LOS PLEITOS EN LAS REALES EJECUTORIAS

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LOS PLEITOS EN LAS REALES EJECUTORIAS
El Archivo Municipal de Los Yébenes goza
de un fondo antiguo muy rico, que abarca desde 1497
hasta el s. XX. Contiene una documentación bastante
bien conservada, destacando por su belleza y antigüedad
la que data de época moderna (s. XVI-XVIII),
compuesta de preciosos libros encuadernados
magistralmente en pergamino y escritos con una letra
humanística que los encumbra a una categoría de
obras de arte. Dentro de este rico legado, destaca un
tipo documental por su abundancia e interés:
La Real Ejecutoria.
El presente de un pueblo se mira en el espejo retrospectivo de su Historia. Una Historia repleta de avatares que van formando las mentalidades de unas gentes llenas de vida e ilusiones. Una Historia con periodos de amena convivencia, y de tiempos más convulsos en otras ocasiones. La etapa que vamos a tratar es de conflictos que desembocan en numerosos pleitos, los cuales, plasmados en el papel a través de las Reales Ejecutorias, nos descubren parte de la Historia Judicial de nuestro pueblo. Esa etapa es la Edad Moderna. En aquella época, dentro las comarcas y pueblos manchegos, como es el caso de Yébenes de Toledo y Yébenes de San Juan, había desordenes, como manifiestan toda una gama de pleitos, los cuales evidencian la deteriorada situación por la que atravesaba la comunidad rural, debido al carácter y situación de estos dos pueblos contiguos, pero tan diferentes. En algunos casos, los pleitos eran resueltos por el corregidor, pero cuando éste no poseía preparación legal suficiente para cumplir de modo adecuado con sus obligaciones judiciales, recurría generalmente a la asistencia de dos letrados llamados alcaldes mayores. Cuando los casos se complicaban por una serie de avatares, debían ser llevados a las Chancillerías_ los más altos tribunales de Castilla_. Además, siempre le era posible al acusado la apelación en la Chancillería si su pleito ante el corregidor le era desfavorable. Los pleitos de Yébenes de Toledo eran llevados ante la Chancillería de Valladolid, mientras que los pleitos de Yébenes de San Juan acababan en la Chancillería de Granada . Las actuaciones de las Chancillerías comenzaban con la demanda del apelante, quejándose de la sentencia del juez inferior, con su carta de poder y con el traslado de las actuaciones de primera instancia que son todas las diligencias y actos de justicia ordinaria de la que se apela. El proceso, terminado quedaba pendiente de la Carta Ejecutoria que sólo se despachaba a petición de parte. Cuando se expide esta Carta el pleito está fenecido. Así pues, podemos definir Real Ejecutoria o Carta Ejecutoria, como documento con estructura de Real Provisión, dado en nombre del Rey, por el Consejo Real y las Chancillerías, por la que se ordena la ejecución de las sentencias dadas en un pleito. Una Real Ejecutoria tiene la siguiente estructura : ‐ Intitulación. En la que se prescinde de los títulos de reyes y se limita al nombre precedido de Don. ‐ Dirección. Las ejecutorias van siempre dirigidas a entidades públicas y personas con cargos del mismo carácter. - Salutación. Se limita al Salud e Grazia. - Notificación. Es muy simple: sepades. - Exposición. Es la parte donde se trata sobre el asunto del pleito ‐ Dispositivo. De esta forma: lo qual por ellos visto probeyendo sobre la dicha razón mandaron gela dar en la forma siguiente {existe alguna variante). ‐ Cláusulas sanciónales. Primero una cláusula conminatoria; en segundo lugar, de emplazamiento para explicar el posible incumplimiento; y una cláusula preceptiva consistente en el mandamiento al escribano. - Data. Comprende la tópica y la cronológica de mes y año. - Validación. Distinguimos dos apartados. El primero es la