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Análisis de la Propuesta de Zhou Xiaochuang: "Reform the
InternationalMonetarySystem"
Álvaro Agüero Meneses, Analista Financiero, SCRIESGO Luis Diego Astorga Rojas, Asistente de Investigación, Instituto de Investigación en Ciencias Económicas La crisis económica del 2008 puso en duda el funcionamiento del sistema monetario internacional actual, con el dólar como la principal moneda de reserva. Fred Bergsten (2009a) ilustra dicha situación de la siguiente manera: “Los políticos de Estados Unidos, por lo tanto, deben reconocer que los déficits externos, la dominancia del dólar, y la larga entrada de capitales que necesariamente acompañan el déficit y el dominio de la moneda ya no están en el interés nacional de los Estados Unidos. Washington debe aceptar iniciativas presentadas durante el pasado año por China y otros países para empezar un debate serio para la reforma del sistema monetario internacional”1 Entre los principales críticos del sistema se encuentra China, que ha hecho una serie de propuestas para corregir lo que ven como deficiencias en el sistema monetario internacional. Una propuesta que ha llamado mucho la atención ha sido la del Gobernador del Banco del Pueblo de China, Zhou Xiaochuang, que propone otorgar un rol más importante al Fondo Monetario Internacional y los derechos especiales de giro (SDR por sus siglas en inglés), donde estos SDR gradualmente reemplacen al dólar como la principal reserva internacional del mundo. En el presente trabajo se analizará la propuesta de Zhou Xiaochuang, en especial, qué es lo que plantea como debilidades del sistema monetario internacional actual y cuál es la solución que considera adecuada y cómo ejecutarla. También se tratará de poner en contexto la propuesta del gobernador, para identificar los motivos por los cuáles China realiza esta propuesta. Además, se tratará de describir las características principales del sistema monetario internacional actual, las ventajas y desventajas que presenta este sistema, y la forma en la cual los SDR podrían modificarlo. Lo anterior para llegar a una conclusión acerca de la factibilidad de la propuesta de Zhou Xiaochuang. LaCríticayPropuestadeZhouXiaochuang
El gobernador del Banco del Pueblo de China opina que se deben implementar varias reformas al sistema monetario internacional actual. Las principales críticas que se desprenden de su ensayo “Reformas al Sistema Monetario Internacional” (Xiaochuan, 2009), son principalmente dirigidas hacia el poder del dólar como principal moneda de reserva internacional. 1
Esta y otras citas son traducciones libres del texto original En primer lugar menciona que las características que debe tener una moneda de reserva internacional son, en teoría, que esté anclada a un punto de referencia estable y que sea emitida de acuerdo a una serie de normas establecidas. Lo anterior para garantizar una oferta ordenada, que sea lo suficientemente flexible para permitir el ajuste oportuno en los cambios de demanda por esta moneda. Además, tales ajustes deben estar desligados completamente de las condiciones económicas e intereses soberanos de cualquier país (Xiaochuan, 2009). Las ideas del gobernador acerca de las características que debe tener una moneda de reserva internacional se pueden ver como un ataque a la posición que tiene actualmente el dólar precisamente como principal moneda de reserva. Xiaochuang menciona que la moneda de reserva debe mantener un valor estable; esta característica no se encuentra actualmente en el dólar, ya que dado los grandes déficits fiscal y externo que posee Estados Unidos, se espera que el dólar se deprecie. Owen F. Humpage, de la Reserva Federal de Cleveland, ejemplifica la preocupación que muchos países poseen acerca del valor del dólar de la siguiente manera: “Tras quince años del inicio de la era de Bretton Woods‐ al igual que hoy‐ muchos países comenzaron a ver sus tenencias de reservas oficiales en dólares americanos como excesivas, y se preocuparon de que los Estados Unidos podría verse forzado a devaluar el dólar.” (Humpage, 2009) Es importante resaltar también la característica mencionada por Xiaochuang de que la oferta de la moneda de reserva internacional no debe estar condicionada por las condiciones o los intereses de ningún país en particular. El gobernador comenta que esta característica no se presenta en el caso de Estados Unidos y su emisión de dólares, debido al dilema de Triffin. Brevemente, el gobernador argumenta que Estados Unidos enfrenta una disyuntiva entre lograr sus objetivos de política monetaria y satisfacer la demanda de los otros países por las reservas