Macionis, J. J. y Plummer, K. (1999). Sociología. Madrid, España

Anuncio
Macionis, J. J. y Plummer, K. (1999). Sociología. Madrid,
España: Perentice Hall. P.p. 71 y 74-79.
~
SOCIOLOGIA
PRE
HIC)P4('1'0
EJEt ,.. ,
t KOh iE
John J. Macionis - - Ken Plummer
Traducción:
Roberto Garvía
Celia Valiente
Unil'ersidad Carlos 111
Santi ago Pérez-Nievas
Unil'ersidad Ptíblica de Nm·arra
Laura Morales
lnstilllto Jua n March de Estudios e l m·estigaciones
Con la colaboración de:
Rosalía Mota
Unirersidad Pomificia Comillas
Franc isco Jav ier Moreno-Fuente
London School of Economics
María Fernández Me ll izo-Soto
lnstitwo J uan Ma rch de Estudios e lnl'estigaciones
PR E
T I CE H A LL
Mad rid • México • Samafé de Bogotá • Buenos Aires • Caracas • Lima
Montevideo • San J uan • San J osé • San tiago • Siio Pauto • W hite P lains
j
Datos de catalogación bibliográfica
JOHN J. MAC IONIS, KEN PLUMMER
Sociología
PRENTICE HALL. Madrid. 1999
ISBN: 84-8322-152-7
Materia: Sociologfa
3 16
Formato 195 x 250
Páginas 728
JOHN J. MACIONIS, KEN PLUMMER
Sociología
No está permitida la reproducción total o parcial de esta obra
ni su tratamiento o transmisión por cualquier medio o método
sin autorización escrita de la Editorial.
DERECHOS RESERVADOS
© 1999 respecto a la primera ed ición en español por:
PRENTICE HALL Iberia, S.R.L.
C/ Núñez de Balboa, 120
28006 Madrid
ISBN: 84-8322-152-7
Depósito Legal: M -32.577- 1999
Traducido de: Sociology, a g lobal introduction
Copyright © 1998 by Prentice Hall Europe
ISBN: 0- 13-664533-X
Edición en español
Editora: Isabel Capella
Diseño de cubierta: Herreros y Asociados
Composición: Ángel Gallardo
Impreso por:
IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN
Este libro ha sido impreso con papel y ti ntas ecológicos
Contenido
Recuadros x
Sobre los autores xii
Prefacio xiii
4 • Cultura
¿Qué es cultura? 102
Los componentes de la c ul tura 108
Diversidad cultural: muchos estilos de v ida en un solo
mundo 115
Anál isis teórico de la cultura 121
Cultura y libertad 127
Parte Primera
Las bases de la sociología
1 e La perspectiva sociológica
5 • Socialización
3
La perspectiva sociológica 4
La importancia de la perspectiva global 7
La perspectiva sociológica en nuestra vida cotidiana 12
Los orígenes de la sociología 14
Teoría sociológica 19
Principales paradigmas en sociología 19
Nuevas perspectivas e n la teoría socio lógica: otras
voces 26
2 • La investigación sociológica
35
Los fundamentos de la investi gación soc iológica 36
Cuestiones de orden e pistemo lógico 37
Las tres sociologías: positivista, realista y humanista 38
La perspecti va positivista 39
La perspectiva humanista 41
Cuestiones de orden técnico en la in vestigació n
sociológica 41
Los métodos de la investigación sociológica 45
Cuestiones éticas y políticas 56
Cómo planificar un proyecto de investigación 59
Parte Segunda
Las bases de la sociedad
101
131
La importancia de la experiencia social 132
El proceso de socialización 134
Agentes de socialización 142
La socialización y el ciclo vital 144
Resocialización: las organizaciones totales 151
6 • Interacción social y vida
cotidiana 157
Estructura social: un mapa de la vida cotidiana 158
La construcción social de la realidad 161
El a nálisis dramatúrgico: «la presentación de la
persona» 164
Dos ejemplos de interacción en la v ida cotidiana 169
7 • Grupos y organizaciones
111
Grupos sociales 178
El tamaño de los grupos sociales 185
Organizaciones fo rmales 190
Grupos y organ izaciones desde una perspectiva
g lobal 201
8 • Desviación, delito y control
67
3 • Sociedad 69
Evolución y tipos de sociedades 70
Karl Marx: sociedad y conflicto 80
Max Weber: el proceso de racionalización 85
Emile Durkheim: sociedad y función 91
Evaluación crítica: tres visiones de la sociedad 94
205
Desviación y control 206
Teorías sobre el deli to 207
Por qué necesitamos que haya conductas desviadas:
la teoría funcionalista 209
La teoría del etiquetaje 212
La cond ucta desviada desde la teoría del conflicto 216
Las estadísticas 221
El delito desde una pe rspectiva global 223
El sistema de control social 224
viii
e
Contenido
Parte Tercera
Desigualdad social
235
9 • Estratificación social
237
¿Qué es la estratificación social? 238
Los siste mas de estratificación social y económica:
la esclav itud, e l sistema de castas y las clases
sociales 239
Las funciones de la estratificación social 246
Estratificació n y confli cto 248
La estratificación y el desarrollo tecnológico de de
una perspecti va global 252
La estratificación social: hechos y valores
normativos 255
1O • Clases, pobreza y bienestar
261
La desigualdad en Europa 262
Dime nsiones de la desig ualdad social 263
Clases sociales 266
La movilidad social y el sueño americano 270
Clase y géne ro 272
El debate sobre «e l fin de las clases» 272
Los cambios en las pautas de empleo desde una
pe rspecti va de globalización 273
Pobreza 276
El estado de bie nestar 280
11 • Estratificación global
14 • Envejecimiento y tercera edad
375
