PROBLEMAS DEL HABLA, ¿A QUIÉN RECURRIR? Son numerosos los problemas que pueden derivar en problemas del lenguaje. Mala pronunciación de algunas letras o dislalia, discemia o tartamudez, problemas con la voz o, en el caso de los niños, retraso a la hora de hablar, un lenguaje deficiente... A pesar de que el logopeda, el pedagogo, el psicólogo o el foniatra son profesionales diferentes, en multitud de ocasiones deben interelacionarse para valorar la raíz y derivaciones de un problema que puede residir en diferentes aspectos. Un equipo multiprofesional debería dar cabida no sólo al problema en sí, sino a sus consecuencias y orígenes. El problema, no sólo puede tener un origen de aprendizaje, puede ser debido a un shock, un accidente o una disfunción psicológica. Sus consecuencias pueden derivar en problemas de fracaso escolar, donde actuaría el pedagogo, o en casos de inadaptación o autoexclusión donde actuaría el psicólogo. El papel de foniatra, como médico, trataría causas más relacionadas con la voz. El psicopedagogo El objetivo de la labor del psicopedagogo es facilitar la solución de la problemática que manifiesta el niño y lograr su integración al medio familiar, social y escolar. También ayuda a tratar alteraciones en su conducta, como ser demasiado inquieto, agresivo, tímido, inseguro, poco sociable etcétera, así como la falta de memoria, atención y comprensión o torpeza en sus movimientos. En lo que al lenguaje se refiere, el objetivo principal consiste en estimular en el niño, los factores perceptuales y de maduración que intervienen en la adquisición del lenguaje, así como lograr la simbolización y conceptualización del mismo. Aunque se traten problemas como la dificultad en la pronunciación de fonemas, en la estructuración gramatical, escaso vocabulario o alteraciones del aparato fonoarticulador, este tipo de atención la proporcionan los especialistas en Audición y Lenguaje. El logopeda La logopedia es el tratamiento de las perturbaciones del habla, del lenguaje y de la comunicación. Se trata de una ciencia que estudia todo lo relacionado con el lenguaje en el más amplio sentido, desde su adquisición y desarrollo hasta la prevención y tratamiento de sus trastornos. Los conocimientos y habilidades que han de adquirir, por tanto los logopedas, son médicos, lingüísticos, psicológicos y educacionales. La labor del logopeda se puede dividir en tres grupos básicos. El nivel más superficial es el habla, se aplica a personas con el lenguaje desarrollado pero que sufre de dislalia, tartamudeo o mala dicción, por ejemplo por falta de piezas dentales. En la siguiente área, la del lenguaje, el niño no ha llegado a desarrollar el lenguaje, ya sea por problemas durante el parto, síndrome de Down, trombosis o parálisis cerebrales. Por último también se tratan problemas de voz, como ronqueras continuas, nódulos o cáncer de laringe. CONSULTAS MÁS FRECUENTES Son muchos los niños que padecen trastornos del lenguaje que les impide desenvolverse con soltura en el colegio o relacionarse bien con sus amigos y eso puede marcarles de por vida. Los trastornos del lenguaje son problemas que se pueden y deben resolver y, por supuesto prevenir. La dislalia. Es el trastorno del lenguaje más frecuente en los niños, no dándosele en la mayoría de los casos la importancia que se merece. Consiste en decir mal uno o varios sonidos e, incluso, puede llegar a darse la situación de que lo que dice el niño sea imposible de comprender. Se evidencia cuando un niño de más de cuatro años en vez de decir ratón, por ejemplo, dice latón. Este trastorno también se da en el caso de que el niño olvide pronunciar un determinado sonido, por ejemplo pátano en lugar de plátano. Tartamudez. Es otro de los problemas más frecuentes. Suele aparecer entre los 3 y los 4 años, pero en ellos no tiene por qué ser algo permanente como ocurre con los adultos, simplemente forma parte de una de las etapas evolutivas del niño. Si se le da una excesiva importancia a este problema, el niño puede coartarse y dejar de hablar para no cometer el error. Se recurrirá a la ayuda de un profesional si esta tartamudez prosigue más allá de esta edad. © Copyright 1999 - 2005 Vector M http://www.mundogar.com/ideas/reportaje.asp?ID=7678&MEN_ID=1 AL NIÑO LE CUESTA HABLAR Se trata sin duda de uno de las mayores preocupaciones de los padres. El niño va adquiriendo edad, y con dos años no pronuncia palabra. Eso en ningún momento significa que el niño no goce de inteligencia. El estimular al niño a hablar facilitará su aprendizaje. Un niño a los doce meses debe ya decir alguna palabra, aunque obviamente su pronunciación no será buena. A los cuatro añossu pronunciación ya debe ser buena, es a partir de esta edad cuanto debe comenzar la preocupación. A la edad de seis años se produce un acontecimiento muy importante para el desarrollo normal de los niños. Se trata del inicio del aprendizaje de la lectura y la escritura, lo que forzosamente implica que haya habido con anterioridad un dominio suficiente del lenguaje oral. Sobre esta edad ya debe articular correctamente todos los fonemas de la lengua, aunque puede que los fonemas con las letras rr, r o ll pueda costarles un poco más. En el caso de que en el niño se aprecie algún problema de lenguaje, se le puede estimular a través de actividades que lo motiven, como pueden ser, mucha lectura de cuentos y conversaciones. En más de una ocasión el problema el niño reside más en una falta de estimulación que en un problema interno. El pequeño debe ser consciente de la importancia que tienen el dominio del lenguaje como forma elemental de comunicación con los demás. http://www.mundogar.com/ideas/ficha.asp?FN=4&ID=7679 © Copyright 1999 - 2005 Vector M