UTILIZACIÓN DEL PARÁMETRO “EFICIENCIA” EN REMOCIÓN DE TURBIEDAD EN SEDIMENTADORES Danilo Andrés Ríos Pignatta Av. 19 de Abril 1278 Montevideo, Uruguay Tel/fax (5982) 336 3668 Palabras claves Curva de eficiencias Tasa de sedimentación Turbiedad de referencia 1 RESUMEN El proceso de sedimentación en una planta de tratamiento de agua potable convencional, es en general el principal responsable en remoción de partículas causantes de turbiedad y color. El grado de remoción exigido a esta etapa, depende fuertemente de la eficiencia del proceso posterior de filtración. Cuando se pretende evaluar el funcionamiento de un sedimentador, en cuanto a su capacidad de eliminación de turbiedad, surge el dilema de comparar los resultados frente a distintas turbiedades del agua bruta. Si nos limitamos a la definición de eficiencia”, adoptando un criterio porcentual de remoción de turbiedad, es posible que se tengan conclusiones erróneas con relación al desempeño del mismo. El trabajo consiste en la determinación de un criterio racional, que permita a los ingenieros responsables de la operación de plantas de tratamiento, evaluar el funcionamiento de un sedimentador, en forma independiente de las características físico-químicas del agua bruta. INTRODUCCIÓN Una de las actividades que mayor interés despierta en los ingenieros operadores de plantas de tratamiento, es obtener la máxima eficiencia de todas las unidades. La eficiencia global del sistema de tratamiento, se basa en lograr una determinada calidad de agua deseada, a menor costo de operación posible. Si hablamos en términos de turbiedad, hay que determinar específicamente que grado de remoción se debe exigir a cada unidad de tratamiento, para obtener un valor de turbiedad aceptable en la salida de la planta. La eliminación de turbiedad y color en plantas de tratamiento convencionales, se limita a los procesos de sedimentación y filtración, considerando a los procesos de coagulación y floculación, como acondicionamiento previo del agua para la separación efectiva de partículas. La interrogante que se plantea es por lo tanto la porción de turbiedad que deben eliminar los sedimentadores, y en consecuencia la porción restante a eliminar por filtración, de modo de lograr en conjunto la eficiencia esperada del sistema. En esta determinación, intervienen aspectos técnicos y económicos, atendiendo a las características propias de las unidades de tratamiento de la planta, y lógicamente dependiendo de la calidad del agua bruta de la fuente. Al evaluar la capacidad de remoción de turbiedad de un sedimentador, suponiendo optimizados los procesos anteriores de coagulación-floculación, se presentan situaciones diferentes en función de las características del agua bruta. 2 En términos absolutos, la eficiencia se define como: Eficiencia = Tb - Ts Tb (1) Tb Turbiedad del agua bruta Ts Turbiedad del agua sedimentada Generalmente, se exige a un sedimentador que trabaje en torno a un determinado valor de turbiedad de salida, casi en forma independiente de las características del agua bruta, por lo que la aplicación del criterio anterior, le otorga mayores eficiencias en directa relación con el aumento de turbiedad del agua bruta, pero sin que esto signifique que el sedimentador está realmente funcionando mejor. En otros términos, si bien el sedimentador tiene “mayor eficiencia” en remoción de turbiedad cuando la turbiedad del agua bruta es elevada, no es totalmente correcto afirmar en base a este criterio, que el mismo está siendo operado en forma más eficiente. En general puede ser más difícil para un sedimentador, abatir una turbiedad desde 10 NTU hasta 3 NTU, que hacerlo desde 40 NTU hasta 3 NTU, si bien en términos de remoción de turbiedad, el sedimentador tiene mayor eficiencia en el segundo de los casos. No es aplicable un porcentaje absoluto de remoción de turbiedad a exigirle a un sedimentador, sino que el porcentaje debe ser variable en función de la turbiedad del agua bruta, a los efectos de poder comparar resultados y obtener conclusiones que permitan optimizar los procesos de clarificación. Por lo tanto, se hace necesario la adopción de un criterio que permita evaluar realmente el desempeño de un sedimentador, ya que la definición de eficiencia no nos aporta elementos suficientes respecto a su funcionamiento. DESARROLLO Determinación de la curva de eficiencias de un sedimentador Si graficamos la eficiencia en función de la turbiedad del agua bruta, para un grupo de valores históricos de un sedimentador lo suficientemente grande que cubra un amplio espectro de turbiedad del agua bruta, se observa una franja de eficiencias diferentes para cada turbiedad. 