From the SelectedWorks of Beatriz Franciskovic Ingunza June, 2016 El recurso de apelación por un tercero legitimado Beatriz Franciskovic Ingunza Available at: https://works.bepress.com/beatriz_franciskovicingunza/26/ El recurso de apelación por un tercero legitimado Beatriz FRANCISKOVIC INGUNZA(*) I.INTRODUCCIÓN Sin duda, el recurso de apelación constituye un medio impugnatorio ordinario cuya finalidad consiste en que el superior jerárquico revise lo resuelto por el inferior. En principio, las partes del proceso, demandante y demandado son las que tienen expedito el derecho a la impugnación debiendo cumplir con los requisitos de forma y fondo establecidos por el Código Procesal Civil así como cumplir con señalar y fundamentar el agravio que la resolución impugnada les produzca. Empero, también es cierto que de la revisión del título XII denominado Medios Impugnatorios del Código Procesal Civil se advierte que en tres oportunidades se hace referencia a que el derecho a la impugnación también lo pueden ejercer los terceros legitimados. Estas disposiciones, específicamente las encontramos en los siguientes artículos: i) En el artículo 355 del citado código al señalar que “Mediante los medios impugnatorios las partes o terceros legitimados solicitan que se anule o revoque, total o parcialmente, un acto procesal presuntamente afectado por vicio o error”, ii) En el artículo 364 al establecer que “El recurso de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado, la resolución que les produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o revocada, total o parcialmente” y, iii) En (*) Abogada. Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres, de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón, de la Universidad Científica del Sur y de la Universidad Ricardo Palma. Asociada y abogada del Instituto Vida y Salud. 87 Beatriz Franciskovic Ingunza el artículo 374 al prescribir textualmente que “Las partes o terceros legitimados pueden ofrecer medios probatorios en el escrito de formulación de la apelación o en el de absolución de agravios (…) etc.”. Es así que, partiendo del conocimiento que tanto las partes del proceso como también los terceros legitimados pueden hacer uso del derecho a la impugnación, es que empezaremos por precisar y diferenciar la expresión parte del proceso con la de tercero legitimado, la oportunidad de la intervención del tercero legitimado, señalando cuál es la finalidad y fundamento de la impugnación, señalando las clases de medios impugnatorios que existen así como los motivos de la impugnación como los presupuestos o requisitos de forma y fondo para la interposición del recurso de apelación. II. NOCIÓN DE LA EXPRESIÓN PARTE DEL PROCESO La expresión “parte del proceso” deriva exclusivamente de una relación jurídica de naturaleza procesal, es decir, hace referencia, necesariamente, a quienes se encuentran inmersos en un proceso judicial. Todo proceso judicial se encuentra constituido por dos partes. Una parte, que puede estar constituida por uno o varios demandantes (litis consortes activos); frente a la otra parte, que igualmente puede estar constituida por uno o varios demandados (litis consortes pasivos). Sujeto activo o demandante es quien ejerciendo su derecho de acción, en nombre propio o a través de representante, recurre al órgano jurisdiccional en busca de tutela judicial efectiva. Sujeto pasivo o demandado es en contra de quien se solicita tutela, quien oportunamente, en nombre propio o a través de representante podrá ejercer su derecho de contradicción. En conclusión, sea como sea el apersonamiento al proceso, son partes de este únicamente el demandante y el demandado y no sus representantes. “La palabra parte tiene, por tanto, un doble significado; para evitar confusión, al sujeto de la Litis se le denomina parte en sentido material; y al sujeto del proceso se le llama parte en sentido procesal”. (Carnelutti, 1973, p. 175). Carlos Matheus López, citando a Piero Calamandrei, precisa que “La cualidad de parte se adquiere, con abstracción de toda referenciar al derecho sustantivo, por el solo hecho de naturaleza exclusivamente procesal, 88 El recurso de apelación por un tercero legitimado de la proposición de una demanda ante el juez: La persona que propone la demanda, y la persona contra quien se la propone, adquieren sin más, por este hecho, la calidad de partes del proceso que con tal proposición se inicia”. (Matheus López, 2001, p. 21). 