CERRAMIENTO DE VIA PUBLICA VEHICULAR Y PEATONAL - No implica violación al espacio público al no estar demostrado / ZONAS DE CESION OBLIGATORIA GRATUITA - Deben estar demarcadas por localización y linderos en la escritura de constitución de la Urbanización / INVASION DE ESPACIO PUBLICO - Para su ocurrencia debe probarse que el bien está en cabeza del Distrito Capital y su destinación al uso público / ACCION POPULAR - No procede al no demostrarse que el cerramiento de una vía peatonal invade el espacio público / CESION GRATUITA DE AREAS PUBLICAS - Requisitos El cerramiento a que se refiere el accionante podría estar construido sobre parte de una zona de cesión obligatoria gratuita, pero no obra en el expediente documento idóneo que permita establecer con certeza la titularidad del bien y el área destinada al uso público. El artículo 756 del Código Civil dispone que la tradición del dominio de los bienes raíces se efectúa por la inscripción del título en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos. Como se indicó el SIDEP tiene en sus registros un número de matrícula inmobiliaria a la que hace referencia, pero dicho documento no obra en el expediente; igualmente no obran en el plenario la Resolución mediante la cual el DAPD aprobó los planos definitivos de la Urbanización, el Acta de toma de posesión de las áreas cedidas y la destinación, ni la Escritura Pública mediante la cual se declara la propiedad pública a favor del Distrito Capital sobre las zonas de cesión de la Urbanización El Rincón de los Ángeles. Estima la Sala que no obran en el expediente los elementos probatorios idóneos que permitan determinar con certeza cuáles fueron exactamente las zonas cedidas al Distrito Capital por la Urbanización El Rincón de los Ángeles y que están afectas al fin de uso público, ni constatar la tradición de dichas zonas para determinar que ostentan la calidad de “bien público”, y así verificar si el cerramiento en controversia invade o no espacio público. Por otra parte, si bien de las afirmaciones tanto del demandante como de las autoridades que intervinieron en el presente proceso (DADEP, DAPD y la Alcaldía Local) se podría deducir la presunta vulneración del espacio público, no cuentan con respaldo probatorio, pues no basta afirmar que “la invasión es evidente” sino que, se reitera, debe estar probado dentro del proceso que la propiedad del bien está en cabeza, como en el caso, del Distrito Capital y su destinación al uso público, ya que la sola existencia del cerramiento no implica vulneración del derecho colectivo. De conformidad con la normatividad que regula las zonas de cesión obligatorias y gratuitas (L. 9/89, D. 217/97, D. 161/99, mofic. D. 823/00), estás deben estar demarcadas por localización y linderos en la escritura de constitución de la Urbanización que debe contener una cláusula que exprese que “el acto implica cesión gratuita de las áreas públicas objeto de cesión obligatoria al Distrito Capital”, además que la Procuraduría de Bienes del Distrito (Hoy DADEP) debe adelantar las acciones necesarias para la transferencia y titulación de tales zonas, suscribir las escrituras públicas y registrarlas para que se abran los folios de matrícula inmobiliaria que correspondan a la cesión. Así las cosas, la Sala considera que la acción popular incoada no tiene vocación de prosperidad al no existir en el plenario prueba que demuestre, sin lugar a duda, que el cerramiento indicado por el actor invade “espacio público”, razón por la cual se confirmará la decisión apelada. CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCIÓN CUARTA Consejera ponente: MARÍA INÉS ORTIZ BARBOSA Bogotá, D. C., seis (6) de agosto de dos mil tres (2003) Radicación número: 258000-23-27-000-2002-01417-01 Actor: ROBERTO RAMÍREZ ROJAS Demandado: ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTA D.C. Referencia: Acción Popular contra la Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C. Apelación sentencia de 30 de abril de 2003 del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección B. FALLO. Procede la Sala a decidir el recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la sentencia de 30 de abril del 2003 del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección “B”, mediante la cual negó el amparo de los derechos colectivos invocados. ANTECEDENTES El señor ROBERTO RAMÍREZ ROJAS en nombre propio interpuso acción popular contra la Alcaldía Mayor de Bogotá D. C., por considerar vulnerados los derechos e intereses colectivos al goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes