19. guía metodológica para la investigación de mercados laborales

Anuncio
Guía Metodológica para la Investigación
de Mercados Laborales Urbanos
(Versión 2009)
DIEGO PALACIO BETANCOURT
Ministro de la Protección Social
RICARDO ANDRES ECHEVERRI LOPEZ
Viceministro de Relaciones Laborales
MELVA GREGORIA DIAZ BETTER
Directora General de Protección Laboral
Encargada de las funciones de la Dirección General de Promoción del Trabajo
OSCAR HERNAN MUÑOZ G.
Coordinador Grupo Fomento de Programas de Trabajo
Tabla de Contenido
I. Introducción
II. Conceptos Espaciales en los Mercados de Trabajo Urbanos
III. Dos Modelos Sobre Mercados de Trabajo Urbanos
IV. Principales Áreas de Estudio en Mercados Urbanos
•
Las Decisiones Sobre Ubicación Residencial y el lugar de Trabajo
•
Los mecanismos de búsqueda de empleo
•
Impacto de la estructura de calificación e ingreso, género, estructura familiar y
factores demográficos sobre el comportamiento de los mercados de trabajo
urbanos
•
Segmentación de los mercados de trabajo y Mercados de trabajo urbanos duales
•
Diferenciales inter urbanas en el comportamiento de los mercados de trabajo
•
Diferencias intra urbanas de empleo y salarios
•
El impacto de la Redes Sociales
V. Estructura Básica de Análisis de Información
•
Análisis Poblacional y de La Oferta Laboral
•
Análisis De La Demanda Laboral
•
Análisis Del Desempleo
•
Determinación y Diferencias Salariales
•
Análisis De Mercados Segmentados E Informalidad
I. Introducción
El objetivo de este documento es hacer una revisión de los conceptos más relevantes
sobre los que se fundamentan las principales teorías que buscan explicar el
comportamiento de los mercados laborales urbanos y proponer un conjunto de temas que
representen los aspectos básicos que se deben incluir al abordar un estudio de este tipo
de mercados.
Para lograr este objetivo, se parte de una definición espacial del mercado de trabajo, para
luego mencionar las dos principales corrientes que se pueden observar en la literatura
general que han buscado explicar las causas del desajuste entre la oferta y demanda
laboral en el nivel urbano y por lo tanto del desempleo, y finalmente se enumeran los
temas que se observan más estudiados por la literatura especializada.
Se espera que esta guía sirva como ayuda teórica del trabajo que adelanten los
observatorios regionales que se encuentran relacionados con el Ministerio de la
Protección Social.
I.
El Concepto de Mercado de Trabajo: Un Enfoque Espacial
La adecuada delimitación del mercado urbano de trabajo se torna fundamental, puesto que
determina el alcance del análisis de las interrelaciones entre la oferta y la demanda a nivel del área
metropolitana que entrará a ser estudiadas.
Un intento de delimitación es propuesto por Coombes et al. (1986), quienes afirman que cualquier
método para delimitar un mercado de trabajo debería asegurar que las áreas definidas para tal
mercado cumplan ciertas condiciones: En primer lugar, que sean lo suficientemente auto
contenidas en términos de flujos de desplazamientos; segundo, deberían ser geográficamente
razonables; tercero, tendrían que ser definidas consistentemente a partir de un mismo
procedimiento o criterio geográfico o económico; cuarto, deberían alcanzar el máximo nivel de
detalle (por ejemplo, contabilizar todas las áreas de viaje al trabajo posibles); y finalmente, estar
basadas en un método derivado de la teoría de mercados laborales.
Es así, como se observa que en la mayor parte de la investigación empírica, el mercado laboral
urbano ha sido definido sobre la base de los patrones de desplazamiento entre los sitios de trabajo
y de residencia de quienes laboran en algún tipo de aglomeración espacial de sitios de trabajo.
Este enfoque de áreas de viaje al trabajo se basa en el supuesto de que el trabajo es homogéneo.
El debate contemporáneo entre los defensores de los modelos de mercados segmentados
(analizados más adelante) le asigna un alto grado de importancia tanto a la existencia de múltiples
geografías de los mercados de trabajo, así como a tratar de entender cómo operan espacialmente
los submercados para distintos tipos de trabajo.
La delimitación espacial del mercado urbano de trabajo se encuentra expresado con base en dos
términos relacionados que son el “Labor Shed” que traduciremos aquí como “Área de Influencia
Laboral” y el “Employment Field”, que puede entenderse como un área de desplazamiento
laboral. A continuación se definen con más detalle, con base en Morrison (2005).
•
El Concepto de “Labor Shed” (Área de Influencia Laboral)
El geógrafo económico James Vance definió los conceptos de “Labor Shed” y “employment field”
en los años cincuenta, con el fin de analizar los mercados de trabajo y su relación con el
desplazamiento espacial de las personas en un área urbana.
El concepto de “Labor Shed” se puede entender como el área espacial en la cual los empleadores
tienden a delimitar la búsqueda de mano de obra. Este concepto, que se basa en la noción que
tanto empleadores como empleados tienen razones para vivir cerca de su lugar de trabajo, implica
que todos los trabajadores sean capaces de desplazarse a su sitio de trabajo, para que sea definido
el espacio del “Labor Shed”.
Excluyendo a quienes trabajan en el hogar y a aquellos cuyos trabajos les demandan
desplazamientos a múltiples lugares (por ejemplo, los vendedores, conductores de taxi o buses),
para poder ser empleado en ese contexto, los trabajadores deben residir al interior de alguno de
los “Labor Sheds” que conformarían el espacio urbano.
La definición de “Labor Shed” desde el punto de vista económico comprende la ubicación
residencial como una función del salario, de manera que el rango de los reclutamientos de
trabajadores por parte de las firmas depende de la distancia que el trabajador que vive más lejos
esté dispuesto a viajar y efectivamente lo pueda hacer. A su vez, esa distancia depende del salario
real, definido en este contexto como el poder de compra local del salario, neto de los costos de
desplazamiento.
Por lo anterior, el rango de cualquier “Labor Shed” está determinado por el máximo salario real
pagado en el sitio de trabajo, los costos de desplazamiento por kilómetro y las preferencias
relativas del trabajador con respecto al desplazamiento y otros bienes.
Para comprobar empíricamente la relación negativa entre desplazamientos, distancia y salarios, se
han desarrollado diversos análisis. Entre los más recientes, por ejemplo, se encuentra el estudio de
Rouwendal (1999), quien demuestra que las trabajadoras mujeres están dispuestas a aceptar
salarios más bajos a cambio de tener menores distancias de desplazamiento a su lugar de trabajo.
Desde el punto de vista del empleador, la noción del “Labor Shed” implica que éste enfrenta una
curva de oferta de trabajo según la cual -en una economía de pleno empleo, por ejemplo- tendría
que pagar, un salario cada vez mayor para garantizarse una oferta de trabajadores adicional. La
consecuencia directa sería la propagación geográfica del “Labor Shed”. De esta manera, la única
forma en que la firma puede atraer a más trabajadores es aumentando los salarios, con el fin de
compensar el salario de reserva de los no trabajadores. (Ver Aronsson y Brannas (1995)).
Según lo anterior, a menor desplazamiento entre el hogar y el lugar de trabajo mayor será el
salario efectivo para el trabajador. Por esta razón habría ventajas de las distancias cortas al lugar
de trabajo en beneficio del empleador. En la medida en que los empleadores puedan controlar la
ubicación residencial de sus trabajadores o reducir los costos de transporte, podrán obtener
ganancias en la productividad del trabajo (por ejemplo, a través de un menor ausentismo laboral).
En efecto, existe evidencia que distancias más cortas entre el hogar y el trabajo están asociadas
con menores rotaciones de personal (ver Hanson and Pratt (1992)).
Por otra parte, en la medida que la productividad se incrementa con el salario efectivo cuando la
distancia al trabajo se reduce, el salario de eficiencia toma una dimensión espacial. Los límites
geográficos de cualquier “Labor Shed” son endógenos, tal que los esfuerzos de reclutamiento del
empleador reflejan el salario real prevaleciente en esos sitios. Asumientod todos los demás
factores constantes, en la medida que el salario suba (baje), los límites se expanden (contraen),
resultando en múltiples geografías laborales y la consecuente estratificación de los mercados
urbanos de trabajo (Houston (2005)).
Siguiendo el anterior argumento, para atraer trabajadores adicionales el “Labor Shed” debe
extenderse, y por tanto, el salario debe ser lo suficientemente alto para atraer al último
trabajador. En consecuencia, durante las recesiones una caída en el salario real efectivo promedio
implicaría que los trabajadores en la periferia sean excluidos del espacio geográfico definido,
puesto que los menores salarios no logran ser suficientes para cubrir los costos del mayor
desplazamiento al sitio de trabajo. A partir de este razonamiento este concepto puede soportar la
conclusión que el desempleo aparecerá sobre la periferia del “Labor Shed”.