monetarias. Estos objetivos domésticos no son los mismos que los objetivos internacionales, y no puede alcanzar ambos. Este dilema es puesto en contexto por Xiaochuang (2009), al argumentar que cuando una moneda nacional es usada para el precio de los productos internacionalmente y es aceptada como moneda de reserva (como en el caso del dólar), los esfuerzos de ese país emitiendo dinero para ajustar su tipo de cambio y corregir sus desbalances externos no servirán de mucho, debido a que sus monedas sirven como punto de referencia para otras monedas (básicamente lo que estuvo haciendo China en los pasados años). Ante estas críticas al sistema, se propone la implantación de una nueva moneda de reserva super‐
soberana que sea usada para controlar y crear la liquidez global, y que no esté sujeto al riesgo de crédito como en el caso de una moneda de reserva internacional a manos de un país en particular. Xiaochuang señala que este nuevo sistema sería beneficioso incluso para el país emisor de reservas anterior, debido a que la política cambiaria de este se haría más efectiva para combatir los desbalances externos debido a que su moneda no sería un punto de referencia para otras monedas. Además, al hablar de la moneda del nuevo sistema internacional propuesto, el gobernador plantea como la opción principal a los SDR como esa potencial moneda de reserva, y al Fondo Monetario Internacional como la institución encargada de administrar la oferta de estos. Para entender mejor la propuesta de Xiaochuang es necesario explicar de una manera más detallada ¿qué son los SDR y porqué se crearon? LosSDR:definiciónehistoria
Según la definición del Fondo Monetario Internacional (2011) los SDR: “…no son ni una moneda ni un derecho sobre los activos del FMI. Son una demanda potencial sobre las monedas de libre uso de los miembros del FMI. Los tenedores de SDR pueden obtener estas monedas a cambio de sus SDRs de dos formas: primero a través del arreglo de intercambio entre países miembros; y segundo, mediante el FMI designando miembros con una posición externa fuerte a comprar SDRs de miembros con posiciones externas débiles. Además de su papel como activo de reserva complementaria, el SDR sirve como unidad de cuenta del FMI y otras organizaciones internacionales.” La historia de los SDR inicia en 1960 cuando el economista Robert Triffin publicó Gold and the Dollar Crisis, libro en el que argumentó que el sistema de Bretton Woods no funcionaría bien debido a una contradicción en su funcionamiento. Esta contradicción consistía en que la oferta por liquidez internacional dependía, además de la escasa y errática oferta de oro, de que Estados Unidos, el emisor de la unidad de reserva internacional, mantuviera un déficit en la balanza de pagos para poder proporcionarles dólares a los demás países. Dichos déficits serían insostenibles, lo que llevaría a los agentes económicos a desconfiar de la relación de cambio fija entre el oro y el dólar, pilar del funcionamiento de Bretton Woods2. Ante dicha coyuntura, se buscó una solución al crear una reserva que pudiera suplir la oferta de oro, momento a partir del cual se crearon los SDR (Williamson, 2009). Los SDR fueron emitidos y distribuidos a los países miembros del Fondo Monetario Internacional de acuerdo a sus cuotas. En un principio, la emisión se dio con el fin de contrarrestar la falta de liquidez debido a la política monetaria contractiva adoptada por los EEUU al final de la década de 1960. Este proceso de acumulación de SDR se vio interrumpido en el momento en que EEUU utilizó una política monetaria expansiva con el fin de paliar los efectos de la desaceleración económica a principios de la década de los 70s, lo que mitigo el problema de la liquidez internacional. Esta política expansiva fue, precisamente, la que provocó la interrupción definitiva del sistema de Bretton Woods. Ante esta situación, el FMI conformo un Concejo llamado C‐20 para acordar una reforma apropiada al sistema monetario internacional. El proceso para llegar a un consenso sobre la reforma monetaria internacional se vio imposibilitado por los choques de intereses entre las economías más grandes, principalmente ante la reticencia de EEUU de abandonar su posición privilegiada dentro del sistema monetario internacional, así como la falta de consenso sobre las reglas que regirían el nuevo sistema monetario (Williamson, 2009). 2