públicos y a la moralidad administrativa. A continuación se sintetizan los hechos que motivaron la acción popular: Manifestó que a la fecha de presentación de la demanda, en “la calle 6B entre carreras 74 A y 75”, y desde hace “varios años”, existe un cerramiento ilegal de la vía pública vehicular y peatonal, toda vez que allí están instaladas “sendas rejas metálicas de más de dos metros de alto y diez de ancho” que impiden el libre tránsito de ciudadanos y vehículos. Indicó que en las entradas ubicadas en la Carrera 74 A con calle 6 B y en la Carrera 75 con calle 6 B permanece un vigilante que restringe el paso por dichas vías. Sostuvo que las rejas privatizan e invaden un bien de uso público con lo cual se le conculcan los derechos de todos los ciudadanos al uso de las vías públicas y al goce y disfrute del espacio público. Expresó que la autoridad competente (Alcaldía Local) ha omitido el cumplimiento del deber de velar por la protección del espacio público y su destinación al uso de la comunidad, pues “han transcurrido varios años” sin que se haya restituido de manera efectiva ese bien a la comunidad. Afirmó que las Alcaldías Locales “por razones de políticas o de otra índole” permiten la invasión del espacio público y “para dar la sensación de que se ajustan al cumplimiento de la ley inician querellas policivas a las cuales dan un trámite lento, lentísimo”, no obstante la perentoriedad de los términos establecidos en los artículos 442 y siguientes del Acuerdo 18/89 y 132 del Decreto 1355 de 1970; o una vez son notificadas de las acciones populares optan por realizar la restitución del espacio público invadido, para luego acusar al actor de temeridad y mala fe e impedir el reconocimiento del derecho previsto en la norma. Mediante el ejercicio de la presente acción el actor pretende se ordene a la Alcaldía Mayor de Bogotá – Alcaldía Local “la restitución y recuperación” del espacio público; se reconozca a su favor el incentivo previsto en el artículo 39 de la Ley 472 de 1998 y si existe mérito, ordenar investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación. Mediante auto de 16 de julio del 2002 (fl. 13) el Tribunal ordenó al actor subsanar la demanda en el sentido de allegar la prueba de la existencia y representación legal de la unidad residencial ubicada en la calle 6B entre carreras 74 A y 75 y precisar la Alcaldía Local a que corresponde. El accionante mediante escrito que obra a folio 16 informó que la Agrupación Residencial se denomina Unidad Residencial Santa María de los Ángeles no está inscrita en la Cámara de Comercio y que la Alcaldía Local competente es la de Kennedy. LA OPOSICIÓN La Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C., a través del Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público dio respuesta a la demanda así: En primer término señaló que de conformidad con el artículo 3° del Acuerdo 18 del 26 de agosto de 1999 del Concejo de Bogotá que establece las funciones de ese Departamento Administrativo, „no es un organismo ejecutor de las operaciones necesarias para la protección del espacio público‟, pero que tal función de acuerdo con lo previsto en el artículo 86 numeral 7 del Decreto Ley 1421 de 1993, es competencia de las Alcaldías Locales „con sujeción a la Ley, a las normas nacionales aplicables, a los acuerdos Distritales y Locales‟. Explicó que la Constitución Nacional garantiza la defensa y protección del espacio público y su destinación al uso común el cual prevalece sobre el interés particular. Se remitió a los artículos 5° de la Ley 9ª de 1989 y 2 a 5 del Decreto 1504 de 1998 (reglamentario de la Ley 388 de 1997) que definen y determinan el contenido del espacio público y se refirió a lo dicho por la Corte Constitucional en la sentencia de 16 de abril de 2002 mediante la cual declaró la inexequibilidad del artículo 64 de la Ley 675 de 2001 sobre „Constitución de Unidades Inmobiliarias Cerradas‟. Expuso que en el caso concreto la entidad practicó de oficio una visita técnicoadministrativa a la Urbanización Santa María de los Ángeles con el fin de constatar la alegada violación del espacio público, de la cual el funcionario que la practicó concluyó que “... en el extremo oriental de la calle 6B, sobre la carrera 74 A, existe un cerramiento en reja metálica color negro, cerrando el paso de dicha vía, así como en el extremo opuesto, por el costado de la carrera 74C”; además indicó que según memorando 2002IE5652 de agosto 23 del 2002 de la Subdirección de Registro Inmobiliario el predio en cuestión „corresponde con