DANIEL RODELLAS

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DANIEL RODELLAS
C
omenta el libro “Descripción de España, sus
reinos y provincias, ciudades, villas y pueblos,
islas adyacentes y presidios de África”, escrito por el pagador Don Juan Antonio de Estrada de
1768 y con relación a la antigua ciudad de Sagunto
(Reino de Valencia) o Murviedro que: “Sobre la fundación hay varias opiniones: Silio Itálico refiere que la
fundó Hércules. Strabon y S. Isidoro la reducen á los
Griegos de la Isla de Zacynto (hoy Zante al ocaso del
Peloponeso, ó la Morea) da -que parece le vino el nombre de Saguntus. Plinio atribuye á los mismos la fundación 200 años antes de la destrucción de Troya: dice
que erigieron un Templo á Diana, al qual perdonó Annibal; y que aun en sus días permanecían unas bigas de
enebro.”
Si damos crédito a estos historiadores antiguos y teniendo en cuenta la opinión de los actuales –a pesar de
ciertas desavenencias-, se propone el fin de Troya
hacia el 1200 a. de C. ¿Deberíamos entonces considerar Sagunto con una antigüedad de más 1400 años a.
de C.?
Antonio Valcárcel, conocido como príncipe Pío, escribió
un libro a raíz de sus investigaciones en el País Valenciano. En la página 55 de éste comenta: “Que en la
vertiente o falda del castillo, en el sitio llamado Secanito de Vaquero, se encontró la inscripción número 107,
de letras desconocidas, la cual se hallaba en el mismo
sitio y era de mármol negro con cuatro pies y siete pulgadas de alto y un pié, tres pulgadas y seis líneas de
ancho”. La escritura a la que se refiere es la Ibera. Como esta, encontró muchas otras en mármol negro,
unas más grandes que otras. También en el mismo
templo atribuido a Diana. Ani-Bel o Ani-Bal perdonó el
templo porque como dijo Antonio de Estrada estaba
dedicado a la “Diosa Diana” y es evidente que lo perdonó porque para él era sagrada.
En ése mismo templo vio una inscripción que decía:
TEMPLUM·DIANAE y encima en una cornisa más alta:
ALVA·VACCA·ET·NIGRA·DIANAE.
Además, para acabar de embrollarlo todo, esas losas
en mármol negro encontradas en la ciudad de Murviedro aparecen en otros muchos lugares, pero la mayoría
han desaparecido misteriosamente. Se encontraron
algunas en una especie de cementerio antiquísimo Ibero en las cercanías de Alcalá de Chisvert empotradas
en un muro circunvalatorio de dicho cementerio de
¡más de 2 metros de ancho! Evidentemente, las inscripciones iberas eran mucho más antiguas que las supuestas romanas.
Éste no fue el único cementerio que se encontró en la
zona, y en su mayoría, los cuerpos que se encontraron
fueron de luchadores, indicando el emplazamiento como posible lugar de una gran batalla antigua.
Sirva esta explicación como introducción al tema de la
importancia que tenía esa mujer-Diosa del pasado, cu-
yo culto apunta a una antigüedad inusual para la religión actual y considerada la madre de la humanidad en
una gran extensión geográfica. Tomemos, por ejemplo,
el gran templo de Artemisa de Éfeso en la que es la
actual Turquía. Artemisa, llamada igualmente Atena o
Diana en otras regiones del Mediterráneo en la misma
época y en otras diferentes (hasta en la actual, utilizada
como Estatua de la Libertad: Diana/Atena), es el centro
de las miradas de los antiguos creyentes. Sin embargo,
no hay que fijar la vista solamente en éste período
histórico. Es conocido que la historia atribuye a la DioEx voto Galo
sa Artemisa un pasado aún más remoto pero desconocido. Lo llaman “figura arcaica”, de procedencia preHelénica, y más interesante aún, estaba tallada en madera, seguramente de roble o de enebro, por la longevidad inusual de estas maderas.
Es una extraña coincidencia que múltiples leyendas
europeas pre cristianas y cristianas señalen el hallazgo
milagroso de una talla de la Virgen en madera en los
lugares más emblemáticos de lo que se ha venido a
llamar “culto pagano” y en los que ahora señorean inmensos y espléndidos palacios, monasterios y catedrales. Claro que la explicación oficial es la de que fue una
señal divina para construir la nueva fe. Si bien, es una
teoría más, eso no se adapta a los auténticos hechos
históricos ni simbólicos de la antigüedad.
Artemisa fue la figura central del Templo de Artemisa
en Éfeso y del cual, desgraciadamente, queda bien
poco. La versión oficial de la construcción del templo
difiere en 200 o 300 años, según la fuente, hasta el año
800 antes de Cristo.
