Un hombre que vivió adelantado a su tiempo. Filósofo, pero más

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Un hombre que vivió adelantado a su tiempo. Filósofo, pero más conocido como fundador de
la Soka Gakkai. Uno de los más importantes educadores del Japón, sin reconocimiento. Esta es
la definición de Tsunesaburo Makiguchi dada por Dayle M. Bethe, uno de los mayores
estudiosos de sus obras.
Nació el 6 de Junio de 1871, en la Villa de Arahama, Provincia de Niigata, al noroeste de Japón,
la vida de Makiguchi fue marcada por continuas pruebas. De familia humilde, recibió el
nombre de Tyoshiti. Antes de cumplir los tres años fue abandonado por su padre, Tyomatsu
Watanabe y después por su madre, Ine. Terminó siendo criado por su tío, Zendayu Makiguchi,
de quien adoptó su apellido.
Se sabe que su madre de tiempo en tiempo lo visitaba, hasta que un día intentó suicidarse
lanzándose al mar de Japón con su hijo. Ambos fueron recatados y más nunca se volvieron a
encontrar. A los quince años se fue a vivir con su otro tío, Shiroji Watanabe, en Otaru. Por ser
una familia extremadamente pobre no tenía como enviar a Makiguchi al colegio. Fue
trabajando en una delegación de policía que Makiguchi consiguió, con su excelente
desempeño en el trabajo, impresionar al jefe de la policía, quien se lo llevó consigo cuando lo
transfirieron a Sapporo. Allí Makiguchi tuvo la oportunidad de inscribirse en una escuela
normal como alumno de tercer año.
En 1893, a los 22 años, se graduó y se cambió el nombre a Tsunesaburo. Su interés en el
campo de la educación era tan evidente que fue propuesto para ocupar el cargo de profesorsupervisor en la escuela primaria vinculada a la escuela normal. Se tuvo que someter a una
rígida disciplina, cuya finalidad era formar profesores obedientes.
En 1894, se casó con una joven llamada Kuma y con ella tuvo ocho hijos, cuatro hombres y
cuatro mujeres.
En 1901, debido a un accidente en la escuela, Makiguchi renunció al cargo que ocupaba, al ser
obligado a asumir la responsabilidad de lo ocurrido, aun cuando esto no tuviese nada que ver.
Los años que siguieron pasó por serias dificultades financieras. Él se lamentó profundamente
el dejar la Escuela Normal de Sapporo, sin embargo, vio una oportunidad de terminar sus
manuscritos sobre Geografía y se mudó a Tokio, la capital y el centro de aprendizaje de Japón.
Como resultado de esa colección de anotaciones surgió su famosa obra Jinsei Chirigaku
(Geografía de la vida Humana) publicada en octubre de 1903. El nombre del libro que
inicialmente escogió Makiguchi fue Shakai Chiragaku (Geografía Social), Sin embargo, en esa
época, el clima político en Japón estaba tan perturbado que la simple mención de la palabra
Shakai (sociedad) era asociada a Shakaishugui (socialismo), una palabra que implicaba
deslealtad a las autoridades del gobierno. Fue así que se persuadió de cambiar el título a Jinsei
Chirigaku.
El libro fue bien recibido y considerado por algunos académicos como una referencia para el
estudio de la Geografía en Japón. A pesar de que Jinsei Chirigaku ha prestado una significativa
contribución a la educación japonesa, casi no obtuvo ganancias financieras para el autor.
Makiguchi deseaba hacer carrera como geógrafo, pero cambió de idea debido a la indiferencia
del círculo académico con relación a sus aspiraciones.
La situación financiera de la familia se agravaba con la llegada del quinto hijo, en 1907.
Durante los años siguientes, Makiguchi intentó varios trabajos.
Fue solamente en 1909 que consiguió ejercer como educador en una escuela primaria. Poco
después, llegó a ser el director de otras cinco escuelas primarias: Tosei, Taisho, Nishimati,
Mikasa y Shirokane. Excepto las escuelas Shirokane y Taisho, todas las demás fueron
destruidas por el gran terremoto de Kanto en 1923 y, por lo tanto, muchos detalles sobre las
actividades que Makiguchi realizó en esas instituciones permanecen desconocidas.
