Pleno de Constitución Martes, 28 de junio Salón de Plenos

Pleno de Constitución
Martes, 28 de junio
Salón de Plenos
Estimadas
autoridades
de
las
instituciones que hoy se dan cita en este
plenario; apreciados representantes de
organizaciones sociales, económicas y de
la sociedad civil de Sevilla y provincia;
alcaldes y alcaldesas, concejalas y
concejales; amigas y amigos todos;
Bienvenidos a esta vuestra casa, en la
que os acogemos con toda la ilusión que
conlleva iniciar un nuevo y apasionante
camino.
Amigos, amigas;
‘Cuando creíamos que teníamos todas las
respuestas, de pronto, cambiaron
todas las preguntas’.
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En esta nueva toma de posesión de la
corporación
provincial
y
de
mi
presidencia, he querido tomar mis
primeras
palabras
del
poeta
del
compromiso, Mario Benedetti.
Porque, no por conocida, sea menos
adecuada la afirmación que el poeta
uruguayo nos dejó para siempre.
Y es que ahora, en esta coyuntura que
nos toca vivir, quizá estemos en el
instante
de
nuestra
trayectoria
democrática donde están cambiando
todas las preguntas. Donde ya no caben
las respuestas de siempre.
Me atrevo a decir que, en los más de 30
años de democracia española y de
gobiernos locales, nunca antes nos
enfrentamos a una situación así.
Hubo escollos, parones, pasos lentos;
pero nunca un desafío como este.
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Porque ahora, a todos los niveles, se
necesitan
respuestas
nuevas
a
interrogantes nuevos y de dimensiones
considerables.
Interrogantes que reclaman para su
superación todo el ingenio, toda la
valentía y todo el empuje de la
ciudadanía y de las administraciones.
Interrogantes que traen desilusiones
colectivas
que
reivindican
nuevos
formatos, nuevas propuestas y mejores
formas para ejercer la vida pública.
Y hoy, desde esta institución que vuelve a
conformarse atendiendo a la voluntad
popular, quiero romper una lanza a favor
de las políticas sociales e igualitarias.
Esas que nos han traído hasta aquí. Esas
políticas que han ejercido de corriente
transformadora estos treinta años y que,
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ahora,
también
respuestas porque
preguntas.
buscan
nuevas
han cambiado las
Porque en el escenario que el nuevo
mapa político dibuja en todos los niveles,
la Diputación de Sevilla debe erigirse
como institución de referencia en los
programas de progreso y de defensa de
los valores sociales.
Sabemos cuál va a ser el nuevo escenario
y, ahí, esta Diputación quiere dar pasos
en clave de progreso, sin miedo al
cambio y sin un palmo de retroceso en
derechos y logros sociales.
A ello le queremos añadir valores como
los de la innovación y la modernidad,
confiados en que con ellos caminaremos
firmemente hacia un futuro integrador y
no excluyente.
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Lejos de la autocomplacencia por el
sendero recorrido, ahora volvemos a
estar más despiertos que nunca, más
alerta que nunca.
Y bajo esa premisa, vamos a ser la
primera Diputación andaluza que adapte
su esquema de funcionamiento, su
estructura interna, a la nueva Ley de
Autonomía Local que para otoño ultima la
Junta de Andalucía.
En esa normativa, queda claro que las
Diputaciones
deben
presentar
un
organigrama operativo y funcional de
servicio a los Ayuntamientos.
Una serie de áreas cuyo rasgo principal
sea la transversalidad y que se conviertan
en auténticas “ventanillas de servicio”
para los Consistorios de la provincia de
Sevilla.
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Áreas
transversales
con
personal
multidisciplinar en todas ellas, al objeto
de adaptarnos, de empatizar con los
Ayuntamientos
en
cada
necesidad
puntual que tengan en su gestión diaria.
Con ese fin, la nueva corporación
provincial se organizará en cuatro ejes,
en los que operarán esas áreas
transversales a las que antes me he
referido.
Porque la LAULA lo deja muy claro. Entre
las
competencias
propias
de
las
provincias, esa normativa cita dos muy
concretas: competencias de asistencia y
competencias materiales.
Esa asistencia será técnica, económica y
material y, en cuanto a las competencias
materiales, destaca el apartado de
carreteras provinciales.
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Se plantean, por tanto, nuevos entes
provinciales
más
funcionales,
más
elásticos y flexibles, si me lo permiten, a
la hora de atender específicamente las
pequeñas cosas, la micropolítica que los
Ayuntamientos hacen para su ciudadanía.
Y ahí, por supuesto, destaca de manera
especial la atención preferente a los
municipios de menor población.
A aquellos que menos recursos tienen y
que, en su atención, nos va mucho en el
reto de la cohesión territorial.
Por tanto, nuestro esfuerzo, desde la
propia
conformación
de
la
nueva
Diputación, pasa por volcar el espíritu de
la nueva Ley en la manera de
organizarnos.
