INTRODUCCION A LA TERAPIA MARITAL El propósito de esta introducción es darles una idea de lo que es la Terapia Conyugal y en qué consiste, para que puedan prepararse mejor para participar en ella. El objetivo de la Terapia Marital es mejorar la calidad de la convivencia de cada pareja y su comunicación, mejorando sus habilidades para resolver problemas familiares, ayudando a hacer su relación más estrecha y feliz. Estos objetivos se consiguen a través de un proceso de aprendizaje que guiarán los dos terapeutas aquí presentes. El amor y el acuerdo entre los miembros de cada pareja es importante. Si no fuera por amor y el deseo mutuo de mejorar, no estarían aquí trabajando para mejorar su relación. Pero el amor no es una palabra ni un concepto abstracto. Amar consiste en intercambiar palabras y actos agradables entre dos personas, persistiendo largo tiempo. Amar también consiste en tener voluntad para superar las diferencias a la hora de solucionar los problemas que siempre existen, así como ser tolerante con los defectos y debilidades del otro, así como el otro lo es con nosotros. El amor no dura mucho cuando la hostilidad, los reproches y las acusaciones mutuas surgen a diario. Una pareja puede ser feliz únicamente cuando los dos miembros realizan acciones y expresan frases que hacen al otro sentirse feliz, amado y admirado. Cada persona en una pareja necesita afecto, sexo, compañía, comunicación, aprobación y reconocimiento. Cada miembro de la pareja puede contribuir al funcionamiento del matrimonio y de la familia, participando en las siguientes actividades: Economía doméstica Compras y arreglo de la casa Actividades para el tiempo libre Cuidado de los hijos... La satisfacción y la felicidad en el matrimonio crece de la armonía e intercambio de aportaciones de los dos cónyuges a estas necesidades. Esto no quiere decir que cada persona deba olvidar su propia identidad y consagrar su vida a satisfacer al cónyuge, sino que el éxito está en el mutuo intercambio de amor y respeto. Cuando una pareja sufre por el deterioro de su relación, nosotros no pensamos que uno de ellos es el centro del problema. No intentamos buscar culpable. Centramos nuestra relación, y en el qué podemos hacer para incrementar el intercambio de conductas amorosas y respetuosas entre los cónyuges, para mejorar sus habilidades para resolver problemas y para disminuir su tendencia a herirse y criticarse. Contrariamente a lo que se crea popularmente, el amor no es "el destino", ni es el amor de las películas de Hollywood; tampoco es una circunstancia especial que sólo se da una vez en la vida. No es un milagro de la naturaleza ni un poder misterioso. AMOR ES LO QUE HACEMOS Y LO QUE DECIMOS Amor es lo que hacemos y lo que decimos para acercarnos a los demás, y amor es lo que ellos hacen para acercarse a nosotros. Y desde el momento que el amor y la felicidad de una pareja se basa en la interacción persona a persona, sus ingredientes pueden enseñarse, practicarse y aprenderse. El objetivo específico del aconsejamiento marital, es ayudarles a aprender nuevas habilidades de comunicación y nuevas técnicas para resolver problemas que pueden mejorar su intercambio de acciones y palabras amorosas. Creemos que Vd. puede aprender a especificar las conductas que le gustan de su pareja y las que no, y aprender a expresarle estos sentimientos de agrado o desagrado. Puede aprender a especificar las conductas agradables cuando las recibe de su cónyuge, y pueden aprender la forma de llegar a un acuerdo con sus diferencias y conflictos de manera mutuamente satisfactoria. Si Vd. es hábil para aprender estas habilidades, encontrará que su relación se vuelve más gratificante, rica y profunda. Las habilidades de comunicación y de resolución de problemas que facilitan el éxito de una relación, pueden ser aprendidas en sesiones a solas o en grupo con el terapeuta, pero en la forma que sea se espera mucho de cada cónyuge en estas sesiones. Cada persona debe ser honesta respecto a los que está bloqueando una relación satisfactoria, y practicar las conductas clave para conseguir esa relación que desea. Cuando los terapeutas prescriben ciertas normas y ejercicios, es igual que si el médico les recetara unas pastillas: Sólo si Vd. sigue las instrucciones conseguirá el efecto deseado. Algunos ejercicios se hacen en las sesiones bajo la dirección del terapeuta, pero lo más importante es repetirlos en el ambiente personal de cada uno si queremos que su efecto sea duradero. Como decíamos, los "deberes" no siempre serán fáciles. No es que los ejercicios sean difíciles, sino que en las parejas en las que la relación es poco satisfactoria, sus miembros deben volver a aprender o aprender mejor, lo que hacían y decían cuando se enamoraron, cuando decidieron que existían múltiples razones para desear la compañía del otro. Uno de los primeros pasos para aumentar la efectividad de la comunicación con su pareja es especificar lo que le gusta y lo que no. Empiece Vd. a hablar de forma clara con su pareja, pregunte y responda. Esto es a veces más difícil de lo que parece. Muchas personas tienen gran dificultad para expresar claramente sus sentimientos. Pero piense que si no sabemos expresar directa y llanamente nuestros deseos, sentimientos y emociones, nuestro cónyuge no tiene porque adivinarlos por más que nos conozca. No confundamos la falta de información con la falta de amor. Y por último vamos a especificar una serie de normas generales para el seguimiento de la terapia: A) En una pareja con problemas no hay culpable o enfermo. El "paciente" es la relación. B) La terapia está centrada en trabajar el presente. Repasar el cómo y el porqué de las pasadas frustraciones y errores, no lleva a ninguna parte. C) Nuestra estructura de terapia implica la asistencia a todas las sesiones y la realización de las tareas como requisito para la permanencia en la misma. Si ello no fuera posible en alguna ocasión, póngase en contacto con uno de los terapeutas. D) Nuestra terapia no pretende solucionar todos y cada uno de sus problemas específicos. Nuestra tarea consiste en enseñarles habilidades de comunicación y solución de problemas para que cada pareja resuelva de modo autónomo no sólo sus problemas actuales sino también aquellos que pudieran plantearse en el futuro.