una zona de cesión gratuita obligatoria al Distrito Capital‟ y describe sus características. En relación con las pretensiones de la demanda argumentó que procede la restitución del espacio público pues es evidente la invasión con el cerramiento existente, pero que la presunta vulneración de dicho derecho colectivo es ocasionada “al parecer” por un particular -la Unidad Residencial Santa María de los Ángeles- y que salvo que se demuestre que dicha acción contó con la aprobación de la autoridad urbanística competente, no se configuraría la alegada violación por parte de las autoridades, sino del particular quien debe responder pecuniariamente por el incentivo. Reiteró que no existe omisión por parte de las entidades encargadas de velar por la protección, integridad, uso y destinación del espacio público, toda vez que el actor no aportó pruebas de haber puesto en conocimiento de las autoridades demandadas el hecho y del incumplimiento de sus deberes relacionados con el hecho generador de la vulneración de los derechos colectivos invocados. El Alcalde Local de Kennedy informó que al revisar el expediente N°049-02 por restitución del espacio público en la Carrera 74 A y Cra 75 y la Avenida de las Américas y la Calle 7 A, incluida la Calle 6B “Urbanización El Rincón de Los Ángeles”, observó que se ordenó la práctica de una visita técnica para verificar la presunta invasión del espacio público, la cual fue realizada el 10 de septiembre de 2002 y que en la diligencia constató la existencia del “cerramiento metálico” en el sector que de acuerdo con “los planos F210/4-1 y F210/4-2 del DAPD” está invadiendo espacio público. Señaló que con fundamento en lo anterior mediante auto de 10 de septiembre de 2002 se avocó el conocimiento de tales hechos, se fijó inspección ocular para el 31 de marzo de 2003 a las 11 A.M. y se informó a través de aviso a los ocupantes del predio ubicado entre las carreras 74 A y Carrera 75 y la Avenida las Américas y la Calle 7ª y calle 6B la apertura del proceso por restitución de espacio público con el fin de que ejercieran el derecho de defensa. Concluyó que la Alcaldía Local ha actuado dentro de los parámetros legales y constitucionales y que una vez se surta el período probatorio se emitirá un pronunciamiento de fondo dentro del expediente mencionado. La Unidad Residencial “El Portal y Santa María de los Ángeles” a través de apoderado se opuso a las pretensiones del accionante con fundamento en los siguientes argumentos: Explicó que las copropiedades privadas “Santa María de los Ángeles” y “El Portal de los Ángeles”, que representa, están sometidas al régimen de propiedad horizontal. Precisó que “El Portal de los Ángeles” está ubicado en la Carrera 74 A N°6-35 interiores 1, 2, 3, 4 y 5, manzana 14 de la Urbanización El Rincón de los Ángeles y cuenta con licencia de construcción N°004715 de febrero 9 de 1993 otorgada por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital, elevada a escritura pública 1197 de 10 de mayo de 1993 de la Notaría 41 del Círculo de Bogotá. Indicó los linderos del predio y luego manifestó que el artículo duodécimo de la mencionada escritura en los numerales 4 y 9 señala los elementos que forman parte de la estructura de las unidades privadas, entre éstos “los muros de cerramiento si los hubiere” y la portería de control del conjunto. Expresó que el Conjunto Residencial Santa María de los Ángeles está ubicado en el lote 6, sometido al régimen de propiedad horizontal contenido en la Escritura Pública 725 de febrero 22 de 1993 de la Notaría 36 de esta ciudad, cuenta con licencia de construcción N°002620 de mayo 11 de 1992 otorgada por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital. Indicó los linderos. Afirmó que teniendo en cuenta el carácter de propiedad privada de los conjuntos residenciales en mención, las zonas de parqueo, de tránsito vehicular y peatonal, no pueden ser controvertidas por el accionante y en su concepto la pretensión es desacertada, ya que el sistema de seguridad implementado por la misma constructora fue construido sobre “bienes propios” lo que le permite establecer regulaciones sobre el ingreso a sus instalaciones. Sostuvo que la presunta vulneración de los derechos a la libre circulación y al espacio público no están relacionados con una vía pública, pues se trata de una propiedad privada sobre la cual la “Copropiedad” puede ejercer sus derechos y establecer la forma de uso con lo cual no se priva el derecho de los copropietarios y personas debidamente autorizadas para transitar libremente. Agregó que la