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CREATIVIDAD, INNOVACIÓN Y TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA
1.1 Introducción
Prestar un mínimo de atención a los centenares de mensajes
publicitarios que pretenden alcanzarnos cada día nos permite comprobar
hasta qué punto el término innovación se ha convertido en una idea de
fuerza para los anunciantes. ¿Por qué ocurre esto? Porque el concepto
innovación vende, es un activo comercial estratégico para cualquier marca y
no sólo lo es desde un punto de vista abstracto, sino que realmente el
mercado funciona así en todas sus vertientes. Hace no mucho tiempo
innovar era una ventaja competitiva de alto valor añadido para cualquier
empresa, que no es poco, pero hoy es un factor de supervivencia, un
elemento de selección natural.
Para sobrevivir, las empresas tienen que ser flexibles, tienen que
adaptarse
a
los
cambios
del
mercado
y
tienen
que
evolucionar
constantemente, mejorando su competencia esencial o núcleo competitivo.
Esta evolución no es otra cosa que la innovación.
Todas las empresas de un modo u otro innovan, ya que su
competitividad y continuidad dependen de hacerlo. La innovación consiste
en hacer cosas nuevas o mejorar las existentes para dar más o mejores
resultados. Una definición corta, pero muy completa, de innovación es
todo cambio, basado en el conocimiento, que genera valor. En el
ámbito empresarial ese valor se mide, por supuesto, en términos
económicos. Y la razón que tiene una empresa para innovar es generar más
valor para así aumentar la competitividad de sus productos o servicios.
La innovación siempre redunda en una mejora.
No podemos innovar, si no sabemos quiénes somos.
Durante el proceso de innovación tendremos incomodidad.
Muy raramente la innovación es fruto de una casualidad. Por regla
general es consecuencia de un proceso más o menos sistemático,
guiado por conocimientos que la empresa posee y que le permiten
tanto idear la futura innovación como materializarla.
Será necesario trazar un plan flexible para alcanzar nuestro
objetivo.
Las empresas que mejor apuestan por la innovación son aquellas que
no se centran en buscar las innovaciones, si no en trabajar con consistencia
resolviendo problemas del presente, satisfaciendo necesidades, mejorando
los productos y servicios, y poniendo a toda la organización en mutuo
equilibro. La innovación es un proceso dinámico y abierto que nos lleva a
resaltar su carácter continuo y adaptativo. No es un hecho ocasional, ni una
experiencia transitoria o puntual sino algo que se va construyendo conforme
se avanza en su ejecución.
La mayor parte de las ocasiones las innovaciones no son tales hasta
que no han satisfecho mayoritariamente necesidades fundamentales. Al fin
y al cabo, una verdadera innovación se reconoce cuando te ayuda en tu
vida diaria, bien a nivel personal o a nivel profesional. Una idea no será
nunca una innovación hasta que no esté ampliamente adoptada e
incorporada en la vida diaria de las personas. Para conseguir este
importante paso, se necesita que las personas rompan su miedo original al
cambio.
La innovación no tiene por qué ser compleja. Es frecuente que cuando
se nos habla de innovar o de mejorar las cosas, nos asustemos o nos
intimidemos. Solemos creer que la innovación es un proceso científico,
necesariamente una transferencia de tecnología. En modo alguno, eso sólo
ocurre en determinadas industrias y mercados.
Innovación
y
cambio,
dos
términos
que
reflejan
las
transformaciones que se suceden con rapidez en todos los sectores de la
actividad humana: relaciones sociales y laborales, ciencia y técnica, cultura
y educación, por no hablar de las nuevas tecnologías. Los cambios se
producen con tanta rapidez que lo aprendido por una generación no sirve
para ser enseñado a la siguiente:
La formación inicial requiere ser actualizada de forma continuada.
Hemos de acostumbrarnos a convivir con la inestabilidad y la
indeterminación.
Los nuevos instrumentos y técnicas desplazan a las antiguas con
rapidez.
