Así se cuenta la cultura popular Primer Finalista Relato ¡Sorpresa! El valor de un aviso de prensa Auror: Anairene Asuaje No hay baile en candela para María Lionza, bollos pelones servidos de almuerzo, ni Niño de los Cachitos en diciembre, que revelen tanta identidad contemporánea en Yaracuy, como un recuadro cotidiano, simple y breve, pero infaltable en el día a día de los yaracuyanos: los avisos de felicitaciones en los periódicos locales. Uno lo ve así, a primera vista, y no parece mayor cosa. Quizás, siendo foráneo, -como me pasó a mi-, resulte hasta ridículo que la gente se declare amor por un aviso en el periódico, se felicite en cada uno de sus cumpleaños, graduaciones y demás éxitos de la vida, sobre todo porque además de un texto edulcorado, una fotografía cómica, es punto neurálgico del recuadro. Pero no. No es así. Para los sanfelipeños y yaracuyanos en general, el aviso en el periódico es una cuestión de honor que permite hacer pública una buena noticia, una celebración. Es una seria manifestación de orgullo para el que lo dedica y una total alegría para el que lo recibe, que si bien es una tradición reciente, ya suma más de tres décadas en la prensa yaracuyana, con un notable crecimiento que se demuestra impreso todos los días. No implica salir a la calle, ni una manifestación multitudinaria. Sin embargo, es un acto de fe para el que cada familia tiene su fecha particular, 1 Así se cuenta la cultura popular Primer Finalista Relato que profesa desde el espacio íntimo de su casa, pero que hace público con honor. Pasados los años que llevo trabajando en la capital yaracuyana, fue que caí en cuenta del valor emocional y sentimental inherente a los recuadros de prensa. Todas las mañanas, por ley, exploro la sección de los avisos y noto que los logros y las felicidades de las familias yaracuyanas, no fueron circundados por Facebook ni Twitter, pues la web no guarda los trazos de la tradición que sí tiene el diario Yaracuy al Día, por ejemplo. Publicar a tu hijo graduándose en el ejército, puede ser visto por tus panas en Facebook, pero no por todo Yaracuy. Discretamente, he indagado entre los lugareños cuál es el motor de esta práctica. Y he descubierto que es como si los avisos tuvieran creyentes, pues los yaracuyanos son seguidores de los que a diario salen en la prensa y con mucha antelación planifican los que les tocará publicar cada año, con la creencia de que “si estoy contento y orgulloso, lo publico”. Lo más común, son los cumpleaños, pues lógicamente, todos los días son muchos los yaracuyanos que cumplen. Pero también los aniversarios de matrimonio o noviazgo, las graduaciones de todos los niveles o algún premio ganado, son motivos para no dejar pasar por debajo de la mesa, sin su aviso de felicitación en la prensa. Pero sí, también es inevitable que el asunto resulte chistoso y finalmente, sea la parte más divertida, menos sórdida y atormentante del periódico. Puede ser una catarsis, un relax para el lector común, mientras la tradición va echando raíces en los “creyentes” de los avisos. 2 Así se cuenta la cultura popular Primer Finalista Relato Para empezar, la forma del texto es sumamente importante: versos, chistes, refranes, acrósticos que son alterados cuando una palabra no cuadra. El contenido, lleno de afecto y buen humor es firmado por toda la familia (incluso los fallecidos): padres, abuelos, hijos, hermanos, padrinos, sobrinos, vecinos, para que no quede nadie por fuera en el mini homenaje (aunque también están los anónimos), que usualmente comienza con “¡Sorpresa!” o “¡Sorpresa! Pensaste que se me olvidaría…” en caso de alguna demora forzosa. No se necesitan poetas, ni expertos en literatura. La auténtica alegría es suficiente en cada recuadro para poder escribir los mensajes. Los llamados saberes de la calle, en los avisos, no son más que sentimiento escrito. Sin embargo, no todo es felicidad. En vista de que el aviso es un asunto serio, de compromiso, también los reclamos de pareja, e incluso de paternidad, tienen su ritual en la prensa sanfelipeña, y cuando la discusión se extiende con varios involucrados, el tema puede durar más de un día, siendo tan seguido como una noticia. Mención aparte para un asunto especial, que lleva implícita una tradición adicional a la que representan los avisos: los nombres de las personas felicitadas. Por cada Pedro, María, Juan y Ana publicados, hay 300 nombres impronunciables que nos hacen dudar