Julio Herrera y Reissing

Anuncio
• Contexto histórico.
Nos situamos en la actual República de Uruguay. En 1873, dos años antes de que naciera Julio Herrera y
Reissing fue elegido presidente el doctor José Ellauri que renunciará a la presidencia en 1875, año en el que
nace Herrera.
En 1875 el coronel Lorenzo de la Torre se impuso por medio de las armas e hizo nombrar presidente a
Pedro Varela. En esta misma época se crea la facultad de Medicina.
Un año después el coronel Lorenzo Latorre depone al presidente Pedro Varela y se proclama dictador. Se
inicia el militarismo hasta 1886. La administración del país a manos de Latorre se caracteriza por el rigor,
pero también por el progreso que indiscutiblemente procuró al país. Para el progreso del país en 1877 Latorre
lleva a cabo una reforma educativa y se promulga la ley de educación común. Latorre renuncia de su cargo y
desde el año 1880 al 1882 fue presidente Francisco Vidal, hombre excelente, manejado por Máximo Santos,
el cual le obligó a renunciar y le sucedió en el poder. Durante cuatro años dispuso a su antojo de las rentas de
la nación. Los militares que le rodeaban eran los únicos que disfrutaban de algunas ventajas. Vivió en medio
de un lujo costoso, y al final de su mandato volvió a hacer nombrar al doctor Vidal, para ocupar al poco
tiempo otra vez la presidencia.
En 1882 España reconoce la independencia de Uruguay.
En 1886 Santos reemplaza a Vidal en la presidencia. Ese mismo año Santos renuncia otra vez a la
presidencia y se produce el nombramiento de M. Tajes, que devolvió al país su orientación civilista. Su
corriente política fue continuada por su sucesor en 1890 el doctor Julio Herrera Obes, tío político de
Herrera y Reissing, el cual ingresa como funcionario en la Alcaldía de la Aduana con 15 años.
En 1894 sube a la presidencia Juan Idiarte Borda, el cual tuvo que hacer frente a la revolución de Aparicio
Saravia. Idiarte Borda murió asesinado en 1897 y le sucedió Juan Lindolfo Cuestas, que gobernó como
presidente del Senado, como dictador y como presidente constitucional hasta el año 1903.
Hizo construir el puerto de Montevideo.
En 1903 fue elegido presidente José Batlle y Ordóñez, político de talento. En 1908 Se produce el primer
congreso estudiantil. En 1909 se produce una modificación de las fronteras con Brasil, la supresión de la
enseñanza religiosa en las escuelas y el socialismo logra una banca parlamentaria.
En 1910, año en el que muere Herrera y Reissing, se produce un protocolo para hablar de los límites con
Argentina.
2. Vida y contexto literario de Herrera y Reissing.
Julio Herrera y Reissing nace el 9 de Enero en Montevideo, Uruguay. Su padre pertenece a una generación
de prohombres de la República. Su madre desciende de una familia de comerciantes malagueños.
Murió en Montevideo el 9 de marzo de 1910, como consecuencia de una afección cardiaca, en plena posesión
de todos sus sentidos y rodeado de sus familiares y amigos, mientras Julieta de la Fuente, su esposa,
interpretaba al piano, a pedido del poeta, el "Carnaval", de Schumann
El ambiente intelectual uruguayo, en la primera década del siglo XX, y sincrónicamente con lo que ocurría en
Europa y en el resto de Hispanoamérica, se caracteriza por la gran variedad de tendencias dispares que se
entrecruzan pero que, no obstante sus divergencias, tienen un núcleo centralizador que las dinamiza y les
1
confiere coherencia.
Ese núcleo es la convicción de que se vive una etapa histórica auroral anunciadora de un nuevo tiempo. Ya en
su notable ensayo El que vendrá (1896), José Enrique Rodó añora el advenimiento del Revelador profético
en cuya obra se plasmarán ansias del corazón y el pensamiento a las que aún nadie ha dado forma",
"estremecimientos cuya vibración no ha llegado a ningún labio", 'inquietudes para las que todavía no se ha
inventado un nombre", pero sentidas ya como una realidad cercana. Esta convicción de que la vida estaba
renaciendo en nuevas formas tiene en el novecientos uruguayo dos modos de manifestarse: uno, el
esteticismo literario, que, con mayor o menor intensidad, según los creadores, se evidencia en las obras de
los escritores de esa época; otro, el vago revolucionarismo anarquizante, de origen ítalo−catalán, que, entre
otras manifestaciones, dio lugar a la fundación del Centro Internacional de Estudios Sociales. El primero, que
socialmente rinde culto al desprecio del "vulgo municipal y espeso", según el decir Rubén Darío, procura en
la creación literaria el hallazgo de lo raro y exquisito; el segundo, con fundamentos más emotivos que
conceptuales, entra de lleno en la crítica de las estructuras sociales y proclama, en diversos tonos, ideales
libertarios. Hay quien −el vitalmente paradigmático representante de la época, Roberto de las Carreras−
asume conjuntamente ambas posiciones, armonizándolas caóticamente, si es que cabe la conjunción de esos
dos términos. Dentro de este cuadro se ubican las creaciones literarias de Julio Herrera y Reissig, poeta
lírico, y de Florencio Sánchez, dramaturgo.
