Perspectivas desde el Barómetro de las Américas: 2012 Número 83 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? La educación aumenta el apoyo a una democracia basada en partidos en América Latina y el Caribe Por Patrick Ahern, Neal Cotter y Duncan Hall Vanderbilt University Resumen ejecutivo. ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? En este informe de la serie Perspectivas, se examinan las respuestas a esta pregunta, usando los datos de la encuesta del Barómetro de las Américas de 2010. Se comienza con la noción de que hay dos concepciones contrapuestas de democracia: una en la que los partidos son esenciales para la democracia y otra en la que los partidos no son necesarios. Los análisis revelan que en América Latina y el Caribe, en general se considera que los partidos son necesarios, pero hay una gran variación en las respuestas entre países e individuos. De los factores examinados, uno de los determinantes más importantes de las actitudes relativas a la importancia de los partidos en una democracia es la educación. Aquellos con niveles más altos de educación tienen una mayor probabilidad de no estar de acuerdo con la idea de que la democracia puede existir sin partidos. Además, a media que la educación aumenta, las personas tienden a asociar el apoyo a la democracia con la creencia de que la democracia requiere de partidos para funcionar de manera efectiva. LAPOP se complace en señalar que este informe fue desarrollado y escrito por estudiantes de pregrado de Vanderbilt University que participaron en un seminario de honores en la primavera de 2012. Esa clase, HONS186, fue impartida por la Profesora E. J. Zechmeister y Margarita Corral fue la profesora asistente. Los nombres de los autores aparecen en orden alfabético; y sus biografías se encuentran en el apéndice. La serie Perspectivas es co-editada por Mitchell A. Seligson, Amy Erica Smith y Elizabeth J. Zechmeister con el apoyo administrativo, intelectual y técnico del equipo de LAPOP en Vanderbilt University. www.AmericasBarometer.org ¿ Son los partidos verdaderamente esenciales en una democracia? A lo largo de la historia moderna, esta pregunta ha sido objeto de debate entre numerosas personas. Algunas, como George Washington, han advertido en contra de los partidos políticos por su potencial de dividir y corromper la nación (Washington 1796). Otros, entre los que se incluyen numerosos politólogos, insisten en que los partidos políticos son necesarios para el progreso político (Aldrich 1995, Bryce y Bryce 1921, Dahl 1990, Downs 1957; véase también Schattschneider 1942). Por lo tanto, parece que en teoría existen dos concepciones de democracia: una en la que los partidos son vitales para el sistema democrático y otra en la que la democracia puede existir sin un sistema de partidos formal. En este informe de la serie Perspectivas,1 se exploran los factores que influyen en cuál de estas dos concepciones apoya el público. Se encuentra que la educación no sólo influye en si la gente cree que los partidos son necesarios en una democracia, sino que también condiciona en qué medida relacionan el apoyo a la democracia con el papel que tienen los partidos en una democracia. Este informe se centra en la siguiente pregunta de la encuesta de 2010 del Barómetro de las Américas de LAPOP.2 Se pidió a los entrevistados que dieran su respuesta en una anteriores de la serie Perspectivas pueden encontrarse en: http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php Los datos en los que están basados pueden encontrarse en http://www.vanderbilt.edu/lapop/survey-data.php 2 Gran parte del financiamiento de la ronda 2010 del Barómetro de las Américas fue proporcionado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Otras fuentes importantes de apoyo fueron el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Vanderbilt University. ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall Gráfico 1. Promedio de la creencia de que puede haber democracia sin partidos políticos, 2010 Haití 57.3 Panamá 49.5 Honduras 47.5 México 46.1 Ecuador 45.5 El Salvador 45.4 Bolivia 45.3 Colombia 44.6 República Dominicana 44.4 Guyana 43.9 Chile 43.1 Paraguay 42.4 Guatemala 41.1 Nicaragua 41.0 Brasil 40.9 Trinidad & Tobago 40.6 Perú 37.6 Surinam 37.4 Argentina 34.5 Venezuela 33.6 Costa Rica 32.4 Jamaica 30.2 Uruguay 29.4 Belice 28.8 0 10 20 30 40 50 60 Puede haber democracia sin partidos políticos 95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado) Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP escala de 1 a 7, donde 1 indica “muy en desacuerdo” y 7 “muy de acuerdo.”3 DEM 23: Puede haber democracia sin que existan partidos políticos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? 