El envejecimient o e n el mundo occidental 376
Envejecie ndo: biología y cu ltura 377
Transiciones y p rob lemas de l envejecimie nto 382
Problemas de los mayores 384
Análisis teóricos del e nvejecimi ento 388
La mue rte 392
Mirando hacia e l futuro: e nvejecer en el s iglo XXI 394
Parte Cuarta
Instituciones sociales
399
15 • Economía, consumo y empleo
375
La economía: una revisión histórica 402
Los sistemas económicos comparados 407
El empleo e n las economías posindustriales 411
Las Sociedades Anónimas 421
El consumo 423
Las pe rspectivas de futuro: la economía de l
siglo XXI 424
287
El desarrollo económico global 288
La riqueza y la pobreza e n e l mundo 290
La desig ualdad a escala planetaria: explicaciones
teóricas 297
La desigualdad global : perspectivas de futuro 307
12 • Raza, etnia y migración
313
El significado social de raza, etnia y migración 315
Prejuicios 320
Discriminación 325
Mayorías y minorías: pautas de interacción 327
Migración, etnias y razas 330
Antagonismo é tnico e n España: inmigrantes y
gitanos 332
Racismo y antagonismo étnico en Europa 337
El futuro de las relaciones étnicas 338
13 • Género y sexualidad
Aná lisis teóricos sobre géne ro 358
Fe minismo 359
La sexualidad 363
Las re laciones homose xuales 367
El cambio social y la se xualidad 370
Mirando al futuro: el género e n e l sig lo XX I 370
343
Sexo y género 344
El proceso de socialización de género 345
Patriarcado, estratificación de género y sexismo 350
16 • Poder, estado y movimientos
sociales 429
Poder y autoridad 430
La política en perspecti va global 431
Estados-nación y el sistema políti co g lobal 437
La política en Europa 438
Los ánalisis teóricos de l poder en la sociedad 440
Teorías marxistas del estado 442
La e merge ncia de los movimientos sociales 443
Rompe r las reglas del juego 448
Guerra y paz 450
Mirando al futuro: la política e n e l sig lo XXI 454
17 • Familias
459
La fan1ilia: conceptos bás icos 460
Etapas de la vida fam iliar 463
Análisis teóricos de la familia 463
Transiciones y problemas de la vida fam iliar 468
¿Hac ia la familia posmoderna? 470
Las nuevas técnicas de reproducción y la fam ilia 475
Mirando la futuro: las fam ilias en el siglo XXI 478
Contenido
18 • Religión
483
Reli gión: conceptos básicos 484
Análisis teóricos de la re lig ión 48S
Tipos de organ izac iones religiosas 487
Religiones comparadas 489
Religiones mundiales 490
Relligión en Europa 49S
Religión y cambio social 496
El cambio en las religiones en la aldea g lobal 497
Mirando al futuro: la re lig ión e n e l siglo XX I SOl
19 • Educación sos
La educación: un panorama global S06
Distintos enfoques para el estud io de los siste mas
educativos SU
Mérito o privilegio: la ramificación de los sistemas
educativos S16
La burocratizac ión del sistema educativo S17
Los debates educativos actua les Sl9
Las perspecti vas de futuro: la educación en e l
siglo xxt S23
20 • Salud y sanidad
s21
¿Qué es la salud? S28
La salud: una introducción gene ra l S28
Las causas socia les de la enfermedad: las desigualdades
de salud S34
Los sistemas sanitarios y la profesión médica S40
Los enfoques teóricos de la salud y la sanidad S43
Las perspecti vas de futuro: la salud en e l siglo XX I SSO
21 • Los medios de comunicación ss3
Los medios de comuni cación y e l cambio social SS4
Las teorías sobre los medi os de comunicación SS7
teorías funcionalistas de los med ios de
comunicación SS8
Las teorías sobre e l conflicto social y los medios de
comunkac ión SS9
Las tres preguntas del análisis de los medios de
comunkac ión S62
e
ix
El conte nido de los medios S6S
Los efectos de los medios y sus audienc ias S6S
La globalización de los medios de comunicación S68
Parte Quinta
Cambio social
s11
22 • Población y urbanización
S79
La demografía: e l estudio de la población S80
Historia y teoría del crecimiento de la población S87
La urbanización: el crecimiento de las c iudades S91
La urbanización como un modo de vida S9S
La urbanización en las sociedade pobres 600
Mirando al futuro: población y urban ización en e l
sig lo XXI 604
23 • El medio ambiente y la sociedad
del riesgo 609
La ecología: e l estudi o del medio ambie nte natura l 610
Las c uestiones medioambientales 619
Sociedad y medio ambie nte: análisis teóricos 628
Mirando a l futuro: hacia una sociedad y un mundo
sostenibles 631
24 • Cambio social: sociedades
tradicionales, modernas y
posmodernas 639
¿Qué es e l camb io socia l? 640
Las causas de l cambio social 641
La modernidad 642
Los aná lisis teóricos de la modernidad 646
La posmodernidad 6S3
Mirando hacia ade lante: la modernidad y e l futuro
global 6S4
Glosario 661
Bibliografía 669
Índice ana lítico 697
Sociedad
impl ica mejores) on sociedades con una población mucho müs numerosa, cuyos mie mbros son también más
diferentes o distintos e ntre sí. En estas sociedades viven
personas que tienen profesiones u ocupac iones más especializadas y, general me nte, personas que tiene n distintas
ICtitudes, creencias, oportunidades y estilos de vida.
