De izquierda a derecha: maestro Ulises Chávez Velez, abogado general de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y doctor Fernando Flores Trejo, ponente magistral DR. FERNANDO FLORES TREJO PONENTE MAGISTRAL BIODERECHO Dr. Fernando Flores Trejo Agradezco en primer lugar al maestro Ulises Chávez Vélez, la amable presentación que ha hecho de un servidor, en esta pequeña síntesis curricular y desde luego quiero agradecer a la licenciada María Esther Avelar Álvarez, quien me invitó a participar en este foro realmente interesante, sobre todo actual y desde luego con las personalidades que me han precedido, al tiempo que inmediatamente se percibe lo selecto de un auditorio, no solamente interesado, sino ávido en temas mucho más actuales. La propuesta acerca de lo que es Bioderecho, viene fundamentalmente como una inquietud que se ha presentado en la actualidad dentro de estos procesos llamados “globalización”, algunos otros denominan “mundialización” y algunos más, que son probablemente los más extensos “universalización”. Con la independencia de la denominación que se le quiera dar a este tipo de fenómenos, existe un elemento común que es justamente la totalización o el elemento totalizador, ¿qué significa esto?, que los procesos de carácter económico, los bloques económicos que están generando muy marcados, América básicamente con nuestro Tratado de Libre Comercio (TLC), en otra parte Europa, con la Unión Europea que se ha dado en gran magnitud, y desde luego, la parte asiática, que integran por lo menos en campo globalizado, bloques, y probablemente en algún tiempo tengamos una unidad, una sola dimensión en el plan económico, seguramente. Estos procesos por ejemplo, traen aparejado algún elemento común también, como es en el caso de la Unión Europea, el cambio de la moneda con el euro, que supone una unidad, y estos fenómenos que solamente pareciera se dan en el plano de carácter económico, también han surgido en el contexto indudablemente científico y probablemente y acaso más primariamente en éste. Actualmente, tenemos un problema de lucidad, apuntado por ejemplo por Eduardo Nicot, que establece la crisis de la ciencia y sobre todo el concepto actual de ciencia. ¿Qué es lo que debemos entender por ciencia? Realmente no quisiera hacer un paradigma, un recorrido incluso de carácter histórico por todo lo que ha Académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México sido la época griega, la época romana, la edad media, la edad moderna, la edad contemporánea para llegar a un concepto de ciencia. Me parece que es difícil establecer un concepto universalmente aceptado y más, frente al fenómeno de globalización, criterios objetivos, a veces criterios subjetivos, como aquél grupo de científicos que establece subjetivamente que ciencia es lo que menciona la comunidad científica, y eso me parece que ya llega realmente a un contexto poco objetivo, pero en ese sentido hemos tratado de ir viendo a la ciencia, y aquí me voy a permitir leer para no incurrir en alguna omisión. Nosotros hemos propuesto un concepto de ciencia del que vamos a partir para tratar de exponer lo que es el Bioderecho: un conocimiento racional, sistemático y determinado, dedicado por un sujeto cognoscente que se expresa mediante proposiciones objetivas, el cual permite anticipar y explicar de manera congruente e integrar los fenómenos surgidos de la realidad. Es un concepto que hemos propuesto que se encuentra en el libro de Bioderecho, es un concepto que tratamos de proponer. Ahora bien, ¿por qué partimos de ese?, porque es un concepto que pretende ser globalizador o totalizador, y sobre todo, de carácter objetivo. Partiendo de lo que es ciencia, en este sentido evidentemente encuadran en mi concepto tanto la Biología como el Derecho en lo que sería este conjunto sistematizado de conocimientos, haciendo probablemente la diferencia entre la Nociología o el conocimiento y lo que es el conocimiento en sí mismo, parte de otro contexto científico. Bajo esta óptica, unos y otros, efectivamente Derecho y Biología caen en el campo de la ciencia, pero evidentemente con distintos objetos de estudio. El Derecho, que es la ciencia que más amo, indudablemente algunos como -----------------, llegaron a afirmar que no era ciencia, me parece que confundía a la ciencia y al derecho como norma, ya lo aclaraba el propio -------------, una cosa es el plano científico y otra cosa es el plano normativo, esta afirmación fue todavía más resguardada indudablemente por el brasileño Miguel Real. Con independencia de estos contextos, lo