1Números 3 La pregunta se hizo a 42,486 entrevistados en 26 países (en Estados Unidos y Canadá la pregunta se realizó a la mitad de la muestra, es decir a 750 personas en cada uno de estos dos países, pero se excluyeron del análisis aquí realizado para centrarse en América Latina y el Caribe). El porcentaje de no respuesta para esta pregunta en el conjunto de la muestra fue de 7.32%. © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 1 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall El Gráfico 1 muestra los promedios de esta que ayuden a explicar la reacción del público a pregunta, en una escala recodificada de 0 a 100. la idea de que puede haber democracia sin El gráfico muestra que la variable experimenta partidos. El factor en el que se centra el estudio una variación considerable a lo largo de es la influencia de la educación como América Latina y el Caribe; los dos casos más determinante directo de la creencia en la extremos (Belice en el extremo final y Haití en el necesidad de los partidos y como factor que superior) están separados condiciona la forma en por un rango de poco que la gente asocia el La creencia de que los partidos menos de 30 unidades en la apoyo a la democracia escala de 0 a 100. Los con la necesidad de que son innecesarios para la promedios nacionales existan partidos dentro democracia es más alta en Haití. parecen agruparse del sistema. Teniendo en cuenta toda América alrededor de la parte baja de los 40 puntos, con la media Latina el Caribe, el ciudadano Determinantes del conjunto de los países promedio únicamente muestra socioeconómicos situada en los 41.3 puntos. Esto indica que en general una ligera preferencia por una y demográficos en América Latina y el democracia basada en partidos. de la creencia de Caribe, el ciudadano que la democracia promedio muestra únicamente una ligera preferencia por una puede existir sin partidos democracia basada en partidos políticos. Los ciudadanos de Haití, tienden a tener la creencia Numerosos estudios sugieren que los factores más fuerte de que la democracia puede existir socioeconómicos y demográficos, especialmente sin partidos, mientras que en Belice la opinión la educación, juegan un papel importante a la general tiende hacia una mayor fe en el papel de hora de explicar la opinión sobre los partidos los partidos en el sistema democrático, tal y políticos. Según Gronke y Levitt (2007), existe como refleja el promedio de 28.8. Otro resultado debate sobre si mayores niveles de educación y digno de mención es la posición tan baja que conocimiento de los sistemas políticos conducen ocupa Venezuela. Teniendo en cuenta que el a una confianza en las instituciones políticas del estilo de liderazgo de Hugo Chávez se sustenta país, o si por el contrario, llevan a una en su personalidad y en estructuras políticas que desconfianza. Al mismo tiempo, argumentan difieren de los partidos democráticos que quienes tienen mayores niveles de tradicionales, algunos podrían sorprenderse al educación son aquellos con menor probabilidad encontrar que los ciudadanos venezolanos de querer delegar el poder a un líder fuerte.4 apoyan con fuerza la idea de que los partidos Dado que aquí no se examina la confianza per se, políticos son esenciales para la democracia. sino si se concibe que los partidos son necesarios en la democracia, se extrae de esa discusión la Dado que los 26 países entrevistados muestran idea de que la educación puede ejercer una gran variación en la respuesta promedio a esta influencia fuerte, negativa y directa sobre la pregunta, podría ser que hay factores al nivel de país que ayudan a predecir las actitudes 4 relacionadas con esta variable. Por ello, se De manera interesante, los diferentes niveles de educación evaluó si la polarización, el nivel de democracia también se han conectado con los tipos de partidos que la gente apoya. Los menos educados tienden a mostrar mayor o el PIB eran determinantes estadísticamente apoyo a los partidos de origen religioso o altamente significativos, pero no se encontró apoyo a conservadores, y aquellos con mayor educación prefieren ninguna de estas relaciones. Por lo tanto, se pasó partidos progresistas (Arian