Este dilema pasó a conocerse como el dilema de Triffin (ya mencionado anteriormente). Inicialmente, el valor del SDR se fijaba con respecto al dólar con una igualdad de uno a uno. Sin embargo, tras la ruptura con el sistema de Bretton Woods y el comienzo de la flotación entre las monedas de las economías más importantes se adoptó un sistema de ponderación para fijar el valor de los SDR, de manera que reflejen la importancia relativa de las monedas en el comercio mundial y los sistemas financieros. Actualmente, los SDR se definen como una canasta de divisas que incluye el dólar americano, el euro, el yen y la libra esterlina3. China propone que esta canasta de monedas se expanda a todas las monedas de las economías más grandes y que el PIB sea incluido a la hora de ponderar la misma. Hay que tener claro que la función de los SDRs de actuar como moneda de reserva opcional frente al dólar, no ha llegado a cumplirse, ni en el pasado ni en la actualidad. Williamson (2009) documenta la existencia de 21.4 mil millones de SDRs en existencia, lo que corresponde a menos de un 0.5% del total de reservas mundiales (excluyendo el oro)4. Esta situación actual del SDR es reconocida por Zhou Xiaochuang (2009) cuando realiza su propuesta, por lo que especifica que es a largo plazo. En relación a los cambios que se deben realizar para que los SDRs logren adquirir relevancia como moneda de reserva internacional señala que necesitará cooperación política de los estados miembros. Identifica como cambios necesarios el incremento de la colocación de los SDRs, arreglos para que estos sean ampliamente aceptados como medio de pago para transacciones financieras y comerciales, además de la creación de activos financieros denominados en SDRs; todas estas acciones servirían para incrementar el atractivo de tener a los SDRs como moneda de reserva internacional. MotivosdeChinaenhacerlapropuesta
Es innegable que mucho de lo que propone Zhou Xiaochuang tiene mucho sentido, sin embargo, es importante analizar si hay algún otro interés por parte de China al realizar estas declaraciones. Humpage (2009) estima que cerca del 64% de las reservas internacionales están denominadas en dólares estadounidenses. Seguida de lejos por el euro, la libra esterlina y el yen. Las otras monedas en conjunto ocupan apenas un 2.1%, lo cual tiene sentido ya que las monedas que sirven como reserva son las generalmente aceptadas en cualquier lugar. Estas cifras muestran que el dólar sigue teniendo un lugar privilegiado en el sistema monetario internacional. Bénassy‐Quéré y Pisani‐Ferry (2011) confirman lo anterior al concluir que el dólar sigue siendo la principal moneda de referencia para las tres funciones monetarias: medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor. Esta situación en la que se encuentra el dólar es contradictoria con el surgimiento de potencias como China y Europa que amenazan la dominancia económica que ha tenido Estados Unidos hasta la fecha. 3
El peso relativo de las monedas en el SDR es: 44% el dólar, 34% el euro y un 11 % el yen y la libra esterlina (Bergsten, 2009b) 4
En agosto del 2009 se colocaron 161.2 mil millones de SDR y en septiembre del 2009 se dio otra colocación especial de SDRs de 42.8 mil millones. Esta última colocación se debe a la aprobación de la cuarta enmienda y fue dirigida a los países que se unieron al FMI después de 1981, los cuáles nunca habían recibido SDRs. Aunado a lo anterior, no solo el dólar es la principal moneda de reserva internacional, también el tamaño de las reservas se ha incrementado a un ritmo acelerado. Según un artículo de The Economist (2010): “Las reservas globales se han incrementado de $1.3 billones5 dólares (5% del PIB mundial) a $8.4 billones de dólares, actualmente. Las economías emergentes poseen dos tercios del total. La mayor parte ha sido acumulada en los últimos diez años”. Esta acumulación de reservas representa exactamente el escenario que enfrenta China, que en los tiempos recientes ha intervenido el mercado cambiario para evitar que su moneda se aprecie contra el dólar, de esta manera acumulando reservas en dólares por más de $1 billón de dólares (Bergsten, 2009b). Humpage (2009) comenta que son aproximadamente el 70% de sus reservas. Ante este contexto, China se ve amenazada por una eventual inflación y depreciación del dólar estadounidense, lo que le ocasionaría una pérdida muy importante en el valor de sus activos. Este peligro de una depreciación del dólar es cada vez más grande. Los déficits externo y fiscal de EEUU parecen cada vez más difíciles de sostener, por lo que sus inversores (que financian el déficit) van a dejar de invertir, o aumentar la prima de riesgo. Esto hace que se produzca una salida de capitales y una presión a la depreciación. Incluso, como argumenta Frankel (1995), se puede dar el caso de que los bancos centrales, al pensar que en un futuro va a ocurrir una depreciación continuada, salgan a vender dólares por