SOCIEDAD UNIMEMBRE O PATRIMONIO DE AFECTACION Por el

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SOCIEDAD UNIMEMBRE O PATRIMONIO DE AFECTACION
Por el licenciado Carlos T ~ ~ s ~ o s r i i mPHRALTA
os
Es motivo de alta satisfacciln para todo aquel que encuentra en el
Derecho la forma atinada de la regulación de la conducta, el poder
participar en este Congreso de Derccho Mercantil, donde se propicia la
vía de comunicación e intercambio de ideas y experiencias, hacia la meta
deseada por todos: lograr un México mejor cuyos estadios de cultura y
civilización sean mejores de día en día.
Buscar las fuentes del Derecho Mercantil es analizar la historia del
mundo; pues no es Gsta si no donde se refleja la interacción humana:
lucha O unión; destmcción o progreso; injusticia o equidad; justa retribución o abuso. Es el comercio impulso gravitatorio en la historia del
hombre. El. hombre busca a sus scmcjantes, trata con ellos y procura su
provecho; se agrupa para un mejor destino; se vale de otros para realizar
su finalidad y entra en conflicto: interpcrsonal o intergrcmial; pero
encuentra en el Derecho la forma social de superación del conflicto, y el
Derecho recoge las experiencias, las analiza y vierte cn normas, en imperativos, la solución que en la propia experiencia ha encontrado.
Incorporar a títulos, a documentos literales un derecho, no podría
comprenderse en la antigüedad, seria considerado absurdo, cuando sólo
la tenencia material de las cosas reflejaba la riqueza. Responder de daíios
fuera del concepto de culpa, resultaba ridiculo, cuando la ética observaba
la conducta inmediata del hombre; someterse a un tribunal extranjero
significaba comprometer la soberanía en sli expresión simplista; pero la
evolución del acto y del pensamiento supera los conceptos, amplía sus
campos de aplicación y se concrttiza como resultado en el progreso.
Progresar es evolucionar; pero progresar es buscar a través del análisis
de las experiencias las mejores soluciones, y Cstas mejores soluciona de
hoy no lo son del macana, el conccpto cambia y el anilisis renace: las
situaciones o circunstancias que rodeaban un fccómcno determinado han
variado, se impone un nuevo análisis y consecuentemente una divem
dución.
Así: en su conccpto llamado clisico el patrimoriio responde a lo que
se consideró como necesidad de que los bienes de una persona se agrupan
formando una unidad, por lo que resulta el patrimonio una prenda
m i i n y tácita de los acreedores. Todos los bienes presentes o futuros de
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CARLOS TRASLOSHEROS PERALTA
una persona responden por sus obligaciones. Se responsabiliza la potencialidad económica de un hombre y cuando la economía encuentra en el
dinero el denominador común, legalmente aceptado, el patrimonio es valorizable como el conjunto de derechos y obligaciones de una persona
apreciables en dinero. Pero en la persona se unifica el concepto como
necesidad de que sus bienes se agrupen, entrelazándose con sus deudaa
y formando una universalidad y ya ubicados desde este punto de vista
Planiol y Ripert consagran su definición: "Patrimonio es el conjunto de
derechos y de cargas de una persona apreciables en dinero y considerada
como una universalidad". Se forma así una liga lógica entre persona y
patrimonio: Si solo las personas son los sujetos de los derechos y de lar
obligaciones, sólo las personas tienen patrimonio; pero lo tienen de mz+
nera necesaria, porque su capacidad para tener derechos y obligacionu
siempre está presente y, por consiguiente, se relaciona la unidad pmona
con la unidad patrimonio ligada a la capacidad resultando que cada persona sólo puede tener un patrimonio siendo éste inseparable de la persona,
ligazón que se perpetúa durante toda su vida.
Tan estupenda estructuración lógica en su devenir llega a no responder
a la realidad: la unidad e indivisibilidad del patrimonio ceden ante la
experiencia y así resulta injusto que el heredero unifique su patrimonio
con el heredado, y se da a su favor, por indudable equidad, el beneficio
de inventario, de donde resulta que en una sola persona hay dos patrimonios y también por razones de equidad, o conveniencia surgen patrimonim separados: en la fortuna de mar; en el patrimonio de familia; en
los casos de ausencia; en el fideicomiso; etc., por citar algunos ejemplos.