y Barnes 1974). La exploración a examinar diferentes factores a nivel individual de esta tendencia cae fuera del ámbito de este informe. © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 2 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall creencia de que la democracia puede existir sin partidos políticos. La literatura sobre las características individuales ha indicado que la edad también está relacionada con el vínculo de cada persona con el sistema político, siendo los mayores quienes exhiben lazos partidistas más fuertes y los más jóvenes los que muestran mayor escepticismo (Converse 1969, Dalton 1984, Henn, Weinstein, y Wring 2002). Por lo tanto, se espera que ser mayor está asociado con valores más bajos en la variable dependiente, dado que tal respuesta indica un apoyo al papel de los partidos en la democracia. Gráfico 2. ¿Quién apoya la idea de que la democracia puede existir sin partidos políticos? R-cuadrado =0.042 F=38.762 N =37442 Urbano Quintiles de riqueza Edad Mujer Nivel de educación -0.06 Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP En el Gráfico 2, se evalúan las expectativas mencionadas arriba, a la vez que se examina el papel del lugar de residencia (urbana versus rural) y la riqueza.6 Específicamente, el gráfico presenta los resultados de un análisis de regresión de mínimos cuadrados en el que se predice la creencia de que los partidos políticos no son necesarios en la democracia en función del nivel de educación, edad, sexo, lugar de residencia (urbana o rural) y quintiles de riqueza. Es importante recordar que los valores más altos en la variable dependiente indican un mayor apoyo a la idea de que la democracia puede existir sin partidos. Las variables independientes se muestran en el eje vertical, mientras que la creencia en la necesidad de los partidos políticos es la variable dependiente. Dado que ninguna de las barras que se extienden alrededor de los puntos (que representan intervalos de confianza del 95%) Véanse los resultados completos en el apéndice. Véase Abby Córdova, 2009, “Methodological Note: Measuring Relative Wealth using Household Asset Indicators” para la descripción sobre la construcción del índice de riqueza: http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights/I0806en.pdf 6 -0.02 0.0 0.02 0.04 95% I.C. (Efecto de diseño incorporado) 5 5 -0.04 Efectos fijos de país e intercepto incluidos pero no mostrados aquí cruzan la línea vertical en "0", se puede concluir que las cinco variables son estadísticamente significativas. Los puntos que se sitúan a la izquierda de la línea en "0" indican una correlación negativa. Para los propósitos de este estudio, esto significa que los mayores valores en dichas variables se asocian con la tendencia a rechazar la idea de que la democracia puede existir sin partidos. Los puntos que se sitúan a la derecha de la línea en "0", por el contrario, indican una correlación positiva, lo que indica una asociación entre valores más altos en esta variable y la creencia de que los partidos políticos no son necesarios para la democracia. El Gráfico 2 muestra que las personas más ricas, de mayor edad, con niveles de educación más altos, y las mujeres, están más en desacuerdo con la afirmación de que la democracia puede existir sin partidos políticos. Por otro lado, vivir en una zona urbana se asocia con una mayor creencia de que los partidos no son necesarios. El determinante más fuerte es la edad. Sin embargo, la educación, el tema central de este trabajo, también muestra una relación significativa. Como podría esperarse, la educación se asocia de manera negativa con la variable dependiente, lo que significa que © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 3 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall aquellos con mayor educación respaldan la idea de que los partidos políticos son importantes en la democracia. En la siguiente sección, se explora más a fondo cómo la educación afecta a las creencias de los individuos cuando interactúa con el apoyo a la democracia. Gráfico 3. Educación, apoyo a la democracia y apoyo a los partidos R-cuadrado =0.044 F=38.356 N =36666 Educación*Apoyo a la democracia Nivel de educación La influencia de la educación en las concepciones de democracia Apoyo a la democracia -0.15 -0.05 0.0 0.05 0.1 95% I.C. (Efecto de diseño incorporado) Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP Esta sección se centra en la educación, a la vez que