CAPITULO XII RESUMEN DE LA LEGISLACION SOBRE AGUAS

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CAPITULO XII
RESUMEN DE LA LEGISLACION SOBRE
AGUAS
La legislación sobre aguas es muy extensa,
abarcando una cantidad de leyes, Decret^ y
Ordenes que pasan de 100, por lo cual vamos
a concretarnos a dar los principales y aque]los promulgados más recientemente.
LEY DE 13 DE JUNIO DE 1879.Del ^do7^virrti,o
ca^.s plu,via^es.-Pertenecen al dueño
de ^las aqvu
de un predio las aguas pluviales que caen en
el mismo mientras discurren por él. (Art. 1°)
Son del dominio público las aguas pluviales
que discurran por barrancos o ramblas, cuyos cauces sean del mismo dozninio público.
DeZ dmnzr^io de lcos aguas vivaks, mamarn.L^iales y carrient^es.-Son públicas o del dominio
público : 1.°, las aguas que ^nacen continua o
discontinuamente en terrenos del mismo dominia; 2:, las aguas continuas o discontinuas
de mana^atiales o arroyos que corren por sus
cauces náturaíes, y 3.°, los r1os. (Art. 4°)
Tanto en los predios de los particulares
como en los de propiedad del Estado, de las
provincias o de los pueblos, las aguas pel'tenecen al dueño respectivo para su uso ,y aprovechamiento, mientras discurran por los misr
mos predios. Mas, si despuÉS de haber salido
del predio donde nacen entran naturalmente
a discurrir por otro de propiedad ht•ivada,
bien sea antes de llegar a los caucev pi:^hlicos
o bíen después de haber cot•rido por ellos, el
dueño de dicho predio puede aprovecharlas
eventualmente. (Art. 5.^)
Todo aprovechamiento eventual de las
aguas de manantiales y de arroyos en cauces
naturales pueden libremente ponerlo por obra
]os dueños de los predios inferiormente situados, siempre que no empleen otro atajadizo
más que de tierra y piedra suelta y que la
cantidad de agua por cada uno de ellos consumida no exceda de 10 litros por cada segundo de tiempo. (Art. 6 °)
El orden de preferencia para el aprovechamiento eventual será el siguiente : 1.° Los
predios por donde discurran ]as aguas antes
de su incorporación cón el río, guardando el
orden de su proximidad al nacimiento de las
corrientes, respetando su derecho al aprovechamiento eventual en toda la longitud de
cada predio. 2.° Los predios fronteros o colindantes al cauce, por orden de proximidad al
mismo y prefiriendo siempre los superiores.
Pero se entiende que estos predios inferi^ores
y laterales eI que se hubiere anticipado por
un año y un día en el aprovechamiento no
-- ]23
puede ser privado de él por otro, aunque éste
se halle situado arriba en el decurso del
agua. (Art. 7.°)
El derecho de aprovechar indefinidamente
las aguas de manantiales y arroycs se adquiere
p^r los dueños de terrenos inferiores, y en
su caso de ?os colindantes, cuando las hubieren utilizado sin interrupción por el tiempo
de veinte años. (Art. 8.^)
•Las aguas no aprovechadas por ^el dueño
del predio, así camo las que sobran de sus
aprovechamientos, saldrán del predio por el
mísmo punto del cauce natural y acostumbra,do, sin que puedan ^ser en manera alguna desviadas del curso por doiide primitivamente se
alejaban. (Ai•t. 9.°)
Cuando el dueño del predio donde brota un
manantial no aprovecha más que una cantidad fraccionaria y determinada de sus aguas,
continuará en épocas ^de disminución o empobrecimiento del manantial usando y disfrutando la misma cantidad de agua absoluta, y
la merma será en desventaja y perjuicio de
los usuarios inferiores. (Art. 10.)
Si transcurridos veinte años, a contar desde el día de la promulgación de la ley de 3 de
agosto de 1866, el dueño del predio donde naturalmente nacen unas aguas no las hubiere
apnovechado consu^miéndol^.s total o parcialmente de cualquier modo, perderá todo derecho a interrumpir los usos y aprovechamientos inferiores de las mísmas aguas que po^
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espacio de un año y un día se hubieren ejercitado. (Art. 11.)
