Despilfarran herencia y legado en Instituto Kino.

Despilfarran herencia y legado
en Instituto Kino.
Los barruntos de tormenta se avecinan y los tambores de guerra santa
retumban por los pasillos de
la Arquidiócesis de Hermosillo.
Hace dos viernes, algunos distinguidos miembros
de la sociedad hermosillense
entre los que se encuentran
académicos, empresarios,
comerciantes y profesionistas, todos ellos egresados
del Instituto Kino, sostuvieron una audiencia con el Arzobispo
Ulises
Macías
Salcedo.
Estos egresados del instituto Kino conforman una
agrupación civil llamada
Fundación Pedro Villegas
A.C. que busca entre muchos de sus objetivos, el preservar la filosofía, los valores
y la obra del fundador de las
Instituciones Kino monseñor
Pedro Villegas.
Entre los presentes en la
audiencia estuvieron, los ex
rectores de la Universidad
Kino Manuel Duarte y Germán Valdez; Miguel Ángel
Corral Quintero; Juan Crisostomo Fimbres; Alejandro
García Flores; Jesús Romo
Paulos; Víctor Navarro; Miguel Cruz Ayala; Doña
Norma Abril de Torres acompañada de 15 damas fundadoras del patronato del
instituto Kino; la Directora de
Acusan al presbítero Jorge Alberto Cota Encinas de dedicarse a vivir la “Dolce Vita” y de utilizar a las instituciones
Kino como agencia de colocaciones para sus cercanos “afectos”.
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Este caso de sotana y dinero, conjugado con las bajas pasiones humanas está acabando con el patrimonio de las instituciones Kino,
la Escuela Primaria del Instituto Kino y el ex asistente del
padre Villegas Francisco
Munguía.
En la reunión los quejosos hicieron del conocimiento de Don Ulises
Macías pruebas con pelos y
señales del poco trabajo y el
abandono en el que se encuentran la Universidad Kino
y el propio Instituto Kino.
Enumeraron los problemas de la Universidad que
de contar con una matrícula
de 1500 alumnos ahora tan
solo anda en los 500 en el
presente ciclo escolar.
solo cuenta con 70 y, esto no
quiere decir que los problemas de niños sin hogar o
con hogares divididos haya
disminuido, lo que pasa que
se ha dejado de trabajar.
El desgano con el que se
afrontan los retos de una institución tan complicada como
las Instituciones Kino es evidente, solo basta con darse
una vuelta y observar las instalaciones sucias, descuidadas, con la hierba crecida en
aquellos jardines que hace
pocos años estaban radiantes y llenos de niños jugando.
El Instituto Kino que por
más de 55 años representó
todo un orgullo y fue un
ejemplo del humanismo y la
filantropía al dar alimento
con un techo digno los 365
días del año a varias generaciones de niños y jóvenes
sonorenses, que gracias a
esa formación con sólidos
valores morales y educativos, salieron adelante para
ser hombres de bien para la
sociedad.
Pero donde los señalamientos subieron de tono,
fue cuando los presentes
enumeraron la conducta del
presbítero Jorge Alberto
Cota Encinas a quien acusan de dedicarse a vivir la
“Dolce Vita” y sin preocupaciones con el sueldo de 70
mil miserables pesos mensuales que se autorizó, además de utilizar a las
instituciones Kino como
agencia de colocaciones
para sus cercanos “afectos”.
Este Instituto que hasta
hace poco albergaba a 200
niños y adolecentes ahora
Entre despilfarros y la
mala administración el padre
Jorge Alberto Cota le asignó
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