Ecuador debe mejorar su productividad - SelectedWorks

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From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena
April, 2007
Ecuador debe mejorar su productividad
Guillermo Arosemena
Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/39/
Ecuador debe mejorar su productividad
Guillermo Arosemena Arosemena
La eficiencia encierra todo: mayor educación y conocimientos, mayor nivel de
vida, mayor competitividad, etc.; es uno de los máximos logros que pueda
aspirar un país. La productividad expresa una relación entre producción
obtenida y recursos productivos utilizados. La relación del producto por hora
empleada ha sido la medida tradicional de la productividad; su aumento permite
reducir costos, disminuir precios e incrementar el volumen de ventas. La
productividad tiene que ver con organización, innovación y tecnología, así
como conocimientos y habilidades, atributos que lamentablemente son escasos
en Ecuador. Estas debilidades explican los reducidos niveles de productividad
agrícola e industrial que tienen la mayoría de los productos exportables
ecuatorianos. Años atrás frecuente se escuchaba que los bajos rendimientos
del cacao y café, se debían a que los huertos eran viejos. Actualmente, los
productos no tradicionales también arrojan baja productividad. El mango es un
claro ejemplo: Este producto agrícola rinde 9 toneladas de productos de
exportación por hectárea de promedio, cuando nuestros países competidores
producen hasta 30 toneladas.
En la obra, El poder de la Productividad, su autor William Lewis, de McKinsey,
prestigiosa consultora gerencial multinacional comenta sobre los estudios
realizados por él, de años del comportamiento de las economías y empresas
de varios países. Para Lewis la productividad es la principal fuerza creadora de
prosperidad. En el gráfico #1 aparece el rendimiento de trabajadores de países
europeos, asiáticos y Estados Unidos. Claramente se aprecie que hay
diferentes niveles de productividad, siendo Estados Unidos el que produce
más entre todos ellos.
Gráfico #1
Producción por trabajador industrial en el 2005
Fuente: Ministerio de Trabajo, Estados Unidos
En un mundo donde prevalece la ventaja competitiva, como medio para crecer
y conquistar mercados, la productividad se convierte en la solución para lograr
el éxito. Pero si no sabemos implementarla ni medirla; competir, crecer y lograr
el beneficio económico, son eventos que se hacen inalcanzables.
La productividad determina el grado de eficiencia con que se usan los recursos
del país. En el caso de los recursos humanos, la productividad establece el
nivel de salarios y en el caso de los recursos financieros, la productividad del
capital determina la tasa de retorno para los accionistas. Un nivel elevado de
productividad, proporciona mayores ingresos para los ciudadanos, les permite
tener más tiempo para distraerse y genera más impuestos para el estado.
La productividad constituye uno de los factores más determinantes de la
competitividad y es uno de los principales indicadores del crecimiento
económico. Su evaluación refleja el uso eficiente de los recursos productivos,
se traduce en el crecimiento del producto interno bruto y contrarresta los
efectos inflacionarios. La productividad proporciona permanencia en los
mercados internos e internacionales, permite a las empresas líderes crecer con
más rapidez que el promedio. Cuanto más una empresa eleva la productividad
frente al promedio industrial, mayor es la tasa de beneficio. Las que tienen un
desempeño pobre en este sentido pierden mercados y eventualmente
desaparecen.
El aumento de la productividad se explica en gran medida por el progreso
técnico y el desarrollo del conocimiento. El incremento de la productividad
obedece a los rendimientos crecientes en la acumulación de los factores de la
producción: capital físico, tecnología, capital humano e infraestructura física.
Pero el crecimiento continuo del nivel de productividad, demanda que la
economía de un país se actualice permanentemente, por medio de la
superación de la calidad de los productos, mejoras en las tecnologías y
aumentos de eficiencia en la producción. Aquellas empresas que basan su
competitividad en los factores de la mano de obra barata o recursos naturales,
son altamente vulnerables y propensas a ser imitadas y terminan operando con
baja rentabilidad. Esta estrategia que aparentó ser beneficiosa en los países
asiáticos, terminó siendo equivocada.
