Biomarcadores de ADN permitirán definir la edad biológica con

Anuncio
Biomarcadores de ADN permitirán definir la edad biológica
con exactitud
Un conjunto de genes determina si envejecemos o no más rápido de lo normal
Un equipo de científicos del Buck Institute for Age Research de Alemania ha
conseguido hallar unos biomarcadores de ADN que permitirán, en el futuro,
establecer la edad biológica de cualquier individuo. Con ellos podrá explicarse
porqué personas jóvenes parecen envejecidas o porqué se conservan tan bien
algunos individuos, aunque estén ya en la tercera edad. La ausencia de sincronía
entre la edad cronológica y la biológica en el caso de los humanos es una cuestión
que los científicos se empeñan en resolver porque, de conseguirlo, podrían
desarrollarse medicamentos anti-edad, así como prevenir vulnerabilidades
prematuras. Por Yaiza Martínez.
Científicos del Buck Institute for Age Research, de Estados Unidos (instituto dedicado
exclusivamente a la investigación sobre la edad y las enfermedades relacionadas con ella), han
identificado por primera vez biomarcadores de ADN que permitirían predecir con exactitud la
edad cronológica y fisiológica de los individuos.
En medicina, un biomarcador es un indicador del estado de una enfermedad particular o de un
organismo concreto. Se trata de una característica que, medida de manera objetiva, se usa como
indicador de procesos biológicos normales, procesos patogénicos o respuestas farmacológicas a
cualquier tratamiento.
Un ejemplo de biomarcador sería el antígeno prostático específico, una sustancia proteica
sintetizada por células de la próstata, y cuyo grado de concentración en la sangre de los varones
puede señalar que éstos padecen cáncer de próstata.
Cronología y fisiología no sincronizadas
En la investigación del Buck Institute se utilizaron gusanos nematodos, chips de ADN con los
que se midieron los cambios en la expresión genética de estos gusanos, y complejos algoritmos
informáticos.
Los chips de ADN consisten en superficies sólidas a las que se unen fragmentos de ADN con los
que se averigua la expresión de los genes, monitoreando a miles de ellos de forma simultánea; y
los algoritmos computacionales son listas bien definidas, ordenadas y finitas de operaciones
destinadas a la resolución de problemas.
Según un comunicado del Buck Institute, con estas herramientas se ha conseguido dar el primer
paso hacia la identificación de biomarcadores de edad en humanos, lo que podría suponer la
validación científica de las terapias anti-edad destinadas a personas.
Los científicos explican que la edad cronológica y la fisiológica raramente están sincronizadas.
Determinar la edad cronológica tanto en gusanos como en humanos es sencillo: basta con contar
desde nuestra fecha de nacimiento.
Sin embargo, la determinación de la edad fisiológica aún es algo subjetivo, que depende más de
la apariencia o del estado de nuestras funciones. Algunas personas de 70 mantienen las funciones
de una persona de 50, mientras que otras personas envejecen antes de lo que cabría esperar.
Biomarcadores de ADN
Al gusano nematodo Caenorhabditis elegans (C. elegans) le sucede lo mismo que a los humanos.
Tiene una esperanza de vida media de tres semanas, pero algunos individuos de la especie
permanecen ágiles durante mucho más tiempo que sus iguales de la misma edad.
Por el contrario, algunos de estos gusanos presentan signos de envejecimiento prematuro, como
la descoordinación de movimientos. Por esta similitud, los científicos los han estudiado para
intentar encontrar biomarcadores en ellos que también puedan existir en los humanos.
En concreto, los investigadores del Instituto Buck consiguieron predecir la edad de los gusanos
estudiando los perfiles de expresión genética de 104 individuos que cubrían todo el abanico de
posibilidades de esperanza de vida de estos nematodos. Además, establecieron la relación entre
estos perfiles y el comportamiento y la supervivencia relacionados con la edad.
El estudio reveló un conjunto de genes implicados de manera activa en el proceso de
envejecimiento. Esta investigación ha sido el estudio más extenso sobre edad utilizando los
perfiles genéticos de los realizados hasta la fecha, explican los científicos.
Según Simon Melov, director del estudio, ésta sería la primera evidencia de que la edad
fisiológica puede predecirse de manera no subjetiva. Éste sería un primer paso para poder
predecir, en el futuro, las edades biológicas de los animales en un 70% de las veces, lo que
supondría un porcentaje mucho mayor del que se puede lograr en la actualidad.
Medicamentos anti-edad
Pero las implicaciones principales serían las relacionadas con la investigación de la edad en
humanos, señala Melov.
Examinar los biomarcadores proporcionaría a los científicos una base para el desarrollo de
pruebas clínicas de medicamentos anti-edad, y también supondría un medio para determinar si un
individuo está envejeciendo más rápida o lentamente de lo que sería normal para su edad
cronológica.
Melov y sus colaboradores del Buck Institute estudiarán próximamente otros nematodos para
averiguar si el mismo conjunto de genes se mantiene activo en ellos en el proceso de
envejecimiento.
Por otro lado, los científicos también están considerando utilizar la tecnología de los
biomarcadores en estudios con humanos que hayan hecho ejercicio durante diversos periodos de
tiempo. En 2007, Melov ya publicó un estudio que demostraba que el entrenamiento regular
revertía aspectos del envejecimiento en músculos esqueléticos, en el caso de ancianos sanos.
Según Melov, la investigación de la biología del envejecimiento en humanos se ha visto
condicionada hasta ahora por la ausencia de biomarcadores irrefutables, relacionados con el
proceso de envejecimiento. El científico cree que podrá encontrarse un método no subjetivo para
determinar la edad fisiológica de cualquier persona, con un alto grado de exactitud.
Proteínas y telómeros
Tal y como explican los científicos en la revista especializada Aging Cell, el gran interés por
identificar dichos biomarcadores del envejecimiento es debido a que permitirían, por ejemplo,
predecir vulnerabilidades potenciales de los individuos –que podrían aparecer antes de la edad
cronológica prevista-, vulnerabilidades que se corresponden con las peculiaridades de cada ser
humano.
De hecho, la velocidad a la que la gente envejece depende de diversos factores, entre ellos la
herencia genética, el estilo de vida y la salud mental.
Recientemente, otros científicos, en este caso del Max Planck Research Group for Stem Cell
Aging en Ulm (Alemania), publicaron haber identificado otros biomarcadores de la edad
biológica de una persona, en este caso un grupo de proteínas.
Los investigadores del Max Planck examinaron los telómeros (tramos finales de los cromosomas
humanos), que tienden a acortarse con el tiempo provocando la inestabilidad de los cromosomas
y el envejecimiento celular.
El acortamiento de dichos telómeros y el daño sufrido por el ADN lleva a una reacción
específica en las células humanas, que en esas circunstancias liberan las proteínas estudiadas. Un
aumento significativo de la concentración de éstas en la sangre estaría relacionado con el
envejecimiento y, por tanto, dichas proteínas pueden ser consideradas también como
biomarcadores de este proceso biológico natural.
Descargar