euros o yenes por ejemplo, ocasionando así una profecía auto cumplida. Así China se encuentra en una posición en la que debe seguir acumulando reservas en dólares para evitar que se aprecie el renminbi frente al dólar o dejar flotar su moneda. Es esta una de las razones principales por las que impulsa la creación de una moneda supra‐nacional. Bergsten (2009b) explica la solución que propone China a sus problemas (y a los problemas de otros países semejantes con gran proporción de dólares en sus reservas) de la siguiente forma: “En lugar de convertir los dólares no deseados en otras monedas a través del mercado (que haría que estos se deprecien), los tenedores oficiales los depositarían en una cuenta separada del FMI en SDR. Su nuevo activo sería líquido y pagaría una tasa de retorno del mercado. Ofrecería la ansiada diversificación: 44 por ciento dólares, 34 por ciento euros, y 11 por ciento la libra esterlina y el yen cada uno”. Una característica importante es que Xiaochuang menciona que la idea de Keynes acerca de una moneda supra‐nacional, llamada Bancor, es la base de su propuesta pero omite que aparte del Bancor, Keynes proponía fiscalizar y penalizar a los países que mantuvieran excesivos superávits en la cuenta corriente (The Economist, 2010). Posiblemente no es del interés de China aprobar una disposición así. Independientemente de los intereses personales de China en reformar el sistema monetario internacional, la propuesta de Zhou Xiaochuang ha generado gran interés. Muchos países Asiáticos junto con Brasil y Rusia han expresado un apoyo a las ideas del gobernador, según Bergsten 5
Millones de millones. (2009b). Este mismo autor opina que un nuevo sistema con los SDRs sería beneficioso para la economía en general ya que los países tenedores de dólares obtendrían una diversificación instantánea, Estados Unidos evitaría el riesgo de una caída libre en el valor del dólar y Europa prevendría un incremento agudo en el euro. Por su parte, McCallum (2009) plantea que a Estados Unidos no le beneficia la propuesta porque podría perder parte de su influencia en las decisiones y actos del FMI. Además, desconfía de la eficiencia en el manejo del sistema monetario internacional en manos de un organismo de las Naciones Unidas. De hecho, Estados Unidos, según Bergsten (2009b), se ha opuesto a la medida y ha reafirmado su confianza en la función central del dólar en la economía global. Esto porque Estados Unidos teme que la discusión sacuda la confianza del dólar. Por otra parte, Estados Unidos no acepta la medida ya que podría perder los beneficios que obtiene de ser el principal emisor de moneda de reserva. Frankel (1995) identifica cuatro beneficios de tener una moneda principal: la conveniencia para los residentes de negociar en su propia moneda, una mayor cantidad de negocios para sus bancos e instituciones financieras, que no necesitan de un intermediario financiero, el señoreaje y el prestigio y poder político que adquieren. Hay que tener claro que esta propuesta ejemplifica un debate que data de mucho tiempo atrás acerca de cuál sistema monetario es el necesario para la estabilidad económica. Conviene analizar entonces las características del sistema monetario actual, sus beneficios y sus aspectos negativos, para poder compararlo respecto a propuestas como lo son la de Xiaochuang y la multipolaridad de monedas. También es importante comprender por qué el dólar es la principal moneda de reserva, para determinar si los SDRs pueden sustituir al dólar en esa función y determinar a qué plazo sería posible ese cambio. ElSistemaMonetarioActual
El régimen actual es descrito por Mateos y Lago, Duttagupta y Goyal (2009) como un “no‐sistema”, en el que el mundo esta dividido entre las monedas principales que flotan libremente y permiten un flujo de capitales y otra parte con distintos grados de control sobre sus tipos de cambio y los flujos de capital. Señalan que un aspecto clave en el diseño del sistema actual es que mientras sigan fijando o interviniendo su tipo de cambio, van a necesitar reservas internacionales. Es importante destacar el papel del dólar en el sistema monetario actual. Como se mencionó anteriormente, el dólar ocupa un papel privilegiado como moneda de reserva. Razonesdeldólarparaserlaprincipalmonedadereserva