Cuanto mayor sea el capital tecnológico que tie ne una
sociedad. mayor será e l ritmo de l cambio social. Las
sociedades tecnológicame nte simples cambian muy le ntamente. De hecho, algunas prendas de vestir que llevaba
el hombre de hielo de l que hemos hablado son muy parecidas a las que llevaban los pastores que vivían en esa
misma zona a principios de este siglo. Por e l contrario , las
sociedades tecnológicamente complejas cambian a un ritmo tan nipido que al final de su vida una persona a pe nas
puede imaginarse cómo era la sociedad y sus propias condiciones de vida en e l mome nto e n que nació. Piense por
un instante en algunos e lementos que son ya parte de
auestra cultura que dejarían perplejo, quizá e ntu siasmapero más probablemente atemorizado a cua lquiera
que hubiera vivido tres o cuatro gene rac iones anteriores a
la suya: los restaurantes de comida rápida, el fax, e l te lémóvil, el cibersexo, los corazones artific iales, la
por láser, la reproducción in vitro, la ingeniería
•JFJK:'" ~". la realidad virtual c reada por ordenador, la fibra
los misiles inteligentes, la amenaza del holocausnuclear, las estaciones espaciales, la c irugía transex uaJ,
tran misión de imágenes vía satélite, etc. La verdad es
nos ha tocado vivir en un mundo bastante ex traño;
extraño incl uso si lo comparamos con e l mundo de
• IUeStros abuelos.
Amedida que una sociedad se va hac iendo tecnológimás avanzada, se gene ran cambios a un ritmo y
un alcance cada vez mayor y que te rminan afectando
las esferas de la vida. Por ejempl o, c uando nue stros
•JpaS21dos aprend ie ron a uti lizar la fuerza de l vie nto,
empezaron a construir barcos de vela, molinos de
y, más adelante, los prime ros planeadores. Por
un ejemplo más actual, piense por un momento en
cambios que han producido en nuestro estilo de vida
energía atómica o la infonnática.
Siguiendo las investigaciones de Gerhard y Jean LensIa tecnología como ra go distintivo, vamos
a continuación cinco tipos de soc iedades, que
ociedades de cazadores y recolectores, las primeISSCICitll:lad,es agrfcolas y de pastores, las sociedades proagrarias, las sociedades industriales y las soc iepostindustriales.
El determinismo tecnológico:
unas palabras de cautela
Si bicnl'' cierto que diferentes tipos de tecnología pueden
crear Ja, condiciones específ icas para que se desarrollen
e
71
distintos tipos de soc iedad, no hay una re lac ión causal
estricta entre tecnología y sociedad. Y no la hay básicamente por dos razones.
En primer lugar, la tecnología no determina la sociedad. No hay una re lación automática entre e l tipo de tecnología de que di spone una sociedad y la forma de esa
sociedad. Las tecno logías se pueden usar de d istinto
modo y con distintos propósitos, y son los miembros de la
sociedad, a l dec idir e l uso que van a dar a esas tecno logías, los que van a dete m1inar la forma de esa sociedad. En
e l periodo nazi, por eje mplo, Alemania e ra un país tecnológicamente mu y avanzado, como lo e ran tambié n Inglaterra o Estados Unidos. Pe ro la tecnología en Aleman ia se
utilizó para llevar adelante los planes totalitarios de un
d ictador y ex terminar sistemáticame nte a millone de
pe rsonas. Las tecnologías de los incas y egipcios eran
muy adelantad as, pe ro también implicaban sistemas de
dom inac ión y esclavitud. No hay tecnología que se a ctive
sola. Las tecnologías necesitan personas que las desarrolle n, acti ven y e mpleen, y é stas lo pueden hacer ig uie ndo uno u otro objet ivo. creando asf un tipo u otro d e soc iedad. Las tecnologías no son buenas o malas. son
neutrales. Son las personas las que les imprime n un propósito o una intenc ión.
En segundo lugar, no nos te nemos que dejar llevar por
la te ntación de pensar que las sociedades que vamos a
describir a continuac ión se sucede n unas a otras de forma
automática y siguie ndo un esq ue ma evolutivo. De hecho,
en e l siglo xx, no fa ltan ejemplos en que estos tipos de
socie dad coex iste n. Hay muchas sociedades que no son
puramente agrarias, o industriales, o de cazadores y recolectores. En una misma sociedad podemos encontrar
a lg unas características de las sociedades agrarias junto a
otras de las sociedades posindustria les, por ejemplo. Pensar en té1minos evoluti vos, de peor o más simple, a mejor
y más complejo. puede ser síntoma de e urocentrismo.
Vol vere mos a tocar este tema en e l capítulo siguiente,
c uando hable mos de mult icultural i mo.
Sociedades de cazadores y recolectores
Son sociedades que di sponen de tecnologías simples que
les sirven para cazar animales y recolectar alimentos.
Desde e l origen de la especie humana hasta hace unos
doce mil años, todas las sociedades eran sociedades de
cazadores y recolectores. Hace pocos siglos este tipo de
sociedad e ra todavía re lativamente frecuente en algunos
territorios, pero hoy en día quedan pocas sociedades de
este tipo. Los aka y pigmeos de África centra l, los bosqu imanos de África surocc idental, los aborígenes australianos, los indios kaska del Canadá noroccidenta l, y los
batek y semai de Malais ia son sociedades de cazadores y
recolectores (Endicott , 1992; Hewlett, 1992).
