LA PROVINCIA DE CORDOBA DEROGÓ LA INCONSTITUCIONAL TASA VIAL Las denominadas Tasas Viales, se encuentran en abierta violación a la Constitución Nacional y a las distintas normas de derecho intrafederal, dado que en rigor- se trata de un verdadero impuesto encubierto, el cual resulta análogo al que recae sobre los combustibles líquidos y el gas natural comprimido. La primera jurisdicción en aplicarlo fue la provincia de Córdoba, que ahora la deroga, dado que allí comenzó a regir a partir del ejercicio fiscal 2012, a lo que cabe agregar que tanto la provincia de Buenos Aires como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pretendieron aplicarlo en el año 2013, no obstante desistieron inmediatamente ante los reparos jurídicos recibidos por parte de la doctrina y las cámaras empresarias vinculadas con el sector. No obstante, pese a que Buenos Aires se abstuvo de sancionar la tasa de marras, los municipios de Vicente López y San Miguel comenzaron a aplicarla desde 2013, habiéndose incrementado en forma notoria el número de partidos donde actualmente rige. Cuadra recordar que el tributo "tasa" es la contraprestación en dinero que pagan los particulares al Estado u otros entes de derecho público en retribución de un servicio público determinado y divisible, y que si bien no es necesario que se verifique una ventaja o beneficio en cabeza del contribuyente, lo cierto es que al cobro de la misma tiene que corresponderse siempre con la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio público a algo no menos individualizado (bien o servicio) del contribuyente. En este sentido, es de la esencia del tributo tasa que la actividad estatal sea divisible en unidades de uso o consumo a fin de que pueda concretarse una prestación específica respecto del obligado al pago. A continuación analizaremos los óbices normativos que tornan ilegítima (inconstitucional) a la denominada tasa, independientemente de las variables técnicas que pudieran existir entre las diversas Ordenanzas Fiscales. Decreto-ley 505/1958. BO 22/01/1958 Por medio del mismo se aprueba el Estatuto Orgánico de Vialidad Nacional, que en materia de lo que nos interesa para este trabajo creaba el Fondo Nacional de Vialidad y el Régimen de Coparticipación Federal de los Impuestos a los Combustibles Líquidos y Lubricantes. El Fondo Nacional de Vialidad se integraba entre otros, por impuestos internos por litro y con una tasa del 35% de su precio de venta al público a toda la nafta y al gasoil y de un impuesto interno de $ 0.0115 m/n por litro a todo otro combustible líquido proveniente de la destilación del petróleo (cfr. art. 17). Con respecto al Régimen de Coparticipación Federal, se disponía en su artículo 29 que toda provincia que deseara acogerse a los beneficios previstos, debería hacerlo dentro del término de dos años, por ley provincial, que serviría de convenio con la Nación; y en cuanto a las condiciones de adhesión, que nos interesan a los efectos de nuestro análisis, el mismo artículo mencionado, en su inciso c) exigía el "compromiso de no establecer otros gravámenes locales sobre los combustibles líquidos y no gravar a los lubricantes con impuesto alguno. Estos compromisos alcanzarán también a las municipalidades" (4) . Ley 23.966 de Coparticipación Federal de Combustibles El régimen especial de coparticipación del impuesto a los combustibles fue creado a partir de la etapa de la desregulación petrolera, como consecuencia de la fijación de un nuevo esquema impositivo para los combustibles, habida cuenta de que el existente era incompatible con un régimen de precios libres. En los comienzos de su aplicación se generó un conflicto Nación-provincias, de naturaleza eminentemente política, no tan grave como el actual, pero en definitiva como producto de la ausencia de un auténtico federalismo cooperativo y de concertación. El régimen impositivo para los combustibles desde el 1 de enero de 1991, en un primer momento y en virtud de la necesidad de contemplar el nuevo sistema de libertad de precios, fue dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional a través del decreto de necesidad y urgencia 2733/1990 -Boletín Oficial del 7/1/1991-, que fijó un impuesto a la transferencia de combustibles de un monto fijo por unidad y con incidencia en una sola de la etapas de circulación de los productos; también creó otro régimen de coparticipación, sin el acuerdo de las provincias, con un plazo de adhesión de 90 días, que fue prorrogado por otros 60 días más por el decreto 598/1991. Paralelamente, el Poder Ejecutivo envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley destinado a fijar definitivamente el impuesto a los combustibles y el régimen de coparticipación, que se convirtió en Ley 23.966, con vigencia a partir del 1 de septiembre de 1991. El impuesto guardó las mismas características que las establecidas