La clasificación en grupos o la periodización del proceso evolutivo de la creación de un poeta, y tanto más
cuanto mayor es su complejidad, es siempre relativa, y vale, más que nada, como medio instrumental para un
primer acercamiento a la obra. Con respecto a Julio Herrera y Reissig y en lo que se refiere a su proceso
evolutivo creador, es posible señalar tres períodos. El primero es un breve período de iniciación y se
extiende de 1897 a 1899. Representativos de este primer período son algunos poemas −entre ellos: Miraje,
Fosforescentes, Canto a Lamartine, Naturaleza− de clara filiación romántica y fácil fluencia verbal, en los
que se percibe nítidamente la influencia de Víctor Hugo. Con esos poemas, y otros análogos, como el
archivictorhuguesco Salve España, hizo el poeta su aprendizaje lírico. El segundo período, que abarca los
años 1900−1902, es un período de transición. La lectura de algunos poemas de Leopoldo Lugones y su
amistad con Roberto de las Carreras y Toribio Vidal Belo promovieron un viraje estático: el poeta pasa de
romántico a modernista. Manifestaciones sobresalientes de ese viraje son Las pascuas del tiempo, El hada
manzana y los poemas que componen Los maitines de la noche y La sortija encantada.
Este período de transición, cuyos poemas no extreman la estética modernista, prepara el tercer período, que va
de 1903 hasta 1910, y que se constituye como período de madurez y modernismo pleno. En este período,
aunque siempre dentro de la estética modernista, el orbe lírico de Julio Herrera y Reissig se diversifica en
tonos y temas. En las dos series de Los parques abandonados, el poeta accede al tema amatorio; el tema
eglógico, pastoril, paisajístico y pintoresco se halla en La muerte del pastor y en las series de Los éxtasis de la
montaña y de los Sonetos vascos; los poemas que integran Ecos y Divagaciones románticas, muestran un
Julio Herrera y Reissig que elabora consciente y lúcidamente temas de inspiración romántica mediante −una
tónica −y decoración− modernista (línea creadora que culmina en el espléndido poema titulado Berceuse
blanca, escrito en sus últimos meses de vida); las series Sonetos de Asia, El collar de Salambó y Las
clepsidras constituyen verdaderos prodigios de malabarismos exóticos y con La vida, Desolación absurda y
Tertulia lunática accede a la poesía de intención trascendente y, sobre todo en el último poema, de carácter
hermético.
Aunque somero e incompleto, este repaso de la creación lírica de Julio Herrera y Reissig permite evidenciar
la complejidad y diversidad de esa creación, las cuales se hacen aún más notorias si se tiene en cuenta las
distintas tendencias poéticas (lo clásico, lo barroco, lo romántico, lo simbolista, lo parnasiano) que de un
modo u otro se verifican en el mundo lírico reissigriano. Y más ostensibles se hacen si se piensa que los
poemas de los distintos grupos suelen tener puntos de identidad: los poemas pastoriles no excluyen lo
amatorio, ni los amatorios, lo paisajístico, y ambos se vinculan de distinto modo con los otros grupos, que,
asimismo, de alguna manera se relacionan entre sí. Contrariamente, y acentuando la complejidad del conjunto,
los poemas de un mismo grupo suelen presentar matices bien diferenciados. Así, por ejemplo, La vida, que el
2
poeta anota con explicaciones en prosa al pie de página, adquiere, a través de esas anotaciones, un carácter
acentuadamente alegórico, y en cierto modo se conceptualiza, mientras que Tertulia lunática acentúa lo
subjetivo y la refracción de lo real en el alma. Una refracción tan fuera de lo normal que justifica su subtítulo,
Psicologación morbo−panteísta, que sustituyó al inicialmente concebido; Gran poema de subjetivación
extraña que figura en el plan de Los peregrinos de piedra, cuyo manuscrito se conserva en el archivo Julio
Herrera y Reissig custodiado en la Biblioteca Nacional.
