CERRAMIENTO DE VIA PUBLICA VEHICULAR Y PEATONAL

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CERRAMIENTO DE VIA PUBLICA VEHICULAR Y PEATONAL - No implica
violación al espacio público al no estar demostrado / ZONAS DE CESION
OBLIGATORIA GRATUITA - Deben estar demarcadas por localización y
linderos en la escritura de constitución de la Urbanización / INVASION DE
ESPACIO PUBLICO - Para su ocurrencia debe probarse que el bien está
en cabeza del Distrito Capital y su destinación al uso público / ACCION
POPULAR - No procede al no demostrarse que el cerramiento de una vía
peatonal invade el espacio público / CESION GRATUITA DE AREAS
PUBLICAS - Requisitos
El cerramiento a que se refiere el accionante podría estar construido sobre
parte de una zona de cesión obligatoria gratuita, pero no obra en el expediente
documento idóneo que permita establecer con certeza la titularidad del bien y el
área destinada al uso público. El artículo 756 del Código Civil dispone que la
tradición del dominio de los bienes raíces se efectúa por la inscripción del título
en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos. Como se indicó el SIDEP
tiene en sus registros un número de matrícula inmobiliaria a la que hace
referencia, pero dicho documento no obra en el expediente; igualmente no
obran en el plenario la Resolución mediante la cual el DAPD aprobó los planos
definitivos de la Urbanización, el Acta de toma de posesión de las áreas
cedidas y la destinación, ni la Escritura Pública mediante la cual se declara la
propiedad pública a favor del Distrito Capital sobre las zonas de cesión de la
Urbanización El Rincón de los Ángeles. Estima la Sala que no obran en el
expediente los elementos probatorios idóneos que permitan determinar con
certeza cuáles fueron exactamente las zonas cedidas al Distrito Capital por la
Urbanización El Rincón de los Ángeles y que están afectas al fin de uso
público, ni constatar la tradición de dichas zonas para determinar que ostentan
la calidad de “bien público”, y así verificar si el cerramiento en controversia
invade o no espacio público. Por otra parte, si bien de las afirmaciones tanto
del demandante como de las autoridades que intervinieron en el presente
proceso (DADEP, DAPD y la Alcaldía Local) se podría deducir la presunta
vulneración del espacio público, no cuentan con respaldo probatorio, pues no
basta afirmar que “la invasión es evidente” sino que, se reitera, debe estar
probado dentro del proceso que la propiedad del bien está en cabeza, como en
el caso, del Distrito Capital y su destinación al uso público, ya que la sola
existencia del cerramiento no implica vulneración del derecho colectivo. De
conformidad con la normatividad que regula las zonas de cesión obligatorias y
gratuitas (L. 9/89, D. 217/97, D. 161/99, mofic. D. 823/00), estás deben estar
demarcadas por localización y linderos en la escritura de constitución de la
Urbanización que debe contener una cláusula que exprese que “el acto implica
cesión gratuita de las áreas públicas objeto de cesión obligatoria al Distrito
Capital”, además que la Procuraduría de Bienes del Distrito (Hoy DADEP) debe
adelantar las acciones necesarias para la transferencia y titulación de tales
zonas, suscribir las escrituras públicas y registrarlas para que se abran los
folios de matrícula inmobiliaria que correspondan a la cesión. Así las cosas, la
Sala considera que la acción popular incoada no tiene vocación de prosperidad
al no existir en el plenario prueba que demuestre, sin lugar a duda, que el
cerramiento indicado por el actor invade “espacio público”, razón por la cual se
confirmará la decisión apelada.
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN CUARTA
Consejera ponente: MARÍA INÉS ORTIZ BARBOSA
Bogotá, D. C., seis (6) de agosto de dos mil tres (2003)
Radicación número: 258000-23-27-000-2002-01417-01
Actor: ROBERTO RAMÍREZ ROJAS
Demandado: ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTA D.C.
Referencia: Acción Popular contra la Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C.