Una nueva forma de “estar” para los
Ayuntamientos,
atentos
primero
a
aquellos servicios considerados básicos y,
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en segunda opción, a una oferta
complementaria que enriquezca la vida y
el ocio de los vecinos y vecinas de la
provincia.
Un nuevo formato de hacer política local,
cuyos ejes o principios inspiradores serán
la cohesión territorial y social; el empleo,
desarrollo local y sostenibilidad; y la
asistencia territorial municipal; auxiliados
todos ellos desde la cobertura de la
gestión provincial.
Y por supuesto encuadrada, esa nueva
forma de hacer política local, en la
participación
democrática
y,
muy
especialmente, en la austeridad a la hora
de articular el gasto.
Ahí venimos haciendo ya una labor que
nos ha posibilitado importantes ahorros
para, después, reinvertirlos en ayudas a
nuestros Ayuntamientos dentro de la
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ajustada situación económica en la que
vivimos.
Así, entre 2008 y 2011, la congelación de
las retribuciones de los diputados y de
todo el personal eventual ha posibilitado
un considerable ahorro, aún cuando ello
haya supuesto una merma y retroceso de
esos sueldos, en relación con el IPC, de
casi diez puntos.
De la misma manera, la bajada salarial
aplicada por indicación del gobierno trajo
consigo nuevas reducciones de entre el 6
y el 15%.
Unas cifras que, si las relacionamos con
los indicadores del IPC, suponen recortes
de entre el 19 y el 28% del poder
adquisitivo que esas retribuciones tenían
en 2008.
Algo a lo que hemos sumado, además,
ahorro en desplazamientos, en protocolo,
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en publicidad o en telefonía, por citar
algunos.
Por lo tanto, son hechos, no palabras, lo
que ya venimos haciendo desde 2008.
Y en esta línea vamos a continuar, ya que
hoy puedo adelantar que vamos a
suprimir los asesores especiales.
Igualmente, y dentro de esa nueva
manera de abordar el gasto, los
diputados y diputadas no dispondrán de
coches oficiales para los desplazamientos
a sus domicilios.
Estamos, por tanto, ante nuevos tiempos
que requieren nuevas respuestas y en los
que, además, las administraciones somos
las primeras que debemos seguir dando
ejemplo de austeridad y racionalización
del gasto.
****************
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Y todo ello lo hacemos, retomando a
Benedetti, "en defensa de la alegría".
Porque aun con recortes, con escenarios
diferentes a los tradicionales y con
preguntas para las que no valen las
respuestas anteriores, sabemos que
debemos continuar ahí, a pesar de que
ahora se cuestione la existencia de las
Diputaciones.
Aquí quiero detenerme para señalar que
estamos ante un debate desenfocado y
hueco, en la búsqueda desesperada de
recortes que complazcan a los mercados.
Pero frente a esas urgencias en las que
se pasa a cuestionar a los entes
provinciales, debo decir que hoy la
realidad es más terca que el deseo.
Y en ese sentido, nadie puede poner en
tela de juicio que los municipios necesitan
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recibir una serie de servicios que, hoy por
hoy, solo se los aportan las diputaciones.
Por eso desde la Junta, sabedores de la
labor que hacemos, se apuesta por la
continuidad de las diputaciones a través
de la LAULA.
Por tanto, desde el respeto a la pluralidad
de opiniones, debo decir que si entramos
a debate sobre diputaciones sí o no; hay
que explicar varias cosas que quedan en
el aire.
Lo primero e ineludible: ¿Quién va a
pasar a prestar los servicios que ahora
damos? ¿Las Comunidades Autónomas?
¿Los
entes
supramunicipales?
¿Las
mancomunidades? ¿Los consorcios?
Lo segundo y no menos importante ¿Cuál
es el futuro del personal que presta esos
servicios a los Ayuntamientos desde los
entes provinciales? ¿Terminarían siendo
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ubicados
en
los
nuevos
prestadores de esos servicios?
órganos
Conviene no desenfocar ese debate,
porque lo que no podemos es dejar en la
cuneta a los Ayuntamientos.
Porque si de lo que se trata es de
reestructurar personal, de llevarlo a esta
o aquella administración para que preste
las mismas competencias que ahora
ofrecen
las
Diputaciones,
ese
cuestionamiento es estéril o, al menos,
no conduce a resolver nada.
Y aun así, desde aquí no tenemos miedo
a ese debate, es más, insisto en llevarlo a
cabo.
Insisto porque hay proyecto, porque la
LAULA acierta de pleno en el camino
hacia dónde deben ir las diputaciones, y
esas nuevas funciones son, repito,
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recursos
irrenunciables
Ayuntamientos.
para
los
Por tanto, en ese nuevo marco de la ley
que llegará en otoño, solo tenemos que
redoblar esfuerzos en aquello que
intuimos ya que posee las semillas del
futuro.
Me refiero a los nuevos yacimientos de
empleo, a aquellos en los que ya venimos
ensayando nuevas fórmulas que deben
conducirnos al éxito.