presenta un modelo y argumentos más complejos. En concreto, se sostiene que el nivel de educación de la gente influye en la asociación entre el grado de apoyo a la democracia y la idea de que la democracia puede existir sin partidos políticos. Investigaciones previas indican que las creencias de un individuo sobre la democracia están altamente condicionadas por su nivel de educación. Por ello, es posible que la educación produzca diferentes concepciones del papel de los partidos en la democracia. En concreto, varios estudios han señalado que existe una asociación entre altos niveles de educación y mayor apoyo a la democracia (Dennis 1996, Evans y Whitefield, 1995). Se ha encontrado que el conocimiento político, resultado lógico de tener mayor educación, tiene la misma relación (Holmberg 2002). Por la misma razón, la educación también se ha vinculado con el rechazo a los principios autoritarios en favor de valores más democráticos (Glaeser, Ponzetto, y Shleifer 2006, Rose y Mishler 1996). 7 Teniendo Glaeser, Ponzetto, y Shleifer (2006) observan también que el aumento en el nivel de educación está asociado con la transición de la dictadura a la democracia, pero no en la dirección opuesta. La educación tiende a estabilizar la 7 -0.1 Efectos fijos de país, sociodemográficos e intercepto incluidos pero no mostrados aquí en cuenta que los partidos son normalmente los principales vehículos para la participación política, eso puede, simultáneamente, aumentar la creencia de que los partidos son necesarios, y por lo tanto dar lugar a que los que tienen mayores niveles de educación tengan un sistema de valores en el que el apoyo a la democracia y la creencia en la necesidad de los partidos políticos estén fuertemente relacionados.8 democracia, y los autores proponen que la educación puede ayudar a socializar a los ciudadanos en una cultura de participación política (sobre la relación general entre educación y democracia, véase también Lipset 1959). 8 Otros estudios sugieren que lo contrario puede ser verdad: aquellos con altos niveles de educación pueden ser los más propensos a alejarse de los partidos. Aunque Finkel, Sabatini y Bevis (2000) sentían que la educación estaba ligada al apoyo a la democracia, encontraron que una mayor conciencia sobre el sistema político lleva a la gente a criticarlo; de esto, se podría extrapolar a la noción de que los niveles más altos de educación lleva a las personas a confiar menos en los partidos. Similares hallazgos sugieren que a la vez que las personas adquieren mayor educación, tienden a separarse del sistema de partidos porque se sienten más capaces de tomar decisiones políticas de forma independiente (Dalton y Wattenberg, 2001). Si bien los argumentos de estos autores van en contra de la expectativa aquí presentada, según la cual mayores niveles de educación llevarán a la gente a apoyar una democracia que depende de una estructura tradicional de partidos políticos, es posible que sus resultados sigan siendo consistentes con esta © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 4 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall Para comprobar dicha expectativa, se crea un modelo en que se interacciona la educación con el apoyo a la democracia.9 Los resultados de este modelo se muestran en el Gráfico 3, que presenta en el mismo formato que el Gráfico 2. Este análisis incluye las mismas variables que el modelo anterior, añadiendo el apoyo a la democracia10 y su interacción con el nivel de educación.11,12 Gráfico 4. Actitudes predichas hacia una democracia basada en partidos para distintos niveles de apoyo a la democracia y de educación De la misma forma, los coeficientes que aparecen en el gráfico están estandarizados y los intervalos de confianza que se sitúan a la derecha de la línea en "0" indican una correlación positiva, lo que significa que mayores valores de una variable se asocian con la creencia de que la democracia puede funcionar sin partidos políticos. Por el hipótesis. Aunque las personas con mayores niveles de educación puedan comenzar a cuestionar y desprenderse del sistema de partidos, esto no implica necesariamente que los partidos no resulten necesarios para la democracia. Por el contrario, aún pueden verlos como una herramienta útil que simplemente hay que mejorar, y no como algo que hay que rechazar por completo. 