ubicación de la caseta y las rejas de seguridad en la puerta principal de acceso a la unidad residencial, son normas de seguridad para la protección de la vida y bienes de quienes viven allí. Se refirió a los requisitos de procedibilidad de la acción popular, así: indicó que el accionante puede ser cualquier persona “perteneciente a un grupo o a una comunidad”, puesto que al pretender la defensa del derecho colectivo „logra simultáneamente proteger su propio interés; que debe incoarse en tiempo y dirigirse contra quien amenaza o viola en interés colectivo, entendido éste como “bienes de uso público”. Además que la acción u omisión que causa la amenaza o vulneración debe estar probada. Argumentó que el cerramiento de la unidad residencial se efectuó respetando el espacio público y que para la aprobación de la Licencia de Construcción se dio cumplimiento a las disposiciones del Decreto 751 de 1987. Resaltó que el actor no prueba la calidad de bien de uso público del cerramiento y por el contrario está demostrada la seguridad privada implementada por un grupo de habitantes dentro del marco legal. Expresó que si de manera hipotética aceptara que el cerramiento se construyó sobre predios de cesión obligatoria gratuita efectuada por los particulares “nótese como en el plano radicado en la carpeta de Planeación Distrital existe un lote de terreno que fue cedido a cambio de otro”, hecho que afirmó no fue desvirtuado; además que desconoce lo preceptuado en el artículo 475 del Acuerdo N°6 sobre zonas de transición. EL PACTO DE CUMPLIMIENTO La audiencia especial prevista en el artículo 27 de la Ley 472 de 1998, se inició el 10 de octubre del 2002, fecha en que fue suspendida y continuó el 22 del mismo mes y año, pero se declaró fallida por no haberse llegado a ninguna fórmula de acuerdo (fls. 98 a 103). LA SENTENCIA APELADA El Tribunal Administrativo de Cundinamarca Sección Cuarta Subsección “B” mediante providencia de abril 30 del 2003 negó las pretensiones de la acción impetrada. Señaló que la presente acción está dirigida contra la Alcaldía Mayor de Bogotá - Alcaldía Local de Kennedy, por la presunta omisión en el cumplimiento de sus funciones en relación con “la falta de restitución del espacio público invadido”, pues las diligencias realizadas no han sido efectivas para la recuperación del mismo. En cuanto a la alegada invasión del espacio público transcribió apartes de los informes rendidos por la Defensoría del Espacio Público (fl. 53) y por Planeación Distrital (fl 133) de las cuales estableció que existe vulneración del mencionado derecho colectivo toda vez que el cerramiento en cuestión se encuentra en una vía pública. Respecto a la responsabilidad de la Alcaldía Local de Kennedy se refirió a la actuación surtida por dicha autoridad una vez tuvo conocimiento de los hechos que dieron origen a la presente acción popular dentro de las cuales está la previa visita técnica al sitio, diligencia que dio lugar a la apertura de la querella N°049-02 por restitución del espacio público, previa providencia que fijó fecha para la práctica de inspección ocular y aviso mediante el cual se comunica a la comunidad el inicio de la querella. El Tribunal del acervo probatorio advirtió que la Alcaldía Local adelanta una querella para restituir el espacio público en la Carrera 74 A y Carrera 75 y Avenida de las Américas, pero que “al parecer no sólo está siendo vulnerado por la mencionada urbanización, sino por otra” razón por la cual consideró necesario determinar y especificar la invasión en atención a la protección del derecho fundamental al debido proceso de los interesados en las resultas de dicha querella. Precisó que el Alcalde Local de Kennedy ha adelantado las actuaciones necesarias para recuperar el espacio público invadido por la Agrupación Santa María de los Ángeles y por el Conjunto Villa Carolina, razón por la cual estima que por esta vía no se puede ordenar a dicha autoridad que efectúe las operaciones que actualmente está realizando. Concluyó que no resulta probada la alegada omisión en el cumplimiento de los deberes por parte del Alcalde Local de Kennedy, toda vez que el cerramiento fue ejecutado por particulares sin que se demuestre la aquiescencia de las autoridades demandadas. Finalmente instó a la autoridad local para que en término prudencial y razonable “culmine las diligencias” y tome las medidas necesarias para que cese la vulneración del derecho. EL RECURSO DE APELACIÓN El accionante apeló la decisión del Tribunal y solicitó se revoque y en su lugar se acceda a la protección de