Muchos alumnos de la escuela primaria Tosei eran de familia pobre y la primera actitud que
Makiguchi asumió como di- rector fue proveerlos de materiales escolares, estimulando así su
deseo de aprender. No le importaba gastar su propio dinero para ayudar a los estudiantes más
pobres, aun cuando él no tuviera ropa nueva para trabajar.
En reconocimiento al talento y la habilidad en Tosei, Makiguchi se convirtió en el primer
director de la Escuela Primaria Taisho en 1916. Comenzó sus actividades buscando excelentes
profesores por todo el país. Después de completar el cuadro de profesores, Makiguchi les
solicitó que continuaran sus estudios en la Universidad. Dentro de este grupo florecieron
grandes abogados y médicos.
La oposición a su único método de enseñanza surgió entre los padres de los alumnos,
sumándose a esto las personas influyentes de la comunidad que le solicitaban a Makiguchi que
demostrase una consideración especial hacia sus hijos. Como Makiguchi se rehusaba a esto,
ellos reunieron a todos los padres que estaban descontentos y le exigieron su renuncia como
director de la escuela. Después de tres años de servicio, en 1919, Makiguchi fue transferido a
la Escuela Primaria Nishimati, lo que fue realmente un retroceso para él.
Con todo, durante su permanencia en Nishimati, Makiguchi tuvo la oportunidad de
encontrarse con Josei Toda (cuyo nombre en aquella época era Jogai), quien posteriormente
se convertiría en su sucesor como presidente de la Soka Gakkai. Toda también fue profesor en
Hokkaido, pero cuando supo que Makiguchi estaba en Tokio, lo fue a visitar. Las primeras
palabras de Toda fueron: “Señor Makiguchi, por favor déjeme trabajar con usted. Yo puedo
lograr que los niños más atrasados se conviertan en alumnos brillantes”. Esto podría parecer
arrogancia para las otras personas, pero Makiguchi lo que sintió fue una fuerte convicción y
empeño.
En 1922, sus conocimientos y su dedicación al bienestar de sus compañeros le aseguraron un
cargo en la Escuela Primaria de Shirokane. Durante los nueve años que pasó en Shirokane,
Makiguchi llevó sus teorías a la práctica, vinculando los conocimientos con la vida diaria. La
educación, para él no se resumía en el desarrollo del conocimiento, sino que debería preparar
a los estudiantes para que pudiesen ser valores en la vida y en la sociedad. Bajo su dirección,
Shirokane se convirtió en una de las cinco mejores escuelas primarias de Tokio.
El despertar al budismo
La familia Makiguchi había pasado por amargas experiencias. En 1924, su segundo hijo, Zenji,
falleció a los 23 años. En 1928, perdió a su cuarto hijo, Ytoshi, de apenas 19 años, y en 1929 a
su primogénito, de 31 años. En 1923 perdió una hija de 14 años.
Makiguchi era un hombre de personalidad fuerte, la tristeza producto de estos
acontecimientos fue muy grande para él. Lo cual hizo que se volcara en una profunda reflexión
sobre las interrogantes básicas de la vida y la muerte. Una profunda metamorfosis se produjo
en su vida en junio de 1928, cuando contaba con 57 años: después de conversar durante 10
días con un practicante budista, Makiguchi adoptó la filosofía del Budismo de Nichiren
Daishonin y basó su práctica especialmente en la Tesis “Rissho ankoku ron” (La Pacificación de
la Tierra a través de la Propagación del Budismo Ortodoxo).
Inmediatamente después de convertirse, convenció a su amigo Toda a hacer lo mismo.
En un frío día de febrero de 1929, Makiguchi fue a visitar a Toda en Jishu Gakkan, una escuela
particular que su amigo había construido en Meguro, para hablar sobre la próxima publicación
de su teoría educacional y verificar si Toda tenía sugerencias para un título. Toda le preguntó a
Makiguchi sobre qué deseaba lograr con su método de enseñanza y él le respondió:
“Desarrollar personas que puedan realizar acciones valiosas”. En ese momento, una idea
iluminó a Toda: “Bien, entonces, Sr. Makiguchi, ¿por qué no la llamamos ‘Educación para la
Creación de valores’? Makiguchi se mostró plenamente satisfecho con la sugerencia de su
joven amigo, la cual contenía las palabras “creación de valores” (Soka, en japonés).