Según Morrison (2005), los mercados urbanos de trabajo contemporáneos abarcan múltiples
“Labor Shed”s. Se puede citar el caso de la mayoría de ciudades estadounidenses y de un número
creciente de ciudades europeas, cuyos mercados de trabajo se encuentran bastante
descentralizados. En promedio, menos del 16% del empleo en las áreas metropolitanas en Estados
Unidos se concentra dentro de un radio de 3 millas del centro de la ciudad. Por otra parte, existe
abundante literatura que documenta el incremento de las zonas urbanas policéntricas, es decir,
aquellas con múltiples centros de empleo en el área metropolitana (Morrison (2005)).
•
El concepto de “Employment Field”
Según la literatura sobre el tema (Morrison (2005)), el término “Employment Field” denota el
conjunto de sitios posibles de empleo dentro de la distancia que asume el trabajador desde su
hogar al trabajo. Mientras que el “Labor Shed” define su centro en el sitio de trabajo “fijo” donde
se demanda trabajo por parte del empleador, el “Employment Field”, por el contrario, toma como
base la residencia “fija” del trabajador (distancia espacial de oferta de trabajo).
Es útil, pues, recalcar bajo este enfoque la manera como un trabajador típico encontrará un
número creciente de sitios de empleo o de vacantes potenciales en la medida que viaje lejos de su
residencia. Otros trabajadores encontrarán empleo mucho más lejos y requerirán transporte. En
una economía de pleno empleo, las vacantes surgirán del movimiento de oferta y demanda y el
desempleo será friccional. Si, por ejemplo, se asume por simplicidad que tales vacantes surgen de
manera aleatoria a lo largo del recorrido entre el hogar y el trabajo del individuo, y que hay
información completa sobre ellas, entonces el conjunto de oportunidades potenciales de empleo
para cualquier residente que busca trabajo se incrementarán exponencialmente con los costos de
desplazamiento. El salario efectivo de los trabajadores caería, sin embargo, en la medida en que
sus costos de desplazamiento al sitio de trabajo se incrementen.
Los trabajadores maximizarían sus salarios al aceptar empleos tan cerca como sea posible de su
residencia. Mientras más vacantes adicionales se acumulan con la distancia, los mayores costos de
desplazamiento significan un salario real efectivo cada vez menor. Así, el número potencial de
vacantes alcanza un máximo donde el salario efectivo es el más bajo, es decir, sobre la periferia
del “Employment Field”.
La teoría de la búsqueda de empleo (search model) utiliza el paradigma del comportamiento
optimizador para explicar la aceptación de las ofertas de trabajo que llegan aleatoriamente. De
acuerdo con el modelo de búsqueda de empleo espacial (Pissariades(1999)), los desempleados
activos son aquellos que enfrentan un acervo de ofertas de trabajo que llegan a una tasa
constante. Dichas ofertas se distribuyen aleatoriamente y contienen información sobre el salario y
los costos de desplazamiento. En el caso más simple, el salario de reserva para cualquier trabajo es
una función lineal positiva de la distancia del hogar al trabajo, y los empleos sólo serán aceptados
si exceden el salario de reserva.
Asimismo, el modelo de búsqueda de empleo acepta la posibilidad que la información sobre la
existencia de vacantes también sea una función decreciente de los costos de desplazamiento
desde la residencia. De esta manera, el elemento espacial de la distribución de las ofertas de
empleo reflejará la distribución espacial de las distancias, así como también el componente
espacial de la manera en que se propaga la información sobre las ofertas. El resultado central es el
incremento de la probabilidad de aceptar un empleo cercano a la residencia. En otras palabras, los
costos de información componen y amplifican los costos reales del desplazamiento. Por lo tanto, y
siguiendo a Morrison (2005), son los costos de búsqueda más que los costos de desplazamiento
los que definen el “Employment Field” de los trabajadores de bajos salarios.
Buscando sintetizar los conceptos anteriores, la economía que subyace al concepto de “Labor
Shed” y “Employment Field” constituye el componente básico para la mayoría de ideas sobre la
estructura espacial de los mercados urbanos de trabajo. Al mismo tiempo, el mercado urbano de
trabajo típico en realidad se compone de muchas “Labor Sheds” traslapadas sobre diferentes sitios
de empleo; por lo tanto, “Labor Sheds” generadas por sitios de trabajos únicos o simples no
necesariamente constituyen áreas urbanas. Por esa razón, el concepto de un único “Labor Shed”
es inadecuado para interpretar los patrones de empleo urbanos. Por su parte, el “Employment
Field” como área geográfica donde el trabajador ofrece trabajo, estaría determinada más por el
costo de búsqueda de empleo que por el costo de desplazamiento del trabajador.
II.
Dos Modelos sobre Mercados Laborales Urbanos
Siguiendo a Morrison(2005), existen dos grandes corrientes de literatura para explicar la dinámica
de los mercados laborales urbanos. De acuerdo al primer modelo, denominado “Spatial Mismatch
Hiphotesis”, la cual afirma que los incrementos entre la distancia del hogar y el lugar de trabajo
constituye una de las principales explicaciones de los resultados de los mercados de trabajo (Ver
Ihlandfedt and Sjokist (1998)).
Bajo este enfoque, los mercados urbanos consisten en un conjunto de sub-mercados
espacialmente definidos y el desempleo existe primordialmente por las deficiencias de la demanda
laboral altamente localizada. Según este enfoque, la persistencia de altas tasas de desempleo se
explica por la inexistencia de una apropiada demanda de trabajo dentro de una distancia cercana a
los sitios de residencia de las personas sin trabajo. La solución al desempleo consiste en la
instalación de fuentes de empleo urbanas tanto públicas como privadas.
La forma usual de verificar esta hipótesis es relacionar una medida de resultado del mercado de
trabajo (por ejemplo tasa de desempleo de una población específica) con una medida de acceso al
trabajo (por ejemplo, la distancia de las residencias a los lugares de trabajo). La evidencia sugiere
que existe una relación positiva entre acceso a malos trabajos y mayor distancia a los centros
productivos.
Sin embargo, es necesario mencionar que en muchos casos la literatura ha asociado este
fenómeno con los precios en el mercado inmobiliario y el nivel de ingresos de las personas menos
calificadas, razón por la cual es más probable que los trabajadores menos calificados tengan su
residencia en los lugares por fuera de la zona principal de los centros urbanos, lo cual constituye
en una crítica especialmente fuerte este primer grupo de teorías de mercado de trabajo urbano.
Por su parte, el segundo enfoque considera a la ciudad como un mercado único en el cual la
sustitución entre capital y trabajo toma lugar independiente de la localización de los sitios de
residencia y los sitios de trabajo. De acuerdo a esta perspectiva, la incidencia espacial del
desempleo simplemente refleja la desigualdad en la distribución del ingreso, que hace que las
personas de menos recursos opten por residir en zonas de la ciudad donde el precio de la tierra es
inferior, pero no es determinante del comportamiento del mercado de trabajo.
Según este grupo de teorías, la demanda de trabajo aun puede ser deficiente, pero sólo en
términos agregados. En ese sentido, crear trabajos en zonas particulares del área urbana para
reducir el desempleo en dichas zonas, sólo tendrá efectos temporales, ya que la existencia del
desempleo se debe a diferencias en la calificación de las personas (capital humano) y los
requerimientos de las firmas.
El segundo grupo de modelos afirma, por lo tanto, que las diferencias en la tasa de desempleo
observadas en zonas geográficas distintas de un área metropolitana ocurren no porque haya más
empleos disponibles en una zona respecto de otra, sino por la manera en que el mercado
inmobiliario clasifica a la gente espacialmente de acuerdo a su capacidad de ingresos. Por esa
misma razón, cualquier concentración espacial de los desempleados surge porque aquellos con
bajo ingreso deben establecerse en residencias menos costosas y de baja calidad, las cuales por lo
general se encuentran disponibles en ciertas zonas de la ciudad, y es en esos lugares donde se
observan las mayores tasas de desempleo.
La solución, según este tipo de modelos, más que localizar espacialmente la demanda laboral,
consiste en incentivar la generación de habilidades específicas en los oferentes de trabajo que
respondan a los requerimientos de las firmas que se ubican en la zona urbana.
El origen de la controversia respecto a la modelación del mercado de trabajo urbano, surge a
partir de la literatura especializada, en particular Evans and Richardson (1981) quienes
encontraron evidencia empírica que mostraba cómo las tasas de desempleo varían entre ciudades
primordialmente por diferencias en la demanda por trabajo, pero varían dentro de las ciudades
debido a diferencias en la calificación de la oferta laboral, más que debido a diferencias espaciales
(distancia del sitio de residencia al sitio de trabajo).