La teoría del patrimonio personalidad cede ante la realidad de l a
hechos y el agudo pensamiento de Geny rechaza el culto ciego de la
ley escrita y el abuso de las abstracciones lógicas, que resultan innecesarias
y de ninguna manera permanentes. En su concepto: la escuela tradicional
tomó del Derecho Romano esta concepción personalista, pues en Roma
era la persona misma la obligada, la que respondía aún con su cuerpo de
sus obligaciones. Nuevos conccptos surgen: se analizan los casos de patrimonios separados y las afectaciones patrimoniales aparecen licitas y convenientes.
El método científico de investigación basa en el estudio histórico la
firmeza de sus conclusiones, pues no encontraremos madurez en el conocimiento sino cuando la conclusión está reforzada por un análisis completo,
sin pretender perenitud en el resultado de la técnica. El concepto abstracto existe y así todos entendemos que debe haber justicia; pero cuán
pobre es ésta sin la ayuda de la equidad y la flexibilidad de aquel que
legisla.
Cabe analizar si el concepto de sociedad ha sido impactado en forma
tal, que pueda sostenerse con apoyo en la realidad la existencia de so&(lades unimembres.
La noción de sociedad implica en su concepto la de agrupación. IIay
srxiedad cuando por lo menos dos personas unen sus esfuerzos o sus reNMSpara la realización del fin que se proponen. Este dato lo recoge
la ciencia y la técnica jurídicas para su desarrollo. pero es éste el modo
unificado y permanente de considerarla? Sociológicamentc podemos re+
ponder que sí, ya que en la expresión lingüística de sociedad se implica
la de agrupamiento, y el lenguaje no es si no una función mental colectiva, según feliz expresión del maestro Caso.
¿Porqué razón -entoncesse sostiene en la actualidad, la posibilidad
d e sociedades unimembres? Quiere esto decir que la evolución del Derecho rompe con la lógica, con la semlntica y con la sociología? O existe
un desenfoque del problema.
Todos sabemos que en nuestro medio y en el mundo entero, en las
sociedades por aportaciones representad= por acciones, se burla la necesidad del mínimo de socios, reuniéndose, en una sola persona, la titularidad de todos los documentos representativos de la aportación, y se
evita la causa de disolución, con el sencillo recurso de facilitar a terceros
la titularidad de las acciones necesarias p r n que la apariencia de sociedad
permanezca.
¿Estamos en presencia de una mutación en el concepto tradicional de
sociedad? debe romperse el equilibrio entre Derecho y Sociologia?
Para respoiider a estas cuestiones se hace necesario el análisis histórico
del conccpto.
Antes de llegar a la civilización los pueblos se dictan reglas y leyes que
hacen posible su convivencia, o rnejor diclio, a trav6s dc las reglas de
conducta que sc dictan a sí misinos los pueblos llegan éstos a la etapa
de civilización, que supone -hasta doridc 6sto es posible- la pacifica
convivencia.
En el aíio de 1901 tiene cspeciüi significació~ien la historia del Derecho: en la ilcrópolis de Susa en un pilar de cerca de dos metros y medio
de altura apareció ~ r a b a d ocl Código de Hammurabí. A travb de las
leycs de este famoso rey babilónico, se puede obtener un bucn cuadro
descriptivo de la vida en Babilonia liacc más de cuatro niil aiios. En su
párrafo 98 existe una referencia a la sociedud como agrupación dc socios
que aportan dinero, mercancías, o las dos cosas, para repartirse los teneficios o como agrupación en que un capitalista aporta dinero para realizar
un negocio o cierta categoría de negocios deterininados. Resulta claro el
concepto de socieda:l como contrato, y muy interesante el ohsemar ya
legislado nuestro concepto de asociación en ~>articipación.
Son posibl~mcntelos griegos quienes aportan el dato jurídico de dotar
de capacidad y personalidad a diversos tipos de sociedades, en caso de que
así lo establecieran los fundadores o la ley. Aquí aparece la sociedad
como persona y por consccuencin titular de un patrimonio.
En Grecia encontramos la sociedad iiniversal enttc familiares o amigw
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CARLOS TRASLOSHEROS PERALTA
y Aristóteles hace reIerencia a ellas; observamos asimismo sociedades
agrícolas; sociedades para la colección de impuestos o que realizahan
obras públicas; de explotación de minas; de explotación marítima y
ciertas formas financieras que podríamos clasificar como sociedades bancarias.