Pertenecen a los pueblos las aguas sobrantes de fuentes, cloacas y establecimientos públicos; pero si hubieran sido aprovechadas
por los dueños de los terrenos inferiores durante el tiempo de veinte años, ya en virtud
de concesiones de los Ayuntamientos, ya con
su consentimiento tácito, no se podrá alterar
el curso de aquellas aguas ni impedir la corttinuación del aprovechamiento sino por causa de utilidad púbiica. (Art. 13.)
Tanto en el caso del artículo 5° como en el
del 10, sí el due^io del predio deI nacimiento
de aguas, después ds haber empezado a usar,las en todo o en parte, ínterrumpiere su apro^ echamiento por espacio de un año y un día
consecutivos, perderá el dominío del todo 0
de parte de las aguas aprovechadas, adquiriendo el derecho quien o quienes por igual
espacio de un año y un día las hubiesen aprove:hado, según los artículos 10 y 18. Sin embargo, el dueño del predio donde nacieren
conservará siempre el derecho a emplear las
aguas dentro del mismo predio como fuerza
n,otriz o en otros usos que n^o produzca.n merma apreciable en su caudal o alteración en la
calidad de las aguas. (Art. 14.)
Eí dominio de la^ aguas minerales presenta los mismas caracteres que las aguaa ca
munes con arreglo a loa articulos anteriores.
Del ^durni^nio de las uguas m^,ertas o est^n-
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cadus.-Son del dominio público los lagos y
lagunas formados por la Naturaleza, que ocupen terrenos públicos. Son propiedad particular, municipal, de las provincias y del Estado
los lagos, lagunas y charcas formados en terr^nos de sus respectivos dominios. Los situados En terreno comunal pertenecen a los pue>rios respectivos. (Art. 17.)
Del ^Lomvnio de las aqxcas subtgrrárr^ea,s^.F^ertenecen al dueño de un predio en plena
l^ropiedad las aguas subterráneas que en él
se hubieran abtenido por medio de pozos ordinarios. (Art. 18.)
^odo propietario puede abrir libremente
pozas ordinarios para elevar aguas dentro de
sus fincas, aunque con ellos resultaren amenguadas las aguas de sus vecinos. Deberá, sin
embargo, guardarse la distancia de dos metros entre pozo y pozo dentro de poblacione;^
y de 15 metros en el campo, entre la nueva
excavación y los pozos, estanques, fuentes v
aceguias permanentes de los vecinos. (Artículo 19.)
C'uando se buscase el alumbramiento de
aguas subterráneas por medio de pozos artesianos o socavones, o por galerías, el que las
hallare e hiciere surgir a la superficie del ^erreno será dueño . de ellas a perpetuidad, sin
perder su derecho aunque salgan de la finc,:.t
donde vieron la luz, cualquiera que sea la
dirección que el alumbrador quiera darl^es
mientras conserve su dominio. (Art. 22.)
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El dueño de cuaiquier terreno puede alumbrar y apropíarse plenamente por medio d^
pozos artesianos, socavones y galerías las
aguas que existen debajo de la superficie de
su predio, con tal que no dístraíga o aparte
aguas públi ^as, o privadas de su corriente natural. Cuando amenázase peligro de que p:,r
consecuencia de las labores del pozo artes:^tno, sacavón o galería se distraigan o^mt^rmen
aguas públicas o privadas, destinadas a un
servicio público o aprovechamiento piivado
persistente con derechos legítimamente adquiridos, el Alcalde podrá suspender las
^obras. (Art• 23.)
Las labores de que habla el artículo anterivr para alumbramientos no podrá ejecutarse a menor distancia de 40 metros de edificios
ajenos, ferrocarriles o carreteras, ni a menos
de 100 metros de otro alumbx•amiento o fuente, río, canal, acequia o brevadero público,
sin licencia correspondiente, ni, dentro de zonas fortificadas, sin permiso de la Autoridad
militar. (Art• 24.)
Las concesiones de terrenos de dominio
públioo para alumbrar aguas subterráneas por
medio de galerías, socavones, o pozos artesianos se otorgarán por la Administración, quedando aiempre todo lo relativo al domínío, Iimitaciones de la propiedad y aprovechamientos
de las aguas alumbradas sujeto a lo que de
estos particulares prescribe la presente Ley.
Sólo podrán concederse para estos alumbra-
- - iz ^ --mientos subterráneos terrenos de dominio público cuya superficie o suelo no haya sido
concedido para objeto diferente, a no ser que
ambos sean compatibles. (Art. 25.)