74
e
Las bases de la sociedad
Sin tecnologías que les sirvan para producir alimentos,
los miembros de estas sociedades están continuamente
buscando comida en su entorno natural. Sólo cuando una
sociedad de este tipo habita una región en la que hay
abundancia de alimentos, sus miembros tienen algún
tiempo de oc io. Las sociedades de cazadores y recolectores se dividen en peq ueñas bandas de pequeñas docenas
de individuos cada una de ellas. que viven relativamente
alejadas unas de otras. Son bandas nómadas, además, y se
desplazan siguiendo la ruta de animales m igratorios o
cuando han agotado los recursos naturales de la zona.
Au nque periódicamente vuelven a sus lugares favo ritos,
no se asientan permanentemente en ningún lugar.
Las sociedades de cazadores y recolectores están organizadas por vínculos de parentesco. La famil ia obtiene y
distribuye los alimentos, protege a sus miembros más
débiles y enseña a los niños las habilidades bás icas para
la supervivencia. La mayoría de los miembros participa
en la mayoría de las act ividades del grupo; la más importante, buscar comida. Hay sin embargo una especial ización del trabajo. según criterios de edad y género. Los
más jóvenes y los más v iejos contribuyen en lo poco que
pueden. Los adu ltos sanos tienen la responsabilidad de
obtener los alimentos. De la recolección de frutos y alimentos vegetales se suelen encargar las mujeres, y los
hombres suelen especializar e en la caza. A pesar de esta
div isión del trabajo y de responsabilidades, hombres y
mujeres tienen un estatus o posición social semejante
(Leacock, 1978).
No existe un poder político formal en este tipo de
sociedades. En la mayoría de ellas existe la figura del
chaman, un líder espiritual que puede tener cierto prestig io en el grupo. El chaman no recibe ningún tipo de beneficio o compensación material por serlo. y tiene que colaborar en la búsqueda de alimentos como cualqu ier otro
miembro de la comun idad. También, aquellos q ue parecen más hábi les en la caza o la búsq ueda de alimentos
pueden tener más prestigio social, pero en realidad la
organización de este tipo de sociedades es relativamente
simple e igualitaria.
Estas socied ades no suelen ser soc iedades guerreras.
Las lanzas, las flec has o los cuchillos de piedra se usan
para la caza, pero no para la guerra. Las enfermedades y
los desastres naturales (las sequías, las inundac iones, etc.)
son sus mayores enemigos. Viviendo en condi ciones en
general bastante difíciles, los miembros de estas sociedades cooperan estrechamente unos con otros y comparten
los recursos. Aun así, muchos mueren en los primeros
años de vida y, qu izá, la mitad no llega a superar los veinte años de edad (Lenski , No lan y Lenski , 1995: 104).
A lo largo de este sig lo, muchas sociedades de cazadores y recolecto res se han visto fuertemente amenazadas
por otras sociedades tec no lógicamente más complej as,
que las han arrinconado en espacios cada vez más reduci-
dos y dañado seriamente sus entornos naturales. Gerhard
y Jean Lenski piensan que a finales del s igo XX habrán
desaparecido por completo. Pero si bien es cierto que
muchas de estas sociedades están seriamente amenazadas
o en trance de extinción, tam bién es cierto que algunas de
ellas (como los innuit de Canadá, por ejemplo) no se han
resignado a la extinción y están luchando por mantener su
cultura y estilo de vida.
Primeras sociedades agrícolas y ganaderas
Hace diez o doce mil años nuevas tecnologías transformaron muchas antiguas sociedades de cazadores y recolectores. Se desarrolló, en primer Jugar, una tecnología
agrícola rudimentaria, que permitía la producción de alimentos a pequeña escala. Las herram ientas más características en este periodo son la azada, para remover la tierra, y todo tipo de utensilios utilizados para cavar y
plantar las semillas. Parece ser que se empezó a utilizar
estas herramientas en las tierras fértiles de Oriente
Medio. Por un proceso de d ifusión cultural, estas nuevas
técnicas agrícolas ya se habían extend ido en la mayor
parte del mundo hace unos seis mil años.
La transfo rmación de las sociedades de cazadores y
recolectores en sociedades agrícolas no fue inmediata ni
generalizada. Los grupos humanos asentados en territorios ricos en caza y recmsos al imentarios posi blemente
no pensaron que las nuevas tecnologías fue ran motivo
suficiente para abandonar su estilo de vida y estrategias
de supervivencia (Fisher, 1979). Los yanomamo de la selva brasileña (sobre los que hablaremos en el Capítulo 4
«Cultura»), son un ejemplo de una sociedad que decidió
combinar la caza y recolección con el empleo de estas
técnicas agrícolas rudimentarias (Chagnon, 1992).
También hubo otras sociedades, en particular las que
habitaban regiones más áridas o montañosas (como la
región de los Alpes, donde vivió nuestro hombre de hielo), que no encontraron grandes beneficios en las nuevas
técnicas agrícolas. Estos grupos humanos, sin embargo,
desarrollaron otra tecnolog ía, la del pastoreo, y q ue consiste en la domesticación de animales. También hubo
sociedades que combinaron las dos tecnologías y que
empezaron a obtener la mayoría de sus recursos alimentarios del cultivo rudimentario de la tierra y de los rebaños. Hoy en día, hay sociedades de este tipo en América
del Sur, África y Asia.