Apelación sentencia de 30 de abril de 2003 del Tribunal Administrativo de
Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección B.
FALLO.
Procede la Sala a decidir el recurso de apelación interpuesto por el
demandante contra la sentencia de 30 de abril del 2003 del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección “B”, mediante la
cual negó el amparo de los derechos colectivos invocados.
ANTECEDENTES
El señor ROBERTO RAMÍREZ ROJAS en nombre propio interpuso acción
popular contra la Alcaldía Mayor de Bogotá D. C., por considerar vulnerados los
derechos e intereses colectivos al goce del espacio público y la utilización y
defensa de los bienes públicos y a la moralidad administrativa.
A continuación se sintetizan los hechos que motivaron la acción popular:
Manifestó que a la fecha de presentación de la demanda, en “la calle 6B entre
carreras 74 A y 75”, y desde hace “varios años”, existe un cerramiento ilegal
de la vía pública vehicular y peatonal, toda vez que allí están instaladas
“sendas rejas metálicas de más de dos metros de alto y diez de ancho” que
impiden el libre tránsito de ciudadanos y vehículos. Indicó que en las entradas
ubicadas en la Carrera 74 A con calle 6 B y en la Carrera 75 con calle 6 B
permanece un vigilante que restringe el paso por dichas vías.
Sostuvo que las rejas privatizan e invaden un bien de uso público con lo cual se
le conculcan los derechos de todos los ciudadanos al uso de las vías públicas y
al goce y disfrute del espacio público.
Expresó que la autoridad competente
(Alcaldía Local)
ha omitido el
cumplimiento del deber de velar por la protección del espacio público y su
destinación al uso de la comunidad, pues “han transcurrido varios años” sin
que se haya restituido de manera efectiva ese bien a la comunidad.
Afirmó que las Alcaldías Locales “por razones de políticas o de otra índole”
permiten la invasión del espacio público y “para dar la sensación de que se
ajustan al cumplimiento de la ley inician querellas policivas a las cuales dan un
trámite lento, lentísimo”, no obstante la perentoriedad de los términos
establecidos en los artículos 442 y siguientes del Acuerdo 18/89 y 132 del
Decreto 1355 de 1970; o una vez son notificadas de las acciones populares
optan por realizar la restitución del espacio público invadido, para luego acusar
al actor de temeridad y mala fe e impedir el reconocimiento del derecho
previsto en la norma.
Mediante el ejercicio de la presente acción el actor pretende se ordene a la
Alcaldía Mayor de Bogotá – Alcaldía Local “la restitución y recuperación” del
espacio público; se reconozca a su favor el incentivo previsto en el artículo 39
de la Ley 472 de 1998 y si existe mérito, ordenar investigación por parte de la
Fiscalía General de la Nación.
Mediante auto de 16 de julio del 2002 (fl. 13) el Tribunal ordenó al actor
subsanar la demanda en el sentido de allegar la prueba de la existencia y
representación legal de la unidad residencial ubicada en la calle 6B entre
carreras 74 A y 75 y precisar la Alcaldía Local a que corresponde.
El
accionante mediante escrito que obra a folio 16 informó que la Agrupación
Residencial se denomina Unidad Residencial Santa María de los Ángeles no
está inscrita en la Cámara de Comercio y que la Alcaldía Local competente es
la de Kennedy.
LA OPOSICIÓN
La Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C., a través del
Departamento
Administrativo de la Defensoría del Espacio Público dio respuesta a la
demanda así:
En primer término señaló que de conformidad con el artículo 3° del Acuerdo 18
del 26 de agosto de 1999 del Concejo de Bogotá que establece las funciones
de ese Departamento Administrativo, „no es un organismo ejecutor de las
operaciones necesarias para la protección del espacio público‟, pero que tal
función de acuerdo con lo previsto en el artículo 86 numeral 7 del Decreto Ley
1421 de 1993, es competencia de las Alcaldías Locales „con sujeción a la Ley,
a las normas nacionales aplicables, a los acuerdos Distritales y Locales‟.