^
De los álveos .o oaucE s, r^ibercus, ryncírgenes y
^cers^orios.-En el artículo 28 se define e1 álveo o cauce natural de las aguas discontinuas
formadas con aguas pluviales diciendo que
"es el terreno que aquéllas cubren durante
sus avenidas ordinarias en los barrancos o
ramblas que les sirven de recipiente". El artículo 29 declara de propiedad privada los
que atraviesan fincas de dorninio particular,
si bien en el artículo 31 no autoriza para
hacer labores y obras que puedan variar el
curso de las aguas en perj uicio de tercero.
El artículo 32 define el álveo o cauce natural
de un río ^o arroyo como el terreno que cubre
sus aguas en las mayores crecidas ordinarias.
Pertenecen asimismo, con iguales limitaciones, a los dueños de las fincas de los terrenos
que atraviesan.
El artículo 35 define las riberas diciendo
que son fajas laterales de los álveos de l^os
ríos comprendidos entre el nivel de sus bajas
aguas y el que están al alcance de sus mayoi•es crecidas ordinarias, y las márgenes como
las zonas laterales que lindan con las riberas.
Las riberas, aun cuando sean de dominio privado, en vi^rtud de antigua ley o costumbre,
están sujetas en toda su extensión y las márgenes en una zona de tres metros a la servi-
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dumbre de uso público e interés general de la
navegación, flotación, pesca y salvamento.
Los cauces de los ríos que queden abandonados por variar naturalmente el curso de
las aguas, pertenecen a los dueños de los terrenos ribereños en toda la longitud respecti,va. Si el cauce abandonado separaba heredades de distintos dueños, la nueva línea divisoria correrá equidistante de unas y otras. (Artículo 41.)
La.s broias, ramas y leñas que vayan flotando en las aguas o sean depvsitadas por
ellas en el cauce o en terrenos de dominio
público son del primero que las recoja, y las
dejadas en terrenos de dominio privado son
del dueño de las fincas respectivas (Art. 49) .
Se exceptúan de esta libre disposición los
muebles, frutos, maderas, previstos en el artícula 48.
Los árboles arrancados por la corriente
pertenecen al dueño deI terreno donde vinieren a parar, si no Io reclaman dentro de un
mes sus anteriores dueños, quienes deberán
abonar los gastos que au recogida haya ocasionado. (Art. b0.)
Los objetos sumergidos en los cauces públicos aiguen perteneciendo a sus dueños ;
pero si, en el término de un año, no los extrajeran, serán de quienes verifiquen su extracción, previo permiso de la autoridad local. Si
los objetos sumergidos ofreciesen obstáculo a
las corrientes o a la viabilidad; se concederá
ils -_
por las autor•idades un término prudencial a
los dueños para su extracción ; pero si, transcurrido aquél, no lo hubiesen efectuado, se
considerará como cosa abandonada. E1 dueño
de los objetos sumergidos en agua de propiedad particular solicitará ei permiso del dueño de éstas para e^traerlos. (Art. =41.)
El capítulo VI de ]a ley de Aguas se ocupa
de las obras de defensa contra las avenidas
de aguas públicas, estableciendo el principio
general de que lus dueños de predios lindantes con ellas tienen libertad de poner defensas contra las aguas en sus respectivas márgenes por medio de plantaciones, estacados,
revestimientos, etc., dando conocimiento a las^
autoridades. (Ar•ts. 5'? al 59.)
El capítulo VII se ocupa de ]a desecación
de lag^unas y terreno ^ pantanosos, establecien-^
do que cuando los dueños r•espectivos quíerari
desecarios o sanearlr;s, podrán extraer de los
terrenos público^, pf•evia autorización, ^]a t-ie ^
rra y piedra que consideren indispensabi^
para el terrapléil ^- demás obras. (Art. 6.^^)
El Títirlo Tli se ocupa de las servidumbr•e^^
en materia^ de aguas, de las que reseñaremos
las siguientes :
DE LAS SERVIDUMBRES NATUIi,ALES.-Los terrenos inferiores están sujetoa
a recibir las aguas que naturalmente, sin obr ^
del hombre, fluyen d^e las superiores, así como
las piedras o tierras que arrastran en su curso. Si las aguas fueran r•esultado de alumbra- ^
9
. x^eaos
mientos artificiales, sobrantes de acequía de
riego o procedentes de establecimientos industriales que no hayan adquirido esta servidumbre, tendrá el dueño del predio inferio:
derecho a exigir indemnizaciones por dañ^s
y perjuicios. Los dueños de predios o est^blecimientos inferiores podrán oponerse a recibir los sobrantes de establecimientos industriales que arrastren o lleven en disoluci(in
sustancias nocivas introducidas por ]os dueños de éstos. (Art. 69.}
DE LAS SERVIDUMBRES DE ACULDUCTO.-Puede imponerse para la condu^^ción de aguas destinadas a algún servic^o
público que no exija la expY•opiación de terrenos, Pueden también i^mponerse para objetos
de interés privado en los casos siguientes :
1.° Establecimiento o aumento de riegos.