La domesticación de animales y el cultivo de pequeños
terrenos aumentó rápidamente la producción de alimentos. Esto permiti ó que las sociedades pudieran aumentar
de tamaño, al ser posible alimentar no a docenas, sino a
centenares de personas. Las sociedades especializadas en
e l pastoreo siguieron siendo nómadas, pues tenían que
mudarse constantemente en busca de pastos frescos para
el ganado. Por el contrario, las que adoptaron las técnicas
Sociedad
agrícolas comenzaron a c rear asentamientos más o me nos
permanentes, que se abandonaban cuando los campos
dejaban de re ndir lo suficie nte . En estos asentamientos
podían llegar a vivir miles de personas.
La posibilidad de producir alimentos (cultivando el
campo o creando re baños) implicó la creación de un
excedente mate rial , esto es, se obte nían más recurso s de
los necesarios para la supe rvivencia diaria. Estos e xcedentes permitieron que algunas personas pudieran
dedicarse a otras actividades di stintas de la producción
de alimentos, corno la fabri cación de herramie ntas, el comercio, la interpretación de las señales divinas, etc. En
comparación con las sociedades de cazadores y recolectoras, las sociedades agrícolas y de pastoreo eran más
complejas, pues ya empezaba a manifestarse una di visión
o especialización del trabajo.
Las creencias religiosas tambié n sufrieron ciertos
cambios. Mie ntras que los miembros de las sociedades de
cazadores y recolectores solían pe nsar que el mundo estaba habitado por espíritus, los de las sociedades agríco las
practicaban el culto a los ante pasados y solían pe nsar e n
la figura de Dios corno el c reador. Las sociedades de pastores dieron un paso más y pensaban que Dios intervenía
directamente e n el destino de la comunidad. La metáfora
de Dios como el «pastor» de la comunidad (que era su
«rebaño») la comparten el cristiani smo, el judaísmo y el
islam, tres relig iones que nac ieron en Orie nte Medio y a
pa11ir de las creencias religiosas de las sociedades de pastores.
Un mayor ni vel de especialización y de complejidad
en la organi zació n social ta mbié n produce un mayor nivel
de desigualdad social. Sie mpre había familias o clanes
que podían producir más que otros, con lo que obtenía n
más prestigio social y poder o influencia sobre el resto de
la comunidad. Las alianzas con familias o clanes de igual
prestigio o posición social servían para reforzar la preeminencia social de esas familias y garantizar su transmisión a los herederos. Con ello emergieron los sistemas
formales de desigualdad social. Y así también sistemas
políticos de dominación (o gobiernos, para entendernos;
aunque gobiernos muy rudimentarios) que, respaldados
por una fuerza militar, tenían corno finalidad proteger la
posición social y económica de las familias o clanes más
favorecidos. En un principio eran gobiernos que sólo
podían te ner autoridad sobre un territorio pequeño y un
número bastante limitado de personas. Los grandes imperios nacerían más tarde, cuando ya se hizo posible desplazar las fuerzas militares rápidamente y a distancias
más largas.
La domesticación de animales y el c ultivo de la tierra
tran sformaron las sociedades. Estas aume ntaron sus
recursos y se hicieron más complejas, pero, como acabamos de ver, también más desiguales. Hubo avances tecnológicos, ciertamente, pero estos avances también die-
e
75
ron paso a instituciones como la esclavi tud o a situaciones de guen a casi perm anente.
Sociedades agrarias
Hace alrededor de unos cinco mil años (en la é poca en
q ue vivió nuestro hombre de hielo), se produjo en Oriente Medio una nueva revolución tecnológica que transformó la historia de la humanidad. Se trata nada más y nada
menos que el descubrimiento de la agricultura a gran
escala,facilitada por la invención del arado y el empleo
de animales de tiro. La importancia de este avance tecnológico, junto con la in vención de la rueda, de los sistemas
de irrigación, la escritura, la numeración y el uso cada vez
Fuente: Woodtin Camp & Associates - Robert Frerck
De las 130 pirámides de Egipto, las más grandes son las tres pirámides de Giza. Tienen la altura de un edificio de unos cuarenta pisos y
en cada una de ellas se emplearon unos tres millones de bloques de
piedra. Hace unos 4.500 años decenas de miles de personas trabajaron en las pirámides a fin de que un sólo hombre, el faraón, pudiera
descansar a su muerte. Las pirámides son un ejemplo palpable de la
enorme desigualdad social que había en esa sociedad agraria.
76
e
Las bases de la sociedad
más extensivo de los metales marcan claramente un
periodo en la historia de la sociedad.
El uso del arado permitió el cultivo de extensiones de
tierra mucho más grandes que lo que permitía la azada u
otras herramientas semejantes. Con el arado, además, se
podía remover y airear la tierra mucho mejor que con la
azada, con lo que, además de aumentar el rendimiento del
suelo, se consiguió prolongar la fertilidad del suelo. Esta
tecnología permitió a las sociedades agrarias cultivar las
mismas tierras durante varios decenios, y así, crear asentamientos permanentes. Los excendentes alimentarios, y
la posibilidad de transportarlos en carros tirados por animales, supuso la creación de sociedades de grandes
dimensiones, en términos de población y territorio. Y
también, de grandes imperios. Se ha calculado que, en su
periodo de esplendor, vivían en el Imperio Romano unos
setenta millones de personas, en una extensión de unos
cinco millones de kil ómetros cuadrados (Stavrianos,
1983; Lenski, Nolan y Lenski, 1995).
Como ya había sucedido en la etapa anterior, un mayor
excedente de recursos produjo una mayor grado de complejidad social. Algunas tareas que antes acaso todo el
mundo realizaba (como abrir los campos o conservar o
custodiar los alimentos) se convirtieron en ocupaciones
especializadas. La especialización hizo obsoleto el viejo
sistema del trueque, y así no tardó en aparecer el dinero.