1. Noción de la expresión “tercero legitimado” Tercero legitimado es quien no es parte del proceso, quien no es titular del derecho de acción ni del derecho de contradicción. Quien no está directamente inmerso en el conflicto materia del proceso, pero pretende participar en él, pues, los efectos de la sentencia le pueden recaer favoreciéndolo o no. Para Guasp el tercero legitimado es “el sujeto que no goza o no padece la condición de parte, cualquiera que sea su relación con las partes verdaderas, relación que puede variar desde una absoluta extraneidad al proceso hasta una plena participación en sus resultados (Guasp, 1985, p. 171). Resulta importante precisar que “la idea clásica del proceso, conformada por la intervención de dos partes, ha sido superada por el proceso moderno para permitir la presencia de otros sujetos, que inicialmente eran extraños, pero que ingresan a este, quedando convertidos en partes, de tal manera que en el proceso van a existir varias personas unidas en una determinada situación. Esta reunión puede darse en atención a la posición de las partes en conflicto, esto es, asumiendo un rol activo, pasivo y mixto; también puede configurarse en atención a su origen o fuente, esto es, por la voluntad de las partes o por exigencia de la ley; esta reunión puede formarse al inicio del proceso o en el transcurso de este. (…) Para ser tercero es necesario tener un interés jurídico relevante que justifique su ingreso al proceso ya iniciado. Como señala Parra Quijano (…) alguien es tercero en un proceso, en un momento presente, pero, con la posibilidad futura de llegar a ser parte, ya que quien no tiene esa posibilidad futura será un tercero sin ningún interés para el Derecho Procesal”. (Ledesma Narváez, 2009, p. 237). Para Jorge Peyrano (Peyrano, 1992, p. 63) tercero es “(…) el sujeto procesal eventual no necesario para la prestación de la actividad jurisdiccional que, sin ser parte, tiene chance de participar en una relación procesal pendiente en la medida del interés jurídico que ostente y a través del instituto técnicamente denominado intervención de terceros”. 89 Beatriz Franciskovic Ingunza Sin embargo, hay que precisar que no cualquier tercero puede hacer uso del derecho a la impugnación, sino solo aquel tercero (ajeno al proceso) que esté legitimado, es decir, que haya sido admitido como tal en el proceso; esto es, mientras el tercero no goce de dicha condición carecerá de legitimidad para impugnar cualquier resolución o acto procesal. 2. Oportunidad y requisitos de la intervención del tercero La intervención de tercero se realiza cuando el proceso ya se haya iniciado. Sergio Costa, citado por Matheus señala que intervención significa “ingreso de un tercero en una causa entre otras personas. No siendo por ello intervención la integración de varias causas, ni la integración del juicio (Matheus López, 2001, p. 86). Según lo dispone el artículo 101 del Código Procesal Civil los requisitos para que terceros puedan intervenir al proceso son: i) Invocar interés legítimo, ii) La solicitud tendrá, en lo que le fuere aplicable lo previsto por el artículo 424 que regula los requisitos de interposición de la demanda y, iii) Adjuntar los medios probatorios que acrediten su interés en el proceso. Una vez presentada la solicitud, el juez resolverá declarándolo procedente o improcedente. De ser procedente el pedido se da curso a lo solicitado por el tercero legitimado, quien se incorpora al proceso en el estado u etapa que se encuentra el proceso. De rechazar el pedido esta resolución es apelable. III. Finalidad y fundamento de la impugnación Siguiendo a Vescovi (Vescovi, 1988, p. 25) señalamos que “el reconocimiento del derecho a impugnar una resolución parece responder a una tendencia natural del ser humano. Bentham, citado por Vescovi, así lo recordaba, diciendo que el hijo menor tiende a recurrir a la autoridad del padre contra las órdenes del hijo mayor; los hijos, en general a los abuelos, contra las “injusticias” del padre, etc. En el campo jurídico, y en especial en lo referido al proceso, los medios impugnativos (y, por ende los recursos) aparecen como el lógico correctivo para eliminar los vicios e irregularidades de