2.° Establecimiento de baños y fábricas.
3.° Desecación de lagunas y terrenos pantanosos.
4.^ Evacuación de aguas procedentes de
alumbramientos a^•tificiales.
' á.° Salida de aguas escorrentias y drenajes.
Cuando un terreno de regadío que recibe el
agua por un solo punto se divida entre dos
o más dueños por herencia, venta u otro título, los de la parte superior quedarán obligados a dar paso al agua como servidumbre de
acueducto para riego de las inferiores, sin
- 131 -
poder exigir por ello indemnizaçión, a iro^h^berse pactado otra cosa.
° f'
.r
El Capítulo XIII establec^ que ^1t I^.^apro;-`^
vechamientos de aguas púb^icas para ^iegó^ ,
se formará necesariamente ,una Ce^mtért.icl^c,^ ^
de Regc^ntes sujeta al Iteglam^lt^,de stia^^Q^rdenanzas:
t
1.° Cuando el número de aquéllo ^ ^iegue a
20 y no baje de 200 hectáreas regables.
2.° Cuando,a juicio del Gobernador de la
provincia, lo exigieren 1os intereses locales
de la agricultura.
Fuera de estos casos quedará a voluntad de
la mayoría de las regantes la formación de
la Comunidad. No están obligados a formar
parte de ella, a pesar de lo dicho, y podrán
separarse de la misma y aun constituir otra
nueva, en su caso, los regantes cuyas heredades tomen el agua antes o después que los de
la Comunidad y formen por sí solos un coto
o pago sin solución de continuidad. Toda Comunidad tendrá un Sindicato elegido por ella
y encargado de la ejecúción de las Ordenanzas y de los acuerdos de la misma. Las Comunídades de Regantes foi•marán las Ordenanzas de rigor con arreglo a las bases establecidas en ]a Ley, sometiéndolas a la aprobación del Gobiet•no, quien no podrá negarla ni
introducir variaciones sin oir sobre ello al
Consejo de Estado. Las Comunidades de Regantes celebrarán juntas generates ordinarias
en las épocas señaladas en ias Ordenanzas de
-- 132 -
riegos, y exti•aord'tttar•ias en los casos que
ellas mismas determinen. Las juntas generales, a las cuales tendrán dez•echo de asistir
todos tos regantes de la Comunidad y los industriales interesados, resolve^•án tados los
asuntos cie interés común que sametan los
Sindicatos o alg•uno de los eoncurrentes.
Cuando en el curso del río e^istan varias Comunidades y Sindicatos, podrán for^marse, por
mutuo convet^io, uno o más Sindicatos centrales o comunes para ]a defensa de los derechos, conservaciún y fomento de los intereses de todos, el cual o los cuales se componcirán de representantes de todas las Comuniáades interesadas•
Por Real Orden de 25 de junio de 1884 se
publicaron modelos de Ordenanzas y Reglamentos de Sindicatos y Jurados de Riego, así
como la instrucción para tramitarlos, que
posteriormente, por otras disposiciones, ha
sido aclarada, interpretada, ampliada .y hasta
modificada.
La Ley de Sindicatós Agrícolas es de fecha
30 de enero de 1906, complementada por Real
Decr•eto de 31 de noviembre de 1929, que
dispone que serán considerados Sindicatos
agrícolas de producción, entre otros, los Sindicatos de riegos o de defensa contra avenidas de agua.
La Ley de 11 de julio de 1911 se refiere a
la construcción de pantanos y canales, que
fué ^modificada y aclarada por los Reales De-
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cretos-leyes de 16 de may o^ de 19'.^.^ y 7 de
octubre de 1927.