El concepto contractual de sociedad evoluciona y adopta en Roma
características, funciones y formas diversas: el "consortium", la sociedad
familiar y en especial las "Societas Omnium Bonnomm": sociedad universal formada por todos los bienes de los socios, generalmente los miembros de una misma familia, para mantener la unidad de bienes sucesorios.
Como consecuencia del desarrollo del comercio aparecen nuevas f o m
sociales y los autores dividen sociedades "quoad usum" en las cuales la
aportación del socio capitalista consistía en facilitar el uso del capital
y sociedades "quoad sortem" en las que las aportaciones de capitales
pasan a ser propiedad del ente social. Las mismas necesidades comerciala
y aún administrativas crean nuevas formas como las "Societas P u b l i
nomm", sociedades para la percepción de impuestos, para la reallauón
de obras públicas, para la explotación de minas, para suministros militares las que aparecen dotadas en general de personalidad jurídica, cuyo
de los
capital estaba formado, por regla general, por las aportacion~~
socios y en las que algunos autores han creído encontrar el origen de
las sociedades anónimas, ya que las aportaciones estaban representada
por partes cesibles, lo cual al menos nos revela la existencia en ellas
de un patrimonio propio, diverso al patrimonio de los socios.
La invasión de los bárbaros transforma las instituciones y hace resurgir
el comercio, principalmente en el Mediterráneo, apareciendo según criterio más o menos unificando las sociedades comerciales, como perfeccionamiento o transformación de las iniciadas en el mundo antiguo: la '%omenda" y la "compañía" derivadas de las "societas romanas" de las que
a su vez derivan la comandita y la colectiva; surgen también las primeras
compaiiías por acciones, correspondiendo en el Derecho Inglés a aquellas
formas sociales: la "partner ship" la "limited partneship" y la "company
by shares".
Posiblemente la más importante clasificación de las sociedades desde
esta época, radica en distinguir aquellas en que los socios responden de las
deudas sociales con todo su patrimonio, ésto es en forma solidaria e ilimitada, de aquellas en que el socio responde en forma limitada y únicamente hasta el monto de su aportación, prevaleciendo, lógicamente, por
entonces, el "Intuita Parsonae"
Aparece en Inglaterra, durante la edad media, el desenvolvimiento de
lo que denominamos sociedades comeraiales, a base de dos ideas fundamentales y distintas: el contrato y la incorporación. A base del contrate
se forman tanto en Inglaterra como en el Continente, sociedades similaca
a las "compañías", que, procedentes del Derecho Romano, evolucionan
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&~itrodel "common law" en las que se denominaron partnerships, equivalentes de las sociedades ordinarias o generales y que después se Ilamarían Colectivas y, a base de la incorporación, ésto es, de un derecho que
la Corona atribuía mediante concesión, se forman las "Corporationes"
dotadas de penonería jurídica, entidades con capacidad jurídica propia
que subsisten, independientemente de la desaparición de sus miembros.
A través de las cartas de incorporación se lograba la obtención de un
monopolio o alguna ventaja especial en actividades comerciales, sobre todo
en los siglos XIII y XIV.
Corresponde a la "Corporation" I n g l w , la sociedad por acciones en
el Derecho Continental.
LOS grandes dercubrimieiitos amplían el comercio ultramarino, creándase las grandes compaíiías, antecedentes inmediatos de las modernas
miedades por acciones.
Estas grandes compañías que se utilizaron para empresas coloniales, no
exan en realidad sociedades en el sentido tradicional de contrato, sino
organismos, cn cierto modo de Derecho Público, cuyos rasgos característicoseran su creación mediante un privilegio otorgado por el Estado, una
administración de tipo oligárquico y la división del capital en partes negociables, cuyo valor representaba el limite de la responsabilidad del aportante, de suerte que, en estas compaíiías se combina ya la responsabilidad
limitada del aporte con la negociabilidad de las partes sociales, creándose
k aiectación de aportaciones hacia la creación de un patrimonio social,
distinto del patrimonio de los socios.