que nosotros proponemos en el plano científico parte de pensamiento complejo; recordemos que el pensamiento complejo es una corriente de pensamiento que toma como base el cerebro humano, cuando se pensaba en los años 40’s ó 50’s que el cerebro humano era individualista y no generalista, partiendo probablemente del método cartesiano que decía “hay que separar los objetos del conocimiento sin relacionarlos, sin entremezclarlos”. Todavía en el sistema educativo así lo tenemos, especialmente marcado en secundaria, en preparatoria, estudios de enseñanza media superior, en donde se ve materia por materia y se encajona, es más, hay un profesor por cada materia; sin embargo, nosotros partimos de un plano, que es ese pensamiento complejo, que a través de una serie de estudios y de exámenes del propio cerebro humano, se llegó a la conclusión de que no es un cerebro individualista, al contrario, es un cerebro generalista y esto justamente embona en la actualidad con lo que es el plano totalizador o globalizador. Un ejemplo, probablemente una persona, como la mayoría que estamos aquí, tengamos no sólo predilección, sino facilidad y afinidad por el Derecho, pero eso no quiere decir que nosotros no podamos resolver algún problema aritmético sencillo o incluso complejo, si contamos con las herramientas para ello, es por eso que el cerebro humano es generalista y no individualista, especializado sí, pero generalista también en el acervo cognoscitivo. Con base en este aspecto, se han creado básicamente algunos conceptos como la multidisciplinariedad científica, que supone que cada conocimiento está encajonado en un objeto de estudio; la pluridisciplinariedad, que supone en este caso la afinidad entre ciencias, por ejemplo, las ciencias exactas (las ciencias duras que algunos les llaman), las ciencias humanísticas y el plano que me parece un ideal científico; la transdisciplinariedad, hasta llegar a un objeto metodológico común e integral. Pero omití el intermedio, la interdisciplinariedad. La interdisciplinaridad científica tiene realmente dos vertientes, la primera que es la combinación de ramas que no guardan afinidad aparente entre sí, por ejemplo, la Bioética, ahí me parece que hay una combinación de la Biología con la Ética, y la segunda vertiente que para mí es la más interesante y que justamente dio la dimensión del Bioderecho, que es la creación, no la combinación solamente, sino la creación de dos o más ramas científicas disciplinarias para generar un nuevo campo cognoscitivo, un nuevo campo de conocimiento, y es aquí donde nosotros hemos ubicado al Bioderecho, no tanto como una combinación de Biología y de Ética, sino más que nada como una interdisciplinaridad científica en la que hemos propuesto un objeto propio de estudio, principios propios, metodología propia, finalidades propias y desde luego, un concepto propio y un campo de conocimiento especializado. Es así como justamente concebimos al Bioderecho, como un elemento interdisciplinario novedoso, inédito, que no se había propuesto y que en ese plano genera un aspecto cognoscitivo importante para dar lugar a diversos aspectos, y sobre todo, propuestas fundamentales. Bajo esta óptica, me voy a referir a lo que sería el objeto de estudio de Bioderecho. No pretende el Bioderecho establecer una combinación como decíamos, sino para mí el Bioderecho representa una simbiosis entre la vida y el comportamiento regulado del ser humano. Es en este plano, como el Derecho interviene regulando el plano de la vida, pero no solamente de la vida humana, sino de la vida en general; de ahí que la Biología que tiene fundamentalmente como objeto de estudio a los seres vivientes, tenga también el plano regulador, el plano normativo científico del Derecho y por eso no es la combinación, sino es el objeto propio de estudio de Bioderecho. Principios del Bioderecho Nosotros hemos propuesto como una forma novedosa, principios que regulan al Bioderecho y que le permiten ese campo de estudio novedoso. Principio de libre investigación limitada Sin dejar de reconocer que el ser humano tiene indudablemente la posibilidad de investigar libremente, yo creo que el Bioderecho regula o debe regular investigación que tengan objetivos científicos inaceptables, no queremos limitar la investigación, queremos limitar los propósitos tal vez malévolos de algunos científicos que indudablemente tendrán gran conocimiento, pero que sus fines aviesos no deben ser permitidos dentro de esa libertad, porque entonces la libertad demerita a la propia especie humana, entonces en ese sentido, la