Según los autores, para que el primer modelo de explicación del desempleo urbano (spatial
mismatch) fuera válido, la demanda laboral debería explicar las diferencias dentro de un área
urbana. Para que la demanda genere diferencias en el desempleo entre áreas urbanas pero no al
interior de ellas, se tendría que demostrar que es mucho más costoso y difícil moverse de una
región a otra que dentro de la ciudad, y que los mecanismos de transmisión del mercado son más
fuertes en las zonas urbanas.
Al respecto, Evans y Richardson (1981) afirman que cualquier variación espacial en la tasa de
desempleo se debe a diferencias en los atributos de la fuerza de trabajo que vive en las diferentes
áreas residenciales de la ciudad, más que a las diferencias geográficas en la demanda de trabajo.
Entonces, de acuerdo con el segundo grupo de modelos, una vez el efecto local de un choque
inicial ha pasado, las tasas de desempleo variarán de acuerdo a los niveles de calificación, y por lo
tanto las áreas residenciales cuya fuerza de trabajo es mayormente no calificada manifestarán
tasas de desempleo más altas.
Según el argumento anterior, tasas de desempleo urbano mayores que las del nivel global no
indican necesariamente una demanda local insuficiente, sino el hecho de que los menos
calificados que residen en tales zonas son más vulnerables a las recesiones y a las reducciones en
la demanda agregada de trabajo; como afirman Evans y Richardson (1981), si las autoridades
tienen éxito para inducir la reubicación de los lugares de trabajo al interior de la ciudad, sólo se
afectaría la estructura espacial del desempleo temporalmente; en contraste, el cambio más
perdurable se daría sobre los desplazamientos entre el lugar de residencia y el de trabajo.
Este mismo argumento también implica que los desempleados a nivel local no tienen
necesariamente un monopolio espacial sobre los empleos, de manera que no podrían competir
por nuevos trabajos contra aquellos trabajadores con calificaciones superiores o mayor
experiencia.
En resumen, cualquier diferencia geográfica en el desempleo que aparece en una ciudad se explica
por diferencias por el lado de la oferta de trabajo resultantes de la estructura urbana. Las tasas de
desempleo son mayores en ciertas partes de la ciudad no porque la demanda de trabajo sea
deficiente en esos sitios, sino porque es ahí donde viven los desempleados.
Recientemente, la literatura (Ver Morrison (2005)) ha mostrado que ambos modelos pueden tener
parte de la respuesta, pero para diferentes categorías de trabajo, ya que al existir heterogeneidad
en la demanda laboral al interior de la ciudad (mercados de trabajo segmentados), se podría
encontrar la respuesta en cada tipo de modelo para diferentes aspectos del comportamiento del
mercado urbano.
IV. Principales Áreas de Estudio en Mercados Urbanos
En esta sección se presenta, sin buscar ser extensivos, una breve revisión de los tópicos que deben
ser considerados, según las particularidades propias del mercado urbano, en el análisis de dicho
espacio geográfico y sus interrelaciones para caracterizar la oferta y demanda laboral.
La primera sección se enfoca en los desarrollos sobre las decisiones sobre la residencia y el lugar
de trabajo. En seguida se tratan los mecanismos de búsqueda de empleo y las relaciones entre las
características de la fuerza de trabajo y el comportamiento de los mercados laborales. Otros temas
de interés son las segmentaciones del mercado laboral y la teoría del desequilibrio espacial.
Inicialmente se presenta un resumen de los aspectos más relevantes, para posteriormente
desarrollar con más énfasis algunos de los tópicos mencionados.
•
Contexto General
En el contexto urbano, el proceso de búsqueda de trabajo se torna una variable de análisis
fundamental, así como los patrones de contratación de mano de obra calificada y la movilidad de
las personas entre las zonas productivas y las zonas residenciales -siendo el primer aspecto el que
mayor atención ha recibido en la literatura.
La duración en el desempleo y la rotación de las ocupaciones son variables de interés en el análisis
de mercados de trabajos urbanos, así como el estudio de las políticas relacionadas con la
reducción del costo de búsqueda de trabajo, tales como servicios públicos y privados de
información para el empleo.
Scout (1992) propuso el estudio de redes sociales (amigos o conocidos) adicional a los servicios de
información para el empleo como variable relevante para entender la dinámica de la búsqueda de
trabajo. Una de sus principales conclusiones fue encontrar poca o nula importancia de la distancia
entre las zonas residenciales y las zonas donde se ubica la demanda por trabajo a medida que
aumenta la red social disponible para referencias laborales.
Un fenómeno que también ha recibido amplia atención en la literatura (Ver Crampton (1999)) es
el incremento de la participación laboral femenina y el patrón de trabajo de las mujeres cabezas
de hogar. Más recientemente, a partir de los trabajos de Chiappori (1992) y Browning y Chiappori
(1998) en los que se propone una nueva visión de la oferta laboral del hogar como un proceso de
negociación colectiva, se han derivado conclusiones respecto a la baja elasticidad salario de la
oferta laboral de las mujeres casadas; es decir, las mujeres que deciden trabajar en el mercado
urbano tienden a ser estables en sus trabajos, sin que cambios en el salario afecten de manera
importante la decisión de trabajar.
Por otro lado, la expansión de los mercados laborales urbanos tiende a concentrarse en sectores
de servicios para mano de obra no calificada y áreas de profesionalización específica para mano de
obra calificada. Esta tendencia ha permitido que la literatura se concentre en fenómenos como la
segmentación laboral a nivel urbano y el estudio de diferenciales salariales según cambios en las
calificaciones, y en su movilidad, ya que los trabajos no calificados tienden a concentrarse en áreas
urbanas específicas, en tanto los trabajos calificados son más dispersos.
Este hecho, genera un fenómeno de notoria diferenciación salarial dentro del espacio urbano,
siendo mayor la dispersión salarial dentro de las ciudades que dentro de las regiones (ver
Crampton (1999) para reforzar este análisis). De hecho la literatura ha encontrado que dentro de
las ciudades es mayor el diferencial en los salarios que entre los promedios regionales.
De igual manera, la literatura se ha concentrado en explicar la notoria diferencia en tasas de
desempleo intraurbanas. Es común encontrar en el mismo espacio urbano, segmentos de
población con tasas de desempleo diferenciales y duraciones en el desempleo notoriamente
diferentes. Evans y
Richardson (1981) encontraron que la principal explicación para este
fenómeno se halla en el comportamiento de segmentos específicos de población, por ejemplo la
variación de jóvenes sin calificación que suelen ser lo más afectados por el desempleo.
Junto a la diferenciación en los tipos de ocupaciones, en la literatura sobre mercados de trabajo
urbanos se ha estudiado la distribución espacial de las zonas productivas y las zonas residenciales.
Esta distribución va ligada al proceso de planeación espacial y de la infraestructura de transporte y
urbanística de las ciudades.
Respecto al análisis de la migración y su impacto sobre los mercados urbanos, la literatura no ha
sido muy prolífica. En general, se ha buscado investigar el impacto de la migración intraurbana de
la oferta laboral de acuerdo a centros de servicios específicos (colegios para los hijos o centros de
recreación) y la migración inter-regional debido a diferenciales de salarios entre las zonas urbanas,
concentrándose particularmente en las características de la nueva oferta laboral que llega a las
zonas urbanas.
Finalmente, la Nueva Geografía Económica y en particular, estudios como Scott (1988) han
intentado explicar el origen de centros industriales o tecnológicos en zonas cercanas a centros
urbanos. En este punto, se busca explicar la ubicación de las zonas industriales urbanas y su
impacto sobre la infraestructura residencial y la dinámica de la demanda laboral urbana.
A continuación se expanden algunos de los elementos más relevantes mencionados en esta
introducción.
•
Las Decisiones Sobre Ubicación Residencial y el Lugar De Trabajo
La modelación simultánea de las decisiones sobre la ubicación residencial y el lugar de trabajo ha
tratado de responder a dos preguntas básicas. La primera de ellas, sobre el papel que juegan estas
decisiones en el proceso de ajuste urbano, es decir, si es posible afirmar que la distribución del
empleo causa la distribución residencial, o viceversa. En segundo lugar, sobre la compensación
que ofrece el mercado laboral por las distancias del desplazamiento entre el hogar y el trabajo, y la
medida en la cual las estimaciones de dicha compensación interactúan con el funcionamiento del
mercado urbano inmobiliario.
La literatura ha hecho intentos por estimar la naturaleza secuencial y jerárquica de las
interdependencias entre la migración residencial, el desplazamiento intraurbano y el mercado
urbano de trabajo. Asimismo, ha sido relevante el estudio sobre la dirección de la causalidad entre
las decisiones de residencia y sitio de trabajo, según sectores económicos, zonas intraurbanas o
grupos de población. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha encontrado evidencia de que para
algunas ciudades y sus suburbios, los “empleos siguen a la gente” más de lo que la “gente sigue los
empleos”, o desde una perspectiva similar, que los cambios en el empleo son más endógenos que
los cambios en la población (ver Mills (1986)). En esa misma línea de análisis, no deja de ser menos
importante el estudio de la medida en que los trabajadores esperan ser compensados por el
tiempo de desplazamiento hacia el sitio de trabajo en forma de salarios reales más altos.