A su vez, la invención del dinero facilitó el comercio y,
consecuentemente, el desarrollo de las ciudades, que eran
el centro de las transacciones comerciales.
Las sociedades agrarias eran también sociedades profundamente desiguales. En el extremo inferior estaban los
esclavos y los campesinos, la fuerza de trabajo de las elites. Libres del trabajo manual, las élites de estas sociedades podían dedicarse a la filosofía y las artes; y, por
supuesto, al gobierno de la sociedad.
Si bien en las sociedades de cazadores y recolectores
y, hasta cierto punto, en las agrícolas las mujeres tenían
un papel fundamental en la provisión de alimentos, con la
invención del arado las mujeres fueron relegadas a tareas
subsidiarias o secundarias. Según algunos autores, esto
produjo la subordinación de la mujer frente al hombre
(Boulding, 1976; Fisher, 1979). En el recuadro de abajo
se explica esto con un poco más de detalle.
La religión reforzó el poder de las elites. Las creencias
religiosas reforzaron la idea de que las personas estaban
obligadas moralmente a ejercer aquellos trabajos que les
correspondieran según su posición en la jerarquía social.
Muchas de las maravillas del mundo antiguo, como la
muralla china o las grandes pirámides de Egipto, fueron
posibles porque emperadores y faraones ejercían un
Tecnología y cambio de estatus de la mujer
n las sociedades tecnológicamente simples del pasado las
mujeres producían más alimentos que los hombres. En las sociedades de cazadores y recolectores la
carne se valoraba mucho, pero el
resultado de la caza, a la que se dedicaban los hombres, nunca era seguro. Eso hacía que las frutas y vegetales, que recogían las mujeres, fueran
la principal fuente de alimentación.
También fueron las mujeres, que
tenían la responsabilidad de obtener
y preparar los alimentos, las que
desarrollaron la técnica del cultivo a
pequeña escala. Por su parte, los
hombres se dedicaban al comercio o
al cuidado del ganado. Sólo en la
época de la cosecha los hombres
ayudaban en las tareas del campo.
E
Hace alrededor de unos 5.000
años se descubrió el arte de los
metales. Esta nueva tecnología se
extendió rápidamente por un proceso
de difusión cultural y, posiblemente,
a través de las redes comerciales
en las que participaban los hombres.
Fue el hombre el que inventó el arado y, como ya era un experto en
la domesticación de animales, seguramente no tardó mucho en hacer que un animal de carga tirara del
arado.
Esta innovación técnica marcó el
inicio de la agricultura a gran escala,
lo que también situó al hombre en
una posición dominante en cuanto a
la producción de alimentos. Elise
Boulding explica cómo todas estas
transformaciones implicaron, a su
--------------- -·---
-
vez, un deterioro en la situación social de la mujer:
El cambio de estatus de la mujer
en las primeras sociedades agrarias
pudo haberse producido en un breve
espacio de tiempo, una vez que los
hombres monopolizaron dos nuevas
ocupaciones: arar la tierra y cuidar de
los rebaños. A partir de entonces, la
mujer quedó relegada a tareas subsidiarias, como limpiar los campos o
transportar agua. Como la extensión
de los cultivos aumentó, las mujeres
tenían que trabajar tantas horas
como antes, pero en tareas secundarias. Esto contribuiría aún más al
deterioro del estatus social de la
mujer. e
Fuentes: Boulding (1976) y Fisher (1979)
Sociedad
poder absoluto sobre grandes contingentes de personas,
obligadas a trabajar en las peores condic iones y sin esperanza de mejora.
En las sociedades agrarias, en fin, las elites acumularon un poder inmenso. Para mantener el control de los
imperios se hizo necesario formar y reclutar toda suerte
de burócratas y servidores, encargados de administrar y
controlar los dominios. De esta fom1a, junto con unas
economías florecientes, emergieron los aparatos políticos
y administrati vos como esfera aparte o separada de la
vida social.
En las sociedades agrarias aumentó el nivel de complejidad y desig ualdad social. También, y si las comparamos con las sociedades de cazadores y recolectores o las
sociedades agrícolas y ganaderas, las sociedades agrarias
se diferenciaban más entre sí, ya que los continuos avances tecnológicos, que permitían tener un mayor control
sobre la naturaleza, daban pie a un mayor grado de vari abilidad en las formas de organización social.
Sociedades industriales
Una nueva transformación tuvo lugar con el desarrollo de
la tecnología industrial, basada en el empleo de maquinaria especiali zada por medio de fuentes avanzadas de energía. Hasta la época industrial, la principal fuente de ener'a había sido la energ ía muscular del hombre y los
animales de carga. Al inicio de la Revolución Industrial,
ue podemos datar a mediados del siglo xvm, se empezó
generalizar e l uso de la energía hidráulica en talleres y
bricas. Más adelante se empezó a emplear el vapor, lo
que permitió el empleo de maquinaria más grande, pesaYeficiente.
La invención de estas tecnologías disparó un proceso
cambio social inimag inable hasta entonces (véase
1gura 3. 1). En el transcurso de cien años, las sociedades
ue incorporaron estas tecnologías cambiaron mucho
's de lo que habían cambiado en varios miles de años en
!pasado. Como ya vimos en el Capítulo l («La perspec·va sociológica»), estas grandes transformaciones sociaexplican el nac imiento mismo de la sociología. En el
·glo XIX, los ferrocarriles y los barcos de vapor revolu·onaron los transportes. Al poco tiempo, en algu nas ciues se empezaron a construir grandes rascacielos que,
iendo pequeñas las viejas catedrales, simbolizaban
uy bien la llegada de una nueva era.
