LA GRIPE. ORIGEN Y PREVENCIÓN El lunes 13 de octubre y con un total de 1.060.000 dosis de vacuna adquiridas, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid puso en marcha la Campaña de Vacunación Antigripal 20142015, con el objetivo de reducir la incidencia de la gripe estacional y las complicaciones derivadas de su padecimiento en la salud de los madrileños, mediante la vacunación de los grupos de personas de riesgo. La gripe es una infección aguda que puede presentarse como un cuadro leve o evolucionar a una enfermedad grave, incluso mortal. Se caracteriza por la aparición brusca de fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, malestar general, tos seca, dolor de garganta, rinitis (mocos, estornudos y picor nasal) y otros síntomas respiratorios. Estos síntomas no deben confundirse con otras infecciones respiratorias víricas (a las que no cubre la vacuna). La importancia de la gripe deriva de su elevada capacidad de difusión al ser muy contagiosa y su alta morbilidad, su repercusión sobre la mortalidad y sus consecuencias económicas, tanto en costes directos como indirectos. Aparece generalmente en invierno y de una forma periódica, es decir, que cada año nos enfrentamos a una temporada en la que puede producirse una gran actividad y circulación del virus de la gripe (predominantemente en los meses de diciembre a febrero). La mayoría de las personas se recupera en unos días o como máximo dos semanas pero algunas personas desarrollan complicaciones que pueden llegar a ser mortales. Las complicaciones se presentan en todas las edades, sin embargo, son más frecuentes en personas con enfermedades crónicas o edad avanzada. Algunas complicaciones son la neumonía, bronquitis, sinusitis u otitis. Por ejemplo, las personas con asma pueden tener crisis de asma, o las enfermedades del corazón pueden agravarse. La gripe es un importante problema de salud pública, como consecuencia del gran número de personas que enferman en un corto período de tiempo. LA PREVENCIÓN SE BASA EN LA VACUNACIÓN Y EN LA HIGIENE La prevención de la gripe y de sus complicaciones se basa fundamentalmente en la vacunación, la medida más efectiva para reducir el impacto de esta enfermedad. Los virus gripales muestran una elevada capacidad para cambiar. Cada año, la Organización Mundial de la Salud determina las cepas del virus que están en circulación y la composición de la vacuna que debe administrarse. De ahí la importancia de que la población de riesgo se vacune frente a la gripe. Mediante la vacunación de los grupos de riesgo se pueden evitar un 50-60% de hospitalizaciones y el 80% de los fallecimientos derivados de las complicaciones de la gripe. La vacuna de la gripe no puede provocar la enfermedad, ya que contiene virus muertos no contagiosos. Si una persona sufre en los días posteriores a la vacunación un cuadro de vías respiratorias altas, en ningún caso puede estar relacionado con la administración de la vacuna antigripal. Las reacciones adversas de la vacuna de la gripe son leves, el más común es el escozor en el lugar de la inyección y, en muy pocos casos, puede producir febrícula, dolor muscular o malestar. Otra medida de prevención importante es evitar el contagio a los demás. La gripe se transmite de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias al hablar, toser y al estornudar. Las medidas de higiene más relevantes para la prevención son: lavarse las manos con frecuencia, taparse la boca y la nariz con un pañuelo al estornudar o toser y desecharlo inmediatamente después, no compartir vasos, cubiertos, toallas y otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva y secreciones. Durante la pasada temporada 2013-2014 en la Comunidad de Madrid fueron vacunadas contra el virus de la gripe 920.822 personas. La población vacunada mayor o igual a 65 años fue del 60,5%. La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias que puede evolucionar desde una infección leve hasta una enfermedad mortal. Su importancia deriva de su elevada capacidad de contagio provocando un gran número de casos en un corto periodo de tiempo. La campaña de vacunación de la gripe da comienzo el 13 de octubre, con una nueva modificación en la vacuna antigripal de las cepas de virus que circulan cada temporada. ¿Qué hacer en caso de contraer la gripe? Está indicado reposo durante unos días, tomar abundantes líquidos para evitar la deshidratación y tratar los síntomas con analgésicos y antitérmicos bajo prescripción médica. No está indicado el tratamiento antibiótico. Para evitar el contagio se recomienda lavado frecuente de manos y la utilización de pañuelos de papel que puedan desecharse fácilmente. ¿A quién afecta la enfermedad? Puede afectar a personas de cualquier edad. En personas sanas suele ser un proceso leve, mientras que en las personas incluidas en los grupos de riesgo puede generar complicaciones importantes. De aquí la importancia en la vacunación en estos grupos. ¿Cuándo está indicada la vacunación? La vacunación está indicada en los meses de octubre a diciembre, debido a que el virus de la gripe circula del hemisferio sur al hemisferio norte coincidiendo con los meses de frío en nuestro hemisferio. La vacuna antigripal se debe administrar anualmente, debido a que su inmunidad va disminuyendo y la composición de la misma cambia según el proceso de evolución del virus de la gripe. ¿Dónde se administra la vacuna? En el Centro de Salud o centro de vacunación habitual. También se administra en Residencias de Mayores y otros centros concertados. ¿Cuántas dosis se deben administrar? Se debe administrar una dosis única a toda la población excepto a los niños de entre 6 meses y 9 años que no hayan sido vacunados previamente, que se les administrará dos dosis en un intervalo de un mes. ¿Qué efectos secundarios tiene la vacuna? En la zona del pinchazo puede haber inflamación y enrojecimiento en las primeras horas que desaparecerá entre uno y dos días. Otros efectos secundarios como dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular, cansancio también pueden aparecer en las 12 horas tras la vacunación desapareciendo al cabo de dos días. Algunas medidas para evitar la gripe o procesos similares son: Mantener unas pautas generales de vida sana, evitando que bajen las defensas del organismo. Cuidar de la higiene personal, evitando compartir copas, platos, vasos, útiles de aseo o cualquier otro objeto que pueda haber estado en contacto con saliva y mucosas. Mantener una alimentación equilibrada, no olvidando la fruta natural rica en vitaminas, sobre todo vitamina C, como es el caso de los cítricos. Evitar en lo posible el consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco. Protegerse adecuadamente frente a los grandes contrastes de temperatura. Al salir a la calle, abrigarse bien y en lo posible respirar por la nariz, hasta llegar a un lugar con temperatura más cálida. Evitar las grandes aglomeraciones de gente y los locales poco ventilados. Durante las epidemias, abstenerse de acudir a los hospitales, salvo que sea necesario. La mejor prevención es la vacuna, pero debe ser administrada a partir de octubre para que sea realmente eficaz. Laura Pérez Arcones José Mariano de León Lázaro Técnicos de salud pública. Servicio de Área de Salud Pública nº 6