En una entrevista publicada en el Wall Street Journal, Michael Porter, autoridad
en estrategia y competitividad, afirmaba: “De acuerdo con nuestro análisis, el
83% de las diferencias en el PIB per cápita se explican por la competitividad
empresarial. Es decir, cuando un país realmente está superando en el
mejoramiento del ingreso, en igualdad de condiciones, lo más seguro es que
sea por sus empresas“. Este comentario es demoledor para quienes piensan
que disminuyendo los costos de los servicios públicos, sorpresivamente las
empresas ecuatorianas serán altamente competitivas. Quienes piensan de esta
manera se están engañando.
Si en el pasado la eficiencia era importante para hacer crecer la economía, en
un mundo cada vez más globalizado, es indispensable ser productivo. En un
reciente estudio de CEPAL, se observa que la productividad mejoró en Ecuador
entre 1950 y 1973, pero decayó para el 2004. Así mismo el gráfico indica que
nuestra productividad está entre las peores de un grupo de países de nuestra
región e Iberia.
Productividad América latina e Iberia comparada con Estados Unidos
1950 y 2004
El principal objetivo de Ecuador debe ser mejorar la productividad, ésta es la
herramienta más eficaz y factor determinante para aumentar el nivel de vida de
las personas y el crecimiento continuo es la fuente central y perpetua para
acumular bienestar. Hay que tener presente que las mejoras en la tasa de
productividad determinan la rapidez con que se incrementa la prosperidad.
Todo empresario ecuatoriano, pequeño, mediano y grande, debe tener como
principal objetivo, hacer más con menos.
Mejorar la productividad se inicia reduciendo los desperdicios, pero no
solamente los convencionales, los que tienen que ver con materia prima y
materiales. Cuando me refiero a desperdicios estoy hablando también de
desperdicios de movimiento de material, sobreproducción, corrección, procesos,
movimientos, falta de sincronía, obsolescencia de procesos, irregularidad y
sobrecarga. Para identificarlos y eliminarlos se hace necesario conocer el
sistema Toyota, el cual se inicia haciendo un profundo estudio de los procesos
existentes en las empresas para determinar dónde se encuentran actividades
redundantes e innecesarias, para identificar las áreas donde existe
desperdicios, donde no hay valor agregado, etc
La productividad es producir más unidades, con menos insumos, sean éstos,
mano de obra o capital. Para Krugman, el crecimiento sostenido sólo se logra
incrementando lo que los economistas llaman Factor Total de Productividad
(FTP), índice que toma en consideración la productividad de la mano de obra y
la del capital. Usar sólo una de ellas, no proporciona información 100%
confiable, por lo que la medición de la economía es incompleta. Este polémico
profesional, mantiene que el TFP es el mejor índice para medir la eficiencia de
la economía y se logra aumentarlo, organizando mejor la fuerza laboral y
haciendo mejoras tecnológicas e innovaciones. El país se beneficia cuando
ambos índices de productividad están creciendo, mano de obra y capital.
Cuando el aumento del FTP es inferior al de la mano de obra, se debe a que,
el país ha estado invirtiendo más cantidad de recursos en capital, lo que no es
favorable.
La productividad determina el grado de eficiencia con que se usan los recursos
de un país. Si se la mide a nivel de fábrica, significa hacer más unidades en el
mismo tiempo. En el caso de los recursos humanos, la productividad establece
el nivel de salarios y en los recursos financieros, la productividad del capital
determina la tasa de retorno para los accionistas. Un nivel elevado de
productividad proporciona mayores ingresos para los ciudadanos, les ofrece
más tiempo para distraerse y genera más impuestos para el estado. Para
mantener el incremento continuo del nivel de productividad, es necesario que
la economía del país se actualice permanentemente , por medio de mejoras en
la calidad de los productos, en las tecnologías y aumento en la eficiencia de
producción.