Nace la Soka Gakkai
El 18 de Noviembre de 1930, el libro Soka Kyoikugaku Taipei (Sistema Pedagógico de Creación
de Valores) fue publicado por Toda. Esta obra expone las teorías educacionales de Makiguchi y
representa la cristalización de sus pensamientos en sus 37 años de experiencia educativa.
Makiguchi y Toda estaban de acuerdo en llamar a la editorial Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad
Educacional para la Creación de Valores) y decidieron también formar un grupo con el mismo
nombre para emprender actividades educativas y religiosas, la cual fue la institución
precursora de la Soka Gakkai.
Makiguchi pretendía publicar doce volúmenes de la obra. El primero fue lanzado en 1930, el
segundo en 1931, el tercero en 1932 y el cuarto en 1934. Entretanto, los ochos volúmenes
siguientes, jamás fueron publicados. Es interesante observar que diez años pasaron desde la
publicación del cuarto volumen y el fallecimiento de Makiguchi en prisión, en 1944. Una razón
fue que la visión de Makiguchi sufrió un gran cambio en ese período como resultado de su
ingreso al budismo de Nichiren Daishonin. Su interés por esta filosofía era tan grande que se
dedicó totalmente a las actividades religiosas. El veía en la organización recién formada un
vasto y fértil campo para propagar sus ideas humanísticas en pro de la educación.
En 1935, los estatutos de la sociedad fueron presentados. El artículo 1º establecía su nombre,
el artículo 2º estipulaba que sus objetivos estaban dirigidos a la búsqueda relacionada a la
creación de valores, el desarrollo de profesores altamente capacitados y la reforma del sistema
educativo del país. Era una organización dedicada principalmente a la investigación educativa.
En el mes de julio de 1936, el primero de los dos seminarios promovidos por el grupo fue
realizado en la casa de Rikyobo, en Taiseki-lli. En 1937, Makiguchi, Toda y más de cincuenta
personas realizaron una ceremonia en el Auditorio Meikei de Tokio, marcando una nueva
partida a la organización, es decir, instituyendo oficialmente la Soka Kyoiuku Gakkai. Se inició
también un gran movimiento de propagación con las reuniones de diálogo.
Un segundo encuentro de la Gakkai fue realizado tres años después, en 1940. La organización
había logrado un número de quinientas familias, siendo necesaria una revisión de sus
reglamentos. Makiguchi fue entonces nombrado presidente y Toda, director general.
En esa época, la fuerza del espectro de Japón caminaba por el sendero del militarismo
despótico. Los intereses del gobierno eran llevar a la nación a una confrontación con fuerzas
extranjeras. Como parte de su política, el gobierno se valió de la unificación religiosa. De esta
forma, aquellos que no aceptaban la adoración de la Diosa del Sol eran llamados traidores y
portadores de peligrosas ideas antibelicistas. El Japón se acercaba a convertirse en una nación
sintoísta.
En junio de 1943, los líderes de la Gakkai recibieron una orden para comparecer en Taiseki-lli.
El sacerdote Jukai Watanabe, en nombre del clero, sugirió que los miembros de la organización
laica aceptasen el talismán sintoísta y que siguiesen, provisionalmente, las normas militares.
Esa sugerencia fue hecha en presencia de dos sumos prelados, el que estaba en ejercicio y el
jubilado. Makiguchi, extremadamente indignado, se rehusó a aceptar la propuesta y dejó el
Templo Principal.
Con relación a lo ocurrido, él se des- ahogó con su amigo Toda: “Lo que yo lamento no es el
hecho de que una religión se arruine, sino que nuestra nación perecerá. Temo que el Buda esté
triste con esta situación. ¿No sería este el momento de advertir a toda la nación? Yo no
comprendo cuál es el temor del Templo Principal”.
Todas las actividades realizadas por la Gakkai pasaron a ser vigiladas por la Policía Especial de
Seguridad. Sin embargo, Makiguchi no se intimidó.