Explicó que la Constitución Nacional garantiza la defensa y protección del
espacio público y su destinación al uso común el cual prevalece sobre el
interés particular. Se remitió a los artículos 5° de la Ley 9ª de 1989 y 2 a 5 del
Decreto 1504 de 1998 (reglamentario de la Ley 388 de 1997) que definen y
determinan el contenido del espacio público y se refirió a lo dicho por la Corte
Constitucional en la sentencia de 16 de abril de 2002 mediante la cual declaró
la inexequibilidad del artículo 64 de la Ley 675 de 2001 sobre „Constitución de
Unidades Inmobiliarias Cerradas‟.
Expuso que en el caso concreto la entidad practicó de oficio una visita técnicoadministrativa a la Urbanización Santa María de los Ángeles con el fin de
constatar la alegada violación del espacio público, de la cual el funcionario que
la practicó concluyó que “... en el extremo oriental de la calle 6B, sobre la
carrera 74 A, existe un cerramiento en reja metálica color negro, cerrando el
paso de dicha vía, así como en el extremo opuesto, por el costado de la carrera
74C”; además indicó que según memorando 2002IE5652 de agosto 23 del
2002 de la Subdirección de Registro Inmobiliario el predio en cuestión
„corresponde con una zona de cesión gratuita obligatoria al Distrito Capital‟ y
describe sus características.
En relación con las pretensiones de la demanda argumentó que procede la
restitución del espacio público pues es evidente la invasión con el cerramiento
existente, pero que la presunta vulneración de dicho derecho colectivo es
ocasionada “al parecer” por un particular -la Unidad Residencial Santa María
de los Ángeles- y que salvo que se demuestre que dicha acción contó con la
aprobación de la autoridad urbanística competente, no se configuraría la
alegada violación por parte de las autoridades, sino del particular quien debe
responder pecuniariamente por el incentivo.
Reiteró que no existe omisión por parte de las entidades encargadas de velar
por la protección, integridad, uso y destinación del espacio público, toda vez
que el actor no aportó pruebas de haber puesto en conocimiento de las
autoridades demandadas el hecho y del incumplimiento de sus deberes
relacionados con el hecho generador de la vulneración de los derechos
colectivos invocados.
El Alcalde Local de Kennedy informó que al revisar el expediente N°049-02
por restitución del espacio público en la Carrera 74 A y Cra 75 y la Avenida de
las Américas y la Calle 7 A, incluida la Calle 6B “Urbanización El Rincón de
Los Ángeles”, observó que se ordenó la práctica de una visita técnica para
verificar la presunta invasión del espacio público, la cual fue realizada el 10 de
septiembre de 2002 y que en la diligencia constató la existencia del
“cerramiento metálico” en el sector que de acuerdo con “los planos F210/4-1 y
F210/4-2 del DAPD” está invadiendo espacio público.
Señaló que con fundamento en lo anterior mediante auto de 10 de septiembre
de 2002 se avocó el conocimiento de tales hechos, se fijó inspección ocular
para el 31 de marzo de 2003 a las 11 A.M. y se informó a través de aviso a los
ocupantes del predio ubicado entre las carreras 74 A y Carrera 75 y la Avenida
las Américas y la Calle 7ª y calle 6B la apertura del proceso por restitución de
espacio público con el fin de que ejercieran el derecho de defensa.
Concluyó que la Alcaldía Local ha actuado dentro de los parámetros legales y
constitucionales y que una vez se surta el período probatorio se emitirá un
pronunciamiento de fondo dentro del expediente mencionado.
