Rusia y su villa olímpica a la Potemkin

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LATERCERA Sábado 8 de febrero de 2014
RR Un gran espectáculo
pirotécnico y el
encendido de la llama
olímpica destacaron en la
ceremonia inaugural.
FOTO: EFE
Una prueba de fuego
para Vladimir Putin
RR “Es, sin ninguna duda, un
juicio para nuestro país”, dijo
el Presidente ruso, Vladimir
Putin, hace siete años, al presentar la candidatura de Sochi para los Juegos Olímpicos
de invierno. Según el diario
The New York Times, los Juegos son un momento para que
Putin alardee yuna oportunidad para demostrar nuevamente su dominio de los poderes globales. Aunque el periódico señala que el alto costo
de Sochi (US$ 51 mil millones)
se está convirtiendo en una
carga política. Esto por la caí-
da en los precios de los
commodoties y la disminución de la inversión extranjera. Estos Juegos también son
una prueba para el Mundial
de fútbol de 2018. El diario
recuerda que si bien los mandatarios de Estados Unidos,
Francia, Alemania y Reino
Unido decidieron no asistir a
la ceremonia inaugural de
los Juegos, tendrán que ir a la
ciudad de todas maneras.
Esto, porque Rusia es el anfitrión de la Cumbre del G8 en
junio y Putin ya decidió que se
realizará en Sochi.
RR Putin en la ceremonia inaugural. FOTO: AFP
nación, con la hoz y el martillo incluidos, además del
himno de la cita interpretado por la soprano local
Anna Netrebko y el fuego
olímpico portado, entre
otros, por las actuales estrellas deportivas Maria Sharapova, Elena Isinbayeva y
Alina Kabaeva.
“Estamos viviendo un sueño del que no queremos despertar. Esperamos demasiado este momento. Fueron
largos seis años por lo que en
este momento sólo hay que
disfrutar. No nos queda más
que agradecer a la sociedad
rusa por esperar pacientemente que llegara este glorioso día”, expresó, exultante, Dmitry Chernyshenko,
presidente del comité orga-
nizador de la competencia,
ante las 40 mil personas que
repletaron el Estadio Olímpico de Sochi y las casi tres
mil millones que, se asegura, siguieron el evento por
televisión en el mundo.
Los más costosos
En un principio, el Presidente ruso, Vladimir Putin,
comprometió un presupuesto de 12 mil millones de
dólares para la organización.
Sin embargo, la cifra comenzó a aumentar casi sin
control a fin de cumplir el
objetivo del mandatario de
“transformar a Sochi en el
verdadero paraíso de los
deportes de invierno y organizar la competencia deportiva más impresionante
de la historia”.
La cifra invertida, que contempla la logística durante
los 17 días de competencia,
más la implementación de
nueva infraestructura y estrictas medidas de seguridad, es superior, incluso, a
Beijing 2008, que se organizó con 40 mil millones de
dólares y tenía el récord de
gasto hasta ahora.
Finalmente, pese a las innumerables críticas que han
surgido desde diversos sectores en contra de los Juegos,
los organizadores quedaron
contentos con este arranque. “Esta fiesta brindará
inspiración y alegría al mundo. Será una fuente de buenos recuerdos”, cerró Chernyshenko.b
BREVES DE LA JORNADA
Julia Marino hace
historia para Paraguay
La esquiadora Julia Marino se
transformó en la primera atleta de su país en participar en
los Juegos Olímpicos de Invierno. Al igual que Marino, el
mexicano Hubertus von
Hohenlohe, también fue el
único representante de su
país en el desfile.
El polémico doodle de
Google para la ocasión
El gigante tecnológico expresó
su apoyo a los homosexuales en
Rusia mediante un doodle con la
bandera gay de fondo. A ellos se
sumó el períodico inglés The
Guardian, que incluyó los colores
del arcoiris en la “g” de su logo en
su página web.
Extraño anuncio de
avión secuestrado
OO Una de las bailarinas que se
presentó con la música de “El Lago
de los Cisnes” de fondo.