El Código de Comercio Francés de 1808, conocido como Código de
Napoleón, iecoge csia experiencia histórica, de la misma manera que
Inglaterra la recoge en su "com~iou law" y mAs tarde, en 1856, en la
Joint Stock Companies, pues, como es sabido, las ordenanzas de Colbert
de 1673, las Ordenanzas Espaiiolas y diversas Italianas, se había rcferido
a las sociedades colectivas -llamadas en Francia g e n e r a l e s y a las
comanditas.
la sociedad anónima significa uco de los 6xitos más prodigiosos de
Que se tenga noticia, deviniendo en instmmento adecuado al desarollo
económico de los últimos tiempos.
El C ó d i ~ ode Comercio Francés, en su capítulo dedicado a sociedades
anónimas. sirve dc modelo a otros países que bajo este nombre o el de
sociedad por acciones +.amo es el caso de Alemania- legislan al respect o , del mismo modo que las socied;ides incoi-por:idas o "companies" inglesas inspiran la legislación de los países sajoiies.
La limitación de la responsabilidad del socio y los títulos negociables
rep~wcntati~os
de las aportaciones, son las orientaciones fundamentales
que buscz el inversionista. Poco a poco la necesidad del privilegio estatal
\ a dcsaparecicrirlo y cn las modernas Iegislaciones se requieren, básica-
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mente, registros para efectos de publicidad o de control de inversiones
nacionales o extranjeras.
El Estado de Nueva York de los Estados Unidos de América estableció
la libertad de constitución para las sociedades por acciones en el año de
1811. Francia en 1867; España en 1869; Alemania en 1870; Bélgica en
1882 y también en ese año Italia. En México el Código Lares de 1854
legisló sobre sociedades anónimas; el Código de 1884 amplía la legislación
al respecto y en 1889 apareció una Ley especial derogada por el Código
de ese propio año que estuvo en vigor hasta la nueva Ley General de
Sociedades Mercantiles de 1934.
El proceso evolutivo en las sociedades va -según hemos visto- de los
tipos de responsabilidad ilimitada y solidaria del socio, a la responsabilidad
CUYO máximo es el monto de la inversión, no solo en las sociedades de
capitales sino también en las de personas.
Respecto a estas últimas en el siglo pasado surge la necesidad de
buscar una forma intermedia entre la sociedad colectiva y la sociedad
por acciones y aparece en Inglaterra la "private company" y en Alemania
la scciedad llamada de responsabilidad limitada. En 1925 Francia legisló
al respecto y posteriormente en América Latina: Cuba en 1929, Argentina en 1932, Uruguay en 1933 y México en 1934. Cabe agregar respecto
a México que en el Código de 1884 se r e p l ó un tipo social del mismo
nombre que, bajo la influencia de la anónima, dividía el capital social
en acciones nominativas.
Resulta claro que el deseo del inversionista es limitar su responsabilidad, buscando para ello nuevas estructuras sociales; pero este deseo se
ha desbordado y f ~ e r aya del sentido lógico se habla de sociedades de un
solo accionista: unipersonales y unimembrcs.
El análisis histórico nos ha revelado la necesidad de responder a este
deseo evidente con una adecuada legislación.
El inversionista afecta a su empresa una parte de su patrimonio; le da
a ésta la forma de sociedad anónima y, para adecuar la inversión a la
fórmula legal, simula el número mínimo de los socios que la propia 1
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establece.
No hay ninguna mutación en el concepto tradicional de Sociedad, ni
de ninguna manera re ha roto el equilibrio entre Derecho y Sociología.
Si la aspiración del actual inversionista es limitar su responsabilidad,
no debe desvirtuarse el concepto sociológico, económico y jurídico de D
ciedad, sino recurrir al instrumento jurídico congruente: Al patrimonio
de afectación.
Si por el contrario un sereno análisis nos lleva a la conclusión de que
la afectación patrimonial dc bicnes destinados a una empresa, limitando
las responsabilidades del inversionista al monto de su inversión es inconveniente, cabría prohibirlo terminantemente, haciéndolo en forma Ti-
SOC~LDN> UNIMEMIIRT; O PAfKiMDNIO AFECTACI~N
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cada con todo su patrinionio, en la forma personalista a que se refiere la
twría clásica.
Con toda claridad En~ieccemsobservó el fenómeno de los patrir~ionios
separados como unidades distintas del resto del patrimonio, ya sea que se
trate de dos masas patrimoniales pertenecientes al mismo sujeto o que
se trate de un patrimonio que corresponde a varias personas en común y,
en el caso de la sucesión, podemos observarlo.