los actos, representando un modo de buscar su perfeccionamiento. Y, en definitiva, una mayor justicia. No cabe duda de que la razón de ser del derecho a la impugnación, específicamente, del ejercicio del recurso de apelación consiste en el hecho 90 El recurso de apelación por un tercero legitimado de que el juez es un ser humano y, por ende, es falible así como puede existir la posibilidad de cometer un error en la resolución judicial expedida; en tal virtud, lo que resuelva pueda ser revisado por el superior en jerarquía. “La existencia de un sistema de recursos en el proceso civil, entendida en el sentido de volver a conocer la materia discutida para comprobar si el resultado es el mismo u otro distinto, nace a partir de una doble realidad: la comprobación de la falibilidad humana que en el ámbito judicial, y respecto de la materia que nos ocupa, recae en la persona del juzgador, y el hecho, consustancial a la pretensión de las partes, de no aceptar la resolución que es desfavorable a sus propios intereses” (Solé Riera). 1. El derecho a la impugnación de un tercero legitimado No cabe duda de que todo sujeto de derecho, sea parte del proceso o tercero legitimado, tiene expedito el derecho a la impugnación. El derecho a la impugnación forma parte del derecho a un debido proceso, por ende, a nadie se puede privar de su derecho a impugnar. La impugnación constituye un derecho fundamental y un principio de la administración de justicia, reconocido en el inciso 6 del artículo 139 de nuestra Constitución Política. Juan Monroy Gálvez sostiene que el derecho a la impugnación es el “instrumento que la ley concede a las partes o a terceros legitimados para que soliciten al juez que, el mismo u otro de jerarquía superior, realicen un nuevo examen de un acto procesal o de todo el proceso, a fin de que se anule o revoque, total o parcialmente” (Monroy Gálvez, 2003, p. 196). La impugnación supone, “de manera general, cuestionar un determinado acto denunciando un error, a fin de que esta sea corregido. (…) El esquema de toda impugnación procesal será el siguiente: i) La existencia de un error, ii) la denuncia del error, y iii) la corrección del error” (Apolin Meza, 2010, p. 53). Devis Echandía señala que “la noción de impugnación es genérica e incluye cualquier modo de repeler un acto procesal o varios, e inclusive a todo el juicio, sea en el curso del mismo o en otro posterior (Devis Echandia, 1968, p. 664). 91 Beatriz Franciskovic Ingunza 2. Clases de medios impugnatorios Siguiendo a Enrique Vescovi (Vescovi, 1988) podemos señalar que, “tradicionalmente, al menos en el sistema iberoamericano, se habla de recurso, como medio impugnativo. En realidad, aquel es solo uno de los distintos medios, aunque el más importante. Como dice Devis Echandía, la impugnación es el género; el recurso, la especie”. Los medios impugnatorios se dividen en medios impugnatorios ordinarios y medios impugnatorios extraordinarios. a) Los medios impugnatorios ordinarios son aquellos que se pueden plantear e interponer dentro del trámite de un proceso judicial, por contener un vicio o error que se encuentra contenido o no en una resolución judicial. b) Los medios impugnatorios extraordinarios, por el contrario, son aquellos que solo se pueden entablar una vez concluido el proceso judicial, a través de la interposición de una demanda cuya pretensión sea la de solicitar la nulidad de cosa juzgada fraudulenta o a través del proceso constitucional de amparo. Los medios impugnatorios ordinarios, a su vez, se pueden dividir en: medios impugnatorios ordinarios con efecto devolutivo y medios impugnatorios ordinarios sin efecto devolutivo. a.1) Los medios impugnatorios ordinarios con efecto devolutivo se refieren a aquellos medios que se interponen ante el juez que expidió el acto procesal con el fin de que el superior jerárquico sea quien revise y corrija el vicio o error contenido en una resolución judicial (decreto, auto o sentencia). Dentro de los medios impugnatorios con efecto devolutivo encontramos a los recursos impugnatorios. a.2) Los medios impugnatorios ordinarios sin efecto devolutivo se refieren a aquellos medios que se interponen ante el mismo juez que expidió el acto procesal, para que sea el mismo juez, actor o ejecutor de un acto jurídico procesal, quien revise dicho acto procesal y, en consecuencia, proceda, de ser el caso, a corregirlo declarándolo nulo, total o parcialmente, o revocando dicho acto jurídico procesal. 