por el decreto 2733/1990 y las provincias dispusieron de un plazo de 270 días corridos a partir de la publicación de la ley, para adherirse a sus disposiciones y derogar en igual término la legislación local que pudiera oponerse. Las jurisdicciones adheridas y que decidieran gravar con el impuesto a los ingresos brutos las etapas de industrialización y expendio al público, debían comprometerse según lo establecido en el artículo 22 inciso a) a "aplicar una tasa global que, comprendidas ambas etapas, no excediera el 3,5% (tres y medio por ciento), pudiendo alcanzar a la de industrialización con una tasa máxima del 1% (uno por ciento)...". Se fijó una cadencia temporal de incremento de tasas del 2,5% hasta el 31 de diciembre de 1991 y del 3% desde el 1 de enero de 1992 hasta el 31 de julio de 1992. Hasta esta última fecha, las jurisdicciones que al 1 de enero de 1991 tuvieran vigente una tasa sobre la etapa de expendio superior al 2,5%, podían continuar con la aplicación de la misma sobre la etapa señalada, respetando la tasa global del 3,5%. Las bases imponibles fueron fijadas en el inciso b) del artículo 22, siendo para la etapa de industrialización, sobre el precio de venta excluido el IVA y el impuesto de esta ley, y para el expendio al público, el precio de venta excluido el IVA. Ley 23.548 de coparticipación federal de impuestos La ley actualmente vigente 23.548 creó un régimen (general) transitorio de distribución de recursos fiscales entre la Nación y las provincias a partir del 1 de enero de 1988 y ratificó la vigencia de la Comisión Federal de Impuestos. La ley regirá desde el 1 de enero de 1988 hasta el 31 de diciembre de 1989. Su vigencia se prorrogará automáticamente ante la falta de un régimen que lo sustituya. 1. Compromisos derivados de la ley de Coparticipación: La Nación asume, en lo que resulte aplicable, las obligaciones previstas, en los incisos b), c), d), e) y f) del artículo 9°, por sí y con respecto a los organismos administrativos y municipales de su jurisdicción sean o no autárquicos. 2. Contenido del artículo 9 (parte pertinente): La adhesión de cada provincia se efectuará mediante una ley que disponga: a. Que acepta el régimen de esta ley sin limitaciones ni reservas; b. Que se obliga a no aplicar por sí y a que los organismos administrativos y municipales de su jurisdicción, sean o no autárquicos, no apliquen gravámenes locales análogos a los nacionales distribuidos por esta ley. Estado actual de las acciones legales iniciadas contra algunas de las jurisdicciones locales. Pese a la clara prohibición que surge de la normativa precitada, en la generalidad de los casos judiciales iniciados hasta el momento (tanto en el fuero federal como en el contencioso administrativo local) se carece aún de pronunciamientos definitivos sobre el fondo del asunto, dado que hasta el momento se están debatiendo cuestiones de competencia, sobre la procedencia de las vías procesales intentadas (vgr. la viabilidad de las acciones declarativas de certeza para impugnar tributos locales), etc. No debe perderse de vista que la ilegalidad de la tasa vial es tan evidente que el mismísimo Estado nacional ha demandado a la provincia de Córdoba, cuya causa tramita en la Corte Suprema de Justicia de la Nación bajo el expediente E281/2012, caratulado "Fisco Nacional -Ministerio de Economía y Finanzas c/ Provincia de Córdoba s/ Acción declarativa de inconstitucionalidad". Finalmente, cabe señalar que también fueron promovidas distintas demandas administrativas ante la Comisión Federal de Impuestos, con el objeto de que el mencionado organismo declare que el tributo impugnado se encuentra en pugna con el régimen de coparticipación federal especial instituido en sistema por las leyes federales nros. 23.966 y 24.699 y el decreto ley 505/58, y a su vez, con el régimen de coparticipación federal general previsto en el art. 9, inc. b), de la Ley 23.548. Vías de hecho intentadas por algunos municipios Se trata de amenazas proferidas a los expendedores, que en especial consisten en intimaciones (escritas y verbales) bajo apercibimiento de la clausura de sus establecimientos. Es más, municipios como el de San Fernando prevén expresamente en sus ordenanzas fiscales la posibilidad del decaimiento de la habilitación municipal y la consecuente clausura -entre otras- por la falta de pago de las tasas. Va de suyo que no resulta constitucionalmente válido que las sanciones de naturaleza penal impuestas administrativamente sean ejecutadas antes que exista un control judicial adecuado (suficiente) de las decisiones de la Administración, en función de la garantía sustantiva de inocencia y la de defensa en juicio en sistema con la necesidad de tutela jurisdiccional efectiva y la regla de control judicial suficiente en materia penal, que exigen juzgamiento y firmeza de la pena para su ejecutoriedad.