eucaristía de apertura

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EUCARISTÍA DE APERTURA
Fase Final del XXI Capítulo General
Cájar (Granada), 2 de abril de 2011
Motivación: Con esta Eucaristía iniciamos este otro momento capitular, y
queremos a través de unos signos hacer presente y decirle al Señor todo
lo que en esta etapa queremos vivir y desde donde lo queremos hacer.
Una sola: Señor, durante todo este tiempo capitular nos hemos sentido
acompañadas por ti, hemos experimentado tu aliento y tu fuerza en cada
decisión, en cada discernimiento y en cada consenso. Hoy con esta vela
hacemos memoria esa experiencia con la seguridad de que tu Espíritu
iluminará nuestro caminar a lo largo de esta asamblea.
Todas: Queremos abrir nuestro corazón y nuestra mente a las llamadas
de tu santa Ruah para que ella impulse y acompañe cada momento de
este encuentro. Tenemos una importante tarea por delante y queremos
responder a ella en fidelidad a tu Palabra y a nuestras hermanas de
congregación.
Una sola: La audacia y la pasión de nuestros fundadores son savia que
nutre y da vida a nuestro proyecto congregacional. De ellos, generación
tras generación, hemos recibido el carisma que da sentido a nuestra
peculiar vocación en la Iglesia y hoy, una vez más, nos ayudarán a discernir
los caminos que estamos llamadas a recorrer como Siervas de san José.
Todas: Señor, nos has convocado para continuar el sueño que Bonifacia y
Butinyà gestaron juntos hace ya más de un siglo. Ellos son referente y
testimonio de un modo de estar en el mundo que define nuestra
vocación y que hoy queremos renovar ante ti en fidelidad a su espíritu y a
los hombres y mujeres con los que compartimos la vida.
Una sola: Padre y Madre Dios, al empezar esta última fase del Capítulo
General, queremos poner en la mesa de la eucaristía esta tela que en la
que están tejidos los nombres de cada una de nuestras comunidades-taller.
Unos nombres que condensan la vida y el compromiso, de todo el cuerpo
congregacional. Junto a esa tela ponemos también las banderas de los
lugares donde está presente la congregación, porque es ahí donde
encarnamos el carisma y donde cada comunidad taller y de cada Sierva de
san José, en lo cotidiano de su existencia hacen posible, en medio de la
gente, espacios de esperanza y solidaridad.
Todas: Somos conscientes de nuestros límites, pero también de nuestras
posibilidades, por eso con esta ofrenda renovamos nuestro compromiso y
apostamos unas por otras para seguir siendo respuesta audaz y creativa
para el mundo trabajador pobre.
Una sola: Todos nuestros deseos y nuestras certezas adquieren sentido
cuando en torno a tu mesa, Señor, hacemos memoria de tu existencia
entregada y de tu fidelidad al Padre. Hoy queremos celebrar contigo todo el
proceso capitular vivido hasta ahora. En él hemos ido gestando sueños y
esperanzas, hemos vivido dificultades y momentos de oscuridad. Ahora al
inicio de este nuevo momento capitular ponemos en tus manos nuestro
trabajo, seguras de que a tu lado se irá iluminando nuestro futuro y se
despertará nuestra audacia.
Canto: El Espíritu del Señor
El Espíritu del Señor vive entre nosotros.
1.
Hay un solo corazón al unirse nuestros cantos,
hay una misma ilusión al unirse nuestras vidas.
2.
Hay un solo caminar cuando vamos hacia el Padre,
hay una misma oración en el Espíritu Santo.
Primera lectura:
Lectura de la carta de san Pablo a los cristianos y cristianas de
Corintio (1Cor.12,3b-8;12-18;24b-27)
Nadie puede decir Jesús es el Señor sino con un espíritu santo. Hay
diferentes dones pero el Espíritu es el mismo. Hay diversos ministerios,
pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de obras pero es el mismo Dios
quien obra todo en todas.