92 El recurso de apelación por un tercero legitimado 3. Motivos de la impugnación: vicios o errores in procedendo y los vicios o errores in iudicando Los motivos de impugnación son diversos. En general suelen dividirse en vicios in procedendo y vicios in iudicando sobre los hechos o sobre el derecho. Para Piero Calamandrei “las expresiones de vicios de actividad (errores in procedendo) y de vicios de juicio (errores in iudicando) deben ser entendidas en sentido muy amplio. Cuando se habla de errores in procedendo, el pensamiento corre inmediatamente a los casos de inobservancia de reglas procesales que se verifican en el curso del procedimiento, mientras parece que la misma expresión no sea a propósito para comprender aquellos casos en los que, más bien que la inejecución de un precepto, se tiene la falta de un elemento necesario para la validez de la relación procesal, pero también estos casos pueden fácilmente entrar en el concepto de error in procedendo, si se considera que la falta de un elemento constitutivo representa siempre una inejecución de aquel precepto procesal que prescribe la presencia de determinados elementos para la validez del proceso y que, por otro parte, puede ocurrir que yerre in procedendo el juez que, aun cuando la relación procesal sea invalida, continua actuando sin poner de relieve esta invalidez. Algo semejante se puede decir en cuanto al defecto de juicio, que se verifica, según la clasificación, siempre que se tiene falta de coincidencia entre la voluntad de ley existente y la declarada en la sentencia, aun cuando esta falsa declaración no derive de un error subjetivo del juez. El error del juez (error in indicando stricto sensu) es una de las causas que producen la falsa declaración de ley; pero otra causa puede ser también, por ejemplo, la inercia de la parte, lo que no puede considerarse como un error in procedendo, porque no hay un precepto procesal que obligue a la parte a producir determinadas pruebas. Yo he comprendido, por tanto, en la categoría de los vicios del juicio también los vicios extraños al razonamiento del juez que, sin embargo, producen necesariamente una falsa conclusión de su razonamiento. (Calamandrei, p. 162). “El error in iudicando es un error sobre el fondo (contenido) y consiste normalmente en una violación a la ley desaplicándola erróneamente. Dicho en otros términos: el error in iudicando puede consistir sea en la aplicación de una ley inaplicable, la no aplicación de la que fuere aplicable; o en la errónea aplicación de ella. El error in procedendo, en cambio, es la desviación de los medios que señala el Derecho Procesal para la 93 Beatriz Franciskovic Ingunza dilucidación del proceso. Son los vicios del procedimiento, las irregularidades que afectan a los diversos actos procesales que componen el proceso. (Vescovi, 1988, p. 37). Según Fairén Guillén citado por Priori: El error que puede ser denunciado es el error in iudicando o simplemente error y el error in procedendo o vicio. El error in iudicando es un error del juez “que le lleva a una subsunción errónea de los hechos a una norma jurídica que no le es aplicable. Tales defectos pueden afectar tanto a normas materiales como procesales de aplicación en el fallo del fondo del asunto. El error in procedendo o vicio o también conocido como error de actividad, es un error que se produce a lo largo del procedimiento, es decir, un error que se produce debido a la afectación de una norma procesal esencial; así como un error que se produce en el procedimiento interno y mental del juez para llegar a una resolución. (Priori Posada, 2002, p. 223). IV. EL RECURSO DE APELACIÓN: CARACTERÍSTICAS El recurso de apelación constituye un medio impugnatorio ordinario (se presenta dentro de un proceso). Siguiendo a Jaime Solé Riera podemos señalar que el recurso de apelación presenta las siguientes características: a) La apelación viene configurada como un medio de impugnación entendido en el sentido de constituir una expectativa de desarrollo de la acción procesal dentro de la fase, o periodo del precessu iudicii, destinada a tal efecto. Como impugnación representa aquél acto de la parte perjudicada por una resolución surgida de un órgano