Desarrollar actitudes flexibles hacia el cambio y la adaptación.
En los momentos más inciertos surgen las ideas más innovadoras.
Aproveche el momento de incertidumbre actual para innovar, para tomar
ventaja, para buscar un camino, para aumentar la confianza de sus clientes.
La innovación involucra creatividad, puesto que todo proceso de
innovación se inicia en la generación de ideas, aunque no siempre el haber
producido o disponer de ideas creativas implica la existencia de una
innovación. Solo la implementación económica de una idea puede ser
llamada innovación. La innovación por tanto comprende la generación de la
idea, su aceptación (decisión) y realización (implementación). Puede
afirmarse que la creatividad de los individuos y los equipos en una empresa
u organización es un punto de partida para la innovación.
La Creatividad es la facultad que permite hallar relaciones y soluciones
novedosas partiendo de informaciones ya conocidas. Un proceso de
desarrollo y expresión de nuevas ideas con buenas expectativas. La
innovación es la puesta en valor de las ideas creativas a través de un nuevo
producto, un nuevo proceso, un nuevo servicio, un nuevo modelo de
negocio, una nueva iniciativa, o un nuevo programa. La innovación se
entiende generalmente como la exitosa introducción de algo nuevo, la
realización, la combinación, o la síntesis de conocimientos en un modo
original, relevante, con un valor en nuevos productos, procesos o servicios.
El pensamiento creativo permite afrontar la actividad diaria como
un proceso de experimentación y de emprendimiento constante.
La creatividad puede definirse como la capacidad de generar nuevas
ideas más prácticas para la solución de problemas. La creatividad consiste
en generar pensamientos, acciones y sentimientos únicos e innovadores,
produciéndose algo novedoso, útil y reproducible para beneficiar a otros,
dependiendo
además
del conocimiento,
imaginación y capacidad de
evaluación. Ser creativo significa, hacer algo que antes no existía y
creatividad es la facultad para crear. La creatividad puede ser desarrollada y
mejorada:
La creatividad no está limitada a unas pocas personas, no es un
lujo que solo los artistas pueden permitirse. Cada persona tiene
un potencial creativo más o menos grande. El problema está en
que la creatividad no ha sido entrenada e impulsada hasta el
momento.
Cada innovación requiere una estrategia creativa.
La solución creativa de los problemas no radica básicamente en el
desarrollo de nuevos productos sino, con frecuencia, es una nueva
combinación de elementos de pensamiento ya conocidos pero aún
no ligados entre sí. Por tanto, la creatividad es el resumen y
reestructuración del conocimiento en relaciones y conexiones
nuevas.
La necesidad de creatividad e innovación en las empresas se hace
evidente, pues les permite reducir costos, tiempo y recursos necesarios
para la producción y distribución óptimas; hace eficiente la planificación,
organización, dirección y control; es decir, se logran objetivos.
Las buenas ideas siempre provienen de responder preguntas. ¿Por qué
es esto así y no de otra manera? ¿Por qué he de hacer lo que me han
mandado de la manera que me han exigido, y no de esta otra más fácil y
más rápida? ¿Por qué ha dejado un cliente de trabajar con nosotros? ¿Cómo
se pueden mejorar las cosas? Si le sirve de ayuda, la innovación proviene
de la creencia de que todo cuanto nos rodea, todo cuanto tocamos, vemos,
oímos y sentimos, es potencialmente mejorable.
Si quiere que su empresa sea competitiva, no deje nunca de
preguntarse por qué son así las cosas y no de otra manera, o por qué no se
puede hacer tal cosa en lugar de tal otra.
La innovación no es tecnología. Esta forma parte de ella, pero no es la
clave. La innovación tecnológica es la más representativa debido a los
efectos económicos que conlleva, así como por considerarse una fuente de
cambio en la cuota de mercado entre organizaciones competidoras y el
factor más frecuente en la desaparición de las posiciones consolidadas.