La Unidad Residencial “El Portal y Santa María de los Ángeles” a través
de apoderado se opuso a las pretensiones del accionante con fundamento en
los siguientes argumentos:
Explicó que las copropiedades privadas “Santa María de los Ángeles” y “El
Portal de los Ángeles”, que representa, están sometidas al régimen de
propiedad horizontal. Precisó que “El Portal de los Ángeles” está ubicado en la
Carrera 74 A N°6-35 interiores 1, 2, 3, 4 y 5, manzana 14 de la Urbanización El
Rincón de los Ángeles y cuenta con licencia de construcción N°004715 de
febrero 9 de 1993 otorgada por el Departamento Administrativo de Planeación
Distrital, elevada a escritura pública 1197 de 10 de mayo de 1993 de la Notaría
41 del Círculo de Bogotá. Indicó los linderos del predio y luego manifestó que
el artículo duodécimo de la mencionada escritura en los numerales 4 y 9 señala
los elementos que forman parte de la estructura de las unidades privadas, entre
éstos “los muros de cerramiento si los hubiere” y la portería de control del
conjunto.
Expresó que el Conjunto Residencial Santa María de los Ángeles está ubicado
en el lote 6, sometido al régimen de propiedad horizontal contenido en la
Escritura Pública 725 de febrero 22 de 1993 de la Notaría 36 de esta ciudad,
cuenta con licencia de construcción N°002620 de mayo 11 de 1992 otorgada
por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital. Indicó los linderos.
Afirmó que teniendo en cuenta el carácter de propiedad privada de los
conjuntos residenciales en mención, las zonas de parqueo, de tránsito
vehicular y peatonal, no pueden ser controvertidas por el accionante y en su
concepto la pretensión es desacertada, ya que el sistema de seguridad
implementado por la misma constructora fue construido sobre “bienes propios”
lo que le permite establecer regulaciones sobre el ingreso a sus instalaciones.
Sostuvo que la presunta vulneración de los derechos a la libre circulación y al
espacio público no están relacionados con una vía pública, pues se trata de
una propiedad privada sobre la cual la
“Copropiedad”
puede ejercer sus
derechos y establecer la forma de uso con lo cual no se priva el derecho de los
copropietarios y personas debidamente autorizadas para transitar libremente.
Agregó que la ubicación de la caseta y las rejas de seguridad en la puerta
principal de acceso a la unidad residencial, son normas de seguridad para la
protección de la vida y bienes de quienes viven allí.
Se refirió a los requisitos de procedibilidad de la acción popular, así: indicó que
el accionante puede ser cualquier persona “perteneciente a un grupo o a una
comunidad”, puesto que al pretender la defensa del derecho colectivo „logra
simultáneamente proteger su propio interés; que debe incoarse en tiempo y
dirigirse contra quien amenaza o viola en interés colectivo, entendido éste
como “bienes de uso público”. Además que la acción u omisión que causa la
amenaza o vulneración debe estar probada.
Argumentó que el cerramiento de la unidad residencial se efectuó respetando
el espacio público y que para la aprobación de la Licencia de Construcción se
dio cumplimiento a las disposiciones del Decreto 751 de 1987.
Resaltó que el actor no prueba la calidad de bien de uso público del
cerramiento y por el contrario está demostrada la seguridad privada
implementada por un grupo de habitantes dentro del marco legal.
Expresó que si de manera hipotética aceptara que el cerramiento se construyó
sobre predios de cesión obligatoria gratuita efectuada por los particulares
“nótese como en el plano radicado en la carpeta de Planeación Distrital existe
un lote de terreno que fue cedido a cambio de otro”, hecho que afirmó no fue
desvirtuado; además que desconoce lo preceptuado en el artículo 475 del
Acuerdo N°6 sobre zonas de transición.
EL PACTO DE CUMPLIMIENTO
La audiencia especial prevista en el artículo 27 de la Ley 472 de 1998, se inició
el 10 de octubre del 2002, fecha en que fue suspendida y continuó el 22 del
mismo mes y año, pero se declaró fallida por no haberse llegado a ninguna
fórmula de acuerdo (fls. 98 a 103).
LA SENTENCIA APELADA
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca Sección Cuarta Subsección “B”
mediante providencia de abril 30 del 2003 negó las pretensiones de la acción
impetrada.
