USOS Y CONTAMINACIÓN DEL AGUA (11345)

USOS Y CONTAMINACIÓN DEL AGUA
El crecimiento de la población así como el desarrollo industrial y agropecuario, son factores
que han ocasionado el incremento del uso del agua, que creció seis veces en el siglo XX.
Uso agropecuario del agua
La agricultura es el sector que más contamina el agua. En prácticamente todos los países en los
que se aplican fertilizantes agrícolas y plaguicidas, se han contaminado acuíferos subterráneos
y el agua de superficie. Los desechos animales son otra fuente de contaminación persistente
en algunas zonas.
El agua que vuelve a los ríos y arroyos después de haberse utilizado para el riego está a
menudo seriamente degradada por el exceso de nutrientes, salinidad, agentes patógenos y
sedimentos que suelen dejarla inservible para cualquier otro uso posterior, a menos de tratarla
–con un gran costo– en instalaciones depuradoras de agua.
Uso industrial del agua
El agua es, sin duda, parte indispensable de muchos de los procesos industriales que nos
proveen de bienes de consumo. Sin embargo, tras utilizar el agua muchas industrias la
desechan contaminada o por lo menos con una reducción importante de su calidad.
Las aguas contaminadas por la industria son menos, en volumen, que las contaminadas por la
agricultura, pero es de los procesos industriales de donde provienen algunos de los
contaminantes más peligrosos y persistentes.
Algunos de los peores contaminantes son las sustancias químicas sintéticas. En el mundo se
usan comúnmente unas 70,000 sustancias químicas diferentes. Se estima que todos los años
se introducen 1,000 compuestos nuevos. Muchos de ellos llegan a los ríos, lagos y acuíferos
subterráneos.
Uso doméstico del agua
Se considera que las personas tienen un requerimiento de 50 A 100 litros diarios de agua dulce
para satisfacer cuatro necesidades básicas: para beber, saneamiento, bañarse y cocinar.
Los sistemas de agua potable de las ciudades tienen una pérdida de entre 10% y 30% del agua,
debido a fugas en la red o en las casas y edificios.
Las descargas de aguas residuales domésticas son una de las amenazas más significativas para
el desarrollo sostenible de las zonas costeras en todo el mundo.