los derechos colectivos, con fundamento en las siguientes razones: Sostuvo que el a quo desconoció los hechos probados en el expediente en cuanto a la omisión y el “retardo” de la Alcaldía Local de Kennedy en el cumplimiento de una de sus funciones como es la defensa del espacio público, el cual ha sido invadido de manera ilegal por un particular “durante 9 años” sin que se haya realizado la recuperación del mismo. Agregó que no puede supeditarse la decisión de la acción popular al trámite de una querella policiva la cual fue iniciada luego de la notificación de la presente acción que es de rango constitucional, autónoma e independiente. Argumentó que la mencionada autoridad no dio cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 132 del Código Nacional de Policía (Decreto 1355/70) y 442, 443 y 444 del Código Distrital de Policía (Acuerdo 18/89), pues no ha dictado la resolución que ordene la restitución del bien ilegalmente invadido. CONSIDERACIONES DE LA SALA La Constitución Nacional consagra en el Título II, los derechos y garantías y los mecanismos a través de los cuales se hacen efectivos. Es así como en el Capítulo 3 (arts. 78 a 82) se refiere a los derechos colectivos y del ambiente y en el Capítulo 4 prevé los mecanismos de protección o garantías a los derechos de rango constitucional, entre los cuales señala en el artículo 88, las acciones populares como el medio para la protección constitucional de los derechos e intereses colectivos “relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y la salubridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre competencia económica y otros de similar naturaleza que se definen en ella”. El artículo 88 de la Constitución Nacional, desarrollado por la Ley 472 de 5 de agosto de 1998 en el artículo 2° prevé que las Acciones Populares son el mecanismo para la protección de los derechos e intereses colectivos y que éstas “se ejercen para evitar el daño contingente, hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los derechos e intereses colectivos o restituir las cosas a su estado anterior cuando fuere posible”; es decir que, “el objetivo esencial es la protección efectiva de derechos e intereses colectivos, de manera que se hagan cesar los efectos de su quebrantamiento, de manera obvia, si ello es posible”, como lo precisó la Corte Constitucional en la sentencia C-215 de abril 14 de 1999, Magistrada Ponente Dra. Martha Victoria Sáchica de Moncaleano. La misma norma especial dispone que procede contra toda acción u omisión de las autoridades públicas o de los particulares, que vulneren o amenacen los derechos e intereses colectivos, y regula el trámite preferencial, el cual se desarrollará fundado en la prevalencia del derecho sustancial sin desconocer los principios de publicidad, economía, celeridad y eficacia. El caso concreto El accionante en el recurso de apelación insiste en que el cerramiento ubicado en la “Calle 6 B entre la Carrera 74 A y Carrera 75” de esta ciudad, constituye invasión del espacio público y por ende se configura la alegada vulneración del derecho e interés colectivo al goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes públicos. Señala como responsables de la alegada vulneración a la Alcaldía Local de Kennedy, por omisión en el cumplimiento de su función de velar por la protección del espacio público y por incumplimiento de las normas que regulan el proceso de restitución del espacio público que ha sido invadido; y a la Agrupación de Vivienda Santa María de los Ángeles por acción, toda vez que el cerramiento construido ocupa espacio público. Para resolver es preciso referirse a las respuestas dadas por los vinculados al proceso, así: El Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público, informó que previa visita de inspección ocular al predio ubicado en la zona en cuestión y de acuerdo a los datos suministrados por la Subdirección de Registro Inmobiliario, el predio ubicado en la dirección dada por el accionante “corresponde con una zona de cesión gratuita obligatoria al Distrito Capital” y en su concepto es evidente la invasión del espacio público con el cerramiento efectuado por el particular. La Alcaldía Local de Kennedy comunicó que una vez tuvo conocimiento de los hechos efectuó visita técnica al sector citado por el accionante en la que se constató la existencia de cerramientos y de una caseta que de acuerdo con los planos F210/4-1 y F210/4-2 del DAPD “se encuentran invadiendo el espacio público”, elementos que le permitieron dar inicio a la querella radicada bajo el número 