Las gafas de sol deben cumplir las normativas sanitarias de la Unión Europea La Comunidad recomienda proteger la piel y los ojos de una exposición inadecuada al sol • Los dermatólogos aconsejan aplicar el bronceador regularmente o no tomar el sol en las horas centrales del día • Las quemaduras en niños menores de 10 años son las que más importancia tienen para generar cáncer de piel en el futuro 17,jul,05.- Expertos de la Unidad Dermatología y Oftalmología del Hospital Ramón y Cajal de la Comunidad de Madrid aconsejan proteger la piel y los ojos de una exposición inadecuada al sol y señalan que las agresiones cutáneas y luminosas más agudas se dan en invierno en personas que practican deportes en montañas nevadas sin la debida protección. En verano, son frecuentes las quemaduras solares en la piel y los problemas oculares debido al uso inadecuado de gafas de sol. Los beneficios terapéuticos del sol son reconocidos por los estudios científicos, ya que estimula la producción de vitamina D y mejora la circulación de la sangre. Sin embargo, la piel y los ojos pueden sufrir daños irreversibles por una exposición prolongada al sol sin la adecuada protección. La legislación europea regula los requisitos que deben cumplir las gafas de sol mediante normativas sobre protección para uso general, para ámbito laboral --profesionales cuya actividad requiera el uso de láseres, arcos voltaicoset-- y para deportes de alta montaña. Según los expertos, las gafas deben absorber un espectro luminoso que permita ver bien sin daño o con un daño mínimo para el ojo. Utilizar Esta información puede ser utilizada en parte o en su integridad sin necesidad de citar fuentes Dirección General de Medios de Comunicación – Puerta del Sol, 7, planta baja / 28013 MADRID Teléfono 91 580 20 70 / Fax 91 580 20 75 / Web http://www.madrid.org/prensa unas gafas sin los debidos controles sanitarios provoca conjuntivitis actínica y quemaduras de la fóvea retiniana. “Otra forma aguda de daño solar es mirar directamente eclipses de sol sin protección porque se concentra la luz en el centro de la retina y puede provocar un punto de quemadura, que si es ligero retrocede en unos días, y si el punto es intenso puede dejar una pequeña quemadura permanente en el punto de fijación”, asegura Juan Murube, Jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Ramón y Cajal. Cristales protectores adecuados Los rayos de sol más agresivos son los ultravioletas. Las gafas de sol adecuadas tienen cristales protectores que absorben estas iluminaciones, y suelen ser de color rosado y amarillento. Además, deben carecer de irregularidades que incrementen las aberraciones ópticas y disminuyan la agudeza visual. Uno de los errores más frecuentes es la creencia de que una lente oscura dilata más la pupila y forzosamente deja penetrar en el ojo más luz ultravioleta de la necesaria, y por lo tanto obliga a una mayor protección. Realmente, no hay una relación paralela entre la luz visible que dejan pasar unas gafas --que está en función de su oscuridad y de sus colores--, y la cantidad de luz ultravioleta que deja pasar. La epidermis es muy sensible a los rayos solares. El primer paso para exponerse a la luz solar con todas las garantías es conocer el fototipo o tipo de piel que posee cada persona. Existen seis fototipos distintos a los que corresponde un factor de protección, un tiempo máximo de exposición al sol y una resistencia a la quemadura solar. El fototipo 6 es entre 30 y 50 veces más resistente que el 1. Fototipos de piel más habituales El fototipo 1 es poco frecuente en España. Corresponde a habitantes de los países del norte de la Unión Europea, con piel muy clara o pelirrojos, para quienes se recomienda incluso la protección textil. Esta información puede ser utilizada en parte o en su integridad sin necesidad de citar fuentes Dirección General de Medios de Comunicación – Puerta del Sol, 7, planta baja / 28013 MADRID Teléfono 91 580 20 70 / Fax 91 580 20 75 / Web http://www.madrid.org/prensa En España el fototipo más frecuente es el 3: personas morenas, con ojos y cabello oscuro. Corresponde al prototipo mediterráneo que se broncea siempre y no se quema con facilidad. Sin embargo, estas personas deben reforzar el cuidado al inicio de la exposición al sol. Según avanza el verano, el propio bronceado protege de los efectos nocivos de los rayos solares. El segundo fototipo más habitual en nuestro país es el 2, que engloba a personas de cabello rubio y ojos claros. Deben evitar la exposición al sol a mediodía y utilizar siempre un bronceador con factor 30 de protección, ya que su piel es sensible a las quemaduras. En el mercado existen dos tipos de bronceadores: los que protegen de las quemaduras de las radiaciones ultravioleta tipo B, y los que evitan el envejecimiento prematuro de la piel provocado por las radiaciones ultravioleta tipo A. Los dermatólogos recomiendan un bronceador fotoprotector de los dos tipos de radiación. El autobronceador no protege del sol y debe utilizarse de manera combinada con un factor de protección. Cuidados especiales con los menores de 10 años Para garantizar un correcto baño de sol, el bronceador debe renovarse cada dos horas, cuando exista sudoración y al finalizar el baño. La piel debe hidratarse durante todo el verano, no sólo una vez obtenido el bronceado, y siempre tras finalizar la exposición al sol. Los niños menores de dos años deben evitar la exposición directa ya que su piel tiene características idénticas a la de un fototipo 1. Las quemaduras en los niños antes de los diez años son las que más importancia tienen en un futuro para desarrollar cáncer de piel. En contra de la creencia general, los rayos UVA no son adecuados para potenciar el bronceado durante los primeros días de exposición al sol, y tampoco caminar junto al agua permite un bronceado más rápido y seguro. “En ambas situaciones se recibe la misma cantidad de radiación solar, aunque con distinta inclinación, pero es más perjudicial junto el agua o al nadar debido al “efecto lupa” del agua. La piel nunca debe secarse al sol, ya que se acentúa este efecto”, confirma Pedro Jaén, Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal. Esta información puede ser utilizada en parte o en su integridad sin necesidad de citar fuentes Dirección General de Medios de Comunicación – Puerta del Sol, 7, planta baja / 28013 MADRID Teléfono 91 580 20 70 / Fax 91 580 20 75 / Web http://www.madrid.org/prensa