la uncion de los enfermos - Parroquia San Juan de Avila

 LOS GESTOS PRINCIPALES DE LA UNCION DE ENFERMOS LA UNCION DE LOS ENFERMOS ¡¿POR QUÉ ESTE SACRAMENTO?! La sociedad actual intenta ignorar la situación de ancianidad o de enfermedad y la muerte y los confina a los hospitales y geriátricos. La iglesia no participa de esa actitud de huida y ocultamiento. La Iglesia quiere estar cerca de los enfermos ‐ para asegurarles que Dios les ama ‐ para expresarles el respeto, el cuidado y el calor humano que se merecen 1) LA IMPOSICION DE MANOS ‐ El sacerdote, en silencio, impone las manos sobre la cabeza del enfermo ‐ Es un gesto protector. El enfermo se sabe protegido y salvado por Dios. Es el mismo Cristo quien le impone sus manos amorosas. ‐ El enfermo puede afrontar su verdad y sentir que Dios está con él. 2) LA UNCION CON EL OLEO ‐ El oleo es signo de vitalidad y fortaleza, de victoria de paz y de reconciliación. ‐ La cabeza y las manos que se ungen son expresión de todo nuestro ser: nuestra capacidad de pensar, amar decidir y hacer. ‐ Cuando el enfermo ofrece su frente para ser ungida expresa su apertura a la luz de Dios que ilumina y ayuda a comprender nuestra vida. ‐ Cuando el enfermo abre las manos para ser ungidas expresa que no se aferra a la salud, sino que se entrega a las manos de Dios y está abierto a recibir de Él, con las manos vacías, el don de la sanación. UNA ETAPA DE LA VIDA ‐En la enfermedad y en la ancianidad la persona experimenta su impotencia, sus límites, su finitud. Se evidencia la muerte. ‐Cuando la enfermedad o los años restan posibilidades, se me invita a realizar un camino hacia mi interior y descubrir allí mi verdadero “yo‐mismo”. Encontrarme y vivir en lo esencial. Allí se encuentra Dios mismo ‐La enfermedad y la vejez pueden conducirnos a la angustia, a cerrarnos en nosotros, a la pasividad, a la desesperación e, incluso, a revelarnos contra Dios. ‐ Pero, también, la enfermedad o los años nos empujan a una búsqueda de Dios. Saborear el presente, agradecer el pasado, entregar libremente la “sabiduría acumulada” ¿ Y DIOS DONDE ESTA….? ‐ “Sacramento significa que en lo visible nos encontramos con lo invisible ‐ El Sacramento de la Unción nos revela que ninguna circunstancia de la vida está fuera del cuidado amoroso de Dios ‐ Nos capacita para vivir la enfermedad y la ancianidad como situaciones que nos abren a Dios y Padre de Jesucristo, para que salve nuestra vida y la transforme ‐ Me invita y ayuda a vivir esta etapa de la vida como oración, transformando la dura situación de la enfermedad en un gesto de amor. ‐ ¿Cómo? Reconciliándome con mi enfermedad o ancianidad, viviéndola en solidaridad con las personas que me rodean y, así, participando en la pasión de Cristo, hacer de esta dura situación un manantial de gracia y bendición. ‐ EXTREMAUNCION ‐ UNCION
‐ La Iglesia primitiva entiende el sacramento de la Unción desde el pasaje de la Carta a Santiago: “Si alguno de vosotros cae enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia para que oren sobre él y lo unjan con óleo en nombre del Señor (Sant 5,4ss) ‐
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El Vat II, retomando esta visión primera, rechaza la idea de “sacramento de moribundos” (extremaunción) y afirma que se administre cuando la vida de los fieles “por causa de enfermedad o de la edad empieza a estar en peligro” Así, el sacramento de la Unción de los enfermos nos manifiesta que la enfermedad y la debilidad de los años pueden ser un lugar de encuentro con Dios. Dios, que busca siempre la salvación integral de la persona. JESUS, MEDICO En la Unción de los enfermos no sólo nos encontramos con Jesús sufriente, sino también con Jesús médico que curó a los enfermos. La Unción es un encuentro real con Jesucristo: Me mira, me habla, me toca con ternura, me unge con óleo como signo de amor que sana, me señala con la cruz en la frente y las manos, imprime en mi el sello de su amor que es más fuerte que la muerte. Este encuentro corporal con Jesús salvador inicia en lo profundo de mi corazón un proceso de transformación y sanación que puede tener repercusión también en el cuerpo. (Catecismo Iglesia Española nº 1499‐1525; Sacrosantum Concilium, Vat II, 73) SABADO, 28 DE ABRIL
CELEBRACION DE LA UNCION COMUNITARIA