INFORME DE LA INTERVENCIÓN GENERAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID DE 26 DE ENERO DE 1998 POR EL QUE SE RESUELVE DISCREPANCIA. IMPUTACIÓN PRESUPUESTARIA. DISTINCIÓN ENTRE GASTOS CORRIENTES Y GASTOS DE INVERSIÓN. Ha sido planteada ante esta Intervención General al amparo de lo establecido en el artículo 88. 1.a de la Ley 9/1990, de 8 de noviembre, reguladora de la Hacienda de la Comunidad de Madrid y artículo 16.1 del Decreto 45/1997, de 20 de marzo de 1997, por el que se desarrolla el régimen del control interno y contable ejercido por la Intervención General de la Comunidad de Madrid discrepancia del Director Gerente de “.........................” al reparo formulado por el Interventor Delegado en la citada Consejería en relación con la siguientes propuestas de gasto con cargo al subconcepto presupuestario 770/22160: 1.- ADOK 07-97-58345 por importe de 1.902.000 pesetas,, cuyo objeto es la adquisición de 3 bombas repeater para dispensación de Metadona en tres Centros dependientes de “.........................” 2.- ADOK 07-97-58695, por importe de 969.747 pesetas, para la adquisición de diverso material sanitario: Espirómetro, camilla... La discrepancia se concreta en determinar la imputación presupuestaria a la que deberían imputarse los gastos propuestos, bien a Inversiones - Capítulo VI -, tal como estima el Interventor Delegado en su escrito de reparo o bien a gastos corrientes - subconcepto 2216, como se estima por el Director Gerente de “.........................” en su escrito de discrepancia. A fin de dar respuesta a la discrepancia planteada, esta Intervención General estima conveniente formular las siguientes CONSIDERACIONES 1.- Centrada la discrepancia en cuanto a la adecuada imputación de los gastos referidos desde el punto de vista económico, es preciso determinar el concepto presupuestario de gasto corriente y de inversión, sin que a los efectos de la imputación presupuestaria tenga incidencia el carácter sanitario o no del Centro gestor del gasto. El Manual de Conceptos de la Dirección General de Presupuestos y Patrimonio para 1997 (la misma acepción se establece en la Resolución de 18/6/97, de la Dirección General de Presupuestos, por la que se establecen los códigos que definen la estructura económica establecida por la Orden del Ministerio de Economía y Hacienda de 17/4/97) determina respecto a la imputación adecuada de gastos al Capitulo II -Gastos corrientes en bienes y servicios que “Serán imputables a los créditos de este capítulo los gastos originados por la adquisición de bienes que reúnan alguna de las siguientes características: -1- C C C C ser bienes fungibles Tener una duración previsiblemente inferior al ejercicio presupuestario. No ser susceptibles de inclusión en inventario. Ser gastos que previsiblemente sean reiterativos.” En cambio se imputarán a Capítulo VI - Inversiones reales - “los gastos a realizar directamente por la Comunidad y sus organismos autónomos destinados a la creación o adquisición de bienes o servicios de capital, así como los destinados a la adquisición de bienes de naturaleza inventariable necesarios para el funcionamiento operativo de los servicios y aquellos otros gastos de naturaleza inmaterial que tengan carácter amortizable.” 2.- Precisando las características que pueden calificar a un gasto como “corriente”, se consideran bienes fungibles, conforme a lo establecido en el artículo 337 del Código Civil como “aquellos de que no puede hacerse el uso adecuado a su naturaleza sin que se consuman”, si bien la doctrina civilista Espín Cánovas, Díez Picazo y Antonio Gullón... y la jurisprudencia (S. de 29 de septiembre de 1978) distinguen fungibilidad y consumibilidad, precisando que se reputan cosas fungibles las que pueden contarse, pesarse o medirse, careciendo de propia individualidad, de modo que son susceptibles de cambiarse unas por otras, como el gasóleo, el alcohol, guantes desechables, ... En cuanto a la inclusión de los bienes en inventario, conforme a lo establecido en el artículo 5 de la ley 7/1986, de 23 de julio, del Patrimonio de la Comunidad de Madrid, deben inventariarse los bienes patrimoniales y los de dominio público enumerados en los artículos 2 y 3 de la citada “con excepción de aquellos bienes muebles cuyo valor unitario sea inferior a 100.000 pesetas”. Por tanto, aquellos bienes muebles que superen la citada cuantía deberán ser inventariados y, en principio, no procede su imputación al Capítulo II del Presupuesto de Gastos. Menores problemas de interpretación plantea las características de que los bienes adquiridos tengan una duración - una vida útil - previsiblemente inferior al ejercicio presupuestario y que sean reiterativos, es decir, repetitivos. Se entiende por vida útil a estos efectos el período durante el que el bien es susceptible de generar los servicios en que consiste su contribución a la actividad del ente. 2.