049-02 por restitución de espacio público. La Unidad Residencial “El Portal y Santa María de los Ángeles” a través de apoderado informó que dichas copropiedades privadas están sujetas al régimen de propiedad horizontal y que cuentan con la respectiva licencia de construcción otorgada por el DAPD y Escritura Pública que contiene el régimen aprobado; señaló los linderos de cada uno de los mencionados Conjuntos; sostuvo que las zonas de parqueo, de tránsito vehicular y peatonal ubicadas dentro de las dependencias son de carácter privado, además que el “cerramiento” es un sistema de seguridad implementado por la propia constructora que vendió las soluciones de vivienda y que dado el carácter de propiedad privada, la Unidad Residencial puede establecer regulaciones sobre el ingreso a sus instalaciones. Agregó que el actor no probó la calidad de bien de uso público y que si en gracia de discusión aceptara que el cerramiento se construyó sobre predios de cesión obligatoria gratuita, “... en el plano radicado en la carpeta de Planeación Distrital existe un lote de terreno que fue cedido a cambio de otro”. El Tribunal con apoyo en los informes suministrados por el DADEP y el DADPD consideró que el cerramiento en cuestión se encuentra en una vía pública, no obstante estimó que la Alcaldía Local no incurrió en omisión en el cumplimiento de sus deberes toda vez que adelanta el procedimiento legal para la restitución del espacio público. Destacó que la vulneración obedece a la acción de los particulares que realizaron el cerramiento pero que es necesario “determinar y especificar la invasión en atención a la protección del derecho fundamental al debido proceso de los interesados en las resultas de dicha querella”. Para la Sala es claro que en el sub lite, se pretende el amparo de los derechos e intereses colectivos a que se refiere el literal d) del artículo 4° de la Ley 472 de 1998 y como medida de amparo el accionante solicita se ordene la restitución del espacio público invadido con el cerramiento en cuestión. Destaca la Sala que el accionante manifiesta que en la “Calle 6 B entre la Carrera 74 A y Carrera 75” existe un cerramiento que en su criterio invade el espacio público. Al respecto se precisa que si bien la Defensoría del Espacio Público considera evidente la invasión del espacio público con el cerramiento en discusión, también lo es que la misma advierte que el predio sobre el cual se encuentra “corresponde con una zona de cesión gratuita obligatoria al Distrito Capital”. En efecto, revisado el Memorando N°2002IE5652 de 23 de agosto de 2002 de la Subdirección de Registro Inmobiliario que obra a folio 53, en él se indican los datos que reposan en el Sistema de Información de la Defensoría del Espacio Público “SIDEP”, así: Barrio: Urbanización El Rincón de los Ángeles Localidad Kennedy Dirección de Ubicación Calle 6B entre carreras 74 A y 74 C Destinación: Calle 6 B Area: 859.50 m2 Mojones: 11, 15, 10, 9, E2, 11 Calle 6 B entre carreras 75 y 74 C Destinación: Calle 6 B Area: 841.50 m2 Mojones 23, 29, E-1, 22, 21, 23 Planos Aprobados: F.210/4-1 y F.210/4-2 Resoluciones aprobatorias N°265 de 4 de julio de 1991 y N°14 de 10 de marzo de 1976 Escritura Pública N°2349 de 27 de agosto de 1996 otorgada en la Notaría Quince Matrícula Inmobiliaria 50C-1524902 Toma de posesión Acta N°344 de 8 de mayo de 2001 Sin embargo, el mismo memorando advierte que para efectos de proferir una decisión administrativa y judicial definitiva “la información se debe verificar con los documentos legales y cartográficos originales expedidos por las autoridades competentes” e indica entre otros aspectos, que la inscripción en el SIDEP “no constituye título de dominio ni sanea los vicios que tenga la titulación o posesión”; además que las áreas son aproximadas. Por lo anterior, considera la Sala que el cerramiento a que se refiere el accionante podría estar construido sobre parte de una zona de cesión obligatoria gratuita, pero no obra en el expediente documento idóneo que permita establecer con certeza la titularidad del bien y el área destinada al uso público. El artículo 756 del Código Civil dispone que la tradición del dominio de los bienes raíces se efectúa por la inscripción del título en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos. Como se indicó el SIDEP tiene en sus registros un número de matrícula inmobiliaria a la que hace referencia, pero dicho documento no obra en el expediente; igualmente no obran en el plenario la Resolución mediante la cual el DAPD aprobó los planos definitivos de la