Habitos alimenticios saludables

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HÁBITOS ALIMENTARIOS SALUDABLES
Los hábitos alimentarios saludables son una de las lecciones más importantes que
aprende un niño. La mayoría de los padres luchamos por manejar los buenos hábitos
alimentarios y la buena nutrición para sus hijos de todas las edades. Los padres y los
responsables de su cuidado pueden trabajar juntos para lograr una comprensión y
establecer un plan de acción para atender las necesidades nutricionales de cada niño.
Los Padres Voluntarios de la Cafeteria quienes apoyan el desarrollo de la alimentacion de
los alumnos a diferente nivel, han mostrado su preocupacion por el comportamiento de los
niños de CP y CE1 tanto en la ingestion de alimentos, como de los modales a la hora de
las comidas. Situaciones de rechazo a la comida, bajo consumo del menu propuesto,
desorden en el ingreso, irrespeto al compañero, rapida desercion de la cafeteria sin
consumir alimentos, son entre otras campanadas de alerta que estamos en la
responsabilidad de comunicar a los padres.
Consientes de la necesidad de adelantar un trabajo mancomunado para lograr que las
actividades en la cafeteria se traduzcan en nutricion y refuerzo de vinculos de amistad a
traves de la comunicacion, la APA invita para que tanto profesores, como padres apoyen
la labor de los padres voluntarios, lo que en ultimas redunda en la salud de los niños.
Frente a los profesores se adelanta conversaciones para que dentro de las sesiones de
clase se refuerce el valor de la alimentacion. Sin duda los tiempos de receso de clase
para tomar alimentos o recreacion permiten oxigener a los niños: del total
aprovechamiento de dicho espacio se asegura el grado de atencion al momento de
retomar las clases. Especificamente al regreso de las vacaciones de Semana Santa se
invita a los profesores a dar un breve espacio para evaluar en grupo el desarrollo de las
sesiones de comida. De esta forma se espera que se destaquen los comportamientos
correctos y se evidencien aquellos que no aportan a cada niño (inapetencia o rechazo de
plano a la comida) ni al grupo (actitudes erradas frente a la comida o de irrespeto al
compañero de mesa).
Por parte de los padres nuestro llamado se orienta en igual sentido, para lo cual
solicitamos incorporar prácticas ejemplares de nosotros padres para ellas sean adoptadas
por los niños. En esa práctica es preciso comenzar con rescatar el desayuno como una
comida necesaria para proporcionar la nutrición y la energía necesarias para un día
activo. Seguidamente es preciso fijar las reglas para su familia respecto a los bocadillos y
las opciones alimentarias sobre las comidas principales, pues de ello resulta la
responsabilidad de una adecuada alimentacion. Igualmente esta el destacar la oprtunidad
en ingerir alimentos, pues si bien los niños pueden adaptarse a cualquier calendario de
comidas, se debería tratar de establecer una rutina que tome en consideración el trabajo,
la escuela y las actividades de su familia. Adicionalmente, se ha de hacer enfasis en que
la comida es un evento principal, reservándose para más tarde los juguetes, las llamadas
por teléfono y la televisión. En complemento se debe considerar que el ambiente a la hora
de las comidas tiene mucho que ver con las actitudes que desarrollará su hijo en lo que a
comida se refiere.
Algunos otras consideraciones que invitamos a aoptar son:
 Fomente el hábito de comer alimentos saludables, demostrando usted mismo buenos
hábitos alimentarios.
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Limite los alimentos de bajo contenido nutricional y la "comida rápida" para su hijo,
teniéndolos como eventos esporádicos.
Pruebe una y otra vez el ofrecer a su hijo un alimento nuevo. Tarde o temprano, la
exposición repetida puede traducirse en su aceptación.
Evite negociar con la comida u ofrecer postres o dulces como premio.
Ofrezca porciones que sean adecuadas para el tamaño de su hijo y estimule a éste a
que pida más.
De otra parte, cuando hablamos de buena educación y buenos modales, sobre todo a la
hora de la comida, comprende no solo enseñarle a los niños la forma adecuada de
comer, utilizar los cubiertos, poner la mesa o saber como deben comportarse, sino que
también se debe hacer hincapié en la actitud correcta hacia el resto de las personas
sentadas a la mesa porque, nos guste o no, los modales son el parámetro más importante
de valoración social.
No olvidemos integrar a nuestros hijos al almuerzo o cena familiar. Ademas de ser toda
una experiencia en el plano emocional y afectivo, si logramos enseñar a un niño desde los
tres años a comportarse en la mesa, a los 11 ó 12 años sabran hacerlo correctamente y
llevarlo a cabo. Si bien los niños almuercen en el colegio, los fines de semana son una
ocasión propicia no sólo para transmitir buenos modales, si no que además nos facilita la
comunicación y entrega de valores familiares al fortalecer el diálogo y fomentar una rutina
de familia.
De nuestra parte, junto con los padres voluntarios, trabajamos de forma permanente en
llevar un control de la comida que consumen los niños sobre una base semanal con dietas
balanceadas y menus variados, en preparaciones atractivas al paladar de los niños. Al
regreso de vacaciones afianzaremos el apoyo para lograr un mejor comportamiento de los
niños, con soporte en nutricionistas y pedagogos se adelantaran estrategias para elevar la
actitud de los niños dentro de la cafeteria. En complemento se ha desarrollado una
propuesta de “Deberos y derechos de los niños en Cafeteria” el cual hace tramite ante el
Concejo de Escuela para que sea observado y practicado por todos los actores a nivel
colegio.
El enseñar a los niños a comer los alimentos adecuados no es fácil. Pero si todos
comenzamos a enseñarles desde pequeños, los niños aprenderán las reglas básicas de
una buena nutrición. Tengamos presente que los buenos hábitos alimenticios se
adquieren a una temprana edad.
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