EL NECESARIO AVANCE EN LA UNIFICACIÓN DE LA POLÍTICA FISCAL Vicente Martínez- Pujalte Diputado del Partido Popular Vocal de la Comisión de Economía y Hacienda Portavoz de la Comisión de Presupuestos Europa se encuentra en una encrucijada del proyecto de unificación económica, en cuanto a la construcción de un espacio con una moneda única. Al principio, se fijó la paridad de la moneda, como cuando se produjo la introducción del euro como moneda única en una parte de los países de la Unión Económica y Monetaria y todo funcionó de manera correcta. Los tipos de interés se igualaron, no se producían diferencias en la prima de riesgo de los países e, incluso, la senda de crecimiento y empleo fue bastante homogénea. Con la llegada de la crisis en el año 2007 empezaron a producirse movimientos asimétricos en el crecimiento, en la creación de empleo y –lo más importante- en la percepción de los mercados sobre la viabilidad de las cuentas de los Estados, lo que llevó a establecer primas de riesgo diferenciadas entre unos y otros países. Además, los estabilizadores automáticos de los presupuestos de cada país y las dispares medidas de esfuerzo fiscal hicieron que en los déficits públicos se establecieran diferencias muy notables. España, por ejemplo, superó el 11% del PIB. A ese escenario se le unió el estrechamiento de los mercados internacionales para captar financiación y el cierre para algunos países, tanto para sus gobiernos como para las entidades financieras. Todo eso llevó a que algunos países tuvieran serias dificultades para afrontar los compromisos de pago adquiridos y tuvieran que acudir al rescate internacional. Grecia, Irlanda y Portugal traspasaron la línea e Italia y España se aproximaron. Ahora mismo nos encontramos en una disyuntiva, o se frustra el proyecto del euro o algunos países se van voluntariamente o se les despide, o hay que dar un nuevo paso en la unificación de la política económica y, sobre todo, en la fiscal y presupuestaria. En algún momento se pensó que Alemania podía decir que no al proyecto de moneda única y volver al marco. Eso se desechó, pero sigue latente el que Grecia –obligado o voluntariamente- abandone el euro: si continúa en una situación casi inviable para pagar sus Fundación Ciudadanía y Valores C/Serrano, 27, 6º izq. 28001 Madrid www.funciva.org deudas o tiene que seguir adoptando medidas que los ciudadanos no aceptan y prefieren volver al drama, donde se puede devaluar y ajustar su economía sin tanto problema. Si Grecia abandonara el euro no se produciría un problema aislado. En la situación actual, habría un efecto contagio que llevaría a que otros países tuvieran muy serias dificultades para afrontar sus compromisos de pago y, por tanto, tendrían enormes probabilidades de seguir el camino de Grecia. El nuevo plan de rescate de Grecia, lo que hace es ganar tiempo y en ese espacio temporal la Unión Monetaria tiene la obligación de establecer una barrera que impida el efecto contagio. Si Grecia cumple y se consolida como un actor ortodoxo dentro de la Zona Euro, mejor; pero si se produce un deterioro mayor de las cuentas en Grecia, que eso no conlleve un efecto arrastre al resto de los países. Para conseguir ese objetivo es esencial que la política presupuestaria de los países esté armonizada y se tengan garantías de su efectivo cumplimiento. En el último Consejo Europeo, se han establecido unas directrices rígidas de fijación y cumplimiento de los objetivos de déficit porque eso ahora es imprescindible. Personalmente comparto ese camino. No es sólo para ir avanzando en el proceso de consolidación económica... y política. Actualmente es una necesidad para mantener el status económico y poner las bases para un nuevo proceso de crecimiento y creación de empleo. España no ha cumplido en el último año sus compromisos de objetivo presupuestario. Se fijó en el 6% el de 2011 y, tanto el presidente Zapatero, como la ex vicepresidenta Salgado, afirmaron que lo cumplirían a “raja tabla”. No ha sido así y en los datos preliminares ya lo tenemos superado en 2,5 puntos hasta llegar al 8,5. Algunas comunidades autónomas ya están revisando los datos de 2011 y eso es lo peor que nos puede pasar. Tenemos que fijar un objetivo y cumplirlo. Esa es la gran tarea del Gobierno del Partido Popular en política fiscal. Para el año 2012 se ha fijado el objetivo del 5,3, que se plasmará en los presupuestos que aprobará el Gobierno el día 30 de marzo. Eso hay que conseguirlo a base de esfuerzo en reducción del gasto público corriente y ganando en eficiencia de las políticas sociales y de modernización. Los que conocen bien la administración saben que se puede hacer más con menos, y esa es la tarea a la que se deben comprometer todos los gobiernos: el de España, el de las CCAA y el de los ayuntamientos. Fundación Ciudadanía y Valores C/Serrano, 27, 6º izq. 28001 Madrid www.funciva.org