Las familias: una vida sana y un futuro sostenible

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Día Internacional de las Familias
2016
Familias, vidas saludables y futuro sostenible
Nota de contexto
Los objetivos fundamentales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se
centran en acabar con la pobreza, promover la prosperidad económica compartida, el
desarrollo social y el bienestar de las personas, así como proteger el medio ambiente.
Las familias se sitúan en el centro de la vida social garantizando el bienestar de
sus miembros, la educación y socialización de niños, niñas y jóvenes y el cuidado de los
jóvenes y mayores. Desde una perspectiva política, tener en cuenta a las familias en la
aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible supone un potencial para acelerar
los logros de muchos objetivos relacionados con el bienestar de los individuos.
Un conjunto de políticas familiares, como las que apoyan el papel cuidador de las
familias, el equilibrio entre trabajo y familia para padres y madres, capacitar a las
familias para apoyar la salud, la educación y el bienestar de cada uno de sus miembros,
han demostrado su capacidad para contribuir a los objetivos de desarrollo global. Aún
así, una amplia gama de políticas familiares promulgadas a nivel nacional y relacionadas
con las diferentes facetas de la vida familiar tienen a menudo un potencial sin explotar
para contribuir aún más a la consecución de muchos objetivos de desarrollo nacional.
En particular, las políticas orientadas a la familia pueden contribuir al logro de los
objetivos de desarrollo sostenible 1 a 5 relativos a acabar con la pobreza y el hambre;
asegurar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades; asegurar
oportunidades educativas a lo largo de la vida y lograr la igualdad de género.
El tema de la celebración del Día Internacional de las Familias este año se centra
en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Asegurar una vida saludable y promover el
bienestar para todos en todas las edades.
Las familias tienen un papel único para garantizar la salud y el bienestar de niños
y niñas. Los padres y las madres pueden mejorar los datos de salud de sus hijos e hijas
proporcionándoles apoyo emocional, garantizando la asistencia a visitas sanitarias
preventivas o en caso de enfermedad, incluyendo la vacunación a tiempo y el
seguimiento del tratamiento adecuado ante la enfermedad. A su vez, determinadas
políticas y programas pueden ayudar de forma efectiva a padres y madres a garantizar
una atención adecuada y por lo tanto una mejor salud para sus hijos e hijas.
Políticas y programas que aumentan los recursos financieros de las familias o
mejoran los comportamientos de cuidado también tienen el potencial de influir
positivamente en la salud y el bienestar de niños y niñas, en particular para familias
vulnerables. Por ejemplo, las transferencias en efectivo o en especie, tales como las
asignaciones económicas por hijos a cargo, o las transferencias de efectivo
condicionadas a que padres y madres aseguren la asistencia sanitaria preventiva y la
asistencia de sus hijos e hijas a la escuela tienen un gran recorrido en la promoción de la
salud y la educación de los niños.
Además, las políticas familiares para el equilibrio familiar y laboral tienen
impacto en el estado de salud de todos los miembros de la familia, especialmente en los
recién nacidos. Los permisos parentales retribuidos promueven el bienestar de los niños
y niñas. Por ejemplo, el permiso de maternidad permite a las madres iniciar y mantener
la lactancia materna, que se traduce en un menor riesgo de enfermedades de los
lactantes y de las madres mismas. Los permisos de paternidad ayudan a los padres a
establecer fuertes vínculos con sus hijos e hijas y promueve la participación de los
hombres en las responsabilidades del hogar.
Las políticas de conciliación trabajo-familia, como los horarios de trabajo
flexibles, aumentan la capacidad de padres y madres de estar disponibles para sus hijos
e hijas y poderles garantizar una atención adecuada. Las políticas y los programas que
promueven entornos familiares seguros y estables y la parentalidad positiva también
contribuyen al bienestar emocional y físico de niños, niñas y jóvenes.
Por otra parte, también se necesitan políticas adecuadas para ayudar a las
familias en el cuidado de los adultos mayores, personas con discapacidad y otros
miembros vulnerables de la familia. Asegurar una vida sana y promover el bienestar en
todas las edades requiere de mejoras en la provisión de cuidados de personas en la
tercera edad, ya sea en su casa o en centros de atención, de acuerdo con las
preferencias de los propios mayores. A este respecto, un área todavía en gran parte
ignorada por las autoridades es la extensión del permiso parental para incluir la
atención a las personas de edad. En las sociedades que envejecen rápidamente este
problema tenderá a crecer en importancia en los próximos años.
La observancia del Día Internacional de las Familias de este año se destina a dar a
conocer el papel de las familias y de las políticas familiares en la promoción de una vida
saludable para un futuro sostenible. Los académicos y profesionales abordarán
cuestiones relacionadas con el entorno familiar y el equilibrio trabajo-familia para
mejorar los datos de salud de todos los miembros de la familia. Los debates también se
centrarán en el papel de los padres en el bienestar de niños, niñas y jóvenes, con
especial atención al papel de los hombres, así como las transferencias
intergeneracionales y el bienestar de las personas mayores.
Referencias:
“Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, Naciones Unidas,
2015 (A/RES/70/1)
Informe del Secretario General sobre la implementación de los objetivos del Año Internacional de
la Familia y sus procesos de seguimiento, Naciones Unidad, 19 Noviembre 2015 (A/71/61E/2016/7)
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