Se habla de “innovación tecnológica” cuando la innovación se
consigue
mediante
la
utilización
de
la
tecnología
o
de
los
conocimientos científicos y tecnológicos, o supone para la empresa
la introducción de un cambio técnico en sus productos o procesos.
En muchos negocios, la innovación tecnológica es actualmente el
inductor más importante del éxito competitivo de muchas empresas en
cualquier área de la empresa (productos, procesos, organización o
marketing). De este modo, la innovación tecnológica supone una de las
formas más relevantes de producir innovaciones debido a la enorme
capacidad de la tecnología y el conocimiento –bien administrados– de
producir diferenciación y ventajas competitivas a medio y largo plazo, a
través de la creación de valor añadido difícil de imitar en productos y
servicios, así como de altas barreras de entrada para el resto de empresas.
En la situación económica actual, de gran dinamismo y donde el
intercambio de información en los mercados es a tiempo real, las empresas
se ven forzadas a innovar más rápidamente, debido a que el ciclo de vida
de los productos y de las tecnologías es cada día más corto.
La posición competitiva de todas las empresas, incluso las que tengan
poder de mercado, será siempre transitoria debido a la constante aparición
de innovaciones. La competencia basada en la innovación tiende a erosionar
la posición de ventaja que, eventualmente, puedan tener las empresas
menos eficientes. En el largo plazo, sólo podrán mantenerse aquellas
empresas que innoven de un modo regular, y siempre y cuando este
proceso de innovación forme parte de la estrategia global de la empresa.
Quien no innova, desaparece.
1.2 Ideas previas
La innovación requiere de mucho trabajo, no sólo inspiración.
La innovación no son sólo ideas, se debe identificar el valor que
aportan a los clientes. Para innovar se tiene que conocer qué
piensan los clientes y cuáles son sus necesidades.
La innovación es explotar ideas que tienen éxito en el mercado.
Son aquellas a la que los clientes le atribuyen valor. Ese valor
viene definido, además, no sólo por las características funcionales
del producto o servicio, sino por la percepción subjetiva que el
cliente tiene de él.
La innovación no es una actividad discreta, sino un proceso
continuo y sistemático.
La innovación requiere de creatividad, afrontar la actividad diaria
como un proceso de experimentación y de emprendimiento
constante.
Fomentar la curiosidad y la intuición en las personas.
Mapa
de
valor,
tenga
en
cuenta
los
siguientes
aspectos:
funcionamiento, personalización, conseguir el trabajo bien hecho,
diseño, marca, precio, reducción de costes, reducción del riesgo,
accesibilidad y conveniencia.
La empresa debe conectarse con fluidez a su ecosistema; los
clientes, proveedores, aliados y competidores.
Saber escuchar es una práctica necesaria en el mundo de hoy.
Hay que conocer muy bien a los clientes y a la competencia, para
saber por dónde se mueven y acercarnos nosotros a ellos, no
esperar lo contrario.
¿Qué nuevas tendencias en materia medio ambiental pueden
modificar la naturaleza de nuestros procesos productivos o
productos? Nueva legislación nos puede obligar a variar nuestros
procesos productivos, obligando a incorporar nuevas tecnologías.
La innovación se genera dentro de la empresa, no viene del
exterior.
La innovación es una actividad que desarrollan las personas en la
empresa. Son ellas las que dominan el negocio, o partes de él, y
las que tienen la clave para mejorarlo o reinventarlo.
La organización se debe disponer para acoger la innovación, la
creatividad y la transferencia de tecnología..
Define tus objetivos e implementa las métricas: ¿cuánto quieres
vender? ¿en qué plazo?
Innovación no es tecnología. Esta forma parte de ella, pero no es
la clave. La innovación tecnológica es la más representativa
debido a los efectos económicos que conlleva, así como por
considerarse una fuente de cambio en la cuota de mercado entre
organizaciones competidoras y el factor más frecuente en la
desaparición de las posiciones consolidadas.