3 Esto indica, que el sedimentador ha tenido eficiencias diferentes frente a iguales turbiedades del agua bruta, producto de situaciones tales como: carga superficial aplicada, volumen de lodo acumulado, dosificación, intensidad del viento, temperatura, y demás características del agua que pudieran afectar la densidad y consistencia de la masa de flóculos. Para un determinado sedimentador, o grupo de sedimentadores pertenecientes a una planta de tratamiento, operando en condiciones óptimas de coagulación-floculación, y no existiendo agentes externos que perturben el proceso, a cada turbiedad de agua bruta le corresponde un valor de eficiencia. Estudiando el comportamiento de sedimentadores convencionales, frente a diferentes calidades de agua, se ajustó la curva que mejor representa la variación de eficiencia en función de la turbiedad del agua bruta: Eficiencia = 1 - m= 1 (2) (Tb - To)m a bT T0 , a , b son parámetros determinados experimentalmente. T = Tasa de sedimentación, en metros por hora De acuerdo con las hipótesis anteriores, se observa que la eficiencia depende de la turbiedad del agua bruta y de la tasa de sedimentación. Como es lógico pensar, el aumento de la tasa de sedimentación, trae como consecuencia un mayor arrastre de flóculos con el efluente, elevando la turbiedad del agua sedimentada, y en consecuencia disminuyendo la eficiencia del sedimentador. Combinando las ecuaciones 1 y 2, puede determinarse la turbiedad esperada del agua sedimentada, que llamaremos turbiedad de referencia, en función de la turbiedad del agua bruta, mediante la siguiente expresión: Tr = Tb (Tb - To)m (3) 4 La ecuación anterior, nos indica que existe para cada turbiedad del agua bruta, un valor esperado de turbiedad del agua sedimentada, situación lógica ya que el cambio de la concentración de sólidos de una suspensión, influye sobre la velocidad de sedimentación de las partículas. Teniendo en cuenta que la curva de eficiencias, fue planteada a partir de datos experimentales, bajo condiciones óptimas de operación como se indicó anteriormente, para el sedimentador analizado, comparando la turbiedad del agua sedimentada con el valor de turbiedad obtenido por la ecuación (3), es posible “evaluar” el funcionamiento del sedimentador. Siendo Ts la turbiedad del agua sedimentada, se pueden definir las siguientes franjas de eficiencia: Ts < Tr Tr<Ts<Tr+1 Ts>Tr+1 ALTA EFICIENCIA. EFICIENCIA ACEPTABLE BAJA EFICIENCIA En ciertos casos, la obtención de altas eficiencias es no deseable, ya que puede representar cierta sobre-dosificación de coagulantes, situación que trae inconvenientes en el proceso de filtración al invertirse la carga de las partículas, provocándose el rechazo de éstas con los granos de arena. La dosificación excesiva de coagulantes implica elevar los costos del tratamiento, sin generar mejoras en la calidad del agua producida, por lo que debe evitarse si se pretende una operación adecuada de la planta. Cuando la eficiencia es baja, puede ser consecuencia de problemas de dosificación, demasiada acumulación de lodos en el sedimentador, viento, etc. Cuando se dosifica en defecto o en exceso con relación a la dosis óptima requerida para determinada calidad de agua bruta (generalmente determinada mediante ensayos de jarras), se produce un aumento de la turbiedad del agua sedimentada, y consecuentemente una disminución de la eficiencia. Si el dato analizado cae dentro de la franja de eficiencias aceptables, el sedimentador está funcionando adecuadamente, dentro de los márgenes deseados por el ingeniero operador, quien ha delimitado previamente los rangos de participación de los procesos de sedimentación y filtración en la remoción de turbiedad. 