validación propia de la Carta Ejecutoria. En ella se indica quienes expiden y validan la carta con sus firmas. El segundo apartado sería la validación del registro. Dentro de los pleitos que en aquella época se dieron en ambos concejos de Yébenes, podríamos dividir varios tipos, que posteriormente pasamos a comentar: pleitos contra la Santa Hermandad Vieja de Toledo, pleitos por jurisdicción, pleitos contra otros concejos, pleitos entre Yébenes de Toledo y Yébenes de San Juan, pleitos por tributación, pleitos contra particulares y pleitos contra La Mesta. Pleitos contra la Santa Hermandad Vieja de Toledo: Las Hermandades eran instituciones estrictamente municipales puestas a disposición de la Corona, siendo los magnates prudentemente excluidos de todos los cargos judiciales. Combinaban funciones policíacas con las de Tribunal Judicial. Los gastos de mantenimiento eran muy elevados, incluso se intentó imponer un sistema tributario que incluía a las clases altas, para poder sufragar dichos gastos. La Santa Hermandad de Toledo fue constituida durante el reinado de Alfonso VIII para la defensa común de los despoblados y municipios cubiertos de una espesa vegetación. En época de los Reyes Católicos, se creó la Hermandad Nueva de Toledo., sin que desapareciera la anterior. En 1577 Yébenes de Toledo mantuvo un pleito contra Santa Hermandad Vieja de Toledo, llevado a la Real Chancillería‐de Valladolid, por la antedicha carga tributaria que se impuso a los lugares de San Pablo, Hornillo, Horcajo, y las Ventas e Molinillo e Arroba e Pulgar e Yébenes. Dicho pleito genera la subsiguiente Real Ejecutoria, en la cual el tribunal sentencia lo siguiente: \en el dicho nombre de los dichos concejos se obligó dar e pagar…a los dichos concejos de los dichos lugares e paguen y an de dar e pagar de dicho cabildo de la dicha Santa Hermandad e a su mayordomo en su nombre cuatrozienos e cincuenta e mil maravedis en dineros contados... De tal modo, que algunos vecinos de dichos |ares renunciaron su propio fuero e jurisdición e domicilio. Es una sentencia, que como muchas otras parecidas, seguiría minando los ánimos a unos vecinos con demasiada carga de impuestos. Pleitos por jurisdicción: Ambos pueblos luchaban por controlar determinados asuntos que, la mayoría de las veces, se escapaban del ámbito del concejo para acabar resolviéndose por las autoridades de la ciudad de Toledo, en el caso de Yébenes de Toledo o por las de la Orden de San Juan con sede en Consuegra, en el caso de Yébenes de la Orden. Asuntos como el gobierno del pósito, reflejado en Real Executoria a favor del lugar de Yévenes en el pleito con la ciudad de Toledo, sobre el gobierno ordinario de Pósito General, emanada por la Real Cnancillería de Granada en 1685, cuya sentencia fue favorable a Yébenes:... demás de estar plenamente justificado, lo calificava una carta executoria, además dice que está justificado el gobierno del pósito por la Carta Puebla de fundación de dicho lugar sacado de los libros antiguos del archivo. Algo que demuestra que ya en aquella época el archivo era uní viva dependencia al servicio de la administración. Otro pleito ganado fue el que mantuvo el concejo de Yébenes del Barrio (Toledo), con el concejo de Toledo ya en el siglo XVIII, resuelto en al Real Chancillería de Valladolid que expidió la Executoria a favor del lugar de Yébenes en el pleito ante la Chancillería de Valladolid con el Concejo de Toledo, concediendo la jurisdición civil en primera instancia en todas las causas civiles, ejecutivas y ordinarias del dicho lugar, en el año 1709. Pleitos contra otros concejos: Eran los más frecuentes, ya que sufrían constantes confrontaciones en cuestión de deslindes, aprovechamientos de pastos, términos cocejiles, etc,. En 1671 se expidió una Real Ejecutoria a petición del