Adicionalmente, la importancia relativa de la migración y el desplazamiento como mecanismos de
ajustes difiere según el mercado de trabajo en mención. Mientras muchos trabajadores calificados
pueden sustituir el desplazamiento por la migración, la mayoría de los no calificados sustituyen la
migración por un desplazamiento extendido. Sin importar el mercado, lo que estas ideas sugieren
es que en lugar de concebir la migración y el desplazamiento como modos separados de ajuste del
trabajo, es importante diseñar modelos de ajuste interregional para ayudar a comprender el grado
en el cual la migración es responsable de la reducción en los niveles de desempleo en ciertas
partes de la ciudad.
•
Los mecanismos de búsqueda de empleo
Existe una amplia literatura sobre la búsqueda de trabajo (search and matching theory) que
enfatiza en la importancia de los flujos en el mercado de trabajo (Mortensen and Pissarides
(1999), Pissarides (2000)).
El punto de inicio es el reconocimiento que el mercado de trabajo es caracterizado por fricciones
en la búsqueda de empleo. Esto significa que para las personas toma tiempo hallar un empleo
vacante y para las firmas llenar dicha vacante. Estas dos situaciones pueden existir en el equilibrio.
Debido a dichas fricciones, los contactos entre trabajadores y firmas se pueden medir mediante
una tasa de contactos, expresada como función de las variables de búsqueda de trabajo (tiempo
de búsqueda, por ejemplo) y de vacantes disponibles.
Aunque en todos los modelos de este tipo la dimensión espacial está ausente, la literatura ha
iniciado la inclusión de la premisa que la distancia interactúa con la difusión de información; es
decir, la existencia de mayores distancias incrementa la incertidumbre en las redes de búsqueda
de trabajo, ya que el costo de búsqueda y obtención de la información es mayor. Diamond (1982)
demostró que la distancia entre los agentes implica un costo fijo, es decir, la dispersión espacial de
los agentes crea más fricciones y más desempleo. La información sobre oportunidades de trabajo
disponibles decae rápidamente al incrementarse la distancia desde el hogar. (Ihlanfeldt y Sjoquist
(1990)).
Simpson (1992), por otra parte, encontró que la intensidad de la búsqueda de trabajo depende de
la calificación de las personas y de su experiencia laboral (skills), debido a que estos factores
incrementan el costo. Otro factor relevante en el proceso de búsqueda es la diferencia en
productividad de la mano de obra disponible, ya que en casos de mano de obra poco calificada el
tiempo de búsqueda se reduce, haciendo que este tipo de oferta laboral esté en disponibilidad de
aceptar trabajos con mayor rapidez.
En los análisis del comportamiento del mercado de trabajo urbano desde el enfoque de la
búsqueda de empleo, los diferenciales según grupos de población también han sido tomados en
consideración. Por ejemplo, el uso de métodos formales por parte de personas de mayor edad
(como portales de empleo o periódicos) o informales usadas por jóvenes (como las redes de
contactos directos o Internet), puede afectar las probabilidades de éxito para encontrar un
empleo. En particular, se necesita aumentar el entendimiento de las razones por las cuales los
métodos de búsqueda varían en productividad entre los individuos, que difieren a su turno en
cuanto las características personales o sociales como raza, pasado familiar y acceso a la
información.
Finalmente, y no menos importante, es el avance que han hecho disciplinas como la economía y la
sociología en la comprensión de algunos mecanismos de búsqueda específicos y su relación con
los mercados de trabajo. Sin duda, uno de los mecanismos que mayor atención ha merecido
recientemente, es el de las redes sociales, cuyo rol fundamental en los mercados laborales es
servir como fuentes de propagación de información entre los individuos que hacen parte de la red
social - bien sean empleadores o trabajadores.
•
El impacto de la Redes Sociales
Según la literatura que ha analizado el impacto de las redes de amigos o familiares, los contactos
sociales actúan como mecanismos de propagación de información que reducen las fricciones entre
personas y firmas que tengan vacantes disponibles.
Para explicar las interrelaciones entre las conexiones sociales y los procesos de contratación, se
hace necesario entender los incentivos que llevan a escoger este mecanismo tanto a quienes
buscan empleo como a los empleadores. Se cree, en primer lugar, que el uso de las redes sociales
representa no sólo menores costos de búsqueda, sino que funcionan como medios de proyección
en el mercado de trabajo. En efecto, la evidencia muestra que las redes sociales sirven como
garantía de la calidad de la información; por esa razón se observa, por ejemplo, que los
empleadores tienden a desconfiar de las fuentes de información que no provienen de su red de
contactos; es el caso de la preferencia por parte de los empleadores hacia los candidatos que han
sido recomendados por empleados pertenecientes a la firma.
Dada las ventajas de los contactos sociales en los procesos de búsqueda de empleo, es de esperar
que dichas redes tengan algún impacto sobre el comportamiento de los mercados de trabajo. En
particular, el acceso a las redes ofrece distintos niveles de acceso a información e influencia. Este
reconocimiento ha influido en el desplazamiento del interés del modelo de desequilibrio espacial
hacia teorías que incorporan la pobreza y su relación con las redes sociales.
Uno de los resultados más sobresalientes de la teoría es la evidencia de que para los agentes
conectados a través de redes, el empleo (o la posibilidad de encontrar uno) se relaciona de
manera positiva en el tiempo entre los miembros de la red; lo contrario sucede con el desempleo:
agentes no conectados exhiben una mayor duración de desempleo. Asimismo, se sugiere que
cuando se disponen de redes sociales, los procesos de contratación o ascenso pueden promover la
segregación, afectando principalmente a aquellos grupos que disponen de redes más restringidas.
Adicionalmente, la literatura ha encontrado que dichas redes reducen de manera importante el
tiempo promedio de búsqueda de empleo de personas y el tiempo medio de vacantes de las
firmas, además, que estas firmas tienden a contratar más personas que sean miembros de redes
sociales conocidas, ya que reducen la incertidumbre respecto a la productividad media de la
persona a ser contratada, pues ha sido recomendada por conocidos.
Entonces, la red social funciona tanto como mecanismo de diseminación de información de
búsqueda de trabajo, como mecanismo de señalización de las características de los candidatos
para la firma contratante (screening). (Ver Miller and Rosenbaum (1997)).
Sin embargo, la literatura ha encontrado que el impacto de las redes sociales no es homogéneo en
el mercado de trabajo, ya que varía respecto a la localización espacial y las características
socioeconómicas de los miembros de la red. Incluso, la literatura ha iniciado el estudio de la
relación entre redes sociales y dependencia espacial del desempleo. En la medida en que la red
social se asocie con zonas espaciales de alto desempleo, es más probable que su efectividad como
mecanismo de señalización y de diseminación de información se vea reducido. (Topa (2001))
Además, la literatura muestra que para diferentes niveles de calificación, el impacto de la red
social también varía. Particularmente, a mayores niveles educativos es menor el impacto de la red
social en el nivel de ocupación; así mismo, la proporción de trabajadores que encuentran trabajo
de manera informal es notoriamente diferente entre trabajadores profesionales y trabajadores
poco calificados.
Igualmente, el efecto de las redes sociales varía con la edad: a mayor edad, el impacto se reduce.
Por esa razón, las redes sociales constituyen un mecanismo significativo en el mercado de trabajo
de los jóvenes. De hecho, la literatura muestra que en el mercado de jóvenes la relación familiar se
convierte en una red que permite el acceso al primer trabajo.
Por último, la existencia de redes sociales y de parientes tiene relación con la migración, ya que en
la medida que la personas que llegan al mercado de trabajo de una ciudad no tienen acceso a
dichas redes sociales, presentan mayor probabilidad de realizar una búsqueda de empleo de
mayor duración.
En cuanto al impacto de las redes sociales sobre los salarios, la literatura también ha encontrado
que existe convergencia de salarios dentro de las redes, particularmente, debido a la existencia de
patrones socioeconómicos y demográficos que aglutinan y homogenizan los componentes de la
red social.
•
El Ejemplo de Colombia: Principal medio por el que consiguió empleo
Dentro de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, se encuentra la pregunta: ¿Por qué medio
principal consiguió su empleo actual?, con las siguientes opciones:
1. Pidió ayuda a familiares, amigos, colegas;
2. Visitó, llevó, o envió hojas de vida a empresas o empleadores;
3. Visitó, llevó, o envió hojas de vida a bolsas de empleo o intermediarios;
4. Puso o consultó avisos clasificados;
5. Por convocatorias;
6. Por el sistema de información SENA;
7. Otro medio;
8. No sabe, no informa.
De acuerdo a esto, a continuación se presentan las distribuciones del medio por el cual consiguió
empleo por sexo y nivel de educación para los años 2008 y 2009 información trimestral.