Esos sectores, que sabéis que son los de
las energías renovables, la aeronáutica,
las tecnologías de la información y la
comunicación, la agroalimentación, la
cultura y el ocio y, por qué no, los
servicios de atención diaria, tienen que
convertirse en predominantes dentro del
nuevo escenario de progreso y avance de
los pueblos de Sevilla.
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Somos desde hace unos años capital
mundial de la energía termosolar y, en
tiempos como estos, no podemos
dilapidar ese liderazgo.
En torno a esa industria deberemos
generar negocio e industria auxiliar que
cree tejido y riqueza a escala local.
Lo mismo que en los casos de la
aeronáutica, donde las expectativas son
halagadoras, o en la agroindustria, donde
la
provincia
se
muestra
pujante,
optimista y exportadora de los productos
que nos regala nuestra fértil Vega
ribereña y las campiñas y zonas
olivareras.
Y todo ello acompañado, como no puede
ser de otra manera, por la innovación, la
excelencia y la calidad en cada paso que
demos.
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Tres atributos a los que habrá que sumar
la valía de nuestro capital humano, que
tendremos que seguir cultivando con
estudios
y
formación
específica
y
adecuada para cada sector.
Y cómo no, ese gran potencial de nuestra
gente tendremos que ser capaces de
acompañarlo de la caza de nuevas
capacidades que lleguen de otras
latitudes.
De eso, de canalizar la valía de los
nuestros, nos estamos ocupando ya con
programas como el Praxis, que con dos
ediciones ya está poniendo a disposición
de las empresas de nuestros municipios
la figura del gestor de innovación.
Se trata de un técnico, ingeniero o
empresario, que aporta el plus de los
nuevos enfoques, de las nuevas maneras
de acometer la aventura empresarial, en
las localidades y comarcas donde opera.
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En definitiva, desde la Diputación
queremos
centrarnos
en
el
aprovechamiento de los nuevos sectores
económicos, como posibilidad real para
crear empleo a través de ellos.
La aeronáutica, las renovables o la
agroalimentación no deben ser solo
palabras florero, sino que tienen que ser
los verdaderos mimbres de la cesta del
empleo, de la prosperidad y del progreso
de esta tierra.
Un progreso al que le vamos a seguir
poniendo además sentido común, como
ya venimos haciendo al consensuar
nuestras políticas con empresarios y
sindicatos.
Y en ese camino abundaremos ahora, con
la creación del Consejo Económico y
Social de la Provincia, que pondremos en
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marcha en
iniciamos.
este mandato que ahora
***************
Por tanto, a esta nueva etapa en la que,
como decía Benedetti, han cambiado las
preguntas, llegamos desde la reflexión y
la autocrítica en clave política para tomar
nuevos bríos, nuevos impulsos para
construir
futuro
desde
nuestra
responsabilidad de gobierno.
Y lo volveremos a hacer, no lo dudéis,
con el objetivo primigenio y básico de dar
servicio
a
los
Ayuntamientos,
adaptándonos a sus necesidades y
demandas.
Atendiendo a los servicios básicos en
primer lugar y, después, a los servicios
complementarios.
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Eso dice la LAULA que debemos hacer y
ahí vamos a poner todo nuestro empeño
como
ventanilla
única
de
los
Ayuntamientos de la provincia de Sevilla.
*************
Queridos compañeros y compañeras de
este nuevo viaje, decía el canciller
alemán Konrad Adenauer que “en
política, lo importante no es tener razón,
sino que se la den a uno”.
Y sobre esa premisa tenemos que
construir todo el periplo que, a partir de
ahora, va a emprender esta Diputación.
Y caerá la razón de nuestra parte si
ponemos el acento en el equilibrio
territorial, en la equiparación entre zonas
rurales y urbanas.
Nos darán la razón los ciudadanos si
somos capaces de ingeniar una manera
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de gobernar que sostenga el Estado de
Bienestar con menos recursos y con la
optimización de aquellos con los que
contemos.
Tendremos
a
los
gobernados
con
nosotros si entendemos el mensaje de la
calle y nos ponemos manos a la obra,
cada uno desde el lugar en el que la
democracia lo ha situado.
Nosotros, desde el equipo de gobierno de
esta Diputación, estamos preparados
para afrontar los nuevos tiempos, para
encontrar nuevas respuestas a las recién
estrenadas preguntas que llegan con los
cambios a todas las escalas de la vida, tal
y como la entendíamos hasta ahora.
Así que todos y todas, concejales,
concejalas, alcaldesas, alcaldes, vecinas y
vecinos de la provincia de Sevilla,
miremos de frente a un futuro que será lo
que nosotros queramos.
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Y termino.
Lo hago dejando en el aire la reflexión de
que sólo es capaz de realizar los sueños
el que, cuando llega la hora, sabe estar
despierto.
Estemos atentos y despiertos, por tanto,
a lo que queremos hacer con el futuro de
esta provincia.
Pongamos los sentidos en crear modelos
que nos permitan seguir apostando por la
justicia social y la solidaridad entre
territorios, en escenarios como el que nos
toca vivir.
Muchas gracias.
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