concejo de Yébenes de Toledo, por la que se le concedió la facultad de aprovechar los términos de esta villa: Executoria para poder los vezinos del lugar de Yévenes hacer usos y aprobechamientos (d)el término de la villa de Consuegra, ganada por el conzejo, justizia y regimiento de dicho lugar de Yévenes. Eran muy frecuentes los pleitos con la villa de Consuegra por razones obvias, como dejan constancia los documentos de nuestro archivo. Otro de los pueblos con los que frecuentemente se litigaba era Marjaliza. Pueblo cuyos habitantes han demostrado a lo largo de la historia un inquebrantable amor por su tierra, que han defendido a ultranza de las acometidas de sus vecinos yebenosos en cuestión de territorios. Así lo demuestra la Real Ejecutoria de 1571 sobre la colada de Marjaliza que así comienza: Esta (es) una Executoria de (la) Real Chancillería de Granada, despacha(da) a diez de Henero de 1571 en que consta que el lugar de Yévenes puso demanda al de Marjaliza en que habido una colada para pasar los ganados de los vezinos de Yébenes a los montes... del lugar de Marjaliza y que nunca se abía cerrado ni consentido cerrar ni estrechar y que abían estrechado los de Marjaliza. Se resolvió con un amojonamiento de la colada, dividiéndola así en dos partes, una para Yébenes y otra para los esforzados marjaliceños. Pleitos entre ambos barrios: Como explica Ramón Sánchez González en el libre Historia de Los Yébenes, ambos barrios mantenían una difícil convivencia que desembocaba en múltiples pleitos. Un ejemplo de esta compleja situación que vivían los dos Yébenes podemos encontrarlo en la Executoria a petición del concejo de Yévenes de Toledo en el pleito con el concejo de Yévenes de San Juan, que fue expedida por la Chancillería de Granada en 1598, y por la cual, los vecinos de Yébenes de San Juan no podían llevar sus ganados a pastar a los términos de Yébenes de Toledo, porque, aunque estuvieran juntos en los sitios y calles heran diferentísimos en iurisdición y señorio, y privativamente tenían lo uno y lo otro en su lugar y términos, para cuya guarda y conserbación su parte, tenían ordenanzas confirmadas de tiempo inmemorial para prender, penar y quitar a los que trataren de contribuir o inquietar aquella posesión. Pleitos sobre pago de tributos: El tributo más importante en nuestra España Imperial era la alcabala, que junto a las tercias reales suponía el 80% de las rentas con las que se sufragaba el costoso Imperio de los Austrias. Data de 1342, creado en el reinado de Alfonso XI, aunque se convirtió en un impuesto ordinario en la época de Enrique III. Se trataba de una tasa del 10% sobre el volumen de todas las transacciones. También gravaba la venta de ciertos artículos esenciales como el pan, los caballos y las muías. A pesar de que el Conde‐Duque de Olivares pretendió, en primer término, una redistribución de la carga tributaria más equitativa, el peso principal de las finanzas lo llevaba Castilla, lo cual suponía un desembolso muy importante por parte de vecinos de concejos como los de ambos Yébenes. De esta forma, se llegaban a producir pleitos. En 1620 se expide una Real Ejecutoria por parte de la Contaduría Mayor de Hacienda con el motivo de que a algunos vecinos de Yébenes de Toledo se les eximiera de pagar las contribuciones y alcabalas en dicha villa, por vender sus ganados en otras villas como Tembleque y Dos Barrios. Pero, ni la alcabala, ni los servicios ordinarios y extraordinarios eran ya suficiente y se hizo necesario, a partir de 1590, completarlos con un nuevo impuesto que iba a pesar mucho en la historia fiscal castellana del s. XVII. Este nuevo impuesto, que fue aprobado por las Cortes, era, en efecto, el mismo que Carlos V había intentado introducir en vano en 1538. Llamado millones, porque evaluaba en millones de