jurisdiccional, que pretende su anulación o rescisión. De ahí que se conciba al recurso de apelación como el conjunto de actuaciones que persiguen ese fin, sometido, en todo caso, a su reconocimiento expreso por las leyes procesales y al cumplimiento de los requisitos concretos en ella previstos. b) Se trata de un recurso ordinario, pues la ley no exige unos motivos o razones determinado para su admisión y posterior decisión. Es decir, no se necesitan de unas causas o motivos tasados para dar curso a la impugnación. En nuestro país se exige la fundamentación del recurso de apelación, con la indicación expresa del error de hecho o de derecho incurrido en la resolución, 94 El recurso de apelación por un tercero legitimado precisando la naturaleza del agravio y sustentando su pretensión impugnatorio. c) Siempre es un recurso devolutivo, aunque, en algunas situaciones, según el tipo de resolución que sea objeto de impugnación, a dicho efecto devolutivo se le añade la producción del efecto suspensivo. La característica de ser devolutivo consiste en que el órgano superior y diferente del que ha resuelto el litigio en primera instancia, es llamado a conocer de la resolución impugnada; con el dicho efecto, tiene lugar una trasmisión del poder de decisión del asunto, junto con la trasmisión, de hecho, de todo, o parte, del conjunto de las actuaciones practicadas durante la instancia. Este efecto devolutivo consagra el principio de la doble instancia y constituye la nota característica y definidora de la apelación. d) Solo cabe interponer recurso de apelación contra aquellas sentencias y autos que ponen fin al proceso haciendo imposible su continuación. e) La resolución que se apela debe causar un perjuicio o gravamen a la parte recurrente. Esta idea de gravamen o perjuicio ha de entenderse como base objetiva del recurso, a la vez que obra como presupuesto del mismo. En este sentido, hay gravamen, en la medida en que se pueda constatar una diferencia desfavorable para las pretensiones de la parte entre lo que se haya pedido en los escritos de alegaciones, y lo que realmente la parte dispositiva de la resolución objeto de impugnación haya reconocido de forma expresa o tácita. f) La resolución que dicta el superior jerárquico el ad quem que entiende el recurso de apelación adopta la forma de una sentencia, en nuestro país recibe el nombre de resolución de vista. Esta resolución deberá revocar, confirmar o anular, total o parcialmente, la resolución recurrida, o bien dejarla sin efecto, en cuyo paso procederá a dictar otra en su lugar, en la que entrará a resolver sobre el fondo del asunto. 95 Beatriz Franciskovic Ingunza 1. Requisitos de forma y de fondo de la interposición del recurso de apelación Requisitos de forma: El recurso debe ser presentado ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución que se impugnará. El recurso debe ser presentado dentro del plazo previsto por el Código, ya que de presentarse fuera de plazo será rechazado o declarado improcedente por extemporáneo Se deberá de cumplir con acompañar el arancel respectivo Requisitos de fondo: En todo recurso de apelación el impugnante deberá indicar el error de hecho y de derecho incurrido en la resolución que se impugna. Deberá fundamentar su impugnación especificando el vicio o error en que se haya incurrido. Deberá precisar la naturaleza del agravio como sustentar su pretensión impugnatoria. “Si, como dijimos, el fundamento del medio impugnativo es la injusticia del acto que contiene el vicio, resulta lógico que se requiera, como primer presupuesto, que exista dicha injusticia reflejada en la situación del impugnante. Y por ello que se requiera un gravamen o perjuicio. O dicho de otro modo, que debe existir ‘una lesión que debe serlo al interés del impugnante’ (Ibañez Frocham). “(…) se trata de que el acto impugnado (la resolución, por ejemplo) desmejore o contradiga la expectativa de la parte en relación a la pretensión deducida en ese proceso. Esto último resulta esencial: así, la parte no podrá decir: me allané, pero ahora me rectifico y por eso apelo (…). Tampoco se podrá recurrir por quien ha sido favorecido por la sentencia en su totalidad, invocando la discrepancia con algún fundamento jurídico del fallo”. (Vescovi, 1988, p. 41). Precisar el agravio consiste en precisar la injusticia, la ofensa, el perjuicio material o moral que contiene la resolución impugnada (Ledesma Narváez, 2009, p. 742). 