Área: Ciencias Sociales Asignatura: Filosofía Nombre: Fecha: Grado: 10 Docente: Lady Hernández LOGRO: Identifica el conocimiento a-priori y el conocimiento a-posteriori en la filosofía kantiana. TEMA: Filosofía trascendental II PERIODO- TALLER N°1: Lo básico de la epistemología kantiana: estructuras y estímulos Sacar materia de les flores del campo y transformarla, con la propia capacidad, como las abejas. Ésta, metafóricamente, será la concepción del gran ilustrado Immanuel Kant (1724-1804). Para Kant, formado en la física de Newton, ni la posición racionalista ni la posición empirista explica la realidad de los enunciados de la física newtoniana; es preciso superar ambas posiciones. El conocimiento humano es resultado de una interacción entre experiencia y razón. La experiencia es imprescindible: aporta datos, elementos materiales; la razón estructura estos datos, las hace inteligibles, las interpreta. Razón y experiencia encajan en el proceso de conocimiento. Así, en la epistemología de Kant, el hombre no es un receptor pasivo de los estímulos que provienen del mundo, sino un interpretador activo. Nuestro conocimiento está determinado por unas estructuras a priori: no conocemos nunca las cosas tal y como son en sí mismas, nosotros conocemos las cosas mediatizadas por nuestro sistema de conocimiento. No vemos el mundo, vemos nuestro mundo: nos proyectamos en nuestro conocimiento de las cosas. Las características que el sentido común atribuye a la realidad misma, Kant las atribuye a la estructura cognoscitiva del hombre. En cierto modo, el espectador, con sus a priori, condiciona el espectáculo en el mismo momento de la observación. «Pero, aunque todo nuestro conocimiento comience con la experiencia, no por ello procede todo él de la experiencia. En efecto, podría ocurrir que nuestro mismo conocimiento empírico fuera una composición de lo que recibimos mediante las impresiones y de lo que nuestra propia facultad de conocer produce simplemente motivada por las impresiones a partir de sí misma. En tal supuesto, no distinguiríamos este adición respeto de esta materia fundamental hasta tanto que un prolongado ejercicio nos hubiese hecho fijar y nos hubiese adiestrado para separarla.» Kant Crítica de la Razón Pura ¿Y qué es lo que aporta o produce la propia facultad de conocer? ¿Cuáles son nuestros a priori? Kant, en la Crítica de la razón pura, explora nuestras capacidades mentales de conocimiento: la sensibilidad, el entendimiento y la razón. La sensibilidad, la capacidad de ser afectados por estímulos del mundo que nos rodea, organiza estos estímulos mediante dos formas, el espacio y el tiempo. Así, por ejemplo, gracias a la sensibilidad un profesor se da cuenta de que hoy (tiempo) faltan cinco alumnos en clase (espacio). El entendimiento nos permite entender lo percibido por la sensibilidad merced a sus categorías, sus elementos formales y a priori, especialmente gracias a la categoría de causalidad. Así, siguiendo con el ejemplo, el profesor que se da cuenta de la ausencia de cinco alumnos entiende la situación cuando se entera de que después hay un examen. La razón, la capacidad sintética más potente del hombre, pretende, con sus ideas a priori alcanzar una visión final del hombre y su mundo, pretende alcanzar todo aquello que es incondicionado. Así, retomando el ejemplo, el profesor razona que se tendría que modificar el horario: cuando hay exámenes, no se tiene que hacer clase. Pero aquí empieza el desacuerdo entre profesores. Yendo más allá de este ejemplo, Kant concluye que es la razón humana la que construye las grandes especulaciones metafísicas explicativas de la realidad, pero son especulaciones que sobrepasan la experiencia. ACTIVIDAD: 1. Si quieres tener noticia de una reformulación actual de una parte del apriorismo de Kant, sólo hace falta que antes selecciones las expresiones correctas desde la perspectiva kantiana. a. Se puede observar un acontecimiento de una manera neutra. b. Nuestro conocimiento empírico es una composición de un elemento externo, las impresiones, y de un elemento interno, nuestro sistema de conocimiento. c. Nuestro conocimiento empieza con la experiencia y procede de la experiencia. d. Cuando conocemos, cada uno aporta de su parte. e. De entrada, es distinguible aquello que viene del exterior y aquello que aporta el sujeto. f. Espacio y tiempo, formas de la sensibilidad, no proceden de la experiencia. 2. COMENTARIO DE TEXTOS FILOSÓFICOS: «A Priori» y método trascendental Los modos son juicios en que se piensa la relación da un sujeto con el predicado, esta relación es posible: dos maneras. O bien el predicado B pertenece al sujeto A como algo contenido implícitamente en este- concepto A; o bien B está enteramente fuera del concepto A aunque esté en enlace con él. En el primer caso llamo al juicio analítico, en el otro, sintético. Así son juicios son analíticos cuando enlace del predicado con el sujeto es pensado por identidad; en cambio, deben llamarse juicios sintéticos aquellos en que este enlace es pensado sin identidad. 2. Ahora bien, de ahí resulta claramente: 1º, que les juicios analíticos no amplían nuestros conocimientos, sino que solamente desarrollan el concepto que ya poseo y lo hacen inteligible para mí mismo; 2º, que en (os juicios sintéticos tengo que tener, además, del concepto del sujeto algo distinto (X) en lo que se apoye el entendimiento para conocer que un predicado pertenece al concepto, aunque rio esté contenido en él. 3. En los Juicios empíricos o de experiencia no hay para esto dificultad alguna. Pues esta X es la experiencia completa del objeto que yo pienso mediante el concepto A, el cual no constituye sino una parte de esta experiencia. Pero en los juicios sintéticos a priori, estoy enteramente privado de esta ayuda. Si he de salir del concepto A para conocer otro B. como enlajado como enlazado con él sobre qué podría apoyarme, y qué es lo que hará posible la síntesis, ya que aquí no tengo la ventaja de orientarme hacia el campo de la experiencia. 4. Se oculta aquí pues un cierto misterio cuya explicación es lo único que puede hacer seguir avance en el campo sin límites del conocimiento intelectual puro. Es, decir, que es necesario con su generalidad propia, el principio de la posibilidad de juicios sintéticos a priori, estudiar las condiciones que hacen posible cada una de sus especies, y disponer todo este conocimiento en un sistema que comprenda sus fuentes originales, su extensión y sus límites, sin reducirse a esbozarlo a grandes rasgos, sino al contrario, estableciéndolo de una manera completa y suficiente para todos lo usos. (Emmanuel Kant. Critica de la razón pura. Introducción IV) 1. ¿Qué función cumple la identidad en la identificación de los juicios analíticos y sintéticos? 2. ¿Me basta la idea unitaria del sujeto? ¿Por qué? 3. ¿Qué función cumple la experiencia en la formulación de los juicios? 4. ¿Qué son los juicios sintéticos a priori?