El Derecho Romano resolvió el probleuia por el camino más sencillo,
pero también por el más falso: Por una "iicción", decía, se continuaba
la personalidad del difunto. Pero las ficciones no existen: se aborda el
problema o definitivamente se soslaya
Si cl heredcro sucede en las deudas del de cujus, cuando éstas son
superiores a sus bienes, por equidad, o si se quiere por convivencia, para
evitar herencias yacentes, se le otorga el beneficio de inventario, ésto es,
hefeda so1:imente rl rimanente del activo patrimonial separado del suyo.
En a t e caso hay dos masas patrimoniales pertenecientes al mismo sujeto
y, en el caso de que los herederos fueran múltiples y la herencia indivitambién existiría un patrimoiio separado, pero en mano común.
En el patrimonio de familia no pasan los bienes afectados a su constitucwn a los miembros de ésta y, en cierta forma, salen del patrimonio de
aquel que lo constituye, hay también separación patrimonial con afectación a un fin.
En la fortuna o patrimonio de mar cada buque garantiza con el monto
total de la inversión hecha en él cualquier responsabilidad y el armador
tendrá tantos patrimonios separados cuantos buques posea.
De la misma manera en la sociedad conyugal el dominio de los bienes
afectados a su constitución reside en los cónyuges, como patrimonio sepnrado, y al disolverse aquella regresa a los patrimonios de los que la constituyeron, en la forma pactada, o de la manera que la ley establezca.
En la quiebra la masa de bienes constituye patrimonio separado, a f e ~
tado a su liquidación.
Este mismo fenbmeno observamos en las sociedades por acciones o
partes sociales en la que la responsabilidad del socio encuentra como
máximo su aportación. El patrimonio de la sociedad está separado de los
patrimonios de los socios. De la misma manera hay la afectación de bienes
a un fin determinado que crea el patrimonio de la sociedad -penona
moral- patrimonio distinto de los patrimonios perscnales de los socios,
quienes son responsablcs tolamcnte hasta el monto de sus aportaciones.
Volviendo a nuestro caso: Un inversionista crea una sociedad an6.hen la que hace figurar a cuatro personas más, advertidas de a n t e
mano en el sentido de que solamerite prestarán sus nombres para llenar
el requisito del mínimo legal en la inteligencia de que las cuatro acciones
que reciben, una para cada uno, serán devueltas a su dueño.
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TRASLOSHEROS PERALTA
Ya resulta familiar, aunque en cierta forma grotesca, la figura del
Notario que recoge al mismo tiempo la firma en la escritura y en el aertificado provisibnal que ampara las acciones prestadas o donadas bajo
condición resolutoria.
La sociedad unipersonal es común y corriente en nuestros días. Pero
no es cierto, bajo ningún aspecto, de que sea una sociedad. Se trata de
una serie de simulaciones que tienen como finalidad crear un patrimonio
separado de un inversionista, afectándolo al destino de la sociedad. Y la
maniobra tiende a legalizarse, pensando en regular o permitir sociedadea
unimembres, antes que admitir la realidad de la separación patrimonial,
legislando, adecuadamente, sobre patrimonios de afectación.
En nuestro Derecho positivo están legalizados los patrimonios de afectación cuando el legislador organiza la Institución, marcándole su destino
jurídico-económico. Está permitida la separación patrimonial, pero da
temor dirigirla a la empresa, destinarla a la negociación.
Ciertamente existen los problemas inherentes a toda institución nueva;
pero tenemos los instmmentos administrativos, económicos y contables,
para regular su adecuado funcionamiento.
La técnica jurídica no carece de normas penales para sancionar el
fraude, del mismo modo que la técnica contable no carece de elementm
de juicio para juzgar la veracidad de un balance.
La regulación y fiscalización de la contabilidad del inversionista, no
escapa a la posibilidad de descubrir maniobras, que actualmente se
cubren con asambleas controladas por el propio invenionista.
Los brganos de vigilancia, en el caso de las sociedades unimembres,
son positivamente inexistentes.
Nada se opone a buscar la adecuada regulación jurídica de la empresa
como patrimonio de afectación y en esa forma resolver lo que la realidad
nos está mostrando.
El contenido de la norma es el resultado de la regulación de la conducta y el derecho el instrumento cultural de que disponemos, para la
mejoría del orden social y económico, por medio de un esfuerzo consciente
e inteligente.
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