El paisaje lírico tan complejo y variado que en las líneas que anteceden se ha dibujado permite sospechar que
él constituye un orbe lírico carente de coherencia. No es así, sin embargo. Hay, en el corazón mismo de ese
diversificado orbe lírico, un núcleo intencional que le confiere coherencia. Ese núcleo intencional es la nunca
claudicada postura esteticista. La más somera lectura de los poemas que componen el orbe lírico reissigriano
evidencia que todos ellos nacen desde una idéntica intencionalidad creadora consistente en eludir la
representación de la realidad tal cual es para crear, sustituyéndola, una realidad poética válida en sí misma y
cuya relación con la realidad real es mínima. Es un orbe poético que revela, y de ahí su esteticismo, la
implacable voluntad de transfigurar (y hasta enmascarar) la realidad mediante un máximo de estilización
estética de los ingredientes reales que entran en ella. Por eso, sus máximos valores se hallan en la espléndida
plasticidad de sus descripciones paisajísticas, en la riqueza y originalidad de su mundo metafórico, en el sabio
y extraordinariamente imaginativo manejo de los ingredientes exóticos y en la musicalidad del verso (rasgo
éste último que justifica que uno de los contertulios de la Torre de los Panoramas haya escrito que los
mismos, mantenedores todos de la misma postura de Herrera y Reissig, eran los eufonistas, estos creadores
de bellos sonidos). Las calidades y cualidades reseñadas, presentes siempre en la poesía de Julio Herrera y
Reissig, denotan que el estaticismo es el signo hondo que la caracteriza, y, al mismo tiempo, son las que
hacen él sea, en sus momentos de plenitud, uno de los mayores poetas de lengua española. La lectura de
cualquiera de sus poemas más logrados justifica con amplitud las afirmaciones que anteceden. Valga, como
ejemplo, el soneto titulado La vuelta de los campos, de la primera serie de Los éxtasis de la montaña, incluida
en Los peregrinos de piedra. La lectura del soneto evidencia, antes que nada, la excepcional capacidad
visualizadora del poeta. El cuadro eglógico, con sus distintos planos, desde las mujeres que trenzan sus
cabellos con tilos y azucenas hasta los lagos y cumbres lejanas, se abre total y plásticamente ante los ojos del
lector. Cada ser y cada objeto han sido colocados de tal modo que, con estratégica gracia, adquieren
imborrable fisonomía ante los ojos de la imaginación. No menos intensa es la capacidad del poeta para
conferirle significación a las sensaciones auditivas: "Del charco que se nimba/ estalla una gangosa balada de
marimba." Es ostensible también la prodigiosa imaginación metafórico, que permite al poeta hallazgos de
intensa belleza, como, por ejemplo, el verso "La tarde paga con oro divino las tareas", que con nítida
fluencia musical abre el poema, o este otro: "Un suspiro de Arcadia peina los matorrales", donde la
realidad objetiva (los matorrales) queda empapada con la emoción que le comunica el hallazgo verbal (suspiro
de Arcadia, peina). El equilibrio de todos estos elementos, más la música verbal sabiamente regida por el
poeta, hacen del soneto un cristalino orbe poético.
A parte de la obra en verso, la cual es, como hemos visto anteriormente muy numerosa, Herrera y Reissing
compuso varios cuentos. El traje lila, Mademoiselle Jaquelín (publicado en 1906) y Aguas de Aqueronte, son
sus incursiones conocidas en la ficción narrativa.
Este trabajo se va a centrar principalmente en analizar las obras narrativas, centrándonos en su cuento,
viciosamente modernista, el traje lila.
• Análisis de la obra El traje lila.
Estamos ante un cuento de Herrera y Reissing cuyo subtitulo es Cuento romántico.
Narra una historia muy acorde con la mentalidad romántica de la muerte.
Trata sobre la vida de un joven matrimonio que se verá interrumpido por la muerte de la esposa.
3
La causa de la muerte es uno de los grandes males del romanticismo, Laura, que es la protagonista de la
historia, era tísica.
El matrimonio era aparentemente feliz pero en esta historia todavía falta la aparición de un nuevo factor
romántico en esta historia, la hermana de Laura. Este personaje es un alma romántica que no está conforme
con lo que le ha tocado vivir, pues ella también está enamorada de el marido de su hermana.
La felicidad de Carlos, es marido de Laura, se ve interrumpida cuando su joven esposa muere.
A partir de este momento la historia se vuelve lúgubre puesto que es palpable la angustia de Carlos por medio
de las palabras del autor.
En contraposición de esta angustia podemos observar que la suerte de su hermana cambia puesto que ya tiene
para sí a Carlos.
Este joven ve un parecido asombroso en la hermana de Laura y decide empezar una relación con ella.
Se casan pero Carlos no ha olvidado a su joven esposa. El drama termina en que su nueva esposa le pide
llamarse Laura como su hermana y vestirse como ella.
El título del cuento se lo da una prenda de vestir que utilizaba Laura y por la cual se le identifica.
Es un vestido Lila. Lo llevaba puesto cuando Carlos se enamoró de ella.
En este drama hay otro factor romántico. La tortura de Violeta, hermana de Laura, a causa de la muerte de
esta.
Ella, Violeta había deseado muchas veces que esta se muriera. Por lo tanto se sentía culpable de la muerte de
su hermana.
Concluyendo este breve resumen puedo decir que la angustia del cuento la puedes palpar leyéndolo, puesto
que utiliza notas de color oscura y tétricas. La angustia de los personajes la sientes como si fuera la tuya
propia.
4
Descargar