Jeffrey Frankel (1995) comenta que existen al menos cuatro características con las cuales debe contar una divisa para ser considerada “de uso internacional”. La primera característica de una divisa de uso internacional es su historia. De acuerdo a Frankel, existe una fuerte inercia a utilizar como divisa aquella que ha sido utilizada como reserva en el pasado. A su vez, cita el caso de cómo los gremios que participan del comercio internacional utilizan para sus transacciones una moneda que todos los demás usen. Otro punto importante que resalta la relevancia de la historia en el uso de una divisa es el hecho de que aun un largo tiempo después de que el Reino Unido perdiera su posición como mayor potencia económica, la libra esterlina continuó siendo usada como una de las divisas internacionales de mayor importancia. Sobre este punto, es importante comentar que a pesar de que EEUU ha ido perdiendo importancia relativa dentro de la economía mundial como la mayor potencia económica, es posible que aunque fuera reemplazado en esta posición por China o India, su moneda seguiría siendo utilizada. La segunda característica expuesta por Frankel es la magnitud de la producción y el comercio de un país. De acuerdo al autor, la divisa de un país con una posición importante en la economía mundial cuenta con una “ventaja natural”, y los EEUU siguen siendo la más grande en términos de producción y comercio exterior. Otra característica importancia para una divisa es la existencia de mercados financieros profundos, desarrollados y libres de controles. Sin duda alguna, y a pesar del surgimiento de mercados financieros importantes en el Este asiático, los mercados financieros Estadounidenses continúan siendo los más importantes a nivel mundial. La última característica considerada por Frankel es la confianza en el valor de la divisa, pues si esta se utiliza como valor de cuenta o reserva, es necesario que su valor no fluctúe erráticamente. Sobre este tema, y aunque el articulo fue escrito en 1995, Frankel comenta que el dólar presenta una debilidad en esta característica, pues a partir de 1994 empezó a mostrar déficit en la cuenta corriente y comenta que, de continuar esta situación (lo que hoy sabemos que ha sido así), podría ejercer una presión a la baja en el precio del dólar. Esta última característica es precisamente en la cual los EEUU se encuentran en una posición más débil. La propuesta de Zhou Xiaochuang nace de la preocupación que tiene China de que el valor del dólar estadounidense disminuya. El continuo déficit en la cuenta corriente de los EEUU, así como su déficit fiscal, han hecho que surjan múltiples dudas sobre el valor de la divisa, y a esto debe sumarse la política monetaria asumida por la Reserva Federal durante la crisis, pues las políticas de “quantitative easing” han incrementado aun más la liquidez en el mercado monetario. En resumen, se observa que el dólar estadounidense mantiene al menos tres de las cuatro características enumeradas por Frankel, y a pesar de la laxa política monetaria seguida por la Reserva Federal, así como los déficit fiscal y de cuenta corriente mostrados por los EEUU, han hecho que surjan dudas sobre la confiabilidad de la moneda, esta aún no ha perdido totalmente su credibilidad. A pesar de esto, diversos autores aceptan la teoría de que el dólar seguirá siendo la principal moneda de reserva durante los años siguientes. Aspectospositivosynegativosdelsistemaactual
A pesar de las críticas que se han hecho en contra del sistema monetario actual, el hecho de que se haya mantenido por tanto tiempo (desde la caída de Bretton Woods) implica que este ha generado beneficios que hasta hace poco superaban los costos que imponía el sistema. Los beneficios del sistema con el dólar como la moneda clave son las ganancias en eficiencia al poseer una moneda hegemónica. Humpage (2009) identifica ventajas en el sistema actual como los bajos costos de transacción ya que la mayoría de los productos del mercado transable están denominados en dólares. Aparte, los mercados financieros en Estados Unidos ofrecen una serie de instrumentos y un mercado secundario profundo, que incrementa la liquidez de los activos en dólares, lo cual facilita aún más la transacción. El Banco de Filipinas (Yap, 2009), también afirma que imponer una nueva moneda de reserva internacional requeriría que algunos países subsidiaran el costo de atraer a compradores y vendedores juntos hasta que muchos países hayan adoptado la nueva moneda (perderían las economías de escala por lo menos por un tiempo). Humpage (2009) ilustra lo comentado por el Banco de Filipinas muy bien al comparar los beneficios de una moneda internacional a los beneficios del lenguaje, ya que entre más personas hablen inglés, en vez de por ejemplo español, mayores van a ser los beneficios de aprender a hablar inglés ya que incrementa la habilidad para comunicarse con los demás a una escala mayor. El proceso se refuerza por sí mismo y es un caso análogo al de una moneda internacional como el dólar. Humpage añade: “Por otra parte, una vez que los beneficios de la red de una moneda internacional particular ‐ o un lenguaje ‐ se vuelven importantes, las personas son propensas a continuar usándola, incluso si un competidor viable existe. Dar el salto del dólar a una nueva moneda internacional, como el SDR, o incluso el euro, requiere que todos, o al menos una parte sustancial de las personas a salten al mismo tiempo. De lo contrario, los beneficios de la red se pierden”. Los aspectos negativos del sistema son mencionados por Mateos y Lago, Duttagupta y Goyal (2009). Un punto importante que señalan es el “privilegio exorbitante6” que posee el país que emite la moneda de reserva internacional (país central), ya que obtiene una mayor liquidez en sus mercados y tiene la habilidad de pedir prestado al exterior en su propia moneda. Estados Unidos posee la mayoría de sus pasivos en dólares, por lo que una depreciación le genera una ganancia de capital al disminuir el valor de sus pasivos. Este privilegio genera ajustes a los shocks asimétricos, que benefician al país emisor de reservas con déficit y a los países superavitarios. Esto incentiva a que los déficit externos de los EEUU fueran creciendo mas allá de un nivel sostenible. También se menciona el ya explicado dilema de Triffin y la estrecha conexión que han mostrado muchos páises con la política monetaria que sigue el la Reserva Federal. Además, el sistema ha generado una gran acumulación de reservas, que ha distorsionado el flujo de capitales hacia el centro (país emisor), reduciendo los beneficios de la liberalizción de capitales e incentivando el déficit en la cuenta corriente de Estados Unidos aún más. De hecho, la amenaza que sufren los países como China se debe, como ya se ha comentado anteriormente, a la gran cantidad de reservas acumuladas y a la desconfianza en la estabilidad del precio del dólar. Como se puede apreciar de los párrafos anteriores, el sistema monetario actual tiene aspectos positivos y negativos. Sin embargo, el gran debate que ha surgido pone en evidencia que los costos pueden superar a los beneficios de no hacer cambios. Una propuesta ha sido la de China y los SDR, y otra es la de un sistema multipolar (con el euro y el yen o el renminbi compitiendo con el dólar como monedas claves). 6
Como lo denominó Jacques de Gaulle. La explicación breve que se hizo del sistema monetario actual con sus debilidades y fortalezas ayuda para tener un punto de comparación con las otras opciones propuestas, y a distinguir qué mejoras se tendrían de implementar los cambios. SDRoenfoquemultipolar:¿Québrindacadauno?
Un estudio muy interesante sobre los sistemas monetarios internacionales es el realizado por Béssany‐Quéré y Pisani‐Ferry (2011), en el que realizan una comparación entre sistemas. Para realizar la comparación es necesario hacerlo bajo criterios ampliamente aceptados que tienen como base principal que un sistema monetario internacional debe favorecer el crecimiento, la estabilidad monetaria y la igualdad entre los países a nivel de ventajas y desventajas. Dichas comparaciones deben hacerse utilizando, a su vez, varias dimensiones: •
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Criterio de eficiencia económica: para que una divisa internacional sirva de manera eficiente como medio de pago, deben existir pocas divisas internacionales (para disminuir los costos de transacción), a la vez que las divisas utilizadas a nivel internacional deben pertenecer a países grandes o a bloques monetarios importantes, de manera que ya sean utilizadas por un gran número de agentes. De igual manera, un sistema eficiente debe minimizar la necesidad de acumular reservas de manera costosa. A su vez, un sistema monetario internacional debe favorecer una eficiente distribución del capital a nivel mundial. Estos implica que un sistema debe ser consistente con el flujo de ahorros de los países desarrollados a los menos desarrollados tomando como referencia el diferencial de productividad marginal del capital. A su vez, el sistema debe procurar evadir desalineamientos entre los tipos de cambio reales y sus fundamentales, con el fin de evitar problemas de distribución de recursos causados por distorsiones en los precios. Criterio de estabilidad económica y financiera: Se considera que la estabilidad financiera es un “bien público” que los gobiernos deben buscar maximizar y que un sistema monetario eficiente debe tener como uno de sus principales objetivos. Un sistema eficiente debe también proveer de incentivos a los gobiernos para que eviten desbalances excesivos, así como las posiciones insostenibles de acumulación de activos extranjeros. Un sistema eficiente debe asegurar que la volatilidad cambiaria sea reducida, o al menos manejable, además de prevenir o limitar los efectos desestabilizadores que se propagan de un país a otro. En este sentido, el sistema también debe desincentivar, y hasta castigar, políticas de “guerra de divisas” o políticas que fomenten la “exportación de desempleo” (beggar‐thy‐neighbour). Criterio de accesibilidad: Un sistema no puede ser demasiado demandante en cuestión de cooperación a nivel global, pues se ha demostrado que la cooperación tiende a ser más la excepción que la regla. SistemaMultipolar