que las partidas de nacimiento de los zulianos sean en realidad las más extrañas en Venezuela. A los tres días de revisar el periódico sanfelipeño, sabrán que hay algo más allá de lo común con los nombres de pila y que éste, es también un ritual en el estado, otro asunto de estudio de la cultura yaracuyana. Las hermanas Narlexgeeth y Alexnarth, 3 Así se cuenta la cultura popular Primer Finalista Relato dan fe de ello. Pero también Gayueli, Wuilyulex, Keity Yiklender, Bikarthen José, Yormaikol, Beinghert, Keryedmyth, Kroeegr, y muchísimos más que a diario aparecen publicados y reproducidos como una cadena de noticias autogeneradas. Por eso no es extraño que después de “Feliz cumpleaños Billyeisus”, venga entre comillas un mote como “el tiqui”, “la beba”, “la pelu” o “ñoco ñoco”. La parte gráfica es el complemento esmerado que da el punto final. Una fotografía –mínimo- del homenajeado. El mejor de los casos trae fotos desde el primero hasta los doce meses, cuando se celebra un año; y desde un año hasta los 15, cuando se baila el vals. También están las fotos románticas de las parejas, las anheladas de toga y birrete, niños disfrazados en carnaval, y hasta el chiste gráfico con montajes o fotos graciosas de los cumpleañeros. Los periódicos de San Felipe, no tienen sección de sociales. Y la verdad, no la necesitan. Las personas de más de 50 años, recuerdan que por ser una divertida alternativa ante una fiesta que no se podía pagar o un anillo de compromiso incomprable, desde siempre ha sido una usanza de las clases más populares, para quienes, ver a su ser querido enmarcado en el periódico, es tan significativo como la picada de una torta, pero definitivamente, perdurable en el tiempo. Según la encargada de facturación de los avisos en el Yaracuy al Día, Ermelinda Liberatore, la costumbre se instituyó con la fundación de ese periódico, hace casi 39 años. La frecuencia y el diseño eran diferentes, puesto que antes, la publicación era semanal y los avisos eran espacios de una 4 Así se cuenta la cultura popular Primer Finalista Relato columna. Pero así como mejoraron las técnicas de imprenta, el tamaño de los avisos creció en columnas, la publicación se hizo diaria y la tradición comenzó a popularizarse propiamente en los ochenta, reforzándose con el paso de los años. Liberatore asegura que no merma y tras la persistencia y el entusiasmo de quienes llegan a sus oficinas, en el diario lo reconocen como un hecho arraigado en la identidad yaracuyana, con el valor agregado de que se puede volver a mirar de vez en cuando. Pensar que estos avisos mantienen la industria de la prensa en Yaracuy, no es descabellado, pues son tantos los que se publican a diario, que fácilmente superarían cualquier publicidad. Pero no llegan a tanto. Para que siga siendo un hábito familiar, los precios son solidarios y como en cualquier asunto de prensa, del tamaño dependen los bolívares. Para la fecha, un aviso de 2 columnas X 7 centímetros, tiene un costo de 51 bolívares, mientras un 3 X 10, cuesta 165. Testimonios orgullosos de la costumbre, cuentan, que si alguno no tiene la plata completa para publicar el aviso, recurren a hacer una “vaca”, que es mucho más entusiasta porque todos ponen un poco y ganan algo de crédito. Gutenberg no tuvo idea de los alcances que iba a conquistar la imprenta en el mundo. Mucho menos de cómo su invento serviría para traducir los afectos de los yaracuyanos. Son el orgullo, la alegría, el amor, las explicaciones más sensatas para que cada día sigan multiplicándose los avisos de felicitaciones en los diarios sanfelipeños. Una muestra de que vale la pena conocer lo cotidiano, los hábitos que no se heredan de cultos reconocidos, sino de la práctica común y corriente 5 Así se cuenta la cultura popular Primer Finalista Relato de gente que siente y se manifiesta de la manera más pintoresca y honesta que conoce. Una costumbre invaluable, necesaria para conocer y entender las entrañas de Yaracuy. Así como las palabras son incluidas en el diccionario de la Real Academia Española, según son usadas en el día a día, esta “tradición moderna”, que a diario deja escritas –literalmente- en las páginas del periódico, las señas de un fuerte imaginario popular centrado en la familia, será reconocida como símbolo identitario de la zona, aunque no implique la magnitud de un baile en candela para María Lionza, un bollo pelón de almuerzo, ni del Niño de los Cachitos en diciembre. 6