¿Cómo celebrar un mutuo disenso exitoso? Pautas para la salida exitosa del trabajador, con incentivo económico. Jesús Aguinaga Saavedra1 Es importante que tanto trabajadores como empresarios sepan que si bien la relación laboral está orientada a una indeterminación temporal, no necesariamente debe prolongarse toda la vida de la empresa, o la del trabajador. Existirán casos donde el trabajador encuentre alternativas de empleo más atractivas, que motivarán la renuncia a su puesto de labores para tomar una mejor oportunidad; ya sea porque exista una mejor oferta salarial, una mejor ubicación de empleo, mayores condiciones de seguridad, una jornada más flexible, un equipo de trabajo más atractivo, más oportunidades de capacitación, mayores conceptos remunerativos y no remunerativos, en fin; los factores que motivan a un trabajador pueden ser diversos y todos ellos son válidos; nadie podrá juzgar a un trabajador que elija una mejor oportunidad de empleo para desarrollarse como persona. Esta libertad de renunciar se fundamenta en un derecho constitucional: la libertad de trabajo (de la cual hablaremos en una futura publicación), contenida en el artículo 2° inciso 15 2, y en el último párrafo del artículo 23º3 de la Constitución Política del Perú (CPP). Nadie podrá impedirle su salida, la cual - por supuesto - deberá desarrollarse dentro de los parámetros legales. Lo anterior también sucede con la empresa: así como el trabajador tiene todo el derecho a renunciar en busca de una mejor alternativa de empleo, también es legítimo que el empresario busque el progreso de su empresa (dentro de la ley), para lo cual podría despedir a un trabajador por falta de capacidad según los artículos 22° y 23° de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral (LPCL); que incurra en falta grave según el artículo 25° de la LPCL; o a un porcentaje de trabajadores en caso la empresa atravesase necesidades objetivas, en virtud del capítulo VII del Título I de la LPCL. Pero puede darse el caso, que del 100% de empleados u obreros que tenga un productor de muebles, el 60% tenga una producción óptima, y que el 40 % de dichos trabajadores - sin tener un nivel deficiente de producción - produzcan dentro de los límites normales, lo que le permite a la empresa mantenerse en ganancias. De otro lado, aparecen disponibles tres trabajadores que se desempeñan en la misma actividad empresarial, y que buscan una mejor oferta de trabajo y que además son reconocidos por su productividad sobresaliente (3 sillas más por día que los empleados de nivel de productividad óptima), por lo que el empresario no lo pensará dos veces y querrá invitarlos a formar parte de su empresa. El problema es que no existe el dinero suficiente para aumentar la planilla. Los trabajadores de producción normal en su empresa serán el objetivo entonces: necesitará despedir a tres trabajadores para contratar a otros tres de sobresaliente rendimiento. Surge otro problema ya que si la productividad de sus trabajadores de desempeño 1 Asesor legal de la Oficina General de Asesoría Jurídica del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. 2 Art. 2° numeral 15 CPP: Toda persona tiene derecho... A trabajar libremente con sujeción a la ley. 3 Art. 23°, último párrafo CPP: Nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento. 1 normal no es deficiente, sino que es la mínima que le permite producir ganancias, no hay causal de conducta, capacidad o cualquier otra que permita la LPCL para propiciar la salida del trabajador (debemos ser realistas, y admitir que estas opciones son las primeras que consideraría un empresario). El empresario desea incorporar a tres nuevos colaboradores, respetando a la vez los derechos laborales de sus empleados. ¿Qué hacer entonces? Aparece aquí una alternativa: el “mutuo disenso”, que consiste en la manifestación de voluntades, mediante la cual un empresario y su trabajador se obligan a cumplir determinadas prestaciones: el trabajador a retirarse del centro de empleo, y el empresario a pagar un incentivo económico por el retiro del trabajador.4 Cabe comentar que en el Derecho Laboral, esta es la figura donde las diferencias de poder entre trabajador y empresarios quedan reducidas a su mínima expresión, quedando prácticamente al nivel de un negocio jurídico. Los trabajadores tienen derechos ganados y la protección contra el despido arbitrario injustificado, nulo, incausado y fraudulento; por su parte, el empresario tiene la necesidad de que se