En los inicios del siglo XIX, el motor de combustión
sformó aún más las sociedades, y la electricidad cam. ía drásticamente la vida cotidiana de las personas. El
léfono, la radio y la televisión explican la emergencia
lo que se llama la «cultura de masas». Estos medios de
unicación fueron recortando gradualmente la imporcia de las distancias geográficas, haciendo el mundo
a vez más pequeño. Los avances en la aeronáutica per-
e
77
mitieron viajar a una ve locidad mayor que el sonido, e
incluso traspasar los límites de la Tierra. La energía
nuclear también ha cambiado el mundo de forma irreversible. Y el uso cada vez más extensivo de Jos ordenadores,
que han multiplicado de forma hasta entonces inimaginable la capacidad de procesar información, ha orig inado a
su vez una rel'o!ución informática, que está dando lugar a
toda una nueva serie de cambios y a otro modelo de sociedad: la sociedad posti ndustrial, sobre la que nos detendremos en el próx imo apartado.
También el trabajo se ha transformado radicalmente.
Si en las sociedades agrarias la mayoría de las personas
trabajaban en el campo o en sus casas, en la sociedad
industri al la mayoría de las personas comenzó a trabajar
por cuenta ajena y en fábricas, instaladas en las proximidades de las fuentes de energía. Con ello perdieron
importancia los vínculos de parentesco, los valores tradic ionales, las creencias y las costumbres propias del mundo rural.
La industrialización creó sociedades enormemente
prósperas. Si bien al pri ncipio las condiciones sanitarias
en las ciudades y núcleos industriales de Europa y Norteamérica eran bastante malas, las nuevas tecnologías y
conocimientos médicos y la mejora en el ni vel de vida de
la población provocaron un descenso notable en la inci-
2200
~
~
2000
e:
~
1800
.s
1600
oQ.
~
"'u
·¡;,
'()
oe:
1400
u
~
1200
e:
1000
:¡;
o
1
·o
~
800
.,
600
o
e:
.S
"t)
e
"'
E
j
/
400
•:::>
z
200
o
1000
~
1100
1200
1300
1400
~r
1500
1600
-·
1----
1700
1800
Ailos
Fuente: Lenski. Nolan y Lenski (1995)
Figura 3.1 e El aumento acelerado de las innovaciones tecnológicas
El gráfico muestra el número de innovaciones tecnológicas que tuvieron
lugar en Europa occidental después del inicio de la revolución industrial (a
mediados del siglo xv1n). El ritmo de la innovación tecnológica se aceleró a
partir de entonces porque toda innovación produce unas determinadas
transformaciones culturales que, a su vez, generan otras innovaciones
tecnológicas.
78
e
Las bases de la sociedad
dencia de enfermedades infecciosas. Aumentó así la esperanza de vida y, con ello, el tamaño de la población. La
industrialización produjo también fuertes movimientos
migratorios del campo a la ciudad, donde se concentraban
las fábricas. Así, mientras que en las sociedades agrarias
sólo una de cada diez personas vivía en la ciudad, en las
sociedades industriales tres de cada cuatro personas viven
en centros urbanos.
El nivel de especialización ocupacional, que como
hemos visto ha ido aumentando gradualmente en el transcurso del tiempo, ha alcanzado su máximo ni vel en la
sociedad industrial. En las sociedades industriales, el
prestigio de una persona depende de su ocupación o profesión, y no de su pertenencia a un clan, una familia o una
red clientelística, como ocurría en las sociedades agrarias. La movilidad geográfica y laboral genera a su vez
una mayor conciencia de indi vidualidad y, con ello, una
mayor d iversidad cultural. Esto se muestra en la formación de una enorme variedad de culturas, subcu lturas y
contracu lturas, sobre las que hablaremos en el Capítulo 4
(«Cultura»).
La industri al ización ha transformado también la institución fam iliar. El papel de la fa milia como agente de
socialización (esto es, como el lugar donde se transmüen
conocimientos, valores y creencias de generación a generación) se ha visto bastante erosionado. También, las familias han dejado de ser unidades de producción para ser unidades de consumo. Y tal como explicaremos en el
Capítulo 17 («Familias»), el cambio tecnológico también
está produciendo la aparición de nuevos modelos de familias, distintos de la fam il ia tradicional, como las fam il ias
monoparentales, las uniones de homosexuales, etc.
En los inicios de la industrialización sólo un reducido
número de personas pudo rentabilizar y beneficiarse de
los avances tecnológicos, viviendo la mayoría de la
población en condiciones de pobreza. Con el tiempo, sin
embargo, toda la población pudo beneficiarse del au mento de los recursos que produjo la revolución industri al.
Ciertamente, la pobreza sigue s iendo un problema importante en las sociedades industriales, pero comparada la
situación actual con la de hace un siglo las cosas han
mejorado notablemente: el ni vel de vida es cinco veces
Tabla 3.1 • Resumen de la evolución sociocultural
Tipo de
sociedad
Periodo histórico
Tecnología productiva
Tamaño de las
sociedades
Tipo de
asentamiento
eazadores y
recolectores
Único tipo de sociedad
hasta hace unos 12.000
años. Todavía relativamente
frecuente hace algunos
siglos. Hoy amenazada por
la extinción.
Armas primitivas
De 25 a 40 personas
Nómadas
Agrícolas y
ganaderas
Desde hace alrededor de
unos 12.000 años.
Su número empezó a
decrecer en el tercer
milenio a.C.
Herramientas manuales
para cultivar la tierra.