libertad de investigación científica debe ser limitada por el Derecho. Libre experimentación condicional Una vertiente probablemente de la anterior. Si bien se pueden hacer experimentos libremente, me parece que también cuando se experimenta con el propósito de hacer daño, de traer un perjuicio, no solamente a un ser, sino probablemente a una comunidad y tal vez hasta a la humanidad, indudablemente debe limitarse la experimentación. Hemos sufrido, hemos padecido ignominias humanas, no solamente en los campos de Auschwitz, que por cierto acaban de estar algunas autoridades eclesiásticas, sino se ha condenado incluso a una empresa alemana por haber experimentado a ver qué sucedía con personas humanas, de haberlos muerto con enfermedades que se crearon a propósito para experimentar a ver qué pasaba, aquí debemos limitar conforme al Bioderecho también esa ignominiosa experimentación. Intimidad individual Distinto totalmente de la privacidad que debe tener una persona en su comportamiento social, aquí la intimidad individual tiene que ver con el contexto genético, nadie tiene derecho a conocer mi genoma personal. En ese aspecto cada uno de nosotros tenemos una personalidad individuante de carácter genético y salvo que exista un mandamiento judicial, por ejemplo para conocer la paternidad, no es viable que se juegue o que se maneje una información en este sentido, sin que yo autorice que esa información pueda ser manipulada o manejada. Confidencialidad individuante Ya hice la autorización para que pueda en este caso practicarse la investigación, pero nadie tiene derecho, salvo un mandato judicial nuevamente, a que se divulgue mi información genética, a que se utilice mi información genética, buena o mala, pero nadie tiene derecho a hablar públicamente lo que yo tengo genéticamente, esta es la confidencialidad individuante. Supremacía de la dignidad humana Parece que en estos tiempos se ha olvidado la dignidad humana, no entendida o mal entendida como aquellas personas dignas que se enojan tal vez porque uno arremete contra determinado equipo de fútbol o contra nuestra selección nacional, más que nada, es la dignidad del ser humano, pero una dignidad respecto de la persona humana, del ser humano, simplemente esta calidad implica automáticamente su dignidad y ¿qué pasaría si esa dignidad humana manifiesta fundamentalmente a través de los derechos humanos que son naturales a la persona, se llega a romper inclusive en el campo genético? Exclusividad de la especie humana ¿Por qué? ¿Qué nada más tenemos como seres humanos esa calidad de seres vivientes? Y es aquí donde empezamos a escudriñar un poquito con los aspectos genéticos y a vincular ese objeto de estudio del Bioderecho. Hace aproximadamente cuatro o cinco años, bueno, tal vez un poco más porque todavía estaba el presidente Bill Clinton, junto con el primer ministro de la Gran Bretaña dieron a conocer que cuatro empresas se habían unido para finalmente descifrar el genoma humano, y efectivamente está descifrado, se conocen estos elementos, aunque todavía no se sabe para qué sirven cada uno de los elementos del genoma humano. Es verdaderamente impresionante cómo la información genética, especialmente el Ácido Desoxirribonucleico (ADN) que concentra toda la información genética, nos da datos tan impresionantes como este, comparativamente claro. ¿Qué es ese ADN? Es una molécula super enrollada ¿cómo? Pues habrá que preguntar allá arriba cómo le hizo para que sea invisible prácticamente no sólo al ojo humano, sino a veces inclusive al propio microscopio electrónico y muchos otros elementos que se han tratado de dar, se enrolló 175 centímetros en una molécula ¿cómo le hizo?, bueno, a lo mejor empleó un método no científico, sino divino, para crear este elemento. Ahí está toda la información genética, pero no solamente el ser humano está compuesto por genes, cualquier ser viviente prácticamente contiene información genética bajo los mismos principios, desde luego quiero decir que tampoco el ADN del ser humano es el más complejo hay algunos otros que son aún más complejos, pero finalmente nos quedamos con este contexto del ser humano. Esa información genética bajo ese contexto genético, frente a otros, y por eso hablamos exclusivamente de la especie humana, ¿qué pasaría?, como algunos científicos en diversos textos o revistas han propuesto combinar genéticamente el genoma humano con genomas de especies animales por ejemplo, pues lo que ahora vemos en las pantallas de cine como el hombre araña o el caballero águila, la fantasía se va a convertir en