El 29 de Junio de 1943, las autoridades tomaron medidas extremas, interrogando a Makiguchi
y arrestando a dos dirigentes de la Gakkai.
El presidente Makiguchi persistió y efectuó más actividades de propagación del budismo. Su
misión lo llevó a la península de Izu, donde siete siglos antes Nichiren Daishonin había sido
exiliado. Allá Makiguchi fue encarcelado, acusado de violar la Ley de preservación de la Paz y
de irrespeto a los santuarios sintoístas. Así mismo, en Tokio, otros dirigentes mayores de la
Soka Gakkai, incluyendo a Toda, también fueron detenidos. Makiguchi fue enviado a la prisión
de Sugamo y sometido a interrogatorios implacables, siendo privado de todos los derechos,
hasta de escoger su propio abogado.
Él fue encerrado en una pequeña celda con apenas un tatami y el frío de invierno le congelaba
hasta los huesos. Todo este sufrimiento lo mantenía despierto la mayor parte de la noche.
Aun con sus 72 años de edad, Makiguchi permaneció firme hasta el fin. Todos los días
recitaba daimoku fervorosamente. Pasó los últimos meses de su vida leyendo las escrituras de
Nichiren Daishonin. En una carta a su familia, él les escribió: “Cuando me acuerdo de cuánto
sufrió el Buda en Sado, esta experiencia no me incomoda al mínimo. Dependiendo de la
manera como ustedes encaran las dificultades podrán encontrar alegría en el mismo infierno”.
Cuan- do él supo de la muerte de su tercer hijo, Yozo, en el campo de batalla, le escribió a sus
familiares: “La noticia me impactó profundamente. Me siento realmente muy triste. Estaba
preocupado como ustedes pero ahora estoy aliviado al saber de su determinación por
enfrentar la realidad”.
El día 17 de noviembre de 1944, se sintió extremadamente débil debido a la desnutrición.
Makiguchi pidió a los carceleros que lo llevasen al ambulatorio. Al recibir el permiso, se colocó
su traje de ceremonia y a pesar de que sus piernas estaban muy flacas, caminó hasta el
ambulatorio sin ayuda. Inmediatamente después de acostarse, él entró en coma. Más o menos
6 horas después, en la mañana del día 18 de noviembre, falleció serenamente a los 73 años de
edad.
Entre tanto, sus ideas permanecieron vivas gracias al empeño de Josei Toda, quien fue liberado
de prisión el 3 de julio de 1945, iniciando inmediatamente la reconstrucción de la organización
que paso a llamarse Soka Gakkai (Sociedad para la Creación de Valores). Toda asumió la
presidencia de la organización el 3 de mayo de 1951 y realizó un gran movimiento de
propagación en Japón, concretando el ingreso de 750 mil familias antes de fallecer, el 2 de
abril de 1958.
Con el liderazgo de Daisaku Ikeda, quien asumió la presidencia el 3 de mayo de 1960, los
ideales de los presidentes fundadores fueron concretados y propagados por el mundo entero
con el establecimiento de la SGI (Soka Gakkai Internacional) el 26 de enero de 1975. Entre
algunas de esas ideas están la fundación de las escuelas Soka, desde el jardín de infancia hasta
la Universidad, y los intercambios realizados entre la Universidad Soka y las instituciones de
enseñanza extranjera.
Por la dedicación del presidente Ikeda, la grandiosidad de Tsunesaburo Makiguchi es hoy
reconocida en el mundo entero y su teoría pedagógica es aplicada en un gran número de
escuelas, como es el caso de Brasil con la implantación del proyecto “Makiguchi en Acción”.
Todas las dificultades por las que Makiguchi pasó, como una infancia infeliz en Arahama, la
pérdida consecutiva de algunos de sus hijos, los obstáculos que enfrentó para llevar a la
práctica sus ideas humanísticas en el área de la educación y el convivir con niños pobres en
Sapporo, contribuyeron en la formación de su carácter: un hombre riguroso, fuertemente
comprometido con la justicia y, al mismo tiempo, extremadamente generoso con aquellos que
sufrían, en especial con los niños.
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