Señaló que la presente acción está dirigida contra la Alcaldía Mayor de Bogotá
- Alcaldía Local de Kennedy, por la presunta omisión en el cumplimiento de sus
funciones en relación con “la falta de restitución del espacio público invadido”,
pues las diligencias realizadas no han sido efectivas para la recuperación del
mismo.
En cuanto a la alegada invasión del espacio público transcribió apartes de los
informes rendidos por la Defensoría del Espacio Público
(fl. 53)
y por
Planeación Distrital (fl 133) de las cuales estableció que existe vulneración del
mencionado derecho colectivo toda vez que el cerramiento en cuestión se
encuentra en una vía pública.
Respecto a la responsabilidad de la Alcaldía Local de Kennedy se refirió a la
actuación surtida por dicha autoridad una vez tuvo conocimiento de los hechos
que dieron origen a la presente acción popular dentro de las cuales está la
previa visita técnica al sitio, diligencia que dio lugar a la apertura de la querella
N°049-02 por restitución del espacio público, previa providencia que fijó fecha
para la práctica de inspección ocular y aviso mediante el cual se comunica a la
comunidad el inicio de la querella.
El Tribunal del acervo probatorio advirtió que la Alcaldía Local adelanta una
querella para restituir el espacio público en la Carrera 74 A y Carrera 75 y
Avenida de las Américas, pero que “al parecer no sólo está siendo vulnerado
por la mencionada urbanización, sino por otra” razón por la cual consideró
necesario determinar y especificar la invasión en atención a la protección del
derecho fundamental al debido proceso de los interesados en las resultas de
dicha querella.
Precisó que el Alcalde Local de Kennedy ha adelantado las actuaciones
necesarias para recuperar el espacio público invadido por la Agrupación Santa
María de los Ángeles y por el Conjunto Villa Carolina, razón por la cual estima
que por esta vía no se puede ordenar a dicha autoridad que efectúe las
operaciones que actualmente está realizando.
Concluyó que no resulta probada la alegada omisión en el cumplimiento de los
deberes por parte del Alcalde Local de Kennedy, toda vez que el cerramiento
fue ejecutado por particulares sin que se demuestre la aquiescencia de las
autoridades demandadas.
Finalmente instó a la autoridad local para que en término prudencial y
razonable “culmine las diligencias” y tome las medidas necesarias para que
cese la vulneración del derecho.
EL RECURSO DE APELACIÓN
El accionante apeló la decisión del Tribunal y solicitó se revoque y en su lugar
se acceda a la protección de los derechos colectivos, con fundamento en las
siguientes razones:
Sostuvo que el a quo desconoció los hechos probados en el expediente en
cuanto a la omisión y el “retardo” de la Alcaldía Local de Kennedy en el
cumplimiento de una de sus funciones como es la defensa del espacio público,
el cual ha sido invadido de manera ilegal por un particular “durante 9 años” sin
que se haya realizado la recuperación del mismo.
Agregó que no puede
supeditarse la decisión de la acción popular al trámite de una querella policiva
la cual fue iniciada luego de la notificación de la presente acción que es de
rango constitucional, autónoma e independiente.
Argumentó que la mencionada autoridad no dio cumplimiento a lo dispuesto en
los artículos 132 del Código Nacional de Policía (Decreto 1355/70) y 442, 443
y 444 del Código Distrital de Policía (Acuerdo 18/89), pues no ha dictado la
resolución que ordene la restitución del bien ilegalmente invadido.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
La Constitución Nacional consagra en el Título II, los derechos y garantías y los
mecanismos a través de los cuales se hacen efectivos. Es así como en el
Capítulo 3 (arts. 78 a 82) se refiere a los derechos colectivos y del ambiente y
en el Capítulo 4 prevé los mecanismos de protección o garantías a los
derechos de rango constitucional, entre los cuales señala en el artículo 88, las
acciones populares como el medio para la protección constitucional de los
derechos e intereses colectivos “relacionados con el patrimonio, el espacio, la
seguridad y la salubridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre
competencia económica y otros de similar naturaleza que se definen en ella”.
