita una Z- plastia que puede debilitarlo y romperlo). Por otro lado, el tratamiento conservador, que es el más usado para roturas crónicas y pacientes mayores con menor demanda funcional, supone una pérdida aproximada del 60% en cuanto a potencia de flexión y supinación. Página 4 de 24 Las complicaciones postquirúrgicas descritas pueden suponer un 5% por afectación nerviosa temporal y un 10% por osificación heterotópica sin afectación del balance articular. Images for this section: Fig. 1: Anatomía del tendón distal del bíceps braquial Página 5 de 24 Fig. 2: Técnica ecográfica para estudio del tendón distal del bíceps braquial Página 6 de 24 Fig. 3: Rotura completa del tendon en ecografía. Vista longitudinal. Página 7 de 24 Fig. 4: Rotura completa del tendón distal del bíceps. Visión longitudinal apreciándose colección hemática en lecho tendinoso Página 8 de 24 Fig. 5: Corte longitudinal de rotura completa del tendón distal del bíceps braquial Página 9 de 24 Página 10 de 24 Fig. 7: Rotura completa. Secuencia coronal STIR Página 11 de 24 Página 12 de 24 Fig. 8: Rotura completa. Secuencia coronal STIR Página 13 de 24 Página 14 de 24 Fig. 9: Rotura completa. Secuencia STIR coronal. Fig. 10: Rotura completa en RM. Secuencia axial potenciada en T1 Página 15 de 24 Fig. 11: Rotura completa en RM. Secuencia axial potenciada en T1 Página 16 de 24 Página 17 de 24 Fig. 6: Rotura completa en RM. Secuencia sagital potenciada en T1 Fig. 12: Rotura completa en RM. Secuencia axial STIR Página 18 de 24 Fig. 13: Rotura completa. Secuencia axial STIR Página 19 de 24 Fig. 14: Rotura completa en RM. Secuencia axial STIR Página 20 de 24 Fig. 15: Rotura completa en RM. Secuencia STIR axial. Página 21 de 24 Fig. 16: Rotura completa. Secuencia STIR axial Página 22 de 24 Fig. 17: Rotura completa. Secuencia STIR axial. Página 23 de 24 Conclusiones Debemos reconocer la anatomía y patología del tendón distal del bíceps braquial, diferenciando roturas completas y parciales (principalmente en lesiones agudas) para un tratamiento quirúrgico adecuado y precoz. Bibliografía Página 24 de 24