Los acuíferos presentes en el Sistema de la Sierra de Gádor y en el subsistema más meridional de esta sierra: el Campo de Dalías en sentido hidrogeológico. De los estudios hidrogeológicos realizados por el IGME en todo el territorio almeriense se concluye que el conjunto de acuíferos existentes en la Sierra de Gádor y en determinados sectores de sus márgenes es, con mucho, el más importante de la provincia por el volumen y calidad del agua que regula. ¿Por qué?. Aparte de la altitud, extensión, situación, etc., la razón principal está en los materiales antiguos (calizas y dolomías), muy dislocados y fisurados, y muy permeables, que son los que pueden constituir estos acuíferos, los cuales existen en superficie en casi todo el macizo de Sierra de Gádor por encima de otros materiales prácticamente impermeables (launas o filitas, etc.) que les sirven de base. Esta condición indispensable no se da, prácticamente, o se produce de manera mucho más restringida, en otras zonas de esta parte meridional de la provincia (Sierra Alhamilla, Sierra de los Filabres, Sierra Nevada, etc.), por no existir en ellas prácticamente estos materiales acuíferos permeables (Fig. 2). En dichos materiales muy permeables, una parte importante del agua procedente de las precipitaciones se infiltra, se transmite subterráneamente hacia cotas más bajas y se acumula en determinadas zonas condicionadas por la estructura geológica. Estas zonas de acumulación de agua subterránea constituyen embalses naturales, algunos de ellos con capacidad muy superior a la de los superficiales (el de Benínar, por ejemplo), como ocurre con determinados acuíferos de esta Sierra. Esta circulación subterránea acaba originando manantiales (Celín, Alcaudique, parte de Fuente Marbella, etc.) o alimentando cauces superficiales (Fuente Marbella en el río Adra) o, como ocurre en el Campo de Dalías, descargando a otros acuíferos o directamente al mar. Al estudiar en la Sierra de Gádor y su entorno el tipo de terrenos (en superficie y en sondeos) y la disposición de los mismos en muchos cortes geológicos (o secciones verticales como si se tratara de una tarta) y superponerle después los datos hidrogeológicos (Figs 3A y 3B), se han establecido los tres grupos principales de acuíferos que existen en la misma y sus proximidades: el de la cuenca del Adra, el del 6 Figura 2: En este mapa hidrogeológico general de la zona sur de la provincia (parte superior) se aprecia cómo la Sierra de Gádor es la única, al contrario de lo que ocurre en las demás sierras (Nevada, Filabres, Alhamilla, Cabrera, etc.) que está cubierta (ver secciones del terreno en parte inferior) por una capa continua de gran espesor de materiales antiguos muy permeables, correspondientes a calizas y dolomías. 7 Alto Andarax y el del Campo de Dalías, separados entre sí, a nivel de zonas saturadas, por materiales prácticamente impermeables, que hacen de barrera o umbral para la circulación del flujo subterráneo. Tambien podemos deducir el por qué existen acuíferos carbonatados de importancia en el medio Adra, en el Alto Andarax y en el Campo de Dalías, y el por qué no los Figura 3: Estructura hidrogeológica del Sistema de Sierra de Gádor y zonas marginales. Parte 3A: secciones esquemáticas Benínar – Balanegra y Ohanes – La Garrofa. Parte 3B: secciones esquemáticas Laujar – Almerimar y Padules – Roquetas de Mar. puede haber, por ejemplo, en el sureste de la Sierra (Bajo Andarax y zona de acantilado) como se ha comprobado repetidamente con sondeos. En la más oriental de las secciones verticales de la Figura 3B se refleja la posibilidad de relación entre los acuíferos del Alto Andarax y del Campo de Dalías, que supondría una recarga de éste, aunque sólo rebosando por encima de un determinado sector de la barrera impermeable 8 de filitas o launas que los separa en el núcleo de la Sierra. Esta posible aportación constituye casi una certeza, aunque de imposible cuantificación, lo que no supone un freno para el planteamiento de las necesarias medidas de gestión y protección, sino una consideración más en apoyo de estas necesidades. En cuanto a acuíferos de importancia, la mayor parte del núcleo de la Sierra no está saturada de agua; sí existen dentro del macizo acuíferos (colgados) de menor rango, como los de Eníx, Felíx, etc.. Centrándonos en el conjunto del Sur de Sierra de Gádor – Campo de Dalías, más familiarmente conocido como Acuíferos del Campo de Dalías (por ejemplo, en el corte más occidental de la Fig. 3B), se aprecia el carácter de su estructura interna, donde los acuíferos inferiores se hunden hacia el Sur bajo cientos de metros de materiales impermeables (se ve bien que no son separables estos acuíferos inferiores fisurados de la sierra y de la llanura: son los mismos). Se distinguen tambien los materiales acuíferos