- El examen de los bienes adquiridos permite considerar en cuanto al primer expediente de gasto que no son bienes corrientes, por cuanto por su cuantía individual -634.000 ptas.-precisan su inventario; asimismo, salvo prueba en contrario, no son repetitivos y tienen una vida útil que trasciende la duración de un ejercicio presupuestario y los mismos tienen su propia individualidad, por lo que no son fungibles, como el dinero, ... Por ello, a juicio de esta Intervención no se considera el gasto de adquisición de los bienes suministrados como corrientes, sino como inversión, que precisarían inventario, siendo la imputación presupuestaria adecuada la 6035 (Equipamiento médico y de rehabilitación). 3.- En cuanto al segundo expediente - adquisición de diverso material sanitario -, por su misma diversidad se considera que los bienes adquiridos no pueden imputarse a una partida presupuestaria única, puesto que si bien no hay duda que la adquisición de un Espirómetro - 220.650 ptas- o un Encapsulador semiautomático - 175.000 ptas- son inversión o bienes de capital, asimismo la -2- adquisición de 5 Rollos de papel para camilla por importe de 10.000 pts. en total se considera gasto corriente. Por ello, asimismo se considera que el total del gasto no puede imputarse, tal como se propone, al subconcepto 2216, dado el carácter de inversión de algunos de los bienes adquiridos; la inclusión de una pluralidad de bienes en una factura no determina que la imputación del gasto debe efectuarse a una única imputación presupuestaria, puesto que la consecuencia extrema es que la adecuación de los créditos estaría en parte vinculada a la facturación del contratista y, si bien se admite el que puedan imputarse como inversión en determinados supuestos, aquellos gastos vinculados a la misma, pero que individualmente considerados no lo son, el principio de especialidad presupuestaria determina que desde el punto de vista económico cada gasto se registre en la partida adecuada, que no viene asociada con la facturación. 4.- Se manifiesta por el Centro Gestor la procedencia de la imputación al subconcepto 2216 por los motivos que posteriormente se analizarán, que no hacen referencia a la naturaleza económica de los gastos. Cabe argumentar en contrario que si de acuerdo con las características analizadas de los gastos corrientes, no pueden calificarse como tal, es decir, no se consideran gastos corrientes de acuerdo con la acepción del Manual de Conceptos , es ociosa la discusión sobre el artículo, concepto y subconcepto en que dichos gastos deben registrarse. Se manifiesta asimismo que pueden imputarse al subconcepto 2216 según el Manual de Conceptos los “gastos derivados de adquisición de productos farmacéuticos y hemoderivados. Recogerá también los créditos destinados a la adquisición de material sanitario, medico y de rehabilitación para uso en Centros no dedicados a la asistencia sanitaria”, concluyéndose en el escrito de discrepancia que no siendo los Centros de asistencia a drogodependientes Centros sanitarios pueden imputarse a la partida 2216 la adquisición de material de rehabilitación... A efectos interpretativos respecto a los gastos imputables al subconcepto 2216 en la Resolución de 18/6/97 citada se enumeran los siguientes gastos, encuadrables dentro de epígrafe “Productos farmacéuticos y material sanitario”: - Gastos de medicinas, productos de asistencia sanitaria y material técnico fungible de laboratorio. Material fungible del servicio sanitario. Drogatest. Guantes desechables Botiquines y bolsas de socorro. Reactivos para análisis de sangre. Alcohol. Es evidente a juicio de esta Intervención que enjuiciándose la imputación de los gastos desde el punto de vista económico, la interpretación sistemática de los gastos que se refieren a material y productos de rehabilitación, lleva a considerar que se imputarán al subconcepto 2216 -Capítulo II- , cuando sean gastos corrientes por concurrir alguna de las notas precitadas y al subconcepto 6035 - Capítulo VI- de -3- ser gastos de inversión, sin que la acepción de rehabilitación en Centros no sanitarios permita otra interpretación respecto al concepto de gastos corrientes imputables al subconcepto 2216. En virtud de las consideraciones realizadas y de acuerdo con los datos de los expedientes examinados, esta Intervención General RESUELVE La discrepancia planteada en favor del criterio mantenido por la Intervención Delegada en la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, entendiendo que el subconcepto presupuestario al que debe imputarse el gasto de adquisición de bombas ha de ser el 6035 y no el 2216, debiendo precisarse con los criterios precitados de los bienes facturados en el segundo expediente de gasto qué bienes son de inversión y cuáles son gastos corrientes, para su adecuada imputación, con la excepción de la absorción que se produce en gastos corrientes cuando están vinculados a una inversión. -4-