Nuria es una joven impulsiva y con una tendencia clara a llevar la contraria a la gente que la rodea. David, en cambio, es un chico reposado, reflexivo y muy prudente. Las circunstancias que los une son las más adecuadas para conseguir que sus vidas se vean removidas por auténticos terremotos: la madre de Nuria, separada, decide dar el paso y mudarse a una nueva casa con un hombre viudo que resulta ser el padre de David. Muy a su pesar, los dos jóvenes se verán obligados a convivir bajo el mismo techo. En primera persona, los dos protagonistas nos transmiten las vivencias y sentimientos de una etapa complicada a la que tendrán que hacer frente.