vayan. En teoría, es el trabajador quien se ve en ventaja, aunque en la realidad, la falta de información del trabajador hace que se produzcan fenómenos en masa: es decir, trabajadores que firman injustos mutuos disensos por su falta de conocimiento. Si trabajador y empleador están interesados en realizar dicho acuerdo, las cosas serán más fáciles aún. Si el trabajador no está interesado, el empleador sólo deberá hacer su oferta más atractiva. Una vez realizada la negociación, una vez firmado el contrato se supone que las dos partes están conformes con lo acordado; sin embargo, después del mutuo disenso, muchas cosas pueden salir mal. Existen empresarios que sin asesoría o mal asesorados, realizan acuerdos que luego pueden generarles problemas judiciales. Existen trabajadores que bajo la ilusión de un acuerdo atractivo firman cosas que devienen en la afectación de sus propios derechos. Tiempo y dinero es lo que ambos pierden ¿Cómo evitarlo? En adelante, brindamos (por separado) algunas pautas para que Empresario y Trabajador realicen un exitoso mutuo disenso. PAUTAS I.- Pautas - Empleador: 1. Siempre por escrito. El artículo 19 de la LPCL es claro: “El acuerdo para poner término a una relación laboral por mutuo disenso debe constar por escrito o en la liquidación de beneficios sociales”. Ud. no está obligado a firmar un acuerdo, pero debe hacerlo. Puede estar, como dice el artículo, en la liquidación de beneficios sociales, ¿pero en ella se encuentra la manifestación de voluntad de su trabajador? Eso puede generarle futuras desventajas como verá en el punto 2. 2. Sea cuidadoso con el pago. 4 Es pertinente aclarar que la definición aportada sería la general, pues existirán situaciones donde el mutuo disenso se use sin intención económica, por ejemplo: Propiciar la salida de un trabajador que cometió falta flagrante, a condición que no se le inicie proceso disciplinario Si ha celebrado un mutuo disenso no escrito y ha pagado directamente el incentivo económico a su trabajador, este podría negarlo todo, en el momento en que le interponga una demanda de reposición por despido fraudulento. Es cierto, la ley permite que el convenio conste en la liquidación, pero los jueces ejercerán una defensa de la constitución y evaluarán que no existe manifestación de voluntad de su trabajador, estamos hablando de principios y valores que mueven el ordenamiento. Mientras el trabajador ha cobrado un incentivo económico y busca otro empleo, ganará un salario por cada mes que no esté trabajando en su empresa. Usted perderá tiempo y dinero, pero más dinero, si es que no toma en cuenta esta sugerencia. Como es lógico, de realizarse el pago siempre debe hacer firmar al trabajador cualquier medio que confirme lo que ha recibido y por qué fin. 3. El incentivo económico debe ser mayor a la indemnización por despido arbitrario. Este consejo es fundamental. Cuando hablamos de mutuo disenso, si bien nos referimos al término conjunto (empleador y trabajador) de la relación laboral, este siempre (con excepciones) empieza por iniciativa del empleador. En términos simples: Se compra un empleo para no despedir, o en este caso, porque no se puede hacerlo. Recuerde: la voluntad que tiene el empresario de extinción el vínculo laboral es indiscutible, casi un dogma de fe. ¿Por qué se debe tener esto en cuenta? Porque el trabajador tiene derechos ganados, entre ellos, derecho a la estabilidad laboral que sólo permite el despido por causa contenida en la ley y probada (art. 22° LPCL); y además, derecho a una indemnización por despido arbitrario que equivale a una remuneración y media por año, o mes, de servicios con un tope de doce remuneraciones, dependiendo si se trata de una relación laboral indefinida o temporal, respectivamente. Si Ud. paga menos de lo que la ley otorga al trabajador, por la ruptura de su relación laboral consentida, el juez lógicamente tendrá un claro indicio de que se ha efectuado un despido fraudulento, aunque en la realidad de los hechos Ud. no ha querido despedirlo de esa forma. Su asesor legal, o área legal, deberá tener este punto en cuenta si es que no se quiere en el futuro problemas judiciales que le ocasionen las pérdidas mencionadas. 