Se esperaría que el principal contacto a través del cual las personas empleadas consiguieron su
trabajo sea a través de familiares o conocidos. En la Tabla 1 se presenta la distribución de
ocupados por sexo de acuerdo a las fuentes utilizadas para conseguir el actual empleo. Acá se
confirma lo dicho: la principal fuente de información para conseguir empleo es a través de
familiares y conocidos. Tanto para hombres como para mujeres el porcentaje es de alrededor del
70%, seguido por las visitas a empresas o el envío de hojas de vida a estas. La participación tanto
para mujeres como para hombres es similar, para el año 2007 alrededor del 15% y para el 2008
alrededor del 16%.
Tabla 1. Distribución de ocupados por tipo de contacto para conseguir empleo y sexo. Trece
áreas metropolitanas
2007
2008
Contacto
Mujeres Hombres Mujeres Hombres
Pidió ayuda a familiares, amigos, colegas
70.81% 69.95% 70.20% 69.49%
Visitó, llevó, o envió hojas de vida a empresas o empleadores
15.00% 15.43% 16.73% 16.76%
Visitó, llevó, o envió hojas de vida a bolsas de empleo o intermediarios 4.19%
4.33%
3.84%
4.04%
Puso o consultó avisos clasificados
2.22%
1.64%
1.71%
1.64%
Por convocatorias
4.50%
5.24%
4.56%
4.97%
Por el sistema de información SENA
0.94%
0.78%
0.85%
0.81%
Otro medio
2.31%
2.59%
2.07%
2.22%
No sabe, no informa
0.03%
0.05%
0.05%
0.06%
Fuente: DANE-GEIH, cálculo de los autores
Al observar esta distribución por nivel de educación, se encuentra que para trabajadores sin
educación como para trabajadores que tienen hasta bachillerato, la principal fuente de
información sobre empleo fue a través de familiares o conocidos. Para los trabajadores con nivel
de educación superior en el año 2007 la principal fuente a través de la cual consiguió empleo fue
por convocatorias, con el 36.68%, seguido de familiares y conocidos. Para el año 2008 la
distribución para trabajadores sin educación como para trabajadores que tienen hasta bachillerato
no cambia, mientras que para los trabajadores con nivel de educación superior cambia un poco la
distribución, ahora la principal fuente son los familiares y conocidos, con el 49.42% y la segunda es
a través de convocatorias.
Tabla 2. Distribución de ocupados por tipo de contacto para conseguir empleo y nivel de
educación. Trece áreas metropolitanas
2007
2008
Contacto
Sin
Hasta
Sin
Hasta
Superior
educación bachillerato
educación bachillerato
Pidió ayuda a familiares, amigos, colegas
81.05%
70.20%
33.20%
77.98%
69.67%
Visitó, llevó, o envió hojas de vida a empresas
8.36%
15.37%
11.02%
11.68%
16.85%
o empleadores
Visitó, llevó, o envió hojas de vida a bolsas de
3.97%
4.27%
4.84%
4.13%
3.95%
empleo o intermediarios
Puso o consultó avisos clasificados
0.83%
1.93%
3.25%
1.16%
1.69%
Por convocatorias
2.51%
4.89%
36.68%
1.13%
4.83%
Por el sistema de información SENA
0.93%
0.85%
0.31%
1.59%
0.81%
Otro medio
2.34%
2.45%
10.32%
2.33%
2.15%
No sabe, no informa
0.00%
0.04%
0.38%
0.00%
0.06%
Fuente: DANE-GEIH, cálculo de los autores
Superior
49.42%
13.07%
1.25%
0.00%
32.14%
0.00%
4.13%
0.00%
•
Impacto de factores demográficos sobre el comportamiento de los mercados de
trabajo urbanos
Gran parte del trabajo aplicado al comportamiento del mercado de trabajo de grupos específicos
se ha enfocado en preguntas sobre género, estructura familiar y raza.
Las tendencias de
crecimiento sostenido de la participación de la fuerza laboral femenina han llevado a la necesidad
de mejorar la comprensión de las relaciones entre la estructura familiar o el género y los
resultados del mercado de trabajo urbano. Madden y White (1980), por ejemplo, analizan la tesis
acerca de las preferencias desfavorables que tienen las mujeres a recorrer amplias distancias en
los desplazamientos del hogar al trabajo en comparación con los hombres.
Asimismo, en la investigación de los mercados urbanos de trabajo, el estudio detallado del género
ha estado asociado con el análisis de la discriminación y otras causas de los diferenciales de
salario. Posibles explicaciones para el diferencial salarial de las mujeres corresponden a la
concentración del empleo femenino en empleos de bajos salarios y el comportamiento de la
inversión en capital humano, e incluso en la existencia de mercados espacialmente concentrados
para las mujeres. Madden (1977b) ofrece evidencia sobre las menores elasticidades salario de las
mujeres casadas en Estados Unidos, indicando la posibilidad de mercados de trabajo más
localizados para ellas.
Por último, el impacto del salario masculino sobre la participación femenina es cuantitativamente
importante, como lo es también la interacción de la economía del hogar y los mercados urbanos.
Concretamente, para los hogares donde los dos miembros principales son ocupados, la
consideración sobre el peso del trabajo femenino con respecto al masculino dentro del entorno
familiar cobra importancia, ya que si el trabajo de la mujer se considera secundario, entonces
entre mayor sea la brecha de ingresos entre hombre y mujer, mayor será el incentivo a ubicar la
residencia cerca del sitio de trabajo del hombre.
•
Segmentación de los mercados de trabajo y Mercados de trabajo urbanos duales
El enfoque de la segmentación de mercados aborda el mercado laboral asumiendo la coexistencia
de trabajos diferenciados dentro de un mismo sistema que consta de varios segmentos, entre los
que no hay plena movilidad y que mantienen diferencias productivas y distintos mecanismos de
remuneración.
La teoría de los mercados laborales segmentados se erige sobre dos elementos fundamentales.
Según el primero, el mercado de trabajo se compone de distintos segmentos en los que operan
reglas diferenciales en la determinación de los salarios y el empleo.
El segundo elemento característico de la teoría se relaciona con el acceso limitado al empleo en
contextos con algún grado de rigidez salarial, y que se manifiesta en una oferta de trabajo superior
a la oferta de vacantes.
La movilidad entre los sectores del mercado laboral constituye otro aspecto importante de la
teoría. En particular, los estudios sobre la segmentación han identificado que la movilidad limitada
entre segmentos puede reflejar jerarquías determinadas por las condiciones sectoriales de acceso
al empleo.
El grado de movilidad laboral entre sectores es un elemento esencial para entender el
funcionamiento de los mercados de trabajo. Si existe movilidad, el mercado laboral es único, y en
dicho caso la teoría neoclásica sería la adecuada para analizar el comportamiento del desempleo y
los salarios. Pero si existen restricciones a la movilidad del trabajo, la teoría de los mercados
segmentados puede aportar elementos de análisis.
La teoría de los mercados de trabajo segmentados propone que las diferencias salariales entre
individuos pertenecientes a los distintos sectores se explican por las características propias de la
firma (a nivel tecnológico o institucional) que determinan los salarios y remuneraciones. En otras
palabras, las desigualdades salariales no se explican necesariamente por los patrones de
acumulación de capital humano (por ejemplo, si un trabajador acumula poco capital humano está
destinado a devengar salarios bajos) ni por fallas en los mercados de capitales, sino más bien, por
la naturaleza de los puestos de trabajo.
Lo anterior implica, sin embargo, que podría existir segmentación incluso si las diferencias
salariales entre los segmentos se relacionan con diferencias en la acumulación de capital humano.
Esto obedece a que la productividad está asociada al puesto de trabajo y no al nivel de capital
humano del trabajador.
Para comprobar empíricamente la hipótesis de segmentación, sería necesario demostrar que las
diferencias de ingresos entre los diferentes segmentos del mercado de trabajo no son
consecuencia de las desigualdades en productividad e inversión en capital humano.
Por otro lado, existen otros atributos comunes en muchas versiones de la teoría. Tal vez el más
sobresaliente es que el mercado de trabajo puede modelarse considerando dos segmentos
fundamentales y distintos uno de otro. En particular, por simplicidad la literatura sobre mercados
laborales segmentados se ha enfocado en la descripción de los mercados duales. Un primer sector
es conocido de manera alternativa como “formal”, “moderno”, “industrial”, “de buenos trabajos”,
o “urbano”; por oposición, un segundo sector es el llamado “informal”, “tradicional”, “agrícola”,
“de malos trabajos” o “rural” (Levy(2008)).