Los autores compararon los sistemas hegemónico y multipolar, y al analizar los resultados la sugerencia es que conforme la comunidad internacional se mueva más hacia un sistema multipolar, se mitigaran algunos de los problemas del régimen actual, con el dólar como moneda internacional principal. De acuerdo a Béssany‐Quéré y Pisani‐Ferry (2011), al analizar el sistema hegemónico y mutipolar a la luz de la eficiencia económica, los costos de transacción se mantendrían limitados en un sistema multipolar conforme los bloques económicos que emitan divisas de uso internacional crezcan. En un sistema hegemónico, los costos de transacción son inexistentes. A su vez, en un sistema multipolar habría ganancias en la eficiencia de la distribución del capital debido a la menor acumulación de costosas y riesgosas reservas extranjeras. Los autores consideran que un sistema multipolar contribuiría a mitigar el dilema de Triffin al limitar algunas de las causas de desbalances y las crisis que los suelen acompañar cuando estos se vuelven insostenibles, lo que contribuiría a mejorar la estabilidad económica y financiera a nivel global. Además según Mateos y Lago, Duttagupta, y Goyal (2009) también esparciría el privilegio exorbitante entre un par de países más disminuyendo ese problema. Sin embargo: “Moverse hacia un sistema multipolar dejaría algunas preguntas importantes sin contestar e incluso podrían empeorar algunas de las situaciones que se le critican al régimen actual. Este es el caso especialmente de la estabilidad económica y financiera. Por ejemplo, la administración de la liquidez global requeriría de una fuerte cooperación y la adopción de un sistema multipolar a nivel global no necesariamente resolvería el problema de la provisión de liquidez. La multipolaridad podría exacerbar la volatilidad del tipo de cambio en el corto plazo, aumentando la necesidad de instrumentos de cobertura cambiaria a un precio accesible. A su vez, las “guerras cambiarias” podrían volverse más probables porque algunos países “clave” podrían negarse a renunciar a objetivos cambiarios en situaciones de deflación. (Bénassy‐Quéré & Pisani‐Ferry, 2011)” SDRs
Un sistema con los SDRs como moneda de reserva internacional fue estudiado en un documento del FMI (Mateos y Lago, Duttagupta, & Goyal, 2009), donde se resaltan las siguientes propiedades: “Generaría estabilidad al sistema financiero ya que un sistema basado en los SDRs posee muchas propiedades inherentes a las de un sistema multipolar. El hecho de que los SDRs sean una canasta de las principales monedas de reserva provee una diversificación instantánea de los beneficios y funciona como un depósito de valor y una unidad de cuenta más estable que sus componentes tomados por separado.” Además al convertirse en la principal moneda de reserva internacional se mantendrían los costos de transacción igual de bajos que con el sistema actual. Por otro lado, el “privilegio exorbitante” se repartiría entre más países y la misma composición ponderada de la canasta de monedas en el SDR proveería un mecanismo de disciplina en las políticas de los países emisores, ya que si emiten mucho, el tipo de cambio se depreciará y perderán participación en la canasta de monedas. Una característica clave es la eliminación del dilema de Triffin ya que el emisor de los SDRs sería el Fondo Monetario Internacional que estaría desconectado de cualquier objetivo nacional particular. Hay que tener en cuenta que hay que hacer grandes modificaciones a la estructura del FMI actual y debe existir mucha cooperación internacional para que este sistema se pueda llegar a cumplir. Mateos y Lago, Duttagupta y Goyal (2009) lo expresan de la siguiente manera: “Los pasos requeridos para moverse a un sistema basado en SDR serían innovadores, requiriendo un apetito considerable de una coordinación de la política mundial, incluyendo a Estados Unidos, cuyos activos de reserva el SDR reemplazaría. Que pueda lograrse y de manera sostenida parece poco probable a menos que el sistema ‐ ya sea el actual o el que lo reemplace ‐ falle de manera importante. Una alternativa un poco menos ambicioso sería hacer al SDR una de las monedas de reserva alternativa en un sistema de monedas múltiples como se describió anteriormente”. Conclusiones