La innovación es considerada hoy como el resultado tangible y real
de la excelencia empresarial.
La cultura de innovación considera la innovación como un proceso
abierto. Puede afectar a un producto, a un servicio o a un
procedimiento, hasta puede hablarse de innovación social. La
innovación es abierta también en cuanto a que se desenvuelve en
un ambiente relacionándose con otros entornos como el entorno
material, el institucional, el económico y el social.
La innovación es competitiva. Busca resultados y la creación de
valor. Para ello, necesita ser útil (satisfacer una demanda
emergente), mejorar lo ya existente, ser más rápido para
diferenciarse
de
sus
competidores
e
impulsar
además
la
excelencia en la calidad.
La innovación implica ruptura, una predisposición favorable al
cambio y a la adaptación permanente. Supone, por tanto, asumir
riesgos y responsabilidades. Por eso es necesario crear un modelo
de cultura orientado a la innovación que sepa gestionar de forma
eficaz el cambio constante. La cultura de innovación debe ser
dinámica y continua lo que conlleva una aceptación del pasado, el
presente y una previsión de futuro.
La cultura de
innovación está basada en la sociedad del
conocimiento y es una estrategia con perspectivas en el largo
plazo.
Las organizaciones que promuevan una cultura de innovación
deben ser flexibles y abiertas, con un proyecto compartido y
consensuado que descanse sobre la confianza entre los actores
involucrados y que, por tanto, necesita pocas reglas.
La persona, sus conocimientos y sus actitudes tienen un valor
central e insustituible para los procesos de innovación. No sólo
innovan los departamentos de I+D, sino que es un proceso que
afecta a las organizaciones y a la sociedad en su conjunto y al uso
intensivo que se haga de los conocimientos que se poseen.
La cultura de innovación reconoce el valor de la diversidad como
fuente de riqueza para abordar el proceso de innovación,
tolerancia hacia los iguales, un respeto a lo “distinto”, a lo nuevo,
a lo multidisciplinar y multicultural.
La innovación está unida a las sociedades basadas en el
conocimiento intensivo y el aprendizaje continuo.
El liderazgo es básico para la gestión del modelo, ya que fija los
mecanismos, el ritmo, la dirección y, además, genera motivación.
El liderazgo debe ser abierto y flexible. Liderazgo en innovación
implica
riesgo,
persistencia,
emprendimiento
pero
también
tolerancia al fracaso y resurgimiento. Es un liderazgo fuerte a la
par que cooperativo, que crea consenso y genera seguridad entre
los actores implicados.
La creatividad y el espíritu emprendedor son prácticas que deben
ser promovidos por los valores de la cultura de innovación.
Además deben ser recompensados y reconocidos socialmente.
1.3 Gestión de la innovación
La Gestión de la Innovación es la organización y dirección de los
recursos, tanto humanos como económicos, con el fin de aumentar la
creación de nuevos conocimientos, la generación de ideas, técnicas que
permitan obtener nuevos productos, procesos y servicios o mejorar los ya
existentes, y la transferencia de esas mismas ideas a las fases de
fabricación, distribución y uso. Se convierte así en un instrumento directivo
de primera magnitud, capaz de contribuir sustancialmente al éxito y al
desarrollo de la empresa.
Hay cuatro grandes bloques o grupos de aspectos a considerar en la
Gestión de la Innovación:
A. Dimensión estratégica
B. Identificación de ideas para desarrollar
C. Desarrollo de los proyectos
D. Explotación de los resultados
Existen básicamente ocho pasos para poder realizar la gestión de la
innovación:
1. La innovación como estrategia: El plan estratégico tecnológico.
2. Creatividad e innovación: Técnicas de creatividad, diseño y
desarrollo de producto.
3. Vigilancia
tecnológica
e
inteligencia
competitiva
(TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA).
4. La gestión de proyectos tecnológicos y de innovación.
5. La financiación de la innovación.
6. El aseguramiento de la innovación: patentes, propiedad y
competitividad.