El artículo 88 de la Constitución Nacional, desarrollado por la Ley 472 de 5 de
agosto de 1998 en el artículo 2° prevé que las Acciones Populares son el
mecanismo para la protección de los derechos e intereses colectivos y que
éstas “se ejercen para evitar el daño contingente, hacer cesar el peligro, la
amenaza, la vulneración o agravio sobre los derechos e intereses colectivos o
restituir las cosas a su estado anterior cuando fuere posible”; es decir que, “el
objetivo esencial es la protección efectiva de derechos e intereses colectivos,
de manera que se hagan cesar los efectos de su quebrantamiento, de manera
obvia, si ello es posible”, como lo precisó la Corte Constitucional en la
sentencia C-215 de abril 14 de 1999, Magistrada Ponente Dra. Martha Victoria
Sáchica de Moncaleano.
La misma norma especial dispone que procede contra toda acción u omisión de
las autoridades públicas o de los particulares, que vulneren o amenacen los
derechos e intereses colectivos, y regula el trámite preferencial, el cual se
desarrollará fundado en la prevalencia del derecho sustancial sin desconocer
los principios de publicidad, economía, celeridad y eficacia.
El caso concreto
El accionante en el recurso de apelación insiste en que el cerramiento ubicado
en la
“Calle 6 B entre la Carrera 74 A y Carrera 75”
de esta ciudad,
constituye invasión del espacio público y por ende se configura la alegada
vulneración del derecho e interés colectivo al goce del espacio público y la
utilización y defensa de los bienes públicos.
Señala como responsables de la alegada vulneración a la Alcaldía Local de
Kennedy, por omisión en el cumplimiento de su función de velar por la
protección del espacio público y por incumplimiento de las normas que regulan
el proceso de restitución del espacio público que ha sido invadido; y a la
Agrupación de Vivienda Santa María de los Ángeles por acción, toda vez que el
cerramiento construido ocupa espacio público.
Para resolver es preciso referirse a las respuestas dadas por los vinculados al
proceso, así:
El Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público,
informó que previa visita de inspección ocular al predio ubicado en la zona en
cuestión y de acuerdo a los datos suministrados por la Subdirección de
Registro Inmobiliario, el predio ubicado en la dirección dada por el accionante
“corresponde con una zona de cesión gratuita obligatoria al Distrito Capital” y
en su concepto es evidente la invasión del espacio público con el cerramiento
efectuado por el particular.
La Alcaldía Local de Kennedy comunicó que una vez tuvo conocimiento de
los hechos efectuó visita técnica al sector citado por el accionante en la que se
constató la existencia de cerramientos y de una caseta que de acuerdo con los
planos F210/4-1 y F210/4-2 del DAPD “se encuentran invadiendo el espacio
público”, elementos que le permitieron dar inicio a la querella radicada bajo el
número 049-02 por restitución de espacio público.
La Unidad Residencial “El Portal y Santa María de los Ángeles” a través
de apoderado informó que dichas copropiedades privadas están sujetas al
régimen de propiedad horizontal y que cuentan con la respectiva licencia de
construcción otorgada por el DAPD y Escritura Pública que contiene el régimen
aprobado; señaló los linderos de cada uno de los mencionados Conjuntos;
sostuvo que las zonas de parqueo, de tránsito vehicular y peatonal ubicadas
dentro de las dependencias son de carácter privado, además que el
“cerramiento”
es un sistema de seguridad implementado por la propia
constructora que vendió las soluciones de vivienda y que dado el carácter de
propiedad privada, la Unidad Residencial puede establecer regulaciones sobre
el ingreso a sus instalaciones. Agregó que el actor no probó la calidad de bien
de uso público y que si en gracia de discusión aceptara que el cerramiento se
construyó sobre predios de cesión obligatoria gratuita, “... en el plano radicado
en la carpeta de Planeación Distrital existe un lote de terreno que fue cedido a
cambio de otro”.