9 Se ha sugerido una relación entre el lento crecimiento económico y la inestabilidad política (Alesina et al., 1996). Además, cuando se trata de la economía, la gente suele culpar o darle el mérito a un grupo concreto de personas, especialmente cuando estos líderes son fáciles de identificar (Anderson, 2000). Podría entonces considerarse si la percepción de las condiciones económicas es un factor determinante de la creencia que los partidos políticos son necesarios para la democracia. Sin embargo, el examen de esta relación se encuentra fuera del alcance de este informe. 10 Esta variable se mide a través de la pregunta ING4, la cual dice: “Puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?” 11 Cuando llevamos a cabo el análisis con estas nuevas variables, todas las variables socioeconómicas y demográficas del Gráfico 2 se mantuvieron estadísticamente significativas, con la excepción del género. 12 También se evaluó un modelo que controlaba por la confianza en los partidos políticos. El coeficiente resultó positivo y estadísticamente significativo. Su inclusión no cambia los resultados del Gráfico 3. Así, para mantener la simplicidad, se omite esta variable de control. contrario, las variables cuyos intervalos de confianza caen a la izquierda de la línea en "0" muestran una relación negativa, lo que significa que valores mayores se asocian con la creencia de que los partidos políticos son necesarios para la democracia. La primera variable que aparece en el Gráfico 3 muestra la interacción entre educación y apoyo a la democracia. Las interacciones son difíciles de interpretar directamente de los resultados de la regresión, no obstante, se pueden extraer dos conclusiones. En primer lugar, la interacción es significativa, lo que apoya la expectativa de que la educación condiciona la relación entre el apoyo a la democracia y la variable dependiente. En segundo lugar, el efecto directo del apoyo a la democracia (la tercera variable que aparece en el Gráfico 3) es significativo y positivo. Teniendo en cuenta que este resultado representa el efecto del apoyo a la democracia para las personas con poca o ninguna educación, puede concluirse que para aquellos con poca o ninguna educación, el apoyo a la democracia es positivo y tiene una relación estadísticamente significativa con la creencia de que la democracia puede existir sin partidos políticos. © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 5 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall Debido a la dificultad para interpretar el Gráfico viene asociado con la creencia de que los 3, se presenta el Gráfico 4. Este nuevo gráfico partidos políticos son necesarios. expresa la relación condicional de manera diferente, presentando el valor predicho de la Conclusión variable dependiente para las personas con diferentes niveles de apoyo a la democracia en En este informe de la serie Perspectivas, se ha cada uno de los cuatro niveles educativos. La demostrado que las personas con diferentes línea más oscura muestra la relación predicha niveles de educación perciben la relación entre para aquellos con educación superior, mientras los partidos políticos y la democracia de forma que la línea más clara muestra la relación para radicalmente diferente. Mientras que aquellos los que no tienen educación formal. Las dos con los niveles más altos de líneas en el centro educación tienden a apoyar una representan la relación para Aquellos con los niveles de visión de la democracia que las personas con educación educación más altos tienden incluye como necesarios a los primaria y secundaria, partidos políticos, muchas 13 respectivamente. a apoyar una visión de la personas con menores niveles de democracia que educación parecen tener una Como muestra el Gráfico 4, visión de la democracia en la necesariamente incluye a en el caso de las personas que los partidos no son con educación secundaria o los partidos políticos. esenciales. Este es un resultado inferior, a medida que su sorprendente que pone de apoyo a la democracia relieve el papel de la educación en la formación aumenta, tienden a rechazar la necesidad de que de las visiones políticas de los ciudadanos y la haya partidos políticos. Esto sugiere que su comprensión de la estructura de gobierno. definición de democracia no incluye a los partidos políticos. Esta tendencia es más fuerte para aquellos que no tienen educación formal y se debilita a medida que aumenta el nivel de formación. Los ciudadanos con estudios superiores muestran una débil tendencia en la dirección opuesta. Esto significa