7. La explotación de la innovación: innovación y estrategias del
negocio.
8. La generación, conservación y conocimiento en la empresa.
2
LA INNOVACIÓN EN SERVICIOS
El concepto de sector servicios es ambiguo y heterogéneo, ya que
abarca todas aquellas actividades que no se incluyen en el sector primario
—fundamentalmente dedicado a la obtención de materias primas del
entorno—
ni en el sector secundario
—cuya principal
actividad es
transformar esas materias primas en productos.
Entre las características generales de los servicios se suele destacar
que:
Los niveles de equipamiento en forma de capital son bajos.
Los procesos de producción son discontinuos y las economías de
escala juegan un papel limitado.
El producto suele ser inmaterial e intensivo en información.
La forma en que se suministra el servicio es fundamental para su
éxito.
Existe una interacción muy estrecha entre el productor y el
consumidor en el tiempo y en el espacio.
Los productos y los mercados están muy regulados.
2.1 Tendencias
en
el
sector
servicios
y
su
relación
con
la
innovación
La evidencia reciente muestra que el sector servicios juega un papel
importante en la generación y la difusión de innovaciones (hay servicios que
no generan innovaciones por sí mismos, pero contribuyen a la difusión de la
innovación a otros sectores, como ocurre en el caso de los servicios de
consultoría).
El sector servicios constituye alrededor del 70-80% del empleo y
valor añadido en los países desarrollados.
La producción y el consumo de bienes están cada vez más
orientados
al
consumo
de
servicios
asociados:
comunicaciones, comercio, asesoría, cultura, ocio, etc.
transporte,
La interacción entre el sector servicios y el resto de los sectores es
dinámica y fundamental para el funcionamiento del sistema
económico.
Existe una fuerte asociación positiva entre PIB per cápita y la
participación de los servicios en el empleo total.
A través del impulso generado por el comercio, la especialización y
las oportunidades derivadas de la apertura e integración de
mercados la globalización influye en el desarrollo del sector
servicios, a su vez, los servicios se han convertido en agentes
decisivos del proceso globalizador.
Los
servicios
(principalmente
aquellos
más
intensivos
en
conocimientos) contribuyen a incrementar la productividad y
actúan
como
adaptadores,
generadores,
y
difusores
de
innovación.
Por
ser
una
fuente
de
ventajas
competitivas
para
las
organizaciones es conveniente que se realicen planes estratégicos
de innovación en servicios, en el que se analicen sinergias entre
innovaciones tecnológicas y no-tecnológicas y se desarrollen
sistemas abiertos de innovación con participación activa de los
clientes y de organizaciones público-privadas.
Los servicios constituyen una oportunidad para las empresas como
una forma de responder a las nuevas necesidades de la sociedad.
Muchos servicios se ofrecen de modo rutinario y son poco
productivos.
Las economías modernas son economías de servicios. Cada vez con
mayor asiduidad, las empresas obtienen más beneficios a través de la venta
de servicios que de la venta de bienes; el negocio está en los servicios.
Ofrecer servicios más innovadores y competitivos es el reto de muchas
empresas y economías actuales.
La producción de servicios se caracteriza por su discontinuidad y por
presentar unas economías de escala limitadas. Sin embargo, algunos
servicios están utilizando la innovación para generar economías de escala
semejantes a las que existen en las manufacturas. En este sentido, se está
estandarizando al máximo la producción de algunos servicios, en lo que se
ha denominado “mass customization”, que se caracteriza por ofrecer
productos personalizados a partir de combinaciones de un gran número de
componentes estandarizados (como ocurre en algunas cadenas de comida
rápida).
Por un lado, el producto de las actividades de servicios suele ser
inmaterial e intensivo en información, lo cual dificulta su almacenamiento y
transporte. Generalmente resulta imposible separar la producción y el
consumo, que se dan al mismo tiempo en un espacio determinado. En este
sentido, el desarrollo de las TIC en los últimos tiempos está permitiendo
deslocalizar algunas actividades de servicios (gracias, por ejemplo, a
Internet y a los servicios telefónicos).