El Tribunal con apoyo en los informes suministrados por el DADEP y el DADPD
consideró que el cerramiento en cuestión se encuentra en una vía pública, no
obstante estimó que la Alcaldía Local no incurrió en omisión en el cumplimiento
de sus deberes toda vez que adelanta el procedimiento legal para la restitución
del espacio público. Destacó que la vulneración obedece a la acción de los
particulares que realizaron el cerramiento pero que es necesario “determinar y
especificar la invasión en atención a la protección del derecho fundamental al
debido proceso de los interesados en las resultas de dicha querella”.
Para la Sala es claro que en el sub lite, se pretende el amparo de los derechos
e intereses colectivos a que se refiere el literal d) del artículo 4° de la Ley 472
de 1998 y como medida de amparo el accionante solicita se ordene la
restitución del espacio público invadido con el cerramiento en cuestión.
Destaca la Sala que el accionante manifiesta que en la “Calle 6 B entre la
Carrera 74 A y Carrera 75” existe un cerramiento que en su criterio invade el
espacio público.
Al respecto se precisa que si bien la Defensoría del Espacio Público considera
evidente la invasión del espacio público con el cerramiento en discusión,
también lo es que la misma advierte que el predio sobre el cual se encuentra
“corresponde con una zona de cesión gratuita obligatoria al Distrito Capital”.
En efecto, revisado el Memorando N°2002IE5652 de 23 de agosto de 2002 de
la Subdirección de Registro Inmobiliario que obra a folio 53, en él se indican los
datos que reposan en el Sistema de Información de la Defensoría del Espacio
Público “SIDEP”, así:
Barrio:
Urbanización El Rincón de los Ángeles
Localidad
Kennedy
Dirección de Ubicación
Calle 6B entre carreras 74 A y 74 C
Destinación: Calle 6 B
Area: 859.50 m2
Mojones: 11, 15, 10, 9, E2, 11
Calle 6 B entre carreras 75 y 74 C
Destinación: Calle 6 B
Area: 841.50 m2
Mojones 23, 29, E-1, 22, 21, 23
Planos Aprobados:
F.210/4-1 y F.210/4-2
Resoluciones aprobatorias
N°265 de 4 de julio de 1991 y N°14 de 10 de
marzo de 1976
Escritura Pública
N°2349 de 27 de agosto de 1996 otorgada en la
Notaría Quince
Matrícula Inmobiliaria
50C-1524902
Toma de posesión
Acta N°344 de 8 de mayo de 2001
Sin embargo, el mismo memorando advierte que para efectos de proferir una
decisión administrativa y judicial definitiva “la información se debe verificar con
los documentos legales y cartográficos originales expedidos por las autoridades
competentes” e indica entre otros aspectos, que la inscripción en el SIDEP “no
constituye título de dominio ni sanea los vicios que tenga la titulación o
posesión”; además que las áreas son aproximadas.
Por lo anterior, considera la Sala que el cerramiento a que se refiere el
accionante podría estar construido sobre parte de una zona de cesión
obligatoria gratuita, pero no obra en el expediente documento idóneo que
permita establecer con certeza la titularidad del bien y el área destinada al uso
público.
El artículo 756 del Código Civil dispone que la tradición del dominio de los
bienes raíces se efectúa por la inscripción del título en la Oficina de Registro de
Instrumentos Públicos.
Como se indicó el SIDEP tiene en sus registros un número de matrícula
inmobiliaria a la que hace referencia, pero dicho documento no obra en el
expediente; igualmente no obran en el plenario la Resolución mediante la cual
el DAPD aprobó los planos definitivos de la Urbanización, el Acta de toma de
posesión de las áreas cedidas y la destinación, ni la Escritura Pública mediante
la cual se declara la propiedad pública a favor del Distrito Capital sobre las
zonas de cesión de la Urbanización El Rincón de los Ángeles.
De otra parte se resalta que la Unidad Residencial que intervino en el proceso
al contestar la demanda sostuvo que el sistema de seguridad implementado
por la misma constructora, fue levantado sobre “bienes propios” y que “... en
el plano radicado en la carpeta de Planeación Distrital existe un lote de terreno
que fue cedido a cambio de otro”.