96 El recurso de apelación por un tercero legitimado V.CONCLUSIONES 1. Tercero legitimado es quien no es parte del proceso pero pretende participar en él, pues, los efectos de la sentencia le pueden recaer favoreciéndolo o no. 2. No cualquier tercero puede hacer uso del derecho a la impugnación, sino solo aquel tercero que esté legitimado, es decir, que haya sido admitido como tal en el proceso; esto es, mientras el tercero no goce de dicha condición carecerá de legitimidad para impugnar cualquier resolución o acto procesal. 3. La intervención de tercero se realiza cuando el proceso ya se haya iniciado. 4. Según lo dispone el artículo 101 del Código Procesal Civil los requisitos para que terceros puedan intervenir al proceso son: i) invocar interés legítimo, ii) la solicitud tendrá, en lo que le fuere aplicable lo previsto por el artículo 424 que regula los requisitos de interposición de la demanda y, iii) adjuntar los medios probatorios que acrediten su interés en el proceso. 5. La razón de ser del derecho a la impugnación, específicamente, del ejercicio del recurso de apelación consiste en el hecho de que el juez es un ser humano y, por ende, es falible así como puede existir la posibilidad de cometer un error en la resolución judicial expedida; en tal virtud, lo que resuelva pueda ser pueda ser revisado por el superior en jerarquía. 6. Todo sujeto de derecho, sea parte del proceso o tercero legitimado, tiene expedito el derecho a la impugnación. 7. Los medios impugnatorios se dividen en medios impugnatorios ordinarios y medios impugnatorios extraordinarios. Los medios impugnatorios ordinarios, a su vez, se pueden dividir en: medios impugnatorios ordinarios con efecto devolutivo y medios impugnatorios ordinarios sin efecto devolutivo 8. El recurso de apelación constituye un medio impugnatorio ordinario y presenta las siguientes características: constituye un medio de impugnación entendido en el sentido de constituir una expectativa de desarrollo de la acción procesal. Se trata de un 97 Beatriz Franciskovic Ingunza recurso ordinario, pues la ley no exige unos motivos o razones determinado para su admisión y posterior decisión. Siempre es un recurso devolutivo, aunque, en algunas situaciones, según el tipo de resolución que sea objeto de impugnación, a dicho efecto devolutivo se le añade la producción del efecto suspensivo. Solo cabe interponer recurso de apelación contra aquellas sentencias y autos que ponen fin al proceso haciendo imposible su continuación. La resolución que se apela debe causar un perjuicio o gravamen a la parte recurrente. La resolución que dicta el superior jerárquico el ad quem que entiende el recurso de apelación adopta la forma de una sentencia, en nuestro país recibe el nombre de resolución de vista. BIBLIOGRAFÍA • APOLIN MEZA, Dante Ludwing. “Impugnación y adecuación: Sobre la mal considerada inimpugnabilidad del auto admisorio”. En: Revista de Derecho. Themis, 2010. • CALAMANDREI, Piero. (s.f.). La casación civil (Bosquejo general del Instituto. Vol. 3, Oxford. • CARNELUTTI, Francesco. Instituciones del proceso civil. Vol. I, Ediciones Jurídicas Europa-América, 1973. • DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Nociones generales de Derecho Procesal Civil. Madrid, 1968. • GUASP, Jaime. La pretensión procesal. Civitas, Madrid, 1985. • LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Análisis artículo por artículo. Gaceta Jurídica, Lima, 2009. • LIEBMAN, E. Manual de Derecho Procesal Civil. Ediciones Jurídicas Europa-Amérioca, Buenos Aires, 1980. • MATHEUS LÓPEZ, Carlos. Parte, Tercero, Acumulación e Intervención Procesal. Palestra, Lima, 2001. • MONROY GÁLVEZ, Juan. “Los medios impugnatorios”. En: La formación del proceso Civil Peruano. Escritos Reunidos. 2003. 98 El recurso de apelación por un tercero legitimado • PEYRANO, Jorge. El procedimiento civil y comercial. Juris, Santa Fe, 1992. • PRIORI POSADA, G. Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso Administrativo. ARA Editores, Lima, 2002. • SOLÉ RIERA, Jaime. (s.f.). “Recurso de apelación”. En: Revista Peruana de Derecho Procesal. • VESCOVI, Enrique. Los recursos judiciales y demás medios impugnatorios en Iberoamérica. Depalma, Buenos Aires, 1988. 99