que para este grupo, mayor apoyo a la democracia se asocia (al menos de manera moderada) con una mayor creencia en la necesidad de que existan partidos políticos. Por tanto, parece que la educación formal influye en la concepción que las personas tienen de la democracia y sobre el papel de los partidos en ella. Mientras que aquellos con menores niveles de educación son capaces de aprobar al mismo tiempo la democracia y desechar el papel de los partidos en el gobierno democrático, los más educados de la sociedad ven los partidos como un elemento necesario para la democracia, y su apoyo a la democracia Los niveles predichos de apoyo a la democracia sin partidos políticos se calculó para los hombres, manteniendo el resto de las variables constantes en su media. 13 Sin embargo, debe considerarse la posibilidad de que la redacción de la pregunta utilizada para medir el apoyo a los partidos políticos influyó en los resultados de esta encuesta. Dado que se pidió a los encuestados que mostrasen su grado de acuerdo o de desacuerdo con una frase que afirmaba que la democracia puede existir sin partidos políticos, la respuesta "en desacuerdo" genera una situación confusa de doble negación, en la que estar en desacuerdo con una afirmación contraintuitiva se traduce en apoyar el papel de los partidos en la democracia. En resumen, ésta es una pregunta difícil y la capacidad de entenderla puede haber variado según los niveles de la educación. Otros estudios futuros sobre este tema podrían probar diferentes variantes de esta pregunta, y determinar si la redacción compleja afecta los patrones de respuesta de manera importante frente a las conclusiones que se han extraído aquí. © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 6 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall Suponiendo que los hallazgos aquí presentados son acertados, el impacto significativo de la educación en la definición de la democracia tiene importantes implicaciones para las políticas públicas.14 Se refuerza el papel de la educación en la formación de valores cívicos de las personas, lo que sugiere que, además de los continuos esfuerzos para alentar a la gente a alcanzar mayores niveles de educación, quienes diseñan políticas públicas que valoran a los partidos políticos como vehículos de comunicación y representación democrática deben considerar la inclusión de una mayor educación cívica en los primeros años escolares que otorgue a las personas, incluso a aquellas con educación limitada, conocimientos básicos sobre el funcionamiento de la democracia. Si bien la importancia de la educación no es una idea nueva, los resultados de este informe de la serie Perspectivas ayudan a justificarla aún más al sugerir que la educación puede conducir a que se apoye con mayor consistencia el papel del sistema de partidos dentro de la política democrática moderna. Referencias Aldrich, John H. 1995. Why Parties? The Origin and Transformation of Political Parties in America. Chicago: The University of Chicago Press. Print. Alesina, Alberto, Sule Özler, Nouriel Roubini, y Phillip Swagel. 1996. “Political Instability and Economic Growth.” Journal of Economic Growth 1.2 (June): 189-211. Anderson, Christopher J. 2000. “Economic Voting and Political Context: a Comparative Perspective.” Electoral Studies 19.2-3 (June): 15170. El hecho de que los niveles promedio del apoyo a una democracia basada en partidos políticos son bastante bajos en América Latina y el Caribe también sugiere que los partidos pueden hacer un mejor trabajo asegurando el apoyo de los ciudadanos (véase Radiografía a los Partidos, June 22, 2012). 14 Arian, Alan y Samuel H. Barnes. 1974. “The Dominant Party System: A Neglected Model of Democratic Stability.” The Journal of Politics 36.3 (August). 592-614. Bryce, James y Viscount Bryce. 1921. Modern Democracies Part One. New York: Macmillan. Print. Converse, Philip E. 1969. “Of Time and Partisan Stability.” Comparative Political Studies 2.2 (July):139-71. Dahl, Robert A. 1990. After the Revolution?: Authority in a Good Society (Revised ed.). New Haven: Yale University Press. Print. Dalton, Russell J. 1984. “Cognitive Mobilization and Partisan Dealignment in Advanced Industrial Democracies.” The Journal of Politics 46.1 (February):264-84. Dalton, Russell J. y Martin P. Wattenberg. 2000. 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Ahern, Cotter y Hall Glaeser, Edward L., Giacomo Ponzetto, y Andrei Shleifer. 