Estima la Sala que no obran en el expediente los elementos probatorios
idóneos que permitan determinar con certeza cuáles fueron exactamente las
zonas cedidas al Distrito Capital por la Urbanización El Rincón de los Ángeles y
que están afectas al fin de uso público, ni constatar la tradición de dichas zonas
para determinar que ostentan la calidad de “bien público”, y así verificar si el
cerramiento en controversia invade o no espacio público.
Por otra parte, si bien de las afirmaciones tanto del demandante como de las
autoridades que intervinieron en el presente proceso
(DADEP, DAPD y la
Alcaldía Local) se podría deducir la presunta vulneración del espacio público,
no cuentan con respaldo probatorio, pues no basta afirmar que “la invasión es
evidente” sino que, se reitera, debe estar probado dentro del proceso que la
propiedad del bien está en cabeza, como en el caso, del Distrito Capital y su
destinación al uso público, ya que la sola existencia del cerramiento no implica
vulneración del derecho colectivo. Al respecto el artículo 30 de la Ley 472 de
1998 establece que la carga de la prueba corresponde al demandante, así es
éste quien debe demostrar la ocurrencia de la amenaza o vulneración del
derecho e interés colectivo que invoca y necesariamente que éste tenga tal
carácter.
De otra parte, de conformidad con la normatividad que regula las zonas de
cesión obligatorias y gratuitas (L. 9/89, D. 217/97, D. 161/99, mofic. D. 823/00),
estás deben estar demarcadas por localización y linderos en la escritura de
constitución de la Urbanización que debe contener una cláusula que exprese
que “el acto implica cesión gratuita de las áreas públicas objeto de cesión
obligatoria al Distrito Capital”, además que la Procuraduría de Bienes del
Distrito
(Hoy DADEP)
debe adelantar las acciones necesarias para la
transferencia y titulación de tales zonas, suscribir las escrituras públicas y
registrarlas para que se abran los folios de matrícula inmobiliaria que
correspondan a la cesión.
Así las cosas, la Sala considera que la acción popular incoada no tiene
vocación de prosperidad al no existir en el plenario prueba que demuestre, sin
lugar a duda, que el cerramiento indicado por el actor invade “espacio público”,
razón por la cual se confirmará la decisión apelada.
Adicionalmente se advierte que esta decisión sólo resuelve la alegada
vulneración de los derechos e intereses colectivos invocados por el accionante
frente al material probatorio que obra en el expediente, sin que afecte de
manera alguna la obligación que tiene el Alcalde Local de Kennedy para decidir
la querella N°049-02 por restitución del espacio público, procedimiento ante el
cual las autoridades deben revisar los documentos atrás citados y determinar
con exactitud las áreas destinadas al uso público y así tomar las medidas
adecuadas para garantizar su protección sin atentar contra los derechos
fundamentales de los particulares.
Además, la Sala llama la atención del Departamento Administrativo Defensoría
Espacio Público, para que en cumplimiento de sus deberes legales y
constitucionales promueva, en casos como el presente, las acciones
administrativas y judiciales necesarias para la defensa de los bienes inmuebles,
una vez entren en el inventario del patrimonio del Distrito Capital.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado por medio de la Sección Cuarta
de su Sala de lo Contencioso, administrando justicia en nombre de la República
y por autoridad de la ley
F A L L A :
Confírmase la sentencia de 30 de abril de 2003 proferida por el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección B, objeto de
apelación, por las razones expuestas en la parte motiva.
Cópiese, notifíquese, devuélvase el expediente al Tribunal de origen.
Cúmplase.
La anterior providencia fue discutida y aprobada en la sesión de la fecha.
LIGIA LÓPEZ DÍAZ
Presidente de la Sección
MARÍA INÉS ORTIZ BARBOSA
GERMÁN AYALA MANTILLA
JUAN ÁNGEL PALACIO HINCAPIÉ
MERCEDES TOVAR DE HERRAN
Secretaria
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