4. Cuidado con los incentivos en especie. El artículo 19° LPCL, es muy claro: el acuerdo para poner término a una relación laboral por mutuo disenso debe constar por escrito o en la liquidación de beneficios sociales. La ley no establece ninguna forma de materializar el pago, por lo tanto el empleador y trabajador pueden acordar el pago en dinero o en especie. Si se hace en especie, le aconsejamos que sean especies que resulten de utilidad para el trabajador y que sean valorizables, e intercambiables rápidamente en el mercado. Las mismas deben superar el valor de la indemnización por el despido arbitrario, antes mencionada. 5. El incentivo económico no significa desconocer derechos ganados del trabajador. 2 El derecho laboral, y su legislación, puede ser extenso. En este escenario un empleador puede pensar que el pago del mutuo disenso lo libera de pagar otros derechos reconocidos que tenga el trabajador: Por ej. Vacaciones, Gratificaciones, etc. lo cual no es cierto. Su asesor o área legal debe tener muy en cuenta este punto al celebrar el mutuo disenso. 6. La renuncia de derechos puede ser muy peligrosa. Su asesor o equipo legal, debe tener por siempre claro uno de los objetivos históricos del derecho laboral: reducir las diferencias de poder entre empresario y trabajador para evitar explotación y abusos; una de las formas de lograr dicho fin ha sido establecer derechos mínimos, indisponibles (incluso para el propio trabajador), lo cual lo volverá menos inestable ante la negociación. Ningún acuerdo de mutuo disenso donde un trabajador se comprometa a renunciar a estos mínimos, será fructífero en nuestro ordenamiento jurídico; y aun así lo hiciera, tendrá toda la vía ordinaria para reclamar y ganar. 7. Evite el despido fraudulento. El mutuo disenso debe ser un acuerdo voluntario. Si el empresario quiere lograrlo, tiene que motivar la salida del trabajador mediante un adecuado aliciente. No ayudará en nada obligar al trabajador a que firme algo que no quiere, puesto que el mismo trabajador tiene las herramientas procesales para pedir la nulidad de dicho acuerdo mediante y exigir su reposición, si es que ha logrado agenciarse de los medios probatorios necesarios. 8. Mutuo a propuesta del trabajador – Negocie bien. Mencionamos una situación que no está dentro del objeto de nuestra pauta. Pueden existir casos donde el trabajador proponga un mutuo disenso. Nuestro consejo es que Ud. se niegue, simplemente resultaría un mal negocio, pues la propuesta del trabajador muestra de por sí un interés por abandonar su empresa. Teniendo en cuenta que el trabajador tiene varios derechos económicos reconocidos, pagar un incentivo por mutuo disenso sería un mal negocio porque el trabajador de todas maneras recibirá una liquidación, ante la eminente posibilidad de que renuncie. II.- Pautas – Trabajador: 1. Siempre, siempre debe haber un contrato. El artículo 16°, literal “d” de la LPCL establece que el mutuo disenso debe constar por escrito o en la liquidación de beneficios sociales. Siempre pida que se celebre por escrito, pues en caso se celebre sin su conocimiento, un mutuo disenso (no escrito) que perjudique sus derechos, y Ud. se percate de ello después de varios días de su salida de la empresa, en caso quiera reclamar judicialmente competente, el empleador podrá negarlo todo con facilidad alegando que Ud. realizó abandono del centro de labores. 2. No crea en las palabras. Son muchos los casos donde el empresario se compromete a ciertas condiciones dentro del convenio, las cuales son totalmente distintas momentos después que el trabajador firma el mutuo disenso. Conversando le pueden ofrecer muchas cosas, pero no sea confiado, negocios son negocios y Ud. no puede ser crédulo ante sólo palabras y firmar un documento que puede tener cualquier contenido, menos el que Ud. ha conversado. 3. No firme nada sin saber qué significa. Si la redacción del convenio es complicada, y Ud. siente que no entiende el sentido del mutuo disenso, o que sus términos son diferentes a lo que se había pactado durante la elaboración, simplemente no firme nada, llévelo consigo para leerlo con tranquilidad o llame a su abogado especialista para que le aclare su contenido. Recuerde: Siempre tómese el tiempo necesario para entender lo que está firmando. Una de las principales críticas al mutuo disenso es su capacidad de ocultar un despido fraudulento. Si su empleador quiere despedirlo fuera de la ley, nada podrá detenerlo, siempre y cuando sea diligente y cuidadoso con el procedimiento. El Tribunal Constitucional (TC) ha declarado infundadas muchas acciones de amparo debido a la inexistencia de pruebas; puede tomarse como ejemplo la Sentencia del TC 04593-2012PA/TC, fundamento jurídico 3.3.4, donde sólo advertía la existencia del convenio de