En los canales resiníferos de la madera de las coniferas hay que

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.BAJCMAISaLNALES DE HISTOKIA NATURALÍJSÍ!
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En los canales resiníferos de la madera de las coniferas hay
que distinguir dos tejidos: el central formado por celdillas
globuloso-irregulares, que constituye el verdadero tejido s e cretor, y el envolvente, ó tejido parenquimatoso que sirve para
tener en depósito las sustancias que se lian de trasformar en
resina. Estos dos tejidos forman los canales de la siguiente
manera: las celdillas globulosas sé unen de un modo irregular
á manera de cilindro ó cordón lleno, y se extienden á lo largo
del tronco y ramas; y el tejido parenquimatoso se agrupa a l rededor de este cilindro, formando u n a vaina ó envoltura. El
todo arma en el tejido vascular. Se ve, pues, que en realidad
no existe espacio intercelular alguno en forma de canal, y que
las celdillas secretoras en vez de separarse del centro, y apretarse contra las paredes, se unen en un cilindro sólido. En todos aquellos casos que, como en la corteza, el canal arma en
un tejido que continúa vivo el mismo tiempo que en él, no hace
falta el tejido envolvente; pero en el caso actual es de absoluta
necesidad, pues las traquéidas pierden en seguida su contenido
protoplásmico y no podrian suministrar materiales para la secreción.
Los canales se pueden dividir en dos clases según el cambium de que proceden, y el tejido en que arman; y á falta de
nombres mejores los llamaré vasculares y radiales. Los primeros, aislados ó por pares, se encuentran de preferencia en la
zona de otoño, menos en el Alerce que están diseminados indistintamente en todo el anillo anual; y los segundos ocupan
el centró de los radios medulares, que pierden entonces su for-:
ma lineal, ensanchándose en el centro, como se ve en la figura 12 de la lám, íi, y las 5, 6 y 11 de la in. Por lo regular en las
dos extremidades quedan algunas celdillas en fila simple, con
todos los caracteres de las radiales, sin sufrir trasformacion, y
las demás componen el tejido envolvente, en cuyo centro está
el cilindro secretor. Para ver bien este cilindro, compuesto de
celdillas, es preciso observar cortes radiales próximos al anillo del camMum; pues en el d u r a m e n , cuando los canales son
viejos y no funcionan y a , dichas celdillas están desgarradas,
y sólo se encuentran los restos de sus paredes, y aun éstos pueden faltar.
El diámetro de los canales es m u y variable, sobre todo el
de los vasculares; pero así y todo será en muchos casos de
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