el sucesor: ¿quién y por qué?

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Zócalo Saltillo Viernes 7 de noviembre de 2008
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DÍAS
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país.
sucesos, Estados, Política
Vicente Fox
Ex presidente
“Afortunadamente el presidente Calderón
ha redoblado el paso, trabajando más, más tareas de gobierno”.
Itinerario Político
Ricardo Alemán
[email protected]
El sucesor: ¿quién
y por qué?
» Un titular de Gobernación priísta, sería
la entrega anticipada del poder
» Vivirá el proyecto de Calderón, con un
integrante de su primer círculo
Foto: Zócalo | Cuartoscuro
La familia del secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño estuvo presente en el homenaje; María de los Ángeles Escalante, y sus
padres, María de los Ángeles Terrazo y Carlos Mouriño, así como sus hijos Juan Camilo, María e Iván.
Dan último adiós
a Camilo Mouriño
CEREMONIA FÚNEBRE
Llegan sus
cenizas a
Campeche
Funeral reúne a
clases política,
empresarial
y religiosa del
país
Notimex
Zócalo | Campeche
El Universal
Zócalo | México, DF
L
a ceremonia fúnebre
en memoria de Juan
Camilo Mouriño Terrazo reunió a la clase política, empresarial y religiosa
del país.
Líderes de los partidos políticos nacionales, PAN, Germán Martínez; PRI, Beatriz
Paredes; PRD, Guadalupe
Acosta Naranjo; Verde Ecologista, Jorge Emilio González, y Nueva Alianza, Jorge
Kawaghi, se hicieron presentes en el Campo Marte.
UNIÓN
Guadalupe Acosta, presidente del PRD, y Carlos Navarrete, coordinador del PRD
en el Senado, se sumaron a
la cauda de aplausos cuando
eran retirados los féretros,
pero se abstuvieron cuando
la concurrencia ovacionó
después al presidente Felipe
Calderón.
Mario Marín, gobernador
de Puebla, saludó al ministro y ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, Mariano Azuela.
José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, también asistió.
PRIMERA FILA
En la primera fila estaban
empresarios como Emilio
Azcárraga y Roberto González Barrera; casi al extremo el líder de los trabajadores petroleros, Carlos
Romero Deschamps, quien
caminó desde el Auditorio
Foto: Zócalo | El Universal
Carlos Mouriño, padre de Juan Camilo, llora al recibir una
bandera de manos del presidente Felipe Calderón.
Nacional solo, aunque Elba
Esther Gordillo, del sindicato de maestros, no tuvo la
misma suerte y le tocó lugar
en las gradas.
Compartían esa misma primera fila con Deschamps, los gobernadores
perredistas Narciso Agúndez, de Baja California Sur,
y Amalia García, de Zacatecas; al igual que mandatarios priístas, como Eugenio
Hernández, de Tamaulipas,
y Eduardo Bours, de Sonora, así como el presidente
del IFE, Leonardo Valdés, el
procurador del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México,
José Ángel Ávila, y el gobernador del Banco de México,
Guillermo Ortiz, quien estaba al lado del periodista Joaquín López-Dóriga.
GABINETE
El gabinete del presidente
Felipe Calderón formó una
fila enfrente de los féretros,
junto con el presidente de
la Corte, Guillermo Ortiz
Mayagoitia, y los líderes
del Congreso, el senador
Gustavo Madero y el diputado César Duarte. Agustín
Carstens, secretario de Hacienda, fue el único que lle-
DESTACADO
Ausencias:
Dante Delgado, de
Convergencia
Alberto Anaya, del
Partido del Trabajo
A las gradas
Elba Esther Gordillo,
del sindicato de
maestros, le tocó
lugar en las gradas.
gó, a paso veloz, 10 minutos
después de iniciada la ceremonia luctuosa.
En la larga lista de legisladores había senadores y
diputados federales y locales del PAN; estaban al fondo, en las gradas.
También estuvieron el
obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, con quien platicó el ex secretario de Gobernación Francisco Ramírez
Acuña, además del presidente de la Conferencia del
Episcopado Mexicano, José
Luis Aguiar Retes.
Por la mañana, al menos
25 autobuses de turismo
también llevaron a cientos
de empleados de la Secretaría de Gobernación al Campo Marte.
Las cenizas del fallecido
secretario de Gobernación,
Juan Camilo Mouriño Terrazo, llegaron anoche a la
Catedral de San Francisco
de Campeche, la que será su
última morada en el nicho
F-12 de la zona de criptas.
La urna la llevaba la
mamá de Juan Camilo, María de los Ángeles Terrazo,
quien antes de entrar a la
Catedral la entregó a la esposa del extinto secretario
de Gobernación, María de
los Ángeles Escalante, que
iba acompañada de sus tres
hijos. También estaba el
papá del fallecido secretario, Carlos Mouriño Atanes,
y sus hermanos.