ducados y no en maravedís, el método de recaudación se dejaba a la discreción de los municipios. Intentaron ser abolidos por Olivares, pero sobrevivieron aún con más virulencia. El impuesto de millones supuso un coste importante para los vecinos de Yébenes, lo cual se ve plasmado en una Real Ejecutoria que el concejo de Yébenes de Toledo pidió en el pleito con el arrendador mayor de las rentas de millones de las 13 villas del Priorato de San Juan, para que los vecinos de Yébenes que tuvieran heredades en el término de Consuegra, pagasen en ella los derechos pertenecientes a dicho servicio de millones. Pleitos contra particulares: Algunas veces los vecinos se negaban a cumplir con el pago ordinario de los tributos, por lo que el concejo actuaba, en contra del particular. Es el caso de Pedro Guerrero, vecino de Toledo, que se negó a pagar los tributos correspondientes al lugar de Yébenes de Toledo, ya que disfrutaba de algunos bienes y terrenos allí. Fruto de este pleito se expidió desde la Chancillería de Valladolid una Real Ejecutoria que sentenciaba que Pedro Guerrero, vecino de la cibdad de Toledo, avía de complir con el pago de pechos y derramas del lugar de Yévenes de Toledo por los bienes que tiene en sus términos. Pleitos contra la Mesta: En 1273 la monarquía castellana en su búsqueda de nuevos ingresos, había reunido en una única organización a las diferentes asociaciones de ganaderos y le había conferido importantes privilegios a cambio de contribuciones económicas. Esta organización posteriormente se denominaría Mesta. Con los Reyes Católicos, mediante una rie de leyes concedieron a ésta grandes privilegios y favores, que culminaron en la famosa ley de 1 501 por la cual toda tierra en la que los rebaños trashumantes hubieran pacido por lo menos una vez quedaba reservada a perpetuidad para el pastoreo y no podia ser dedicada a otros usos por su propietario. Esto supuso que grandes extensiones de tierra se viesen privadas de todo desarrollo agrícola y sujetas al antojo de los ganaderos. También eran frecuentes los pleitos que Yébenes de Toledo, sobre todo, mantenía contra la Mesta. Así, encontramos la Real Ejecutoria en el pleito con el concejo de la Mesta a favor del concejo de Yébenes de Toledo, en que se revoca una sentencia dada contra dicho concejo por el coto de tierra que daban al carnicero del lugar: ..de dicha sentencia se mandó executar en seguimiento de la dicha apelación, hiparte del dicho concejo del dicho lugar de Yévenes. se presentó en la dicha nuestra Abdiencia con traslado del dicho pleito, y una petición en grado de apelación, que su procurador en su nombre ante los dichos nuestros presidentes y oidores presentó en que dixo que la sentencia del dicho alcalde mayor entregador se abía de rebocar por que los sitios comprendidos en las denunciaciones nunca su parte los abía bedado nú acotado ni la generalidad de los testigos. ..quanto más que pon provanza contraria se verificaba que lo que su parte abía bedado sólo hera las herencias particulares con cinquenta o sesenta pasos en contorno de ellas que se tienen por inmemorial esta parte se avían guardado en el dicho lugar para los arrendadores de las carnicerías, por lo cual y otras cosas que dixo y algunos suplico rebocásemos la dicha sentencia y diésemos su parte por libre y que se le bolbiesen sus bienes. Es sorprendente el valor histórico de estos documentos y otros muchos que duermen en
nuestro archivo municipal a la espera de que investigadores, historiadores y otros aficionados a
la historia abran las cajas que los protegen y escriban sobre nuestro pueblo, ya que aún quedan
documentos por consultar y temas por tratar que, sin duda, nos ayudarán a conocer mejor la
Historia de Los Yébenes.
Gonzalo Rosell Guzmán
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