Técnicas de domesticación
de animales.
Asentamientos de varios
centenares de personas
que, vinculadas entre sí
por lazos comerciales,
podían dar lugar a
sociedades de varios
miles de personas.
Los grupos dedicados
al cultivo de la tierra
formaban asentamie
temporales. Los
dedicados al cuidado
de los rebaños eran
nómadas.
Sociedades
agrarias
Desde hace unos 5.000 años. Arado tirado por animales.
Son muchas todavía hoy,
pero su número va
decreciendo.
Millones de personas.
Empiezan a aparecer
las ciudades, aunque
la inmensa mayoría
la población sigue
viviendo en el campo
Sociedades
industriales
Desde mediados del
siglo xvm hasta el presente.
Fuentes avanzadas de
energía; producción por
máquinas.
Millones de personas.
Predominantemente
urbano.
Sociedades
postindustriales
Emergen en las últimas
décadas.
Tecnologías de la información,
sobre las que se basa la
economía.
Millones de personas.
Sociedades urbanas.
Sociedad
e
79
to de las nuevas tecnologías, que están orientando la economía a la producción y transmisión de información y
conocimientos y, así, transformando de nuevo las sociedades. Si las sociedades industriales se caracterizan por
sus fábricas y maqui nari as, que sirven para la producción
de bienes a gran escala, las sociedades posindustriales
son sociedades caracterizadas por el uso extensivo de las
tecnologías que sirven para procesar, almacenar, transmitir información y conocimientos. Si en las sociedades
industriales muchas ocupaciones requerían dominar ciertas habilidades mecánicas, las personas que viven en
sociedades posi ndustriales tienen que saber emplear las
nuevas tecnologías de la informació n y la comunicación.
Las nuevas tecnologías de la informac ión están cambiando el tipo de cualificaciones que demanda el mercado de trabajo, lo que implica un cambio en la estructura
Sociedades posindustriales
ocupacional de la sociedad. En el Capítulo 15 ( «EconoMucha sociedades industri ales están entrando en una
mía, consumo y empleo»), explicaremos esto con más
detalle. Veremos allí que en las sociedades postindustrianueva fase de desarrollo tecno lógico. Hace algunos años,
les el contingente de trabajadores dedi cados a la producel soció logo norteamericano Danie l Bell (1973) acuñó el
ción industrial es cada vez menor, al tiempo que e l númetérm ino «sociedad posindustrial» para referirse al impacro de personas que está trabajando en ocupaciones en las que se procesa información (trabajadores de oficina, científicos,
profesores, ejecuti vos, re laciones públicas, etc.) está aumentando progresivaEjemplo
mente.
La revolución de la infonnación está
rada en las familias. Especialización
Pigmeos de África central.
transformando más drásticamente a las
fimítada por razón de género y edad. Bosquimanos de África sudoccidental.
sociedades más ricas, pero esta es una
Aborígenes australianos. Semai de
desigualdad social.
revolución sin fronteras y su impacto se
Malaisia. Indios kaska de Canadá.
está hac iendo notar a ni vel global. Como
veremos en el Capítulo 4 («Cultura»), la
rapidez con la que es posible transmitir
da en la familia. Los sistemas
Sociedades del Medio Oriente del
informac ión y conocimientos a un bajo
quinto milenio a.C. Ejemplos actuales
os empiezan a desarrollarse.
coste de una punta a otra del planeta está
en Nueva Guinea y otras islas del
ialización moderada.
Pacífico. También los yanomamo en
desigualdad social.
hac iendo que el contacto entre las socieBrasil.
dades sea cada vez más estrecho y, así,
que esté apareciendo una cultura global.
Las nuevas tecnologías están acelerando
el proceso de globalización.
Egipto, durante la época de las
ilia pierde importancia al
grandes pirámides. Europa medieval.
r otras instituciones sociales
En la Tabla 3. 1 se expone de una forma
Muchas sociedades preindustriales
· sas, económicas, políticas).
resumida cómo la tecnología ha contribuide hoy en día.
especialización del trabajo
do a configurar la sociedad en cad a una de
igualdad social.
las etapas que hemos ido explicando.
mejor que hace cien años, y la desig ualdad económi ca,
política y social se ha red ucido notablemente. Esto se
debe, en parte (tal como veremos en el Capítulo 9 «Estratificación social»), a que las sociedades industriales necesitan trabajadores más cualificados. Mientras que en las
sociedades agrarias la mayoría de la población es analfabeta, las sociedades industri ales dedican una parte importante de sus recursos a la educación de sus miembros, que
tienen, además, una serie de derechos políticos inimaginables ha ta entonces. De hecho, la industri alización
genera demandas y expectativas de democratización,
como se ha visto recientemente en Corea del Sur, Taiwan,
República Popular C hina, la antigua Unión Soviética o en
Europa del Este.
iones religiosas, políticas,
micas, educativas, etc.; fuerte
· lización; persiste la desigualdad
, aunque disminuye con el tiempo.
Las sociedades europeas,
norteamericanas, Australia y Japón
generan hoy en día gran parte de la
producción industrial en el mundo.
r a la de las sociedades industriales. Las sociedades industriales
mencionadas antes son también las
s ocupaciones relacionadas con
servicios y la transmisión de la
más próximas al modelo de la
sociedad posindustrial.
ación y el conocimiento.
Los límites de la tecnología
Si bien la tecnología ha mejorado notablemente el nivel de vida de las personas
aumentando la producción de bienes y
servicios, eliminando enfermedades o,
simplemente, creando nuevas posibilidades de ocio, no puede producir milagros
Descargar