detríticos: calcarenitas, gravas, arenas, conglomerados, que se apoyan sobre 9 margas impermeables de cobertera moderna (en gris en las secciones actuales), originando la superposición de acuíferos superiores en la llanura. Como sucede en toda investigación, en la de los acuíferos del Campo de Dalías se ha venido mejorando su definición a lo largo del tiempo, aunque ya en 1975 se tenían importantes conocimientos geométricos de los mismos apoyados en estudios geofísicos (SEV, sísmica) y sondeos de investigación, que fueron muy mejorados con el estudio detallado de columnas de los sondeos entonces ya existentes, llegándose (en los primeros años 80) a conseguir un modelo de estructura y de funcionamiento de acuíferos ya muy cercano al más completo y documentado que se tiene hoy en día. Así, por ejemplo, en la Fig. 4, aunque el esquema de la estructura general norte - sur es el mismo, en la actualidad se ve mejor definida que 20 años antes, gracias a: la mayor Figura 4: Comparación de 2 secciones o cortes hidrogeológicos próximos del Campo de Dalías: en 1982 (arriba) la interpretación de la estructura profunda contaba con menos apoyos de sondeos mecánicos que en 2002 (abajo), ya con una cobertura de sondeos que garantiza el esquema geométrico actual. abundancia actual de sondeos mecánicos profundos, cuyas columnas de terrenos atravesados han sido estudiadas; a las reinterpretaciones realizadas de líneas sísmicas antiguas en la plataforma continental y en la llanura (en estudios propios, y ajenos 1993) etc.. Todos estos trabajos de los últimos años han conducido a la definición del actual modelo de distribución de acuíferos, muy contrastado en el tiempo con numerosos 10 cortes hidrogeológicos (Fig 5, parte A) y representaciones de la geometría de los materiales profundos, tambien en planta, como la que se muestra en la parte B, una reconstrucción, con líneas de igual penetración (en metros sobre el nivel del mar) del techo de los materiales que se observan directamente en la Sierra y que, en el dominio de la llanura, han sido alcanzados por gran número de sondeos profundos (puntos en color azul de la Fig 5, B). Figura 5: Parte A: situación de cortes hidrogeológicos de distintas fases del Estudio; en amarillo los seleccionados para próxima publicación; en azul otras de las secciones del Estudio. Parte B: esquema de curvas de igual penetración de los materiales antiguos (equivalentes a los de Sierra de Gádor), con indicación de los terrenos alcanzados por los puntos de la red de investigación de la geometría. 11 El modelo de acuíferos existentes se resume en la Fig. 6, donde se refleja la situación (en planta) de todos ellos, sobre los que en la futura publicación se hará una descripción general. Por su disposición en la llanura se distinguen los acuíferos inferiores (los mismos del flanco sur de la Sierra) y los acuíferos de cobertera (superiores e intermedios) albergados en materiales porosos más recientes. En los gráficos representados en las Figs. 7 y 8 se repasa el historial del uso de cada uno de ellos y de las respuestas o consecuencias observadas (variaciones del bombeo y de niveles en los distintos acuíferos). Este modelo geométrico y de funcionamiento de acuíferos (y su historial de datos), elaborado por el IGME, fue el seleccionado por el Ministerio de Medio Ambiente, la Universidad Politécnica de Valencia y Prointec, S.A., para fundamentar el modelo matemático del flujo subterráneo integrado en el modelo de gestión destinado a la ordenación de recursos en el Poniente almeriense. Figura 6: Distribución de los principales acuíferos del Campo de Dalías (ITGE, 1995). 12 Se dispone de información que, prácticamente, nos indica cómo funcionaba el conjunto de estos acuíferos en régimen natural (antes de su explotación). Las características del bombeo y su evolución en el tiempo han sido las causas principales de los cambios de aquel funcionamiento. La ocupación y determinadas prácticas llevadas a cabo sobre el territorio de estos acuíferos constituyen otras razones de estos cambios, que afectan a la cantidad y a la calidad, como se indica a continuación. En la Fig. 7 se representa la evolución del volumen bombeado desde que se inició la etapa intensiva de la explotación; al principio, la mayor parte de las extracciones se captaban de los acuíferos de cobertera. Posteriormente, el bombeo en los acuíferos inferiores ha venido creciendo hasta situarse en un 85% del total de las aguas subterráneas extraídas en todo el Campo. Figura 7: Evolución del bombeo anual (1965-2000), en millones de m3/a (hm3/a), de los acuíferos del Campo de Dalías. A: acuíferos de cobertera. B: acuíferos inferiores; incluye AEBN con AIO. C: agua suministrada a las demandas: bombeo acumulado de todos los acuíferos y aportaciones del Embalse de Benínar. 13