Urbanización, el Acta de toma de posesión de las áreas cedidas y la destinación, ni la Escritura Pública mediante la cual se declara la propiedad pública a favor del Distrito Capital sobre las zonas de cesión de la Urbanización El Rincón de los Ángeles. De otra parte se resalta que la Unidad Residencial que intervino en el proceso al contestar la demanda sostuvo que el sistema de seguridad implementado por la misma constructora, fue levantado sobre “bienes propios” y que “... en el plano radicado en la carpeta de Planeación Distrital existe un lote de terreno que fue cedido a cambio de otro”. Estima la Sala que no obran en el expediente los elementos probatorios idóneos que permitan determinar con certeza cuáles fueron exactamente las zonas cedidas al Distrito Capital por la Urbanización El Rincón de los Ángeles y que están afectas al fin de uso público, ni constatar la tradición de dichas zonas para determinar que ostentan la calidad de “bien público”, y así verificar si el cerramiento en controversia invade o no espacio público. Por otra parte, si bien de las afirmaciones tanto del demandante como de las autoridades que intervinieron en el presente proceso (DADEP, DAPD y la Alcaldía Local) se podría deducir la presunta vulneración del espacio público, no cuentan con respaldo probatorio, pues no basta afirmar que “la invasión es evidente” sino que, se reitera, debe estar probado dentro del proceso que la propiedad del bien está en cabeza, como en el caso, del Distrito Capital y su destinación al uso público, ya que la sola existencia del cerramiento no implica vulneración del derecho colectivo. Al respecto el artículo 30 de la Ley 472 de 1998 establece que la carga de la prueba corresponde al demandante, así es éste quien debe demostrar la ocurrencia de la amenaza o vulneración del derecho e interés colectivo que invoca y necesariamente que éste tenga tal carácter. De otra parte, de conformidad con la normatividad que regula las zonas de cesión obligatorias y gratuitas (L. 9/89, D. 217/97, D. 161/99, mofic. D. 823/00), estás deben estar demarcadas por localización y linderos en la escritura de constitución de la Urbanización que debe contener una cláusula que exprese que “el acto implica cesión gratuita de las áreas públicas objeto de cesión obligatoria al Distrito Capital”, además que la Procuraduría de Bienes del Distrito (Hoy DADEP) debe adelantar las acciones necesarias para la transferencia y titulación de tales zonas, suscribir las escrituras públicas y registrarlas para que se abran los folios de matrícula inmobiliaria que correspondan a la cesión. Así las cosas, la Sala considera que la acción popular incoada no tiene vocación de prosperidad al no existir en el plenario prueba que demuestre, sin lugar a duda, que el cerramiento indicado por el actor invade “espacio público”, razón por la cual se confirmará la decisión apelada. Adicionalmente se advierte que esta decisión sólo resuelve la alegada vulneración de los derechos e intereses colectivos invocados por el accionante frente al material probatorio que obra en el expediente, sin que afecte de manera alguna la obligación que tiene el Alcalde Local de Kennedy para decidir la querella N°049-02 por restitución del espacio público, procedimiento ante el cual las autoridades deben revisar los documentos atrás citados y determinar con exactitud las áreas destinadas al uso público y así tomar las medidas adecuadas para garantizar su protección sin atentar contra los derechos fundamentales de los particulares. Además, la Sala llama la atención del Departamento Administrativo Defensoría Espacio Público, para que en cumplimiento de sus deberes legales y constitucionales promueva, en casos como el presente, las acciones administrativas y judiciales necesarias para la defensa de los bienes inmuebles, una vez entren en el inventario del patrimonio del Distrito Capital. En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado por medio de la Sección Cuarta de su Sala de lo Contencioso, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley F A L L A : Confírmase la sentencia de 30 de abril de 2003 proferida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección B, objeto de apelación, por las razones expuestas en la parte motiva. Cópiese, notifíquese, devuélvase el expediente al Tribunal de origen. Cúmplase. La anterior providencia fue discutida y aprobada en la sesión de la fecha. LIGIA LÓPEZ DÍAZ Presidente de la Sección MARÍA INÉS ORTIZ BARBOSA GERMÁN AYALA MANTILLA JUAN ÁNGEL PALACIO HINCAPIÉ MERCEDES TOVAR DE HERRAN Secretaria