Como se mencionó, en cada segmento opera un mecanismo característico de determinación de
empleo y salarios. En ese sentido, la literatura ha desarrollado distintos modelos teóricos para
explicar el funcionamiento de tales mecanismos para los diferentes segmentos del mercado de
trabajo.
En el caso particular del sector formal, siguiendo a Fields (2008), se pueden distinguir cuatro
modelos alternativos: (i) el modelo de mercado laboral en equilibrio, (ii) modelos con salarios
fijados por encima de los niveles de equilibrio por razones institucionales, (iii) modelos con salarios
fijados por encima del equilibrio debido a razones de eficiencia, y (iv) modelos con salarios fijados
por encima del equilibrio por razones del lado de la oferta.
Desde la perspectiva del sector informal, por su parte, se pueden identificar dos líneas alternativas
para modelar y analizar el comportamiento de los salarios y el empleo. La primera concibe al
sector informal como un sector indeseable y residual al cual llegan los individuos como último
recurso. En contraste, un segundo enfoque considera al sector informal como deseable, por
cuanto a él llegan los individuos de manera voluntaria.
Por otro lado, y no menos importante que los modelos prevalecientes de determinación de
salarios y empleo, es la relación que existe entre los segmentos que constituyen los mercados de
trabajo. De acuerdo a Taubman y Wachter (1986), los mercados primarios y secundarios se
influyen mutuamente, en una especie de retroalimentación negativa que se dirige desde el sector
informal de bajos salarios y que influye sobre la calidad del capital humano del trabajador.
Concretamente, se puede afirmar que ante el racionamiento presente en los mercados de trabajo
de mayores calidades, algunos individuos terminarán desempeñándose en actividades de menor
calidad que terminan depreciando su capital humano, y en consecuencia, afectando la trayectoria
de su perfil de ingresos. Este enfoque contrasta con el análisis neoclásico según el cual la
remuneración de los trabajadores es proporcional a su productividad marginal y, por tanto,
trabajadores con peores dotaciones de capital humano se sitúan de entrada en sectores de menor
remuneración.
Además, las diferencias entre los dos segmentos del mercado laboral pueden profundizarse por
cuanto las empresas del sector secundario no se sienten especialmente presionadas para
introducir mayor capital o mejorar la eficiencia del trabajo, generando el estancamiento de la
productividad y los salarios de los trabajadores.
Para finalizar la exposición sobre mercados laborales segmentados, es importante considerar la
relación entre éstos y algunas tendencias destacadas de carácter demográfico y espacial que
impactan la operación de los mercados de trabajo urbanos.
Según Morrison (2005), la desigual distribución del capital humano es lo que determina la
coexistencia de mercados laborales urbanos espacialmente segmentados. Así, la geografía de los
mercados laborales con focos de desempleo distribuidos de manera desigual se origina
endógenamente por las características de los salarios y las instituciones que modelan su
distribución. La fuerza de trabajo con abundante capital humano tiene la capacidad no solo de
responder a las oportunidades de trabajo en una gran variedad de ubicaciones geográficas, sino
también de acceder a las redes de búsqueda y soporte institucional que facilitan la reubicación a
nivel regional, nacional e incluso internacional. Sus habilidades para identificar y responder a los
diferenciales del mercado a lo largo del espacio nivelan las diferencias en sus salarios,
participación y tasas de desempleo. Ese no es el caso de los trabajadores no calificados en
mercados de trabajo secundarios.
Los trabajadores con mayores salarios tienen mayores probabilidades de responder no sólo ante
variaciones intraurbanas de los salarios (a través de su mayor flexibilidad de migración y
desplazamiento entre el hogar y el trabajo), sino también a las diferencias en los mercados
laborales inter urbanos. Su nivel de calificación junto con la demanda relativamente mayor por el
trabajo calificado implica una mayor capacidad de acceso a canales de información de manera más
eficiente. En contraste, la información disponible para grupos de bajos salarios está restringida, así
como sus canales de búsqueda de empleo. La mayor competencia por el trabajo calificado resulta
no sólo en mayor uniformidad de los salarios reales de este grupo, sino también nivela las
probabilidades de volverse desempleado entre las distintas localizaciones geográficas.
Los trabajadores calificados también muestran una respuesta diferenciada frente a los costos de
búsqueda. Entre más calificados se vuelven es más probable que realicen la búsqueda sobre un
campo espacial más amplio; y además de tener mayores horizontes de búsqueda, los trabajadores
calificados también son más sensibles ante choques, un rasgo que contribuye a su mayor
uniformidad salarial. Por ejemplo, puede ocurrir que mientras algunos individuos no calificados
migran en respuesta a un choque adverso de demanda, la migración es más rápida entre los más
educados, para quienes los costos de oportunidad de estar desempleado son grandes en la
medida que sus salarios tienden a ser mayores.
•
Diferenciales interurbanas en el comportamiento de los mercados de trabajo
Dos de los temas más recurrentes en la literatura que estudia el comportamiento de los mercados
de trabajo interurbanos son el desempleo y la duración del mismo. El estudio de las tasas de
desempleo interurbanas se ha extendido hacia un número importante de temas de investigación,
entre los cuales se pueden contar: el rol de las características de la fuerza de trabajo y el tamaño
de la ciudad.
En primer lugar, el enfoque de características utiliza los datos sobre la fuerza de trabajo para
explicar las tasas de desempleo, principalmente desde el lado de la oferta. Las diferencias del
desempleo según edad, género u origen racial constituyen temas de interés bajo esta línea de
análisis. Sin embargo, dada la naturaleza de los mercados laborales urbanos, también es
importante agregar la dimensión espacial.
Otras explicaciones a los diferenciales de desempleo interurbanos sugieren que estas diferencias
pueden ser entendidas como desequilibrios, como resultado de procesos de movilidad o de ajuste
limitados, o simplemente como la consecuencia de la interacción de las preferencias individuales.
Esta diferenciación es importante, por ejemplo, para estimar los efectos de la migración y las
condiciones urbanas sobre el desempleo interurbano (los flujos de migración pueden disminuir los
diferenciales desempleo interurbano, sin embargo eso depende de las condiciones urbanas).
Una tercera rama de estudio de los mercados interurbanos de trabajo se refiere a los diferenciales
de salarios y los mecanismos de ajuste. En este campo el interés principal es explicar si la
movilidad laboral es o no el mecanismo predominante de ajuste para generar convergencia en los
salarios relativos y en las tasas de desempleo. Al menos para Estados Unidos esta hipótesis parece
ser cierta (para una discusión detallada sobre los casos de EU y Europa, ver Blanchard and Katz
(1992)). De igual manera, en la investigación asociada al tema es importante considerar los
obstáculos sobre los procesos de ajuste. La existencia de mercados de capital imperfectos, por
ejemplo, impone barreras a la flexibilidad de la migración de la fuerza laboral.
V. Estructura Básica de Análisis de Información
En esta sección se presenta un listado de elementos de análisis básicos que permitan caracterizar
un mercado urbano, en cuanto a sus características de oferta y demanda de trabajo. Esta sección
busca servir como marco de referencia para el estudio general de un mercado de trabajo urbano, y
es presentado en la forma de tabla de contenido de un estudio potencial de mercado de trabajo
urbano.
Los elementos conceptuales fundamentales se enumeran a continuación:
1. ANALISIS POBLACIONAL Y DE LA OFERTA LABORAL
Dinámica Poblacional
•
Volumen Poblacional
•
Flujo Migratorio hacia el mercado urbano
•
Cambios en los Patrones de Localización Espacial de la Población (Distribución Urbana)
Participación Laboral y Estadísticas del Mercado Laboral
•
Población Económicamente Activa y en Edad de Trabajar discriminada por grupos de
población relevante y características socioeconómicas relevantes.
•
Tasas de Participación discriminada por grupos y características relevantes.
•
Estructura Espacial de la Población oferente de trabajo a nivel intraurbano
2. ANALISIS DE LA DEMANDA LABORAL
•
Descripción del Entorno Económico
•
Análisis de las Actividades Productivas discriminada por grandes ramas de actividad.
•
Análisis de los Ocupados discriminados por grupos de población relevante
•
Análisis de los Ocupados por tipo de contratación y cobertura en seguridad social
3. ANALISIS DEL DESEMPLEO
•
Caracterización del desempleo por características socioeconómicas relevantes
•
Análisis del desempleo cíclico, friccional y estructural
•
Mecanismos de Búsqueda de Trabajo
•
Análisis de Duración del Desempleo
4. DETERMINACION Y DIFERENCIAS SALARIALES
•
Determinantes de los salarios a nivel urbano por segmentos del mercado
5. ANALISIS DE MERCADOS SEGMENTADOS E INFORMALIDAD
A continuación se explicarán en detalle cada una de las etapas de la metodología propuesta.
