Duca Carolina Legajo: 92385/3 La racionalidad tecnológica La racionalidad ha sido definida desde distintos enfoques: WEBER la define como la forma de la actividad capitalista; es decir como la racionalidad de los medios. MARCUSE la ha definido en base a la forma del ejercicio de control; es decir a la institucionalización de un dominio que se presenta, aparentemente como alejado del político. La denomina la racionalidad del dominio. Este autor plantea al concepto de razón técnica como sinónimo de ideología, no solo por su aplicación; la técnica misma es un dominio sobre la naturaleza y sobre los hombres, un dominio metódico, científico, calculado y calculante. Los fines e intereses entran ya en la construcción misma del aparato técnico. La técnica es en cada caso un proyecto histórico social en el que se proyectan lo que los intereses dominantes de una sociedad tienen el propósito de hacer con los hombres y las cosas. Reconoce que la opresión que se impone sobre los sujetos parece desaparecer de la conciencia debido a que la legitimación ha adquirido un carácter distinto: la creciente productividad y el dominio de la naturaleza, proporcionan también a los individuos una vida más confortable. Las relaciones de producción existentes se presentan como la forma de organización técnicamente necesaria de una sociedad racionalizada. La ausencia de libertad aparece como el sometimiento a un aparato técnico que hace más cómoda la vida. La racionalidad tecnológica respalda ese modo de legalidad del dominio y el horizonte instrumentalista de la razón se abre a una sociedad totalitaria de base racional.1 Esta apelación a imperativos técnicos solo es posible por la racionalidad de la ciencia y de la técnica ya que es por su propia esencia una racionalidad del dominio. HABERMAS sostiene que la racionalidad es política en la medida en que la transformación de la naturaleza tiene como consecuencia la del hombre, y en que la maquinaria del universo tecnológico es “como tal”, indiferente frente a los fines políticos (para servir de acelerador o freno a una sociedad).da un Ej. Una calculadora puede servir lo mismo a un régimen socialista que a un régimen capitalista. Pero si la técnica se convierte en la forma global de producción material define entonces a toda una cultura y proyecta una totalidad histórica – un mundoLa definición subyacente a este autor es la de racionalidad instrumental, la cual es regulada desde el marco institucional de la sociedad. FAINHOL “Se rechaza el instrumentalismo y la neutralidad de la tecnología, al afirmar que la “racionalidad tecnológica” debería devenir en “racionalidad comunicativa y política” como un escenario cultural de desocultamiento de intereses hegemónicos de culturas homogeneizadoras con un debate social de alternativas civilizatorias y por ende formativas de modo mediado”2 En la racionalidad hay un intento por adelantar o preveer los resultados. El problema consiste en si esta predicción puede ser absolutamente confiable y eficaz. En condiciones de riesgo cada acción posible trae asociada consecuencias probables. No hay una opción que se dibuje como objetivamente óptima, el resultado depende del criterio de elección que se utilice. En condiciones de incertidumbre ni siquiera se dispone de la probabilidad de las consecuencias, se basan en las expectativas de los agentes en función de su apreciación subjetiva de las consecuencias de cada opción. Estas condiciones afectan la concepción de racionalidad tecnológica, la cual que lejos de ser neutral y exacta, posee márgenes de riesgo e incertidumbre en su propio seno, lo que se relaciona con los factores propios de la tecnología y su desarrollo: - Dificultad para conocer las consecuencias a medio y largo plazo de las tecnologías – para proceder de manera eficazmente racional seria necesario preveer de ante mano las consecuencias de la implementación de una nueva tecnología o la modificación de una actual para el presente y para el futuro- Efectos colaterales, no intencionales, de las acciones – sobre todo los efectos negativos, una opción que parece tecnológicamente óptima puede tener consecuencias colaterales desastrosas en el medio ambiente, que la misma tecnología ha sido capaz de predecir. - La irreversibilidad de los efectos producidos. Esta idea se encuentra citada en el texto de Habermas del texto de MORIS JOAQUIN, (1964): “El hombre unidimensional” México, 1968, pp.177. 2 En: http://www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.VisualizaArticuloIU.visualiza&articulo_id=10883 1 (CEREZO)Estas condiciones marcan un claro límite a la idea de que la tecnología es un ámbito máximamente racional y que el desarrollo tecnológico se basa en el control racional de la realidad, hay cosas que se conocen parcialmente o se desconocen. A pesar de ello se ha ido tomando conciencia de la necesidad de definir procedimientos que den cuenta del riesgo y la incertidumbre en la toma de decisiones. Se han elaborado métodos para calcular el factor de riesgo elaborando modelos más o menos sofisticados. Son las decisiones humanas las que establecen la aceptación o no de las tecnologías y sus consecuencias, no son las tecnologías en si mismas buenas o malas, si no sus aplicaciones. El desarrollo de las tecnologías es difícil de detener porque hay intereses de todos tipos (económicos, políticos, ideológicos) inherentes a ello. Cerezo plantea que hay dos tipos de salidas: reforzar el cumplimiento del acuerdo con sanciones o recompensas (los organismos internacionales tendrían que ocuparse de esa tarea) o apelar a razones de tipo moral sobre lo que hay que hacer independientemente de lo que hagan los demás. Ninguna de las dos garantiza que se alcance el mejor resultado colectivo.