2006. “Why Does Democracy Need Education?” NBER Working Paper 12128 (March). 1-45. Lipset, Seymour M. 1959. “Some Social Requisites of Democracy: Economic Development and Political Legitimacy.” The American Political Science Review 53.1 (March): 69-105. Gronke, Paul y Barry Levitt. 2007. “Traveling South: A U.S. Theory of Political Culture Goes to Latin America.” Artículo presentado en la conferencia sobre “New Approaches to Democratic Culture: Bridging the QualitativeQuantitative Gap.” “Radiografía a los Partidos,” La Segunda, June 22, 2012. Consultado en línea el 24 de junio de 2012 en http://www.lasegunda.com/Noticias/Politica/201 2/06/757616/radiografia-a-los-partidos Henn, Matt, Mark Weinstein, y Dominic Wring. 2002. "A generation apart? Youth and political participation in Britain.” The British Journal of Politics & International Relations 4.2 (June):167-92. 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Determinantes del apoyo a la idea de que la democracia puede existir sin partidos en América Latina y el Caribe, 2010 Educación Mujer Edad Urbano Quintiles de riqueza Apoyo a la democracia Apoyo a la democracia * Educación México Guatemala El Salvador Honduras Nicaragua Costa Rica Panamá Colombia Ecuador Bolivia Perú Paraguay Chile Brasil Venezuela Argentina Rep. Dominicana Haití Jamaica Guyana Trinidad & Tobago Belice Surinam Constante R-cuadrado Número de observaciones * p<0.05 Coeficiente Error estándar Coeficiente Error estándar -0.031* -0.015* -0.046* 0.020* -0.027* 0.007 0.006 0.006 0.008 0.007 0.088* 0.060* 0.083* 0.094* 0.058* 0.013 0.107* 0.081* 0.118* 0.116* 0.044* 0.067* 0.084* 0.076* 0.021 0.023* 0.078* 0.156* 0.007 0.077* 0.059* -0.006 0.045* -0.035* 0.042 37,442 0.010 0.010 0.009 0.009 0.010 0.011 0.010 0.009 0.012 0.013 0.010 0.010 0.011 0.014 0.011 0.011 0.009 0.009 0.010 0.015 0.010 0.010 0.011 0.008 0.028 -0.012* -0.047* 0.018* -0.029* 0.081* -0.092* 0.092* 0.065* 0.087* 0.098* 0.059* 0.013 0.109* 0.085* 0.122* 0.118* 0.048* 0.071* 0.088* 0.079* 0.022 0.024* 0.083* 0.159* 0.009 0.079* 0.061* -0.003 0.047* -0.034* 0.044 36,666 0.016 0.006 0.006 0.009 0.007 0.016 0.023 0.010 0.010 0.009 0.009 0.011 0.011 0.010 0.009 0.012 0.013 0.010 0.010 0.011 0.014 0.011 0.011 0.009 0.010 0.010 0.015 0.010 0.010 0.012 0.008 Nota: los coeficientes son estadísticamente significativos a nivel *p<0.05, dos colas. País de referencia: Uruguay © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 9 ¿Puede existir una democracia sin partidos políticos? Ahern, Cotter y Hall Biografías de los autores* Patrick Ahern acaba de finalizar su primer año en Vanerbilt University donde forma parte del College Scholars Honors Program (Programa de Honores). Patrick está planeando graduarse en Economía, con una doble segunda concentración en Estrategia Corporativa y Economía Financiera. Forma parte de la hermandad Sigma Alpha Epsilon y participa de manera activa en diferentes servicios a la comunidad. Eventualmente, planea entrar en el mundo de los negocios, como parte de una empresa. Patrick es originario de Cincinnati, OH. Neal Cotter, de Los Angeles, CA, acaba de finalizar su segundo año en Vanderbilt University, en College Scholars Honors Program (Programa de Honores). Está cursando un grado en Español y Matemáticas. Dentro del campus, trabaja como Director en Formación en WRVU, produce y dirige un programa de cocina en VTV, y escribe críticas de música para Hustler. Todavía no ha decidido cuáles serán sus planes después de graduarse, pero está considerando algo relacionado con Marketing o Recursos Humanos. Al momento de escribir este informe, Duncan Hall estaba cursando su segundo año en el College Scholars Honors Program (Programa de Honores) de Vanderbilt University. Originariamente de Lago Vista, TX, está planeando graduarse en Políticas Públicas, con una doble segunda concentración en Español y Teatro. Duncan forma parte de TongueN-Cheek, un grupo de improvisación de comedia de Vanderbilt, y del grupo de Teatro de Vanderbilt. Además participa activamente en el Manna Project. En estos momentos, tiene planeado trabajar para el servicio exterior en América Latina o ser actor. *Los nombres de los autores aparecen en orden alfabético. Margarita Corral, candidata a doctora en el Departamento de Ciencia Política en Vanderbilt University, colaboró como consultora técnica para este informe. © LAPOP 2012, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas www.AmericasBarometer.org Página 10