5 CONSIDERACIONES ADICIONALES La ecuación (3), presenta un mínimo para: Tb = To 1-m Si analizamos la tendencia de la curva determinada por la ecuación (3), observamos que recién a partir de ese mínimo, los valores de turbiedad de referencia comienzan a ser más “estables”, presentando una variación pequeña en función del aumento de la turbiedad del agua bruta. Si bien es discutible qué valores de turbiedad son aceptables para el agua sedimentada, en general, para una planta de tratamiento convencional, si el funcionamiento de los filtros es eficiente, pueden aceptarse turbiedades de hasta 4 NTU, o mayores dependiendo de las características propias de la planta y del agua bruta. EJEMPLO Nº 1: La ciudad de Montevideo y el área Metropolitana, son abastecidas de agua potable por la planta de Aguas Corrientes, que produce diariamente más de 500.000 m3. La planta cuenta con cuatro sedimentadores de “manto de lodos”, y dos sedimentadores convencionales de flujo horizontal. Para estos últimos, se ajustaron los parámetros de la ecuación (2), para una tasa de sedimentación aplicada de 1,7 m/h. Ef = 1 - 1 / (Tb - 5,1 ) 0,683 La turbiedad de referencia por lo tanto es: Tr = Tb / (Tb - 5,1) 0,683 FECHA TURBIEDAD TURBIEDAD AGUA TURBIEDAD DE AGUA BRUTA SEDIMENTADA (ntu) REFERENCIA (ntu) EFICIENCIA (ntu) 1/12/95 16 4,8 3,1 baja 7/12/95 10 6,4 3,4 baja 26/2/96 13 2,9 3,2 alta 8/4/96 75 4,2 4,1 aceptable 16/4/96 37 3,1 3,5 alta 2/5/96 23 3,2 4,1 aceptable 6 El mínimo de la curva de turbiedades de referencias se da para: Tb = T0 / (1-m) = 5,1/ (1-0,683) = 16 NTU La turbiedad de referencia mínima, es decir la mínima turbiedad esperada del agua sedimentada para una tasa de 1,7 m/h, se obtiene cuando la turbiedad del agua bruta es 16 NTU, y en este caso es 3,13 NTU. EJEMPLO Nº 2 A los efectos de poder aplicar la metodología descrita para la evaluación del funcionamiento de plantas modulares UPA200, unidades que producen 300 m3/d, de las cuales existen más de 50 en operación en el Uruguay, partiendo de datos de diferentes plantas, se ajustaron los parámetros de la ecuación (2), obteniéndose los siguientes resultados: T0 = 5 a = 2,1 b = 1,3 Las curvas de eficiencias y de turbiedades de referencia son por lo tanto: EF = 1 - 1 (Tb-5)m Tr = Tb (Tb-5)m m= 2.1 1.3T 7 PLANTAS UPA 200 CURVAS DE EFICIENCIAS EFICIENCIA 1 0,8 TASA=4m/h TASA=6m/h TASA=8m/h TASA=10m/h 0,6 0,4 0,2 0 0 20 40 60 80 100 TURBIEDADAGUABRUTA(ntu) LOCALIDAD FECHA TURBIEDAD TURBIEDAD AGUA TASA Tr AGUA BRUTA SEDIMENTADA. (m/h) (ntu) EFICIENCIA (ntu) (ntu) P. SEVERINO 7/4/97 40.8 3.6 4.4 3.82 ALTA P. SEVERINO 25/6/97 53.8 7.15 4.8 5.3 BAJA SARANDÍ GDE. 7/4/97 6.5 5.5 5.6 5.34 ACEPTABLE SARANDÍ GDE. 25/6/97 31.7 6.81 5.4 5.95 ACEPTABLE Obsérvese que en el caso de la planta de Sarandí Grande, el día 7/04/97, si bien la planta no alcanza a remover el 10 % de la turbiedad en la etapa de sedimentación, según el criterio expuesto en el presente trabajo, el funcionamiento del sedimentador es aceptable, ya que para esa turbiedad del agua bruta, no es posible esperar remociones mayores de turbiedad. CONCLUSIONES Cuando las plantas son supervisadas por equipos técnicos capacitados, el funcionamiento de las unidades de tratamiento obedece a ciertos criterios, que establecen pautas de operación. 8 Sin dejar de desconocer que el proceso de sedimentación se ve influenciado por otros parámetros, que no han sido considerados, este concepto de evaluación, puede ser aplicable cuando se cuenta con datos confiables que permitan construir las curvas utilizadas. En plantas grandes, que cuenten con mediación continua de turbiedad, es posible establecer un sistema de control, que compare la turbiedad del agua sedimentada con la turbiedad de referencia, acoplado a un sistema de alarma. Actualmente, se está desarrollando este concepto para realizar un control operativo primario de las plantas de tratamiento modulares utilizadas para el abastecimiento a pequeñas localidades. Referencias: 1. Jorge Arboleda Valencia: “Teoría y práctica de la purificación del agua”, 1992 2. Culp/Wesner/Culp: “ Handbook of Public Water Systems”, 1986 3. Luiz Di Bernardo “ Métodos e Técnicas de Tratamento de água”, ABES, 1993 4. M. Robin, Westersund, O. Cole and Roccaro: “ Evaluation of Roughing Filtration Design Variables”, AWWA, 1994 5. McGraw-Hill, Inc. “Water Quality and Treatment”, AWWA, Fourth Edition, 1992 9