La manifestación del Espíritu que a cada uno y a cada una se le da es para
provecho común, y todo es obra del único Espíritu.
Las partes del cuerpo son muchas, pero el cuerpo es uno; por muchas que
sean sus partes, todas forman un solo cuerpo.
Un solo miembro no basta para formar un cuerpo, sino que hacen falta
muchos. Suponed que diga el pie: “No soy mano, y por lo tanto no soy
cuerpo”. No por eso deja de ser parte del cuerpo. O también que la oreja
diga “Ya que no soy ojo no soy parte del cuerpo”. Tampoco por eso deja
de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿Cómo podríamos oír?
Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿cómo podríamos oler?
Dios ha dispuesto los diversos miembros colocando cada uno en el cuerpo
como ha querido. Si todos fueran el mismo miembro, ¿dónde estaría el
cuerpo? Pero hay muchos miembros y un solo cuerpo.
Dios al organizar el cuerpo tuvo más atenciones por lo que era último,
para que no se dividiera el cuerpo; todas sus partes han de tener la misma
preocupación unas por otras. Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si
un miembro recibe honores, todos se alegran con él.
Sois el cuerpo de Cristo, y cada uno y cada una en su lugar es parte de él.
Salmo 115
Evangelio: Juan 15, 1-11
Peticiones:
Te presentamos Señor nuestra oración y te decimos: Ayúdanos con tu
gracia.
1.
A la escucha de tu Espíritu queremos vivir este tiempo, que
sepamos descubrir su presencia y sus llamadas en los desafíos que
nos presenta la realidad en la que vivimos inmersas, en la vida de
la Congregación, en la palabra de cada una de nosotras.
Ayúdanos con tu gracia.
2.
En conexión con la humanidad deseamos realizar el trabajo
encomendado, las reflexiones y búsquedas de cada día, que
nuestros oídos y nuestro corazón estén siempre abiertos a los
gritos de la humanidad de una manera especial la realidad pobre,
la realidad de la mujer.
Ayúdanos con tu gracia.
3.
Que nuestro trabajo de estos días, esté siempre tejido al trabajo
de cada una de nuestras comunidades, de cada una de nuestras
hermanas, que nos vivamos en corresponsabilidad en esta tarea de
reflexión y búsqueda y juntas tejamos futuro.
Ayúdanos con tu gracia.
4.
Deseamos sentirnos, en todo lo que vamos a vivir, construyendo
Reino contigo, te presentamos a todas las personas que de una
manera u otra colaboran en esa tarea, a las que en estos días están
más directamente acompañando nuestros proyectos apostólicos.
Queremos en todo seguir los pasos de Bonifacia y Butinyà y
continuar siendo la respuesta que él y ella soñaron.
Ayúdanos con tu gracia.
Canto de comunión: TENGAMOS UN SOLO CORAZÓN
Tengamos un solo corazón y una sola alma los que formemos el Cuerpo
del Señor.
1.
Conocerán que sois mis discipulos si os amáis los unos a los otros.
2.
Os doy un mandamiento nuevo que os améis los unos a los otros.
3.
Aquel que no ama permanece en la muerte.
Palabras de apertura de la Asamblea (Mª de los Ángeles González
Herrero)
Canto final: QUIERO SEGUIRTE
Quiero poner en tus huellas mi pie,
mis manos donde las tuyas ganaron el pan.
dejar que tu voz traspase mi piel, que tu mirada me enseñe a mirar.
Quiero dejar tu nombre en el aire,
sembrar en los surcos gotas de tu existir,
andar los caminos que tú recorriste,
pasando la antorcha que recibí.
Y RECREAR HOY EL TALLER, CON LA MIRADA EN NAZARET. (BIS)
Quiero abrasar mi pecho en tu fuego, abrir la mañana con libertad,
vivir sin más rentas que mi trabajo, dar lo que tengo y lo que soy.
Quiero vivir de fe y esperanza, amar por encima de toda razón,
gustar el silencio, que es forja del alma, amar a Jesús, María y José.
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