realidad. ¿Será posible hacer la combinación? Teórica y científicamente lo es, pero jurídicamente el Bioderecho tiene la obligación de prohibir, bajo este principio de exclusividad de la especie humana ese tipo de pautas y ese tipo aberrante creo yo, de manifestaciones científicas. Indiscriminación genética Esto resulta atentatorio, no sólo de la dignidad, sino del propio ser humano. Si alguien conoce la información genética de X persona y la información genética advierte que ese ser humano es propenso por ejemplo a padecer enfermedades de carácter diabético o enfermedades cardiovasculares (que es factible conocerlo), hay empresas, como ha sucedido en Japón, donde hay una gran competencia que bajo el pretexto de practicarles exámenes clínicos les hacen firmar una autorización, sin saber que les van a practicar exámenes genéticos, entonces las grandes empresas, los grandes consorcios, cuando detectan que alguien es propenso a padecer una enfermedad que a ellos no les conviene porque tendrán que pagar seguro y una serie de prestaciones más, a esa persona no le dan el empleo y además la boletinan para que ninguna de estas empresas que en común pagan los exámenes genéticos, lo pueda emplear o lo deba emplear. Eso es absolutamente no sólo inmoral sino antijurídico, y lo mismo están haciendo las empresas de seguros, no sé si aquí en México, creo que todavía no, pero en algunas otras partes del mundo, para negar un seguro médico, porque la información genética de alguien no es adecuada a los intereses, también inadecuados, de las compañías aseguradoras. Podríamos citar algunos otros ejemplos por el cual se mira la problemática del Bioderecho, clonación por ejemplo, clonación humana. ¿Será el ser humano capaz, a veces tan egoísta o tan torpe de clonar seres humanos? ¿De reproducir seres idénticos sin ningún sentido? Porque justamente de manera natural, la forma sexuada es la manera de nacimiento natural de los seres vivientes, salvo los casos obviamente de algún afroditismo y algunos más, pero ¿será tan torpe el ser humano de empezar a clonar seres humanos en donde ya no hay recombinación genética o de empezar a programar seres humanos de determinadas características?, ¿a estas aberraciones vamos a llegar? Esto es justamente lo que estudia el Bioderecho, no la Bioética; la Bioética simplemente crea comités que son la conciencia y no la regulación; el Bioderecho lo que pretende es con base en estos principios, en los elementos objetivos, en un objeto propio de estudio y en todo el contexto teleológico como una justicia biojurídica, como una equidad biojurídica y como muchos elementos más, ir generando todo un campo científico que pueda no sólo resolver, sino prevenir fundamentalmente bajo un aspecto normativo, todo lo relacionado con la vida. El Bioderecho no es solamente un campo científico interdisciplinario novedoso, el Bioderecho en concepto es el campo que seguramente va a defender la existencia y la subsistencia de la especie humana, porque se encuentra en peligro, científicamente hablando, de ser malversada, cambiada, auténticamente ultrajada, como en alguna exposición que se presentó en Estados Unidos, en un concurso que ganó un científico presentando a un conejo en el que intermitentemente aparecía en su estómago una luz verde, bueno, ¿sería un hallazgo de la naturaleza?, no, es una creación científica, el científico mezcló genes de un conejo con genes de una luciérnaga, ¿a esas aberraciones vamos a llegar? De tal suerte, que estas son básicamente las pretensiones del Bioderecho, son auténticamente universales como una fórmula interdisciplinaria, pretende ser la salvaguarda de la humanidad previniendo y desde luego, cuando se haya presentado el problema combatiéndolo, es una fórmula terapéutica, pero al mismo tiempo es una fórmula preventiva. ¿Qué el ser humano al rato se habrá de conjuntar con alguna serpiente? El Bioderecho fundamentalmente quiere y tiene la obligación de ser un defensor no sólo de la dignidad de los derechos humanos, sino de la especie humana, y por eso los que amamos al Derecho, los que estamos ciertos de que es la ciencia que tiene las más altas finalidades, la tecnología más impresionante, tal vez compartida con la medicina que salva vidas humanas, pero ¿qué otra ciencia puede tener algo tan hermoso como la justicia, la equidad, el bien común y la seguridad jurídica? Es por eso que nosotros no solamente tenemos plena confianza, sino creemos ciegamente en el Derecho y en esta propuesta interdisciplinaria que nosotros hemos llamado Bioderecho. Muchas gracias por su atención.