1. ANALISIS DE POBLACION Y LA OFERTA LABORAL
El objetivo final del análisis poblacional es llegar a caracterizar la oferta laboral. Se espera realizar,
con base en dicha información, un estudio completo de la población urbana y los movimientos
entre regiones y la zona urbana de estudio, así como sus determinantes y las características de la
población en edad de trabajar y económicamente activa.
En este componente se espera un análisis global de las características más sobresalientes
relacionadas con la evolución temporal de la población y su impacto, en la participación laboral y
la oferta de trabajo.
Se deberá estudiar la acumulación del capital humano de la población y la participación laboral por
características relevantes (rangos de edad, sexo, nivel educativo, etc.).
•
Análisis de la Migración
Las causas que provocan los movimientos migratorios desde regiones adyacentes hacia el
mercado urbano pueden ser de naturaleza muy diversa, desde razones económicas hasta razones
políticas asociadas con la violencia persistente en el país.
Cuando la tasa de desempleo en las zonas geográficas de destino excede de un determinado
umbral, ello frena las migraciones masivas hacia esas zonas ya que al emigrante que se desplaza
hacia esos territorios le resultará más difícil encontrar empleo.
Según Iserman et al (1986) et al, también hay autores que afirman que las migraciones no están
determinadas únicamente por las diferencias de tasas de desempleo y salarios, sino que existen
otros factores tales como el nivel educativo1, la estructura de edad de la población2, la reducción
de la natalidad3, el aumento del precio de la vivienda, la falta de información acerca de la situación
de los mercados de trabajo locales, etc., influyen en las decisiones de migración(Ver Iserman et
al(1986)).
Según este último enfoque, la migración es vista como una inversión para incrementar la
productividad del recurso humano. El valor presente de la migración de un lugar a otro es la
diferencia entre los beneficios obtenidos en el nuevo lugar menos lo que se obtendría en el lugar
de origen. Entonces, desde este punto de vista, la metodología de análisis debe revisar las
diferencias salariales entre las regiones expulsoras y las ciudades receptoras para así explicar la
presencia de flujos migratorios, donde el salario es medido como las ganancias esperadas
multiplicadas por la probabilidad de conseguir empleo en la respectiva región, como medida de
oportunidades laborales.
La literatura define el índice de oportunidades laborales como el cociente entre la tasa de nuevos
contratados respecto a la tasa de desempleo, el cociente de vacantes a desempleados y el
cociente entre el crecimiento del empleo formal respecto al desempleo.
En el caso ideal, se deberían considerar los factores sociales, demográficos y condiciones
económicas para determinar los flujos migratorios, sin embargo y a falta de información, se
pueden utilizar otro tipo de métodos de estimación, por ejemplo, mediante la siguiente igualdad:
Migración Neta = Cambio Poblacional Estimado – Nacimientos + Defunciones
1
Que limita considerablemente la consecución de un puesto de trabajo en el lugar de destino para la población procedente de zonas
rurales.
2
Pues al tratarse, por lo general, de poblaciones envejecidas la intensidad migratoria se reduce.
3
Que conlleva una menor carga familiar y en consecuencia una menor necesidad de emigrar.
Sin embargo, y como generalmente, las estadísticas de migración voluntaria no están disponibles,
es posible emplear métodos estadísticos para tratar de estimar dicho flujo. Una forma de hacerlo
es, asumiendo que el proceso es estacionario, mediante una cadena de Markov de primer orden.
Una matriz de transición o de Markov contiene la probabilidad que un individuo en una ciudad se
mantenga en ésta otro período y la probabilidad que tales individuos migren a otra región o
ciudad. Estas probabilidades son calculadas con base en encuestas pasadas. En términos
agregados, la migración estimada de la Ciudad i a la Ciudad j (Mij) sigue la siguiente ecuación:
Donde Pi corresponde a la población de la i-ésima ciudad que pasó del año (t-1) al año t, y b es un
año base. El término en brackets es la tasa de migración observada en el año base. Ajustando este
patrón, para tener en cuenta efectos de cambios en la distribución espacial de la población, se
tendrá la probabilidad de migración desde la j-ésima ciudad a la i-ésima ciudad como destino.
2. ANALISIS DE LA DEMANDA LABORAL
Esta sección cubre dos áreas de análisis: El estudio del entorno económico y la demanda laboral,
en términos de la capacidad de absorción y expulsión de mano de obra y las características de la
ocupación (por variables socioeconómicas y por factores asociados al mecanismo de
contratación).
Es necesario conocer las ramas de actividad más relevantes en la producción y además conocer la
distribución espacial de las mismas.
•
Análisis de la Innovación, Cambio Tecnológico y Actividad Empresarial
Se propone cuantificar el nivel de desarrollo tecnológico o adopción de nuevas prácticas
empresariales. Son varios los indicadores de innovación tecnológica que habitualmente se utilizan,
aunque a nivel urbano, se sugiere la revisión de información disponible al nivel de cámaras de
comercio referentes a mejores prácticas empresariales.
En el fondo, el objetivo es cuantificar y determinar la calidad de la demanda por trabajo, y analizar
el impacto de este volumen de actividad empresarial. Si la estructura productiva consiste en
empresas pequeñas donde el número de empresas creadas y liquidadas es creciente, indicará una
notoria fragilidad en la demanda laboral.
3. ANALISIS DEL DESEMPLEO
Las secciones anteriores generan el marco de análisis necesario para responder la pregunta
fundamental del estudio de mercados de trabajo: ¿cuáles son las causas o determinantes del
desempleo?
Entonces, en esta sección del estudio, se debe caracterizar el comportamiento del desempleo
tanto en su tendencia histórica como en los factores (de oferta o demanda) que influyen en su
nivel.
El primer paso es caracterizar el desempleo de acuerdo a los factores relevantes que se hayan
encontrado como posibles determinantes en las secciones anteriores (nivel educativo, sexo,
rangos de edad, distribución espacial, rama de actividad del último empleo, migraciones previas,
etc.).
Posteriormente se debe analizar la duración del desempleo para los diferentes segmentos de la
población y las diferencias en esta variable, ya que como se verá más adelante, las diferencias en
la duración del desempleo es una variable explicativa del comportamiento de los mercados
laborales urbanos.
Con este análisis se podrá caracterizar el grupo de población más expuesta al desempleo y los
sectores económicos que menor demanda laboral aportan. Sin embargo, este componente de
análisis debe poder contextualizarse, bien sea revisando las posibles diferencias del desempleo
entre ciudades afines.
Finalmente, se propone analizar
través del tiempo, la evolución de los componentes del
desempleo: Estructural-Friccional y Cíclico. Un análisis completo puede consistir en analizar la
duración del desempleo de acuerdo a los factores relevantes y las redes sociales o mecanismos de
búsqueda de trabajo que permitan reducir estos componentes (efectividad, cobertura, etc.).
4. DETERMINACION DE SALARIOS Y DIFERENCIAS SALARIALES
La determinación de salarios entre áreas urbanas es un componente clave del análisis del mercado
de trabajo; sin embargo, debido a la agregación de información estadística es relativamente
complejo su análisis a nivel de mercados específicos.
Adicionalmente, si bien es difícil dada la disponibilidad de las estadísticas, sería ideal conocer los
ingresos salariales en las ramas de actividad de cada ciudad semejante al área urbana de estudio,
para así tener idea de la desigualdad en tales mercados.
Una forma sencilla de analizar la determinación de salarios, puede ser estimando la siguiente
ecuación basada en la curva de Phillips:
Donde Wi 0 , Pi 0 , URi0 denotan el cambio porcentual en los salarios, precios y tasas de desempleo
en la i-ésima área de análisis.
5. ANALISIS DE INFORMALIDAD
La informalidad es un indicador que cuenta con diferentes significados en la literatura económica;
sin embargo, todas las definiciones coinciden en el intento por identificar aquellas personas que
realizan algún tipo de actividad remunerada, pero que dicha actividad no les permite tener un
flujo de ingresos estable y condiciones de trabajo socialmente aceptables. La Organización
Internacional del Trabajo, OIT, define al sector informal como la suma de trabajadores no
profesionales que trabajan por cuenta propia, empleados domésticos, trabajadores no
remunerados y trabajadores en empresas de hasta cinco empleados (y en ciertos casos, según el
país, de hasta diez empleados). Otra alternativa para medir la informalidad, consiste en incluir a
los sectores de baja productividad o aquellos trabajadores con bajos salarios o sin beneficios
(porcentaje de trabajadores sin seguridad social).
En Colombia, el DANE considera como trabajadores del sector informal a los ocupados con las
siguientes características: i) los empleados del servicio doméstico y los trabajadores familiares sin
remuneración; ii) los trabajadores por cuenta propia, excepto los independientes profesionales
como médicos, abogados, odontólogos, ingenieros, etc.; iii) los empleados y obreros particulares
que laboran en empresas de hasta 10 trabajadores en todas sus agencias y sucursales.