Por otro lado, el producto suele tener un alto grado de personalización.
Una de las características más significativas del sector servicios es la
coproducción, que consiste en la utilización de inputs del consumidor en el
proceso de producción (el resultado final depende de la aportación del
consumidor).
El
intercambio
de
información
respecto
a
las
preferencias
del
consumidor y las especificaciones de producto es un proceso interactivo,
que tiene un resultado poco previsible y es difícil de someter a rutinas. En
esta línea se están utilizando diversos métodos (como el data mining) para
la transmisión y el tratamiento de la información sobre las características de
los clientes.
La propia naturaleza de los servicios dificulta la protección de las
innovaciones mediante métodos tradicionales como las patentes, aunque en
algunos servicios se utilizan los copyrights con éxito. En cualquier caso, la
importancia de la información como componente de algunos servicios hace
que en general sea muy difícil proteger las innovaciones y aumenta la
importancia de factores como el secreto o la reputación.
Aunque el sector servicios apuesta cada vez más por la innovación, es
un sector muy heterogéneo, donde contrastan subsectores como los
servicios intensivos en conocimiento (KIBS) que son muy similares a las
empresas manufactureras en cuanto al esfuerzo en I+D y a la intensidad
tecnológica,
con
implementar
las
otros
menos
innovadores
que
suelen
tecnologías desarrolladas por otros
adoptar
sectores
de
e
la
economía, en muchos casos las innovaciones provienen en primera
instancia del sector aeroespacial.
Los KIBS son empresas que proveen productos y servicios intermedios
basados en el conocimiento. Algunos KIBS, como los servicios de
consultoría, de formación, de informática o de I+D, parecen jugar un papel
importante en sistema de innovación, especialmente por su papel en el
proceso de difusión. Estos servicios ayudan a difundir los conceptos e ideas
innovadoras y son una fuente de capital intangible. Además, contribuyen al
desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente de las TIC, gracias a su
papel de grandes usuarios.
2.2 Modelo dimensional de la innovación en servicios
La innovación en servicios implica, además de cambios en las
características del servicio en sí mismo, nuevas formas de distribución del
producto, de interacción con el cliente, de control de calidad, etc. En la
práctica la mayoría de innovaciones se realizan a partir de combinaciones
de
cambios
y
mejoras
de
productos
anteriormente
existentes.
A
continuación se presenta un modelo de cuatro dimensiones de la innovación
en servicios, que sirve como herramienta para describir la actividad
innovadora en este sector.
Dimensión 1: Concepto de nuevo servicio
Las innovaciones de servicios pueden ser visibles, sobre todo cuando
implican provisión del producto, pero generalmente consisten en una nueva
forma de organizar una actividad para solucionar un problema. Lo
fundamental es que su aplicación sea novedosa dentro de un mercado
determinado.
Por ejemplo, la introducción de servicios de transporte puerta a puerta
es un nuevo concepto de transporte que atiende las necesidades de los
usuarios. Su introducción supone un nuevo concepto de transporte en el
sector de transporte público.
Dimensión 2: Nueva interfaz con el cliente
Cada vez más frecuentemente en el sector servicios los productos se
ofrecen y comercializan orientados de forma específica a grupos de
consumidores, lo cual acentúa la importancia de la comunicación entre los
proveedores y los clientes, y genera una gran área para la introducción de
innovaciones.
Estas innovaciones en las relaciones entre proveedor y sus clientes
generalmente implican tecnologías de la información. La introducción de
centros de llamadas o de información al cliente (que pueden ser asistidos
mediante ordenador o Internet) y el telemarketing son ejemplos de cambios
en la forma de acercarse y proveer a los clientes.
