Pequeña nobleza y pequeños señoríos en el reino de Galicia (1480-1808) Antonio Presedo Garazo Universidad de Santiago de Compostela El control de las instituciones de poder fue uno de los pilares fundamentales de que se valió la nobleza europea en su conjunto para perpetuar su poder durante el Antiguo Régimen. En este sentido, al igual que sucede en el resto de la Corona de Castilla, el señorío también representaba en Galicia no sólo una célula básica de convivencia diaria para las comunidades locales, sino un territorio delimitado que se hallaba sometido a la jurisdicción de un señor que, debido a dicha condición, era depositario de una serie de ingresos y potestades –dotados de gran simbolismo– que contribuían a reforzar su poder en el ámbito local. Según el Nomenclator de Floridablanca, había en Galicia en 1789 dos casas pertenecientes a la pequeña nobleza que forman parte del nivel medio de los señores jurisdiccionales (904 vasallos de media), y otros 95 hidalgos más sin título figuran entre los pequeños y muy pequeños señores que disponen de una media de 119 vasallos. Se trata, por tanto, de una presencia destacada si tenemos en cuenta que dicha fuente permite identificar a un total de 206 principales señores jurisdiccionales en todo el reino. Nos hemos propuesto en nuestra comunicación analizar qué representa realmente para estos pequeños señores seculares el acceso al señorío, atendiendo a diversos parámetros: 1.º los mecanismos de que se han valido sus integrantes para alcanzar dicho objetivo, 2.º las diferencias que existen entre los distintos niveles que integran este sector nobiliario (tomando en consideración sus ingresos, el número de vasallos y el territorio cuya jurisdicción les corresponde), que influyen en 3.º el alcance del poder del que son depositarios (regalías e ingresos señoriales), y 4.º en qué se traduce diariamente dicho poder en el ámbito local.