IMD, famoso centro de enseñanza avanzada en
Lausana - Suiza,
especializado en establecer para el World Economic Forum (Foro Económico
Mundial ), puntajes de competitividad entre más de 110 países, define a la
productividad como “ la habilidad de un país para crear valor agregado y así
incrementar la riqueza nacional, a través de la gerencia de activos y procesos,
atractivo y agresividad, globalidad y proximidad e integrando estas relaciones
en un modelo económico-social ”. El economista Todd G. Buchhilz, en su libro
New Ideas from Dead Economists ( Nuevas Ideas de Economistas fallecidos),
la define en esta forma : “ El asunto es: si un país usa sus preciosos recursos
para producir bienes con el más alto o más bajo costo de oportunidad ”.
La productividad sube: 1) cuando aumenta el ahorro e inversión.
Incrementando ellos, el país multiplica su stock de capital, el cual aumenta la
capacidad industrial y pone a la disposición de la fuerza laboral los medios para
producir mayores volúmenes de productos finales. Esta es la explicación de los
milagros económicos asiáticos; 2) mejora la educación y entrenamiento de la
fuerza laboral; 3) cuando los gobiernos dictan políticas coherentes; 4) cuando
las instituciones del sector público y privado son sólidas; 5) cuando se logran
economías de escala; 6) cuando se reducen los impuestos; 6) cuando
aumentan las inversiones en investigación y desarrollo, no tanto en nuevos
productos, sino en nuevos procesos; 8) cuando las empresas usan tecnologías
vanguardistass;9) mejora la calidad gerencial y la cooperación de los
trabajadores y 10) a medida que la curva de aprendizaje y de experiencia de
los obreros o empleados disminuyen.
La productividad desciende cuando: 1) las
inversiones caen;
2)l os
trabajadores se desmotivan; 3) los gobiernos introducen trabas, leyes con
excesivos beneficios a los trabajadores o con excesivos controles en las áreas
de la seguridad y ambiente; 4) aumenta la capacidad ociosa instalada. En
Estados Unidos, el 30% del descenso de la productividad se atribuye a la
capacidad ociosa de las plantas y el 40% a cambios en la mezcla de productos
y servicios; 5) se incrementan los impuestos; 6) no se ahorra y se consume
demasiado y 7) las tecnologías se agotan.
Los países más ricos son los que tienen el nivel de productividad más alto, y
en ellos, el estado posee el menor porcentaje de participación en la economía,
al compararse con los demás
La ausencia de prácticas restrictivas y el apoyo y protección al esfuerzo
innovador, han llevado a las economías avanzadas a incrementar la
productividad en el trabajo a niveles nunca antes soñados. El extraordinario
nivel de eficiencia ha permitido que los precios de los productos caigan a
valores muy competitivos. Hay computadoras que se venden a menos de mil
dólares, cuando 25 años atrás, las de menor capacidad se ofertaban en más
de 100.000 dólares. Los precios de los bienes que fabrican las empresas del
siglo XXI, han disminuido en tales proporciones que, en opinión de William
Gates, inventor del sistema operativo Windows, si esta reducción se hubiera
dado en la industria de la fabricación de aviones, el precio de un Boeing 747,
sería inferior a mil dólares. Paralelamente la capacidad de esos productos,
sea en velocidad de procesamiento o almacenaje, ha aumentado en forma
geométrica; la calidad también ha mejorado.
La productividad es la principal herramienta del desarrollo sostenido. El
crecimiento de la productividad es el indicador económico más importante
porque determina cuan rápido puede
crecer el nivel de vida. El
crecimiento más rápido de productividad es la clave para niveles de vida
más altos, al lograr maximizar los recursos del país. La productividad permite
crecer a las economías a tasas superiores al 10 % anual.
