porque de lo contrario seria for- zoso renunciar alli á

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BOLETÍN D E MINAS.
porque de lo contrario seria forzoso renunciar alli á las esperanzas mas lisonjeras. Allanados estos
inconvenientes , se sigue sin descanso la monda donde quiera que
ge hallan señales de blandura, y
después de gastos inmensos y de esposicioncs siu fin, considcranse felices aus poseedores, si á cien varas ó mas del puuto dc donde parten sus labores, encuentran una
ganga mancbada con tal cual lamiuilla dc galena, ó cuando mas un
miserable fílou que es el principio de nuevos trabajos uo menos
costosos , porque aun dado caso de
que sea abundante, es necesaria las
mas veces la apertura de uu pozo
de extracción.
Algo mas pudiéramos añadir para
desviar á nuestros mineros de este
género de empresas, casi siempre
infructuosas,como seria, por ejemplo, hacerles ver que no todos los
pozos abiertas, tuvieron por obgeto la esplotacion dc metales, y que
puchos de ellos, aunque tal fuera la idea con qne se practicaron,
no debieron corresponder á las esperanzas concebidas, porque los
antiguos, del mismo modo que los
moderno*, estaban sujetos á equivocaciones cn una materia tau oscura;
empero basta con lo dicho para que
l^s miren con desconfianza. Fuera
de nosotros la idea de deprimir ei
mérito de algunas minas restauradas, á quienes no tenemos reparo
en calificar de buenas, gracias á
la coucurpcncia de uua porción de
casualidades que dificilmente se reúnen , pero, lo decimos con franqueza , pocas , muy pocas sc hallan
en este caso, y añadimos mas, jamás serán la mayor parte otra cosa
dc lo que son h o y , cualquiera que
sean los capitales que en ellas se
inviertan. Sensible nos cs hacer
esta confesión , pero la debemos á
la justicia, al interés que nos inspiran nuestros conciudadanos y al
deseo de que empleen sus sacrificios en empresas de mas esperanzas. Los terrenos de S. Giues y
Mazarrou en donde cou mas abundancia existen esta especie de labores, están convidando á los mineros á emprenderlas en otro sentido; la disposición dc las montañas,
su construcción geológica, su bistoria misma en fin son otras tantas probabilidades de buen éesito que eu
pocos se presentan de una manera
tan ostensible : utilícense pues de
ellas, dirijan sus trabajos sobre
terrenos á quienes la codicia de
hs pasadas generaciones no ha despojado de su riqueza , y algún dia
uos agradecerán el aviso, y nos
perdonarán el disgusto que podrán
cspírimcntar boy al bacerse cargo
de uuestra pobre opinión.
B.
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