Desde 1931 se han publicado las disposiciones siguientes, entre^otras:
Real Orden de 13 de enero de 1931 (G^rceta
del 7), sobre aproceçhamientos hidroeléctricos
y solicitudes de concesionai•ios.
Real Decreto de 27 de marzo de 1931 / Gccceta del 28) redactando los artículos L° y 11
del Real Decreto de 7 de enero de 1927, sobre concesiones de aguas públicas.
Real Orden de 31 de marzo de 1931 (Gaceta del 7 de abril) , sobre ti^amitacián de
expedientes de aprovechamientos hidroeléctricos.
•
El Deereto de 3 de may o de 1931 (Gccceta
del ?) deroga el Real Decreto-ley de 7 de
enero de 1927.
El D^ecreto de 18 de ma^•o de 1931 / GcGCet,^c
del 19) der•oga en pailte el Real Decreto de
25 de abril de 1928. '
Ord^en de 27 de enero de 193'? I Gccceta del
3 de febrero) , soure abono de subvenciones a Ayuntamientos por abast^cimientos de
aguas.
Ley de 13 de abril de 1932 ^Gcu;etc^ del 14),
sobre zonas de regadío.
Decreto de 19 de enero de 1934 (Gacetcc
del 21),, sobre servidumbre forzosa de acueducto.
Orden de 2 de febrero de 1934 (Ga^cetc^ del
- 134-
8 de marzo} , sobre concepto de zona regable.
Decreto de 1:5 de octubre de 19>4 (Gcueta
del 18) , pa^•a el cumplimiento del Decreto de
23 de agosto, sobi•e abastecimiento de aguas.
Decreto de 12 de marzo de 1935 (Gaceta
del 14), sobre inscripci^n en el Regístro de
Aguas, y deroga pá^•rafo del Decreto de 2^
de agosto.
Orden de 22 de mai•zo de 1935 (G^aceta
del `L8), sobre cu^mplimiento del Decreto de
20 de diciembre de 1934, sobre aforo, inscripción de manantiales, etc.
Orden de 14 de octubre de 1937 (B. O., número 363), sobre abasteclmiento a poblaciones.
Orden de 13 de enero de 1938 (B. 0. número 460), sobre autorización de obras para
abastecimientos.
Ley de 30 de j unio de 19^Z9 ( B. O, de 3 de
julio), sobre ayuda del Estado pat•a obr•as de
riego.
Orden de 25 de agosto de 1939 (B. O. de
22 de septiembre), sobre interpretación de la
Orden de 30 de noviembre de 1932.
Decreto de 15 de dicie^mbre de 1939 (Boletin Oficial del 17), sobre obras para el revestimi^ento de acequias.
Orden complemeiitaria de 29 de enero de
1940 (B. 0. del 13 de febrero), sobre ^créditos
para expropiación y defensas.
Orden complementaria de 22 de febrero de
-- 135 ---
1940 (B. U. del 1^ de marzo), sobre suministro en inmuebles, instalaciones, etc.
Decreto de 17 de mayo de 1940 (B. O, del
12 de julio), sobre normas para abastecimiento de aguas.
Decreto de 27 de septiembre de 1940 (Balcaín Oficí,cul de 5 de octubre), sobre conservación de obras de defensa.
Orden de 13 de septiembre de 19-11 (Boletín Oficíal del 2'L), sobre aprovechamientos
hidráulicos.
Orden de 10 de octubre de 1941 (Boletvn
Oficial del 17), solat•e aprovechamientos, pantanos y presas.
Ley de 18 de octubre de 1941 (B. O de 16
de diciembre), sobre repoblación forestal de
ríberas de ríos, arro,yos, etc.
Por considerarla interesante, a continuación reproducimos la Ley de 25 de noviembre de 1940, sobre colonízación de interés local (B. O. de 10 de diciembre), cuya pai-te
dispositiva dice :
Artículo 1.° E1 Estado auYiliará las obras
o inejoras territoriales de carácter permanente comprendidas en esta Ley y que, independientes de un plan general de colonizacián,
se ejecuten en fincas rústicas, en poblacíones
rurales o en terrenos propiedad de Ayuntamientos o Entidades y sean de probada utilidad loc^l o comarcal, ^• aun aquellas que,
persiguiendo una utilidad de tipo privado,
supongan un beneficio para la comarca o]o-
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calidad. E1 Organismo encargado de la aplicación de la presente Ley será el Instituto
Nacional de Colonización.