Para mantener constante el crecimiento de productividad, la rata de
introducción de nuevas tecnologías y nuevos
productos,
necesita
mantenerse en crecimiento. Se debe tener presente que las tecnologías se
agotan y se presenta lo que los expertos llaman “discontinuidades” (tiempo de
estancamiento hasta que surge una nueva tecnología).
Lester Thurow, economista de prestigio internacional, sostiene que la
productividad, es el corazón de la economía. Para él, nuestra habilidad de
consumir se encuentra supeditada a nuestra habilidad para producir. Si
producimos más por hora, cada uno de nosotros tenemos más poder de
compra para adquirir las cosas que deseamos. Para Thurow existen tres
factores que determinan el crecimiento de la productividad: 1) ¿qué tan rápido
está la frontera económica conduciendo a actividades de mayor productividad;
2) ¿qué tan rápido la economía está rechazando actividades de poca
productividad? y 3) ¿Cuál es la distribución de las actividades entre estos dos
extremos?.
El crecimiento de la productividad es esencial si un país espera milagros
económicos. Como bien señala Robert L. Heilbroner, uno de los grandes
exponentes de la economía del desarrollo, “...la ecuación del crecimiento se
basa en la oferta de ahorros disponibles para la formación de capital y la
productividad de esos ahorros cuando se ponen en uso”
Si repasamos la historia encontramos que países que no pusieron interés a la
productividad perdieron liderazgo económico. Habiendo sido Inglaterra la
nación más poderosa del mundo durante el siglo XIX, con el pasar de las
décadas se convirtió en país de segunda clase, por no haberse preocupado de
aumentar su productividad. Es una lección que debe aprender los ecuatorianos,
gobernantes y empresarios. Mientras que naciones que sí pusieron interés en
la productividad lograron enormes progresos. Japón experimentó el mayor y
sostenido aumento de su productividad y este evento económico, se atribuyó a
que durante los últimos 20 años, la tasa de crecimiento del ahorro fue 25%
mientras que en Estados Unidos, apenas el 8%. Igual situación ocurrió con la
tasa de crecimiento de la inversión total que se incrementó en 20% anual
versus 7% para los Estados Unidos. Estar rezagado frente a Japón, no significó
que ese país se estancó. La productividad agrícola e industrial aumentó
sensiblemente en varias veces los índices del siglo XIX. En Ecuador ocurrió
todo lo contrario. Por esos años, el cacao tenía un rendimiento de 9 quintales
por hectárea que era considerado el mejor del mundo. Dos cientos años
después, nuestro rendimiento no es superior a los 6 quintales y es la nación
que tiene el índice más pobre entre todos los productores.
La productividad permite a las empresas crear bienes y servicios
productivamente en tal forma que se puedan pagar mejores sueldos a los
empleados e incrementar el retorno del capital invertido. Son las empresas, es
decir la microeconomía quienes crean la riqueza de todo país y todo gobierno
visionario debe interesarse, en mejorar las capacidades microeconómicas. Sus
cimientos reposan en la calidad del entorno empresarial, el cual está
influenciado por condiciones de factores: a) infraestructura física: caminos,
puertos, aéreopuertos, telefonía, etc; b) infraestructura administrativa:
seguridad personal, independencia judicial, calidad de las leyes, nivel de
burocracia, etc; c) infraestructura de información: grado de utilización de
computadoras, correo electrónico, etc; d) disponibilidad de capital : grado de
sofisticación de los mercados de capital, acceso a las bolsas de valores,
facilidad en accesar a préstamos y capital de riesgo; e) recursos humanos:
calidad de la educación primaria y secundaria, de los ingenieros i científicos y
de las facultades de administración de negocio; f) ciencia y tecnología:
inversión pública y privada en investigación y desarrollo, colaboración de las
universidades en estas áreas y de las instituciones privadas de investigación
científica
Las empresas que operan con baja productividad se encuentran en industrias
cuya demanda está estancada o descendiendo. Las industrias moribundas no
pueden ser eficientemente gerenciadas. En estas empresas, cada uno piensa
en cómo proteger lo que tiene en lugar de cómo construir algo mejor. Los
servicios no mejoran la productividad (ejemplos: los guardias de seguridad). Si
los recursos se canalizan en inversiones en industrias que por naturaleza son
de baja productividad como es la construcción, el crecimiento de la
productividad puede disminuir.