FOTO: REUTERS
RR Jamaica regresa a los Juegos de
invierno de la mano del bobsleigh
tras 25 años, igual que cuando
inspiraron el filme “Jamaica Bajo
Cero”. FOTO: REUTERS
Un avión de pasajeros turco con
110 pasajeros, procedente de
Ucrania, aterrizó en Estambul
después de un confuso episodio en el cual un ebrio intentó ingresar a la cabina del piloto pidiendo que la nave fuera desviada a Sochi. En un principio, se
habló de una bomba y que el piloto denunció secuestro, lo que
provocó que la Fuerza Aérea
turca enviara jets de combate. El
infractor quedó detenido.
COLUMNA
Rusia y su villa
olímpica a la
Potemkin
¿
Por Nina L. Khrushcheva
Recuerda usted el año 2007? Rusia comenzaba a mostrarse nuevamente como una
potencia mundial. Su economía crecía a
una tasa anual récord del 8,5%. La vida política se había estabilizado. El apoyo al presidente Vladimir Putin era exorbitante. La
rebelión chechena, que ya tenía una década de duración, aparentemente había sido suprimida.
Y, como guinda de este pastel, se adjudicó la sede de los
Juegos de Invierno de 2014 a Sochi, un centro turístico
ubicado en la costa del Mar Negro de Rusia.
En muchos sentidos, este lugar fue una extraña elección: la soleada Sochi cuenta con hermosas montañas,
pero las mismas tienen poca o ninguna nieve (...)
Pero en 2007, los rusos se tornaban más optimistas
acerca de su futuro. Al dirigirse al COI, Putin sostuvo
que adjudicar la sede de los Juegos a Rusia no sólo permitiría que el país mostrara sus logros post-soviéticos,
sino que también le ayudaría en su transición política y
económica (...)
Sin embargo, una vez que las construcciones se pusieron en marcha, la realidad de la Rusia moderna no se
podía ocultar con facilidad. Se esperaba que el colosal
proyecto -con un costo de más de $ 50 mil millones de
dólares, una cifra superior al costo total combinado de
todos los Juegos Olímpicos de Invierno anteriores- fuera
a convertir a Sochi en un paraíso deportivo, lleno de
campos deportivos y con un nuevo aeropuerto. En cambio, los preparativos se vieron plagados por actos de corrupción y accidentes de construcción, lo que dio lugar a
hoteles aún sin terminar apenas unos días antes de la ceremonia de apertura.
Los retrasos y la basura son problemas comunes durante los preparativos olímpicos (...) Sin embargo, Rusia
está demostrando ser un país anfitrión inadecuado por
otros motivos.
Para empezar, existe preocupación por la propia legitimidad política de Putin. Su polémica e inconstitucional
reelección para un tercer período presidencial fue condenada internacionalmente y provocó protestas contra
el gobierno a lo largo y ancho de Rusia (...)
Si bien la celebración de los JJ.OO. debe ser una ocasión de orgullo nacional, se ha instruido a los atletas extranjeros -y en especial a los estadounidenses- sobre que
ellos deben evitar mostrar los colores de su equipo cuando se encuentren fuera de los predios olímpicos. De hecho, se les ha advertido sobre que no debiesen desplazarse más allá del perímetro de seguridad de Sochi (...)
Nada de esto engendra un sentimiento de solidaridad
olímpica y amistad internacional. Y todo esto aún empeora. Las autoridades también deben lidiar con las
amenazas de los insurgentes islamistas de Chechenia,
que en la actualidad están operando en otras repúblicas
del norte del Cáucaso, a sólo 200 kilómetros de Sochi (...)
La última vez que Rusia fue sede de los Juegos Olímpicos, en 1980, EE.UU. y sus aliados organizaron un boicot
en respuesta a la invasión soviética de Afganistán (...) En
aquel entonces, independientemente de cuán odiado o
temido fuese el país, nadie podía negar su posición como
un jugador importante en el escenario mundial.
Hoy la situación no es la misma. La Rusia de Putin es
débil, chabacana, y corrupta -y no es digna de ser la anfitriona de los Juegos Olímpicos. La atmósfera que rodea a los Juegos de Sochi refleja muchos de los peores
rasgos de Rusia (...)
Aun suponiendo que los Juegos transcurran con éxito
(...) ¿realmente valdrá esta breve exhibición de orgullo
nacional los costos financieros y políticos? O, los rusos
despertarán dentro de seis meses y dirán: “Sí, nuestro
país cuenta con un centro de esquí de lujo en la playa”.
Autora de Imagining Nabokov: Russia Between Art and
Politics. Project Syndicate.
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