Jupiter Heliopolitanus. En realidad representación de
una mujer con el niño
P
ero el templo al que llaman “arcaico” –un
término mal usado por contener actualmente
una connotación de primitivo y en formación, supera con creces los tres mil años. Y ya que mencioné Troya al principio de éste artículo, quisiera subrayar que de entre los pocos restos que J.T. Wood
(1870) y D.G. Hogarth (principios del siglo XX) sacaron a la luz, hay unos que representaban la Batalla de
Troya.
Es conocido que muchas de sus piedras o bloques se
utilizaron para otras construcciones, una norma que
se ha dado con frecuencia en la historia, pero el lector
ha de conocer que si ha estado en Estambul, en la
primera iglesia construida con cúpula llamada Aya
Sophia, varias de sus columnas pertenecieron al segundo templo construido de Artemisa en Éfeso. Una
representación que se tornó famosa en la época
muestra la antigua imagen de lo que ahora llamaríamos “El Ángel Gabriel”, ya que posee una espada y
alas. ¿Cómo se explica que el templo fuera acusado
de demoníaco y arrasado posteriormente por los cristianos en su futura reforma y luego persistieran estos
símbolos hasta la actualidad? ¿Qué tipo de sincretismo es ése?
El ángel alado como la Virgen, vino del cielo y por eso
se le representa con alas.
Una de las características principales de Artemisa es
que era virgen. Además, en las figuras representadas
en Éfeso, parece que estaba flanqueada por dos corderos o carneros. Desgraciadamente, se les ha corta-
do la cabeza y patas en todas las figuras que he podido observar. Quizás debido a la inscripción que colgaba hace siglos desde el principio de la cristianización
del territorio y en donde se leía: “Al destruir la engañosa imagen del demonio Artemisa, Demeas ha erigido
éste símbolo de la Verdad, el Dios que aparta a los
ídolos y la Cruz de los sacerdotes, símbolo victorioso
e inmortal de Cristo”.
Lo más impresionante de Artemisa es que como indican las escrituras en la Biblia, ella era también la gran
diosa Diana, aquella que cayó proveniente del Cielo,
de Zeus. Y efectivamente, los habitantes de la antigua
Éfeso conocían que “Ella había caído del Cielo”. Ella
es más fuerte que los leones (representación del dios
sol – la esfinge) y a sus flancos se hallan los dos
búhos de la sabiduría, los dos hijos, las dos encarnaciones.
Artemisa, la de las palmas de las manos levantadas
semejantes a las de la diosa Tanit, cuyas manos aún
se alzaron más, fue demonizada por la nueva religión.
En principio, en la representación atribuida a la diosa
Tanit figuraba la luna y un círculo –un orbe-, imagen
que con el tiempo se desarrolló en un triángulo, y luego en una figura humana, supuestamente femenina.
Esta figura que menciono tiene las manos alzadas
casi siempre. Diana también posee la luna en su cabeza.
Gabriel: representación del auténtico Dios antiguo
No es casualidad que los primeros monarcas Francos
incluyeran en sus tumbas imágenes de pentagramas y
bolas de cristal o orbes. Los Francos Salios adoraban,
antes de ser cristianizados, a la diosa Diana. Aunque
esto último podría tener que ver también con su insistencia de que eran descendientes del Mesías y por esa
causa, de su Derecho Divino al trono, ya que los Merovingios aseguraban que poseían la sangre –ahora llamaríamos uniones genéticas- con los Desposini, es
decir, los descendientes de Jesús que según datos
históricos existentes, habrían establecido y conducido
la Iglesia Cristiana en Jerusalén hasta que los soldados
romanos ordenados por el Papa Silvestre I y el credo
de Nicea los persiguiera y exterminara, al menos en su
mayoría (desde entonces los pastores en el Este fueron de origen no-judío). La Contra Haereses o “Contra
las herejías” de Epifanio de Salamina (o de Chipre) del
siglo IV ayudó a ello.
Tanit
La Virgen Orante. Fondo de copa: las 3 marías
“Maria Orante” (Tarragona)
L
uego desaparecieron hasta la llegada de los
Merovingios, al menos aparentemente. Sin
embargo, insisto en que la coincidente veneración de la diosa por parte de otras tribus francas,
venidas del Este precisamente, así como mismas representaciones mucho más antiguas esparcidas por
todo el mediterráneo, norte de Europa y Este, sugieren que la Virgen era mucho más antigua. La variación
en su imagen varía lógicamente con el transcurso de
las épocas y tiempos, pero existen 2 o 3 rasgos comunes difíciles de asimilar como una simple coincidencia.