Dimensión 3: Nuevo sistema de provisión (distribución y entrega) del
servicio y organización
Como en el caso anterior, esta dimensión se centra en la relación entre
el proveedor y sus clientes. Se refiere a los cambios organizativos internos
que permiten mejorar la manera en la que los trabajadores desarrollan su
actividad y ofrecer los productos de una manera más adecuada. Por
ejemplo, la introducción del comercio electrónico supone un cambio en la
relación entre proveedor y cliente, así como en la forma de provisión del
servicio.
Dimensión 4: Opciones tecnológicas
La innovación en servicios es posible sin innovación tecnológica. Sin
embargo, la tecnología juega un papel importante en muchas innovaciones
en servicios. En estos momentos, las tecnologías de la información y las
comunicaciones (TIC) son las más comunes en el sector. Esta situación
contrasta con revoluciones tecnológicas anteriores, que afectaron de una
manera importante a las manufacturas pero no a los servicios. Este hecho
se debe en gran medida al carácter intangible de los servicios y al papel
fundamental que la información y el conocimiento juegan en muchas de
estas actividades. Ejemplos de innovaciones tecnológicas en servicios serían
la introducción en una cadena de supermercados de un sistema de compra
por Internet o la introducción en una cadena hotelera de un sistema de
caracterización del medio ambiente (tiempo atmosférico, calidad del agua,
etc).
En general, cualquier innovación en servicios implica una combinación
de las dimensiones mencionadas. Un servicio totalmente nuevo requerirá el
desarrollo de un nuevo sistema de provisión del producto, provocará
cambios en la organización del trabajo y generará nuevos usos de las TIC.
2.3 Patrón general de las innovaciones del sector servicios
Se
han
identificado
los
distintos
patrones
innovadores
de
las
actividades de servicios.
a) Sectores dominados por los proveedores. Aquí se incluyen los
servicios públicos y sociales, como la educación y la administración,
servicios personales (reparaciones, peluquerías, etc.) y comercio al por
menor.
b) Servicios intensivos en producción, intensivos en escala y servicios
de redes. Son servicios donde se da una gran división del trabajo con la
simplificación (y coordinación) de las actividades de producción (y/o
provisión), y la sustitución de mano de obra por máquinas.
Dentro de este grupo identifican dos tipos de servicios:
● Servicios de redes. Son sectores dependientes de las redes de
información, como por ejemplo, banca, seguros, radiodifusión y servicios de
telecomunicación. El desarrollo de las TIC ha permitido mejorar la precisión
y la calidad de los servicios. Además, facilitan la personalización del
producto y juegan un papel fundamental en el establecimiento de
estándares.
● Servicios intensivos en escala. Son servicios dependientes de las
redes físicas (por ejemplo, servicios de transporte y viaje, comercio al por
mayor
y
distribución).
Generalmente
utilizan
tecnologías
hardware
desarrolladas en el sector manufacturero, lo que les confiere un papel
importante
en
la
definición
y
especificación
de
nuevos
desarrollos,
ejerciendo su influencia sobre los proveedores de nuevas tecnologías.
c) Proveedores especializados de tecnología y sectores de base
científica. Son sectores que incluyen servicios de negocios especializados,
servicios de software, servicios de laboratorio y diseño. Estos sectores son
muy dinámicos y sus procesos de innovación se basan en gran medida en
resultados obtenidos por el mismo sector servicios.
La evidencia parece mostrar que aquellas empresas con mayor
capacidad para producir productos «a medida», grado de personalización de
los servicios, son más innovadoras que las que producen servicios
estandarizados.
A partir de los desarrollos y conceptos existentes en el mundo de la
innovación en servicios es posible resumir las principales ventajas que
ofrece a las empresas que se benefician de ella:
Mejora de la diferenciación de los productos y mayor valor
añadido.
Aumento de la calidad y satisfacción del cliente.
Mejor acceso a factores productivos y conocimiento.
Acceso a nuevos mercados.
Integración de nuevas tecnologías y mejoras en la propia
organización de las empresas.
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