Pero esta última definición no es muy precisa, pues existen microempresas con empleo formal, al
igual que empresas medianas y grandes con empleo informal. Una definición más precisa de
informalidad es una definición más apropiada de empleo informal incluye “el grupo de asalariados
cuya relación de trabajo, de derecho o de hecho, no está sujeta a la legislación laboral nacional, al
impuesto sobre la renta, a la protección social o a determinadas prestaciones relacionadas con el
empleo (preaviso al despido, indemnización por despido, vacaciones anuales pagadas o licencia
pagada por enfermedad, subsidio de transporte para trabajadores que ganan dos o menos salarios
mínimos, etc.), OIT (2004)”.
En Colombia un trabajador es considerado como informal, si este no hace contribuciones a
seguridad social, en salud y pensión. La informalidad del trabajador está asociada negativamente
con el nivel de educación y el nivel de ingresos, esto quiere decir que el tener mayores niveles de
educación y de ingresos, disminuyen la probabilidad de ser informal. Pero de acuerdo a resultados
del Banco Mundial, a pesar que la relación con nivel de educación e ingresos es fuerte, no es la
única determinante de la informalidad, los resultados muestran que el 42% de egresados de
universidad, así como el 49% del quintil de personas con mayores ingresos, trabajan en la
informalidad.
Por otro lado, desde el punto de vista de la firma, se entiende por informalidad empresarial, como
el no cumplimiento por parte de las empresas de obligaciones legales, como por ejemplo el pago
de impuestos, el registro mercantil o la afiliación de los trabajadores a la seguridad social,
Santamaría y Rozo (2008). Cárdenas (2007), propone como medida adicional de informalidad, no
llevar contabilidad de ningún tipo.
Se ha encontrado que la definición más aproximada a informalidad empresarial, es la de no contar
con un registro mercantil. Sin embargo se pueden encontrar que las causas de la informalidad
tanto para empresas como para trabajadores, pueden deberse por un lado a la exclusión. Esto
quiere decir que las empresas pueden encontrar dificultad en términos de excesivos trámites y
elevados costos. De otro lado los trabajadores, pueden no encontrar trabajo en el sector formal y
por tanto tomar la decisión de trabajar en el sector informal, esto causa tanto para empresas
como para trabajadores, que la informalidad sea no voluntaria. La otra causa de la informalidad,
conocida como voluntaria, es cuando las empresas y/o los trabajadores deciden permanecer en la
informalidad para evadir o eludir los pagos.
Santamaría y Rozo (2008) realizaron entrevistas a 105 empresarios formales, de los sectores
comercio (34), industria (31) y servicios (35), que les permitió identificar de acuerdo a la
percepción de cada empresario, cuáles eran las principales causas en Colombia para el fenómeno
de la informalidad, estas son:
•
Desempleo y la necesidad de subsistencia
•
Alta carga tributaria
•
Bajos controles por parte del Estado
•
Existencia de excesivo trámites para desarrollar sus actividades formalmente
•
Falta de información con respecto al proceso de formalización de las empresas
•
Altos costos de nómina
•
Poca confianza en el Estado por causa de ineficiencias y corrupción en el gasto público
VI. Bibliografía
ARONSSON, T. and BRANNAS, K. (1996) The importance of locational choice in an empirical labour
supply model, Applied Economics, 28, pp. 521–529.
BALL, R. M. (1980) The use and definition of travel-to-work areas in Great Britain: some problems,
Regional Studies, 14, pp. 125–139.
BERNAL, R. (2007). The informal market in Colombia: identification and characterization. Working
Paper. Universidad de los Andes.
BROWNING, M AND CHIAPPORI, P(1998) Efficient Intra-Household Allocations: A General
Characterization And Empirical Tests. Econometrica, Vol. 66, No. 6. (Nov., 1998), Pp. 1241-1278.
CÁRDENAS, M. Y C. MEJÍA (2007). Informalidad en Colombia: Nueva evidencia. Working papers
series, No. 35. Fedesarrollo.
CARMICHAEL, C. L. (1981) The labour-market behaviour of employers: a framework for analysis
and a case study of a local labour market, in: R. L.MARTIN (Ed.) Regional Wage Inflation and
Unemployment, pp. 160–188. London: Pion Ltd.
CHESHIRE, P. C. ET AL. (2004) Cities are not isolated states. Papers in Environmental and Spatial
Analysis, Series 91, pp. 1–23, Department of Geography and Environment, London School of
Economics.
CHIAPPORI, P(1992) Collective Labor Supply And Welfare. The Journal Of Political Economy, Vol.
100, No. 3 (Jun., 1992), Pp. 437-467
CLARK, W. A. V. and BURT, J. E. (1980) The impact of workplace on residential relocation, Annals of
the Association of American Geographers, 70(1), pp. 59–67.
CRAMPTON, G. R. (1997) Labour market search and urban residential structure, Environment and
Planning A, 29(6), pp. 989–1002.
CRAMPTON, G. R. (1999) Urban labour markets, in: P. C. CHESHIRE and E. S. MILLS (Eds) Handbook
Of Regional And Urban Economics, Vol III. Elsevier.
CRANE, R. (1996) The influence of uncertain job location on urban form and the journey to work,
Journal of Urban Economics, 39, pp. 342–356.
DICKENS, W and LANG, P(1992). Labor Market Segmentation Theory: Reconsidering the Evidence.
NBER Working Paper No. 4087.
EVANS, A. W. and RICHARDSON, R. (1981) Urban unemployment: interpretation and additional
evidence, Scottish Journal of Political Economy, 28(2), pp. 107–124.
FIELDS, G(2008) Segmented Labour Markets in Developing Countries. Cornell University School,
Working Paper. March.
GUATAQUI, J.C.(2002) Estimación De La Tasa Natural De Desempleo En Colombia. Una Revisión.
Revista De Economía Universidad Del Rosario. No. 2.
HANSON, S. and PRATT, G. (1992) Dynamic dependencies: a geographic investigation of local
labour markets, Economic Geography, 68, pp. 373–405.
HOUSTON, D. (2005) Employability, skills mismatch and spatial mismatch in metropolitan labour
markets, Urban Studies, 42, pp. 221–243.
IHLANFELDT, K. R. and SJOQUIST, D. L. (1998) The spatial mismatch hypothesis: a review of recent
studies and their implications for welfare reform, Housing Policy Debate, 9(4), pp. 849–892.
ISERMAN, M Et Al (1986) Regional Labor Market Analysis. Handbook Of Regional And Urban
Economics, Vol I. Elsevier.
KERR, C. (1950) Labour markets: their character and consequences, American Economic Review
Supplement, 40(2), pp. 278–291.
LEVY, S(2008) Good Intentions, Bad Outcomes: Informality and Social Policy in Mexico. The
Brookings Institution.
MONTGOMERY, J(1991) Social Networks and Labor Market Outcomes: Towards an Economic
Analysis," American Economic Review, 81, 5, 1408{1418.
MORRISON, P(2005) Unemployment and Urban Labour Markets. Urban Studies, Vol 42, No. 12.
November.
MORTENSEN, D., AND C. PISSARIADES [1999] “New Developments in Models of Search in the
Labor Market,” in Handbook of Labor Economics, Ashenfelter, O., and D. Card eds, Amsterdam:
North Holland.
ROUWENDAL, J. (1999) Spatial job search and commuting distances, Regional Science and Urban
Economics, 29(4), pp. 491–517
SANTA MARÍA, M. Y S. ROZO (2008). Informalidad empresarial en Colombia: Alternativas para
impulsar la productividad, el empleo y los ingresos. Working papers series, No. 40. Fedesarrollo.
SCOTT, A.J. (1992), "The Spatial Organisation Of A Local Labor Market: Employment And
Residential Patterns In A Cohort Of Engineering And Scientific Workers", Growth And Change
23:95-114.
SIMPSON, W. (1982) Job search and the effect of urban structure on unemployment and married
female participation rates, Applied Economics, 14, pp. 153–165.
SIMPSON, W. (1992) Urban Structure and the Labour Market: Worker Mobility, Commuting and
Under Employment in Cities. Oxford: Oxford University Press.
SOLIMANO, ANDRÉS (1988). “Enfoques alternatives sobre el Mercado de trabajo: una evolución
teórica”. Revista de Análisis Económico, Vol 3, N° 2, Noviembre.
TAUBMAN, P and WACHTER, M (1986); “Segmented Labor Markets”, en Handbook of Labor
Economics, T. II, ed. Elsevier Science Publishers.
TOPA, G(2001). Social Interactions, Local Spillovers and Unemployment." Review of Economic
Studies 68, 2, 261-295.
TUROK, I. (1999) Urban labour markets: the causes and consequences of change, Urban Studies,
36(5/6), pp. 893–915.
VIPOND, J. (1984) The intra-urban unemployment gradient: the influence of location on
unemployment, Urban Studies, 21, pp. 377–388.
Descargar