Ar. 'L." Las obt•as o mejoras teri•itoriales que pueden ser auxiliadas serán las síguientes:
a^ Obrr,^s ^^ ^instuL^rciartc^s de capt,cce^^n cle
agu^^s destinadas al riego o al abastecimiento
de la vivíenda rural en la cantidad y condiciones qae no precisen la previa concesión de
las mismas, así como las obras e instalaciones
de mejora o ampliación de la captación en
regadíos establecidos o con concesión de
aguas ya obtenida.
b) Obra de t^rayzsfo^•mación ae se^cano en
rega^íu en aquellas fincas que obtengan el
agua por alguno de los procedimientos inciuídos en el apartado anterior.
c) Estaóleciyniento de 1zu.ertos fam^ibiares,
que mitiguen el paro estacional en las zonas
más afectddas, contribuyendo a la elevación
del nivel de vida de la familia que los cultive.
d) Const^rucciancs ^r•wrc^les de ^zueva f^utntc^ y obras de transformación, ampliación o
mejora de ]as ya e^istentes, no íncluídas entre las subvencionables por el Instituto de :a
Vivienda, especialmente las dependencias de
ganado, almacenes, graneros, silos, etc, y las
construcciones anejas o complementarias, ^estercoleros, abrevaderos, cercas, etc.
e) Ob7•as ^xra 1•a zctili^zac^^n ^ de fu eneryía
eléc^^ca en el ca^napo, a partir del transfor-
-- 137 --
mador, incluyendo éste y las instalaciones
necesarias para los distintos usos agrícolas,
así como la maquínaría de aplicación.
f) Ob^•as e i^astcalacia^^ies ^le^sti:naflas rc ind.z^st^•ias rurccles (lecherías, fábricas cíe conserva, desecación dé frutos, etc.) .
g) Plantaciones foi•catalEry u ^lr^ cí^^^bolr^s cle>
•^'ibera y otros trabajos que contx•il^uyxn a la
defensa, fijación o saneamiento de fincas o
zonas definidas.
h) Obrc^s si^ndicales y de mejora de la vida
rural acordadas por Ay untamientos rurales,
Sindicatos o Ent.idades (almacenés cooperativos, bodegas, jardines, abrevaderos, etc.).
Art. 3.° Podrán solícitar los auxilios fijadas por la presente Ley : los particulares
propietarios de fincas rústicas y urbanas ertclavadas en Ayuntameintos rurales,. bien aisladamente o reunidos con el solo fin de hacer
una petición de idéntica natux•aleza; las Entidades, Sindicatos o Agrupaciones de toda
índole constituídas con fines agrícolas; los
Ayuntamientos rurales.
Art. 4.° Una vez admitida la petición de
auxilio y estimada la obra de utilidad en los
términos. definidos en el artículo 1.°, serán
concedidos los auxilios por el orden de preferencia siguiente :
,
Primero. A los Ayuntamientos.
Segundo.. A los Sindicatos.
Tercero. A las ^ntidades de carácter agrícola.
"
138 --
Cuarto, :^ los particulares propietarios
de bienes agrícolas agrupados con el único
fin de solicitar un auYilio correspondiente a
obras análogas, cuando ]a mejora propuesta
^•aya a ser directamente utilizada por ellos.
f^uinto. A1 propietario particular, cultivador directo, cua1ldo haga la petición de
auxilio aisladameute y va^a a utilizar la mejora directamente.
Dentro de cada apartado de preferencia,
será concedida ésta, a su vez, a aquellas obras
que con el menor presupuesto relativo signifiquen mayor productividad o mejora de la
explotación, alcancen a mayor superficie o
beneficien a mayor número de campesinos.
Art. 5.° No tendrán derecho alguno a los
auxilios que la presente Ley determina las
obras que, aunque incluídas por su naturaleza en el cuadro de clasificación del artículo 2.^•,
e^tén presupuestadas por encima de los límites que se fij an a continuación :
i,[Afl"1'h: ^I.AAf?fU UL•:1. P1tF.^t'PC^ISSCU
Obras de particulares aíslados, hasta .........
Idem de particulares agrupados, hasta ........
Idem de Sindicatos, etc., hasta ....................
Idem de Ayuntamientos, hasta ............ .....
'
i'esetas.
30.000
30.000'
150.OW 1
150.000'
Cada uno.