Pero las manos alzadas son, uno de los elementos
ritualísticos de los Templarios. En éste sentido, hay
que mencionar que la única imagen de la Edad Media
que he encontrado y que ha perdurado hasta nuestros
días, es la de Ataulfo, rey de los visigodos, después
de Alarico I y se encuentra en el antiguo convento de
los Templarios en Barcelona. Parece que los templarios conocieron este hecho y en su culto adoptaron
esta forma, la de las manos alzadas.
Existieron y aún existen muchos emplazamientos que
se señalan como “tumba de la Virgen”. Desde Jerusalén, por supuesto para la Iglesia Cristiana y ortodoxa, hasta el Pakistán, de modo que su estima no es
exclusiva de una sola religión; para los musulmanes
también tiene gran importancia. En Pakistán existe en
la colina de Murree el lugar conocido como Mai Mari
da Asthan, de hecho Murree puede provenir de Marium o María. También se conoce que Maria pudo ser
enterrada precisamente ¡en Éfeso! Su fama hizo que
se designaran muchos lugares en los que pudo ser
enterrada. La evidencia de la veneración de la diosa
proviene del material encontrado en la Biblia hebrea,
de excavaciones en Ugarit y no digamos de los cientos de estatuillas e imágenes encontradas en el territorio.
Ataulfo
Ara Pacis de Augusto
El conocimiento de que existía una diosa madre anterior al cristianismo fue adoptado por la nueva religión.
De éste modo, se eliminaba la antigua para crear una
nueva, en una especie de transición, ocultamiento y
transformación conveniente. En la necrópolis paleocristiana de Tarragona se encontró una losa con una
figura extraña, en la que se representaba una mujer
con un velo y las manos alzadas y se le dio el nombre
de “La orante”, como representación de los primeros
dibujos atribuidos a la Virgen María. Efectivamente, se
trata de la “Virgen Orante” representada o vista en
catacumbas italianas, por ejemplo.
Hubo una diosa que se asimiló al Árbol de la Vida, y
ésa fue la que dio origen a las demás hace más de
5000 años. Expertos como Toorn (1998) o Binger
(1997) aseguran que existían tres diosas principales y
que sin duda, la veneración a estas de una forma u
otra, ha perdurado hasta nuestros días (llamadas las 3
Marías).
Se observa claramente que el cambio coincidió con el establecimiento del Cristianismo en occidente y en oriente, pero las tradiciones antiguas conservaban estos extraños rasgos difíciles de explicar. Las figuras
de la Virgen que en la imagen de la derecha muestran un solo niño son cristianas,
las que muestran dos son de procedencia
gala.
Si tanta variación de gentes en diferentes
lugares compartía la veneración a la Virgen
antes del Cristianismo es lógico pensar que
no solamente compartieran este rasgo
común, además debía ser la representación de un personaje muy importante dada
la magnitud de los santuarios erigidos en el
pasado y la expansión de estos.
H
ubo una diosa que se asimiló al Árbol de la
Vida, y ésa fue la que dio origen a las demás
hace más de 5000 años. Expertos como Toorn (1998) o Binger (1997) aseguran que existían tres
diosas principales y que sin duda, la veneración a estas
de una forma u otra, ha perdurado hasta nuestros días
(llamadas las 3 Marías). Cuando se desenterraron unos
paneles de marfil en Ugarit observaron una figura a la
que llamaron la “Virgen de Anat” y que portaba alas,
hace 3500 años, según los arqueólogos. ¿Y qué hay
de los dos niños que amamanta? Antiguamente la Virgen no portaba uno, sino dos. Encontramos la misma
representación en Francia 1500 años después o, lo que
es lo mismo, hace 2000 años aproximadamente, o bien
en el bajo relieve del Ara Pacis de Augusto en la antigua Roma y en donde aparecen las tres diosas y los
dos niños.
Al igual que otros personajes bíblicos, si observamos,
por ejemplo el caso de José y María, éstos no se mencionan en los registros históricos contemporáneos en la
época que supuestamente existieron. Esta extraña dicotomía nos recuerda que su primera mención se realiza hacia el año 110 después de Cristo aproximadamente. Eso no ocurre en otras religiones. Para el
Corán, María es tan antigua –al menos- como Moisés,
por lo que al igual que los Persas, tendría oficialmente
3300 años, es decir 1300 años más antigua que lo que
se supone.
También es de indicar que Buda naciera del flanco derecho de su madre Maia o Maya. Teniendo en cuenta
que “mai”, “mayo”, “may”, “maiatz”, “mayatz”, “maiou”,
“maj”, “Mayis” son los términos en francés, castellano,
inglés, vasco, rumano, ruso, griego, polaco, turco, (y
hay un largo etcétera) del mes que venera a la Virgen y
que éste fuera el del renacimiento y el del árbol sagrado, nos indica que en la tradición y a pesar de los milenios, sigue vigente la idea de la María Original, aquella
que vino de los Cielos, descrita en las antiguas escrituras.
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