La importancia de los Proyectos de Inversión, como herramienta de toma de decisiones Ec. Horacio Mendoza Colamarco E l hombre desde sus inicios, durante toda su vida toma decisiones, mismas que le generan una consecuencia, generalmente favorable, aunque desafortunadamente en muchos casos lo contrario, estas decisiones van en función de querer un desarrollo, tanto profesional como personal, que lo impulsa a lograr objetivos. Pero el hecho de decidir implica, por otro lado dejar de lado otras opciones, esto es lo llamado costo de oportunidad, por ejemplo el decidir comprar un vehículo marca Nissan, el costo sería todas aquellas cosas que pudieron hacerse con ese dinero, en este caso de acuerdo a los criterios de valoración utilizado por el usuario, el vehículo le generaba mayor beneficio, en este caso no necesariamente cuantitativo sino que cualitativos como por ejemplo movilización, estatus, forma de vida etc. Como en el caso anterior, mediante la cual esa decisión generó mayores réditos al usuario, que las otras alternativas, en la vida empresarial suceden cosas muy parecidas, aunque bajo parámetros y condiciones diferentes. La idea de incrementar una línea de producción, mejoramiento de las maquinarias, reemplazo de camiones, incremento de unidades de negocios, nuevas plantaciones, apertura de una oficina comercial, reducción de costos de mano de obra, entre otras cosas, son varios de los proyectos de inversión que día a día se evalúan para cumplir con las metas y objetivos que las organizaciones requieren, estas inversiones son generadoras de mayor riqueza, y permiten contar con indicadores financieros lo bastante atractivos como por optar decidir hacer alguna de los proyectos anteriormente mencionados. Para la valoración de los proyectos en necesario arrancar con objetivos claramente definidos, una serie de supuestos de mercado, económicos y relacionados, que servirán como nuestros directrices en el proceso. La construcción de un flujo de caja que el proyecto generará en el tiempo, del cual no existe una regla que determine el horizonte en el cual debe moverse la proyección, esto dependerá del giro del negocio, del riesgo, del monto de la inversión entre otras variables. Así mismo los datos presentados en la proyección deben tener el mayor sustento posible, complementado con información relacionada al negocio, como revistas, noticias, información de mercado, entrevistas, publicaciones etc., que permitan garantizar la confiabilidad de los datos, pues tenemos que considerar que dentro del proceso está de por medio recursos financieros, y la única forma de disminuir el riesgo existente es mediante la información. Es más, la base de la proyección es esa información, si la misma en confiable, la proyección es sustentable, si por el contrario no lo es, la proyección es incierta, aunque en este tema al tratarse de supuestos, entra en juego la teoría de las probabilidades, pero es este sustento el que permite hacer este juego favorable para el inversionista. Con un flujo de caja confiable, el resultado de la valoración está más cerca de la realidad, aún cuando siempre existirá un riesgo de por medio, las principales herramientas de valoración son el Valor Actual Neto (VAN), Tasa Interna de Retorno (TIR) y Periodo de recuperación. Así mismo para el cálculo del Valor Actual Neto (VAN), es necesario contar con la “tasa de oportunidad”, o “tasa de descuento” o “Tasa mínima requerida”, que no es otra cosa la tasa a la cual el inversionista estaría dispuesto a invertir su capital, es decir el precio de este dinero. Si bien este porcentaje depende exclusivamente del proveedor de los recursos, aunque existe una metodología que considera la tasa libre de riesgo más el riesgo país, sigue siendo este recurso un mero parámetro el momento de decidir. Con lo anteriormente expuesto, interviene el proceso de valoración, mediante el método de flujo descontados, que valora cada uno de los flujos futuros a valor actual con una tasa de descuento atractiva, si a este valor, al restarle la inversión, es positivo, el proyecto presenta razonablemente su factibilidad, si es negativo el proyecto no es viable. Así mismo con el mismo flujo de caja, utilizando formulas financieras podemos determinar la rentabilidad real del proyecto, que debería ser igual o mayor a la tasa de descuento, si es así el proyecto cumple con lo exigido por el inversionista. El periodo de recuperación permite medir el tiempo en el cual, el proveedor de los recursos recupera el dinero invertido, de acuerdo al criterio del inversionista entre más rápido recupere la inversión, mejor, pero no siempre ocurre aquello, pues dependerá de la magnitud de la inversión, y del margen que el negocio genere en el tiempo. En base a los resultados obtenidos, el inversionista analiza su conveniencia de arriesgar o no su dinero, pues no solamente es el hecho de invertir, sino que él estaría inmerso en un mundo, que no depende exclusivamente de las cosas que el haga o deje de hacer, sino de condiciones externas, que pueden impedir que no se cumplan los objetivos, pero si pensamos así no existieran empresas en el mundo. Un proyecto es un ente generador de riqueza, de empleo, de beneficio para zonas, entre otras cosas, los gobiernos deben estructurar políticas de fomento a los mismos, pues al ser generadores de recursos posibilitan el crecimiento económico de una población y/o país. Arriesgarse es el éxito de todo emprendedor, le permite caminar en el tiempo, y saber que ese paso fue acertado o no, si fue positivo, perfecto a ganar rentabilidad, pero si no es así, se sufre una caída lo importante es levantarse y continuar, la gran mayoría de exitosos empresarios, se cayeron varias veces hasta lograr crecer en sus negocios, pero está, en la perseverancia y la disciplina el éxito de todo. En el camino siempre habrá obstáculos, como falta de financiamiento, falta de ganas, gente que opine lo contrario, lo importante es saber utilizar estas condiciones son liderazgo e inteligencia para convertirlas en aliados, que se alineen a nuestros objetivos y así cumplirlos, pues al final todo se convierte en: Una toma de decisiones.