La productividad se debe medir a largo plazo y es una equivocación pensar
que se puede resolver en corto plazo los problemas de un país. Krugman
claramente advierte que la productvidad es el principal factor para determinar el
crecimiento económico a largo plazo.
En las naciones prósperas, como los costos de fabricación no son posibles de
reducir porque se usan las materias primas con el máximo nivel de eficiencia, la
única forma de competir es mejorando la productividad, es decir, modernizando
los procesos de producción. En el sector agrícola se logra sacando semillas se
superior rendimiento, los métodos de siembra y cosecha y en el sector
comercial, computarizando el trabajo de oficina y simplificando las tareas. Así
compiten las grandes potencias económicas como Estados Unidos, Japón,
Alemania y Francia.
Con la productividad se logra la competitividad. No puede haber progreso
económico, sin una política nacional de competitividad. El éxito de los inventos
no solo se debe a que pasan a satisfacer las necesidades de los usuarios, sino
que, el precio que se paga por ellos, por el crecimiento del mercado, sufren
impresionantes bajas, lo que permite que el progreso pueda llegar a la mayoría
de la población. Los países que producen bienes costosos y que no se pueden
diferenciar de los demás, son naciones cuyos ciudadanos tienen un bajo nivel
de vida. Lamentablemente el Ecuador es un ejemplo de ellas. Nuestros
productos exportables no son únicos tienen alto costo. La diferenciación que
existió en el cacao, de ser aromático e indispensable en la formulación del
chocolate, por la irresponsabilidad de algunos agricultores y de la mayoría de
los intermediarios, que se dedicaron a mezclar el cacao con desperdicios, fue
desapareciendo con el transcurso de los años y en la actualidad, penosamente
el grano ecuatoriano ha dejado de tener el premio en el precio que recibió
durante décadas.
El laureado Robert Solow, también sostuvo que la inversión incrementaba la
productividad de la mano de obra.
La herramienta más poderosa para alcanzar la prosperidad, tanto en las
empresas como en los países es la productividad -aumento de la producción
por hora de mano de obra-Lamentablemente en el Tercer Mundo hay poco
interés en ella, lo que explica la falta de indicadores de eficiencia a nivel macro
y micro. En efecto, en el reporte de competitividad del Banco Central del
Ecuador, publicado desde hace varios años, hay solo un análisis de
productividad y la mayoría de las empresas de nuestro país no tienen
indicadores de productividad.
Si el Estado no pone interés en crear las condiciones para mejorar la
productividad, impulsando la educación, investigación y desarrollo tecnológico,
así como facilitando la inversión en maquinaria y equipos, jamás se puede
esperar ser productivos. Ecuador es ejemplo de muy mala productividad, la
evidencia está a la vista con los pésimos rendimientos agrícolas e industriales
que tiene; lo mismo ocurre en el sector servicios, particularmente en las
instituciones y empresas estatales.
Sin productividad no puede haber competitividad y la falta de ésta es el
obstáculo más grande que tiene Ecuador, es lo que lo ubica entre los últimos
puestos en el Índice de Competitividad Global; también es causa del temor que
tiene la mayoría de las empresas a competir en el exterior y lo que estimula al
gobierno ecuatoriano a escudarse en nuestro lamentable nivel de atraso, para
obtener ventajas en convenios comerciales regionales. Tenemos medio siglo
alegando que por ser pobres, debemos recibir ventajas.