Este ensayo ha tenido el propósito de analizar más a fondo la propuesta hecha por Zhou Xiaochuang acerca de reformar el sistema monetario internacional. Las conclusiones principales a las que se ha llegado son las siguientes: •
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La crisis financiera del 2008 y los déficits fiscal y de cuenta corriente de Estados Unidos cada vez más grandes, han puesto en duda la estabilidad del sistema monetario internacional actual, con el dólar como moneda de reserva principal. A partir de esta situación se ha generado un debate acerca de los cambios que hay que hacer en el sistema para superar las fallas del mismo. En general, uno de los problemas del sistema monetario internacional actual (y la principal causa para que China proponga un sistema de SDRS) es la acumulación de reservas en manos de las economías emergentes. Sin duda alguna, China es el caso que más se menciona, sin embargo no son menos importantes los casos de los países latinoamericanos (muchos de estos países acumulan reservas como excesiva precaución). Esta acumulación de reservas se hace con un costo, pues estos recursos podrían usarse para el consumo o la inversión. Para los países latinoamericanos, el funcionamiento de un sistema monetario que les evitara incurrir en grandes costos para obtener reservas monetarias seria, sin duda alguna, positivo. La propuesta de China de que un sistema basado en los SDRs es una opción muy importantes que hay que tener en cuenta en este debate, ya que ambas podrían disminuir muchas de las debilidades del sistema actual como el dilema de Triffin, el “privilegio exorbitante” y el incentivo a los desbalances externos persistentes por ejemplo. Además, este sistema lograría la diversificación de las reservas tan ansiada por China y otros países que han acumulado muchas reservas en dólares. Sin embargo, esta opción requiere de una serie de amplias reformas al sistema monetario actual para lograr el incremento de la colocación de los SDRs, arreglos para que estos sean ampliamente aceptados como medio de pago para transacciones financieras y comerciales, además de la creación de activos financieros denominados en SDRs, de manera que se logre incrementar el atractivo de tener a los SDRs como moneda de reserva internacional. •
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Otra propuesta a tomar en cuenta es la de un sistema multipolar, en donde el dólar tenga otros competidores como moneda de reserva principal. Esta opción también podría arreglar muchas deficiencias del sistema actual, pero al igual que el sistema de los SDRs, su implementación requiere una serie de reformas en especial para fortalecer los mercados financieros distintos al dólar para lograr que posibles competidores como el yen o el euro logren posicionarse al mismo nivel que el dólar. Las características que posee el dólar como moneda de uso internacional en especial su historia, la magnitud de EEUU en el comercio y la producción, los mercado financieros bien desarrollados, generan una inercia a que el dólar se mantenga como principal moneda de reserva internacional, a pesar de que en un futuro cercano pueden existir otros competidores como el euro, el yen o incluso los SDRs, esto refuerza la idea de que las opciones al sistema monetario actual deben ser consideradas como opciones de mediano o largo plazo. Debido a que probablemente en un futuro cercano no exista posibilidad de un sistema diferente al actual, pequeñas reformas de deben hacer para sacar lo mejor de este. En especial, se deben tomar medidas para combatir los flujos de capital especulativos, y fortalecer las políticas de los países en disciplina fiscal y externa. Como conclusión general, el sistema monetario actual presenta debilidades estructurales muy fuertes, por lo que hay que implementar grandes reformas para corregirlas. Propuestas como la de un sistema basado en el SDR o un sistema multipolar son de mucha relevancia para el futuro y no deben ser tomadas a la ligera debido a los posibles beneficios que pueden otorgar, sin embargo, no solo no hay un consenso hacia cuál camino se debe seguir; la implementación de cualquier otro sistema monetario es difícil y va a requerir de mucha coordinación internacional. En palabras de Tommaso Padoa‐
Schioppa (2010): “Podemos probar de forma concluyente que necesitamos un objeto volador, inventar el avión es un asunto totalmente diferente” Bibliografía
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