^ Art. 6.° Los ausilios que la presente Ley
concede serán de dos clases : Auxilio técnico
y anticipos.
-- 139 --
Au:eil^o téc^ni^o.-Para aquellas obras solicitadas por particulares ^- cuyo presupuesto
sea inferior a 1^.000 pesetas, el Instituto Nacional de Colonización confeccionará los pro^^ectos correspondientes, que facilitará gratuit.amente a los beneficiarios, obligándose
éstos a ejecutarlos con sujeción estricta al
pro^-ecto remitido.
Cuando ]os solicitantes sean A^•untamientos o Entidades, esie límite en el presupuesto
será de 40.000 pesetas.
En casos de probada necesidad, extremada
pobreza del ambiente rural de una zona o de
falta absoluta de iniciativas de mejora, el
Instituto Nacíonal de Colonización hará por
su cuenta los proyectos necesarios,
El Instituto auxiliará también-bajo forn^a de consejos, normas y resolución de consultas referentes a obras o transformaciones
subvencionadas-en todos aquellos casos en
que este auxilíA se solicite,
Anticipos reintegrables.-EI Instituto Nacional de Colonización otorgará anticipos
i•eintegrables sin^ interés hasta un importe
máximo del 40 por 100 del presupuesto total
de la obra o mejora.
La cuantía de los anticipos, así corno el momento de iniciar el reint^egro, se fijarán por
el Instituto atendiendo a la calidad de la Entidad que realice la obra y a la naturaleza de
la misma. En ningún caso se iniciará el rein-
140 -
tegrv de tales anticipos antes de los cinco
años siguientes a su concesión.
Art. 7.° En aquellos casos no incluídos en
e^ artículo anterior, Ios presuntos beneficíarios deberán acompañar a la solicitud de auxilio proyecto de la obra firmado por técnico
competente, así eomo cuantos datos o estudio7
de carácter econ<imico v agronómíco se crean
necesarios para que el instituto juz^ue de la
utilidad de la misma.
Podrán, sin embargo, ser eximidos de Ia
presentación del proyecto técnico los so]icitantes que proyecten ejecutar trabajos incluídos en los apartados g) y h) del artícul0 2.°, teniendo, en cambio, la obligación de
acompañar a la instancia una relación detaIlada de las obras, de los elementos de que
disponen para su ejecución, presupuesto tota] y superficie afectada, así como el estudio
económico comparativo del beneficio presumible en la explotacíón como consecuencia de
la ejecución de la mejora.
Art. $." El Instituto Nacional de Colonización decidirá, en cada caso, sobre la util:dad de la obra, no concediéndose auxilio alguno si ésta quedase desestimada por no
reunir las condiciones de utilidad que determina el at-tículo L°.
Art. 9.° Los anticipos concedidos se ab:^narán en plazos y formas que se establezcan
para cada caso.
141 -
Art. 10. Podrá ^er causa de la pérdida u
reducción de los auxilios :
Primero. E1 retras^ir el comienzo de la
cb^•a o mejora, sitt c•ausa justificada, más de
dos meses después de concedido y comunicado
et auxilio.
Segundo. E1 alterar, reducii• o^timpli^tr i^c
o1,ra con re;ación al proyecto aprobado, c•uztndo estas modificaciones se hagau siu autorización del Instituto.
Tercero. Cuando se compruel^e que las
coudiciones en que se ejecuta la obra se modifican voluntariamente, con objeto de reducir los gastos, reales en comparación con los
presupuestos.
Art. 11, Los fondos pt•ecisos para atender
a los auxilios que se concedan, de acuerdo con
la presente Ley, serán fijados anualmente en
el presupuesto del Instituto I^racional de Colonización, quedando autorizado éste en tanto
sean señaladas tales cifras, a invertir en dic•has atenciones :
Frimero. La pal•tida concedida al Instituto en el artículo 4.^• del Decreto de 5 de noviembre de 1940, dando normas para la extinción y liquidaeión definitiva del Servicio
de Recuperación Agrícola.
' Segundo. La cántidad de cinco miliones de
pesetas con cargo al Título tercero, capítulo I,
art. 3.°, concepto único, d^el vigente presupue to del Instituto.
14'l - -
Art. 1•?. E1 :^iinistro de ^grícultura i^edactai•á las disposiciones y noz•mas complementarias indispensabtes para el desarrolio
de esta Le^•.
Segovia, septiemhr^e @e 1943.
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