LA AUDITORÍA FINANCIERA COMO ELEMENTO DE CONFIANZA PARA EL ACCIONISTA E INVERSIONISTA Por: Javier Candiotti, Partner in Charge Audit – Financial Services Lead Partner Enero 2013 El ejercicio de la auditoría financiera que es el examen de los estados financieros por parte de contadores públicos en calidad de auditores independientes, data de comienzos del Siglo XX cuando algunos propietarios de empresas en crecimiento querían saber y tener un nivel de confianza o certeza sobre si sus estados financieros reflejaban la situación financiera y los resultados de sus empresas a una fecha determinada. La práctica de la auditoría independiente se expandió rápidamente durante la Era de la Industrialización del mundo principalmente en los EEUU y Europa. El crecimiento de las empresas, los mercados de capitales, las bolsas de valores en el mundo y otros acontecimientos de orden económico y político en el mundo, generaron una mayor demanda de los servicios de auditoría; por lo que los estudios de contadores públicos crecieron rápidamente y muchos de ellos cruzaron fronteras y se volvieron internacionales en la medida que los negocios de sus clientes se tornaban globales. Así nacieron las llamadas Big 8 (Las Ocho Grandes) y que luego de una sucesión de fusiones, hoy en día son las Big 4 (Las Cuatro Grandes). En forma paralela, los gremios de la profesión contable principalmente en los países desarrollados comenzaron a “normar” la práctica o ejercicio de la auditoría independiente desde el punto de vista técnico y ético emitiendo normas de auditoría que fueron aceptadas en forma general por los profesionales contables en calidad de auditores independientes. Estas reglas o guías de ejecución del trabajo de auditoría son hoy conocidas como las “normas de auditoría generalmente aceptadas”. El auditor a través de su dictamen de auditoría emite su opinión profesional, independiente y objetiva sobre si los estados financieros de una empresa o grupo de empresas presentan o reflejan en forma razonable la situación financiera y resultados de operación a una fecha determinada; los cuales han sido preparados con base en principios de contabilidad generalmente aceptados. En otras palabras y haciendo un símil con los profesionales en Medicina, el auditor emite un “certificado de salud financiera”. El dictamen del auditor es el elemento clave de confianza para los accionistas e inversionistas. El dictamen del auditor es también utilizado por bancos, entes reguladores, órganos recaudadores de impuestos y público en general. En forma puntual, los inversionistas y bancos requieren tener estados financieros auditados de las empresas para tomar decisiones de compra, venta, fusión; otorgar o extender créditos, emitir bonos, instrumentos financieros, desarrollar estructuras de financiamiento; respectivamente. En el 2011, en el Perú se emitieron regulaciones de importancia para que empresas con determinados niveles de activos o ingresos tengan estados financieros auditados. Esto es, sin duda, un gran paso a la transparencia financiera y al alineamiento con prácticas regionales y mundiales sobre este tema. La transparencia financiera fomenta el crecimiento de mercado de capitales, generando otras formas de financiamiento para empresas en crecimiento y expansión a nivel local, regional y mundial.