Desde temprana hora, decenas de organizaciones y
grupos sociales hicieron patente su solidaridad con los
deudos de Mouriño Terrazo,
al enviar flores en símbolo de
sus condolencias.
Foto: Zócalo | El Universal
Juan Camilo, hijo, carga la
fotografía de su papá durante la
ceremonia.
E
n política, dicen los que saben, no es lo
mismo planear y operar un cambio de rumbo y
de estrategia, que verse obligado al cambio por
circunstancias fortuitas o hasta trágicas.
Y esa es la situación a la que se enfrenta el
presidente Calderón tras la muerte trágica de su hombre
de confianza y amigo, Juan Camilo —al que según algunos
pretendió proteger y preparar como gobernador, lejos del
golpeteo federal—, y cuyo lugar está obligado a relevar no
como cambio estratégico, sino porque lo reclama la tragedia.
En todo caso, el dilema es si el Presidente permitirá
que el origen de la tragedia le imponga a su nuevo hombre
fuerte y con ello lo obligue a cambiar de rumbo, o si Calderón será capaz de imponerse a esa adversidad y mantener bajo control el timón. Felipe Calderón se encuentra
ante una de las grandes encrucijadas del primer tercio de
su gobierno, porque sea a causa de un accidente, sea producto de un atentado, políticamente la realidad le arrebató no sólo a su hombre fuerte y mejor amigo, sino a su
potencial sucesor.
Por eso la decisión del reemplazo de Juan Camilo
Mouriño es de la mayor importancia. Muchos suponen
que llegó el tiempo de abrir aún más el gobierno de Felipe
Calderón a esa suerte de cogobierno pactado con el PRI,
y que es momento de que uno de los viejos zorros de la
pradera, que son los tricolores, se ocupe de la Secretaría
de Gobernación. Y hasta hablan de experimentados en el
cargo como Diódoro Carrasco y, ya en el extremo, hasta
se propone a Jorge Tello Peón, el actual asesor presidencial en materia de seguridad.
No resulta descabellada la hipótesis, sobre todo si de
experiencia se trata. Pero el sentido político supone que
recurrir a esa ruta sería lo más parecido a la entrega anticipada del gobierno al PRI. ¿Por qué? Porque el cargo
de secretario de Gobernación es no sólo una pieza clave
para la gobernabilidad, sino el vértice de todo proyecto de
gobierno. Si Calderón pretende seguir con su proyecto, su
estrategia y sus objetivos, deberá recurrir a un hombre de
su primer círculo.
De lo contrario, habrán ganado la plaza quienes por
acción, por percepción —y hasta por fuego amigo—, intentaron quitar a Mouriño de Gobernación. Y por si ya
se nos olvidó, resulta que el PRI puede tener el control
del Congreso a partir de julio de 2009, puede ganar más
gobiernos estatales, y tiene todo para llegar al poder presidencial en 2012. Entregarles hoy la Secretaría de Gobernación —aunque sea a esos tricolores embozados con
colores azules—, no sería otra cosa que la entrega anticipada del poder.
Otros especulan sobre la necesidad de que el Presidente
recurra a los expedientes que ya tiene en la casa azul y que
cuenta con experiencia. ¿A quienes se refieren? No son pocos los que hablan de Diego Fernández de Cevallos, a Antonio Lozano Gracia y hasta a Carlos Medina Plascencia.
Sin duda que se trata de panistas relevantes y de experiencia, en los tres casos, pero cada uno con sus respectivas problemáticas. “El Jefe Diego” no es santo de la devoción de la familia Calderón; Lozano Gracia es el padre
del vergonzoso escándalo de “La Paca” y las osamentas
de Chapa Bezanilla, en tanto que Medina Plascencia es un
político retirado, de un perfil menor, y que saca la cabeza
cada que puede para pretender ser tomado en cuenta.
Decidir por uno de los tres anteriores sería para el presidente Calderón como regresar sobre sus pasos, o si se quiere sobre el pasado del PAN. También en ese caso estaríamos
ante una prueba clara de que el gobierno de Calderón dejó
de ser el que se pensó en el origen y que tiene un objetivo
que el Presidente ha remarcado en los dos mensajes posteriores a la tragedia en la que perdió la vida Mouriño.
En esos dos mensajes ha dicho que la muerte de Mouriño ni lo amedrenta, ni lo hará flaquear, sino que será un
motor para seguir adelante en el proyecto que, junto con
Muriño, diseñó al buscar el poder presidencial.
En ese sentido parece que el mensaje es claro. Para fortalecer el proyecto de Calderón en sus aspectos político,
estratégico y programático, no hay más lugar que el del su
primer círculo. Algunos dicen que no debiera sorprender
a nadie que el nuevo titular de Gobernación pueda salir de
otro círculo político que no sea el de sus más leales colaboradores. Sin embargo, dar un viraje en ese sentido sería
como reconocer que debió venir una tragedia para darse
cuenta que todo estaba mal en su gobierno.
Y puede ser cierto, en cuyo caso, puede cambiar todo
el gabinete.
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