mutuo disenso, lo que era una prueba de la voluntad extintiva del trabajador y no de un posible despido fraudulento. Es decir, en estos casos la única prueba que Ud. tendría es un mutuo disenso que no le ayudará en nada. Por lo tanto, debe pedir una copia del convenio de mutuo disenso definitivo que Ud. y su empleador han elaborado. Si es que el empleador ha sido cuidadoso, es muy difícil aportar medios de prueba contundentes contra un mutuo disenso que oculte un despido fraudulento, a pesar que los jueces tengan la capacidad de buscar medios indiciarios para la protección de sus derechos fundamentales (tal y como lo sostiene el Dr. Elmer Arce). Dependiendo de la cantidad, o las circunstancias de estos medios indiciarios el juez podría declarar nulo el despido. 4. Cuidado con el mutuo disenso que ha elaborado el empleador. Si su empleador, o quien tenga la facultad de realizar el procedimiento, lo busca con un convenio preparado por la empresa, en donde Ud. no ha tenido ninguna participación en el contenido, con toda seguridad debe negarse a firmar, pedir una copia del mismo y darse unos días para revisarlo. 5. Participe en la elaboración del mutuo disenso. Recuerde bien, el convenio de mutuo disenso es una manifestación de voluntad de trabajador y empleador. Las dos partes deben participar en la elaboración de los mimos, y deben negociar de igual a igual. El mutuo disenso no se celebra de ninguna manera dentro una relación laboral, donde existe sometimiento y dependencia del trabajador. Es decir: En el proceso de elaboración del mutuo disenso su participación debe ser igual a la de su empleador. 6. Pida una propuesta escrita del mutuo disenso. Con el fin de evitar los problemas comentados en los ítems anteriores, y si Ud. realmente está interesado en aceptar el incentivo del empresario, pida una propuesta escrita de mutuo disenso. Es decir, ya que Ud. piensa aceptar, hágale saber su intención a su empleador y pídale que le envíe primero un escrito en donde conste la propuesta de mutuo disenso, conteniendo los incentivos que está dispuesto a darle. Lógicamente esta propuesta debe tener las formalidades de la empresa, como el sello e isotipo, o logotipo, de la empresa y la firma de la persona pertinente, o un correo corporativo con el mismo contenido de propuesta. De esta manera, podrá darse cuenta si las intenciones del empleador son serias y además tendrá una prueba, para defenderse, si es que el empleador se comporta de forma fraudulenta al momento de la firma del convenio. 7. Las cosas rápidas son peligrosas. No ceda a las presiones. Nunca ceda a las presiones del empleador de firmar el mutuo disenso al mismo día en que se lo propone, o de no leer pacientemente el contenido del documento. Nunca se olvide que el mutuo disenso es un negocio, donde Ud. pone en juego sus derechos haciendo uso de su libertad de trabajo para abandonar la empresa a cambio de algo aparentemente mejor. Sea diligente. 8. Medidas protectoras. Comentaremos dos situaciones. La primera es la posibilidad que Ud. no quiera aceptar la oferta económica de su empleador. En este caso, el empleador podría portarse hostilmente: amenazarlo o reducir sus condiciones de trabajo, con el propósito de hacerlo firmar el mutuo disenso, o peor aún: forzar su renuncia. Esos casos ya están definidos por la LPCL. Ante esas situaciones, lo único que debe hacer es cursarle una carta (de preferencia notarial) al empleador, solicitando el cese de los actos de hostilidad, conforme lo establece el penúltimo párrafo del artículo 30° LPCL, y darle un plazo mínimo de 6 días para que conteste, indicando claramente que de no realizar sus descargos o de parar dichos actos Ud. procederá a tomar la vía judicial correspondiente. La segunda, es que a Ud. se le haya obligado a firmar un documento que no quiso; o que si quiso, pero cuyas condiciones son totalmente diferentes a las acordadas. En este caso debe demandar despido fraudulento, vía proceso abreviado (Art. 2° numeral 2 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo N° 29497), con el objeto de ser repuesto, pero debe estar seguro de contar con los medios probatorios, o indiciarios, suficientes que permitan concluir la existencia de un despido fraudulento. Dependiendo de las condiciones en que un trabajador es presionado a firmar un mutuo disenso, los mecanismos que tome podrían sobrepasar las fronteras del derecho laboral. Hay trabajadores que incluso han sido extorsionados para abandonar sus puestos de trabajo.