BIBLIOTECA UNIVERSITARIA Cómo usar y analizar la web para estudiar Al estudiar, la web es útil para algunas tareas La World Wide Web, que tanto usamos en la vida cotidiana, también te puede servir a veces en la universidad para estudiar y aprender, al hacer tus trabajos, etc., siéndote útil para algunas tareas: ► Usar páginas y contenidos recomendados por el profesorado. ► Consultar sitios y portales de reconocido valor como fuentes de información. ► Localizar archivos o documentos previamente identificados y de confianza. ► Enterarte sobre cuestiones de actualidad, noticias, información de las empresas o de la administración. ► Orientarte someramente acerca de un tema, aproximarte a cuestiones o términos poco conocidos. ► Buscar datos concretos: definiciones, fechas, nombres, fórmulas, direcciones, estadísticas, precios, etc. Al usar la web tienes que valorar y elegir La web se basa en la libre comunicación y se caracteriza por su variedad: incluye sitios y recursos creados por agentes muy diversos con muy distintos fines. Cualquiera puede publicar información y en la mayoría de los casos, nadie revisa, controla o edita los resultados. Así que los contenidos son de muy diferente calidad, fiabilidad y rigor. Hay de todo… y nada está clasificado, ni organizado por su valor intelectual. Cuando buscas, sale todo mezclado, prácticamente. Sin embargo, en la universidad tú necesitas conocimiento científico. Así que cuando uses información de internet para tus estudios tienes que seleccionar, filtrar bien: no te vale cualquier cosa. Eres tú quien tiene que valorar y juzgar, desarrollando y aplicando tu capacidad de análisis crítico, propio de la universidad y de tu futura profesión. Deberás elegir información fidedigna, solvente, actual, relevante, adecuada para tus estudios, trabajo o necesidad... Ten en cuenta las dos directrices siguientes. 1) Utiliza contenidos web de reconocida confianza Para empezar te recomendamos, en general, que uses prioritariamente información y recursos fuera de toda sospecha, dignos de confianza en tu disciplina o área de conocimiento: sitios y contenidos: ► Sugeridos expresamente por tus profesores, aisladamente o mediante las bibliografías recomendadas. ► De universidades y centros de investigación, españoles o extranjeros, como UC, CSIC, IEO, CERN, etc. ► De organismos públicos oficiales, nacionales o internacionales como INE, OCDE, ONU, OMS, UE, etc. ► De portales y bases de datos científicas como Dialnet, PubMed, ERIC, IEEE Xplore, JSTOR, etc. ► De editoriales científicas y académicas prestigiosas como Springer, McGraw-Hill, Cambridge, Aranzadi, etc. ► De instituciones culturales y científicas: museos, academias, archivos, bibliotecas, etc., como la RAE, etc. ► De asociaciones científicas, profesionales y empresariales relevantes, españolas o internacionales. Universidad de Cantabria Biblioteca Universitaria buc.unican.es 15 de enero de 2014 2) Analiza críticamente los resultados de las búsquedas Además de los anteriores tipos de sitios recomendados, cuando te enfrentes para tus estudios a una página o documento que hayas encontrado en la web, buscando en Google, etc., debes ser selectivo y crítico, analizarlo con un poco de calma, fijándote en estas diez pautas o criterios: 10 criterios para seleccionar contenidos de la web 1. Sitio web ¿Dónde, en qué sitio web se aloja el contenido que examinas? ¿Qué credibilidad aporta? ¿Qué te sugiere la dirección URL?: el dominio principal, el subdominio, otros términos... ¿qué tipo de sector de la web indican: comercial, oficial, educativo, personal, etc.? Lo educativo u oficial inspiran más confianza. Vete a la página principal: ¿a quién pertenece la web? Examina la presentación u objetivos: ¿qué propósitos le mueven? ¿Es un sitio de autopublicación por parte de los usuarios? 2. Autoría ¿Quién es responsable, quién ha escrito la página o documento? Si se menciona es buen síntoma. ¿Son expertos? ¿Constan sus datos, credenciales y méritos, forma de contacto, etc.? Puede haber autoría corporativa, de grupos o instituciones, pero cuanto más anónima la información, peor. Elige siempre información de expertos, profesionales y científicos… 3. Vigencia ¿Cuándo se ha elaborado la información? Si figura la fecha ya es un punto a favor. En función del tema, ¿es válida u obsoleta, está actualizada? ¿Corres riesgos? Puede haber indicios indirectos: noticias, referencias datadas, fecha de actualización de las páginas web, etc. 4. Finalidad ¿Para qué y para quién está pensada la página web en cuestión? ¿A quién se dirige? ¿Con qué propósito? Y, por tanto, ¿qué nivel intelectual alcanza? ¿Es para clientes, estudiantes, aficionados, niños, ciudadanos, científicos, profesionales...? ¿Sirve para un estudiante de la universidad? 5. Rigor ¿Cómo está redactada la información? ¿Con lenguaje apropiado, bien expuesta, transmite seguridad? ¿Justifica las afirmaciones con datos propios (cálculos, observaciones, etc.) o tomados de fuentes ajenas? ¿Aporta documentación, referencias bibliográficas, enlaces a otras webs, etc.? 6. Consistencia ¿Cómo es la información? ¿Es al menos coherente? ¿Hay enunciados contradictorios con otras fuentes de información? ¿Contradicciones internas? Aunque no podamos pronunciarnos sobre la veracidad, ¿encontramos afirmaciones sospechosas, dudosas? 7. Objetividad ¿Cómo se tratan temas controvertidos? ¿Hay sesgos ideológicos o comerciales? La página ¿es ecuánime o tendenciosa? ¿Qué balance existe entre persuasión, opinión e información? ¿Hay intereses? ¿Nos pretenden convencer de un producto o idea? ¿Cuál? 8. Diseño ¿Cómo está organizado y presentado el contenido? ¿Está cuidado o es desaliñado? ¿Bien o mal estructurado? ¿Es claro y legible? ¿Sobrio o llamativo? ¿Dominan textos o imágenes? ¿Hay publicidad, cuánto ocupa, es invasiva? El exceso y preeminencia de la publicidad es mal síntoma. 9. Relevancia ¿Es relevante la información para lo que buscas? ¿Responde realmente a tus preguntas? ¿Es pertinente, adecuada, tiene que ver con tu necesidad? Es vital que tengas en cuenta esto. 10. Suficiencia ¿Es suficiente la información para lo que buscas? ¿Cuánto aporta sobre tu problema? ¿Trata todos los aspectos? ¿Con qué detalle? Es raro que una sola fuente de información baste. Revisados estos puntos, recapitula en una conclusión: ¿qué opinión te suscita la página, archivo o documento en cuestión? ¿Merece confianza, es fiable? ¿Es apropiada para la universidad? ¿Es adecuada para tu necesidad? ¿Podrías usarla con garantías para estudiar, para aprender algo y rendir cuentas de ello en tu carrera? ¿Sería digna de ser citada en un trabajo académico? En caso de duda, no uses información poco solvente, busca mejor. También: consulta con tu profesor, pregunta en la Biblioteca. Universidad de Cantabria Biblioteca Universitaria buc.unican.es 15 de enero de 2014