Ser eficiente tiene mucho que ver con conocimientos, actitudes, forma en que
se organiza el trabajo y aprecio por la tecnología; 4 elementos que son escasos
en nuestro país y hasta no lograr su fomento, difícilmente estaremos en
condiciones de competir en el mercado mundial.
En mi práctica privada, como consultor gerencial, puedo darme cuenta del
pobre interés de la gerencia en desarrollar mecanismos para incrementar la
productividad; hacerlo demanda tiempo, hay que fijarse en el detalle, se
necesita crear sistemas dentro de las empresas, entre otros fines para
desarrollar sistemas de información capaces de obtener todo tipo de datos,
requiere creatividad para diseñar indicadores para evaluar los resultados, etc.
Mejorar la productividad no se consigue de la noche a la mañana, se necesita,
organización, disciplina, análisis, constancia, etc. Toma tiempo producir
resultados y hay que invertir para lograr mayor rentabilidad; estos dos
esfuerzos, no son aceptados por gran parte de los ecuatorianos, quienes
prefieren poner en práctica la ley del mínimo esfuerzo y no esperar a ver
resultados.
Hace pocos días se publicaron las conclusiones de un estudio hecho por dos
profesores de MIT, prestigiosa universidad estadounidense, comparando la
productividad de Estados Unidos con la de Europa. Los resultados revelan que
a través de las décadas, la productividad del primero ha venido
incrementándose, mientras que se ha estancado la de la segunda. Estados
Unidos, entre 1974 y 1995, creció 1,4% por año; entre 1995 y 2000 aumentó
2,5%; entre 2000 y 2004, fue 3,5% y el año anterior, 5,4%. A qué se deben las
diferencias, cuando ambos tienen acceso a la misma tecnología de información.
¿Por qué entonces hay notables diferencias en productividad. La diferencia se
encuentra en la calidad de la gerencia, en la forma como ésta organiza el
trabajo. El diseño de los procesos, tiene mucho que ver con cumplir la gestión
en el menor tiempo posible y conseguir mejor calidad. Hay empresas que
tienen procesos engorrosos, donde hay actividades repetidas o innecesarias
que no aportan nada al trabajo que se realiza. Existen métodos para analizar la
forma de trabajar y encontrar alternativas para reducir costos y tiempos, sin
desmejorar la calidad del producto o servicio. La forma como los empleados
son remunerados basados en méritos, técnicas de producción para eliminar
todo tipo de desperdicios, gerencia de gestión y grado de autonomía de los
empleados, son también otros factores que contribuyen a mejorar la
productividad. Finalmente el uso apropiado del correo electrónico y el comercio
en el Internet, han hecho importantes aportes. Según la consultora McKinsey,
el estancamiento de la productividad europea se atribuye al exceso de
regulaciones y trabas burocráticas que existen en ese continente
Llenarse de computadoras solamente, no es la respuesta para ser más
eficiente. He tenido la oportunidad de hacer trabajos profesionales en
compañías que tienen centenares de monitores y PC, pero están muy distantes
de trabajar productivamente por varias causas: no tienen módulos informáticos
apropiados, parte de la información está en línea y parte se encuentra en hojas
electrónicas de cálculo (Excel), etc. Aun en empresas que tienen buenos
paquetes informáticos, estos generalmente no son usados óptimamente por los
usuarios, por no existir la auditoria de sistemas. Toda empresa de mediano
tamaño para arriba, debe tener 3 tipos de auditoria: contable, sistemas y
gestión de calidad.
En un estudio sobre la productividad en América Latina, publicado por CEPAL
hace dos años, cubriendo período de 40 años (1960-2000), se advirtió que la
eficiencia en nuestra región era muy mala comparada con la asiática. La
ecuatoriana fue negativa en dos décadas. Ecuador tiene las respuestas para
mejorar la productividad.
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