Analía Giachino Eduardo Piaggio* Flujos de capital hacia una economía pequeña y abierta: el caso uruguayo En el presente trabajo se analizan los principales tópicos relacionados con los flujos internacionales de capitales hacia la economía uruguaya en el período 1990-1997, poniendo especial énfasis en el análisis de sus causas, impactos macroeconómicos y las respuestas de política económica para hacer frente a este fenómeno, mostrándose cómo el futuro nivel y composición de éstos flujos pueden cumplir un rol determinante en la futura dinámica macroeconómica del Uruguay de los próximos años. This paper provides an analysis of the principal topics related with the capital inflows to the Uruguayan economy between 1990 and 1997, with special concern on the causes, macroeconomic impacts and policy responds to deal with this event, showing how the future level and composition of these flows may play a key rol on the future macroeconomic development of Uruguay in the next years. Este trabajo se basó en las respectivas monografías de los autores como requisito previo a la obtención del título de Licenciado en Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República.Eduardo Piaggio pertenece a la cátedra de Política Económica de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Giachino es actualmente estudiante de doctorado de la Universidad Carlos III de Madrid. Los autores desean agradecer los útiles comentarios de Fernando Antía, Umberto Dellamea, Enrique Gagliardi, Herman Kamil y José Licandro. 1. Introducción Este trabajo analiza los principales tópicos relacionados con la entrada de capitales hacia la economía uruguaya en la presente década. Más específicamente, se propone: a) describir e indagar acerca de la magnitud y el "timing" de los flujos de financiamiento externo, b) realizar una caracterización de dichos flujos, c) determinar sus posibles causas, d) analizar los impactos macroeconómicos de los mismos y su grado de sustentabilidad en el mediano y largo plazo, e) evaluar el grado de eficacia de los distintos tipos de políticas a efectos de paliar sus efectos nocivos, describiendo y comparando con el resto de los países latinoamericanos las acciones emprendidas por las autoridades económicas uruguayas, y f) examinar el rol que cumple el sistema bancario en la intermediación de los flujos. La reanimación de sustanciales afluencias de capital externo es posiblemente el cambio económico más visible en la región en los últimos años. Estos flujos son muy valiosos ya que removieron una restricción externa dominante que contribuía a bajos niveles de inversión y a una grave recesión económica en la región. Sin embargo, hay quienes consideran que el auge de los flujos de capital constituye una especulación de alto riesgo que amenaza la soberanía nacional. Por supuesto, entre esos dos extremos hay varias posturas intermedias que reconocen las importantes ventajas potenciales de una mayor movilidad del capital internacional, pero a las que también preocupan cuestiones como su composición y plazos, el grado de sustentabilidad y la necesidad de que resulten compatibles con la estabilidad macroeconómica, la competitividad internacional, el crecimiento y la equidad social. En el caso uruguayo, algunos resultados importantes logrados en materia macroeconómica (particularmente el incremento del PBI real y de la tasa de inversión) han estado directamente relacionados con los movimientos de capitales, dado el "fácil" acceso al crédito internacional a partir de fines de 1991. En efecto, el PBI real se ha incrementado un 20% entre 1992 y 1997, la tasa de inversión lo ha hecho en un guarismo similar pasando de un 13% del PBI en 1992 hasta cerca de un 16% en la actualidad), todo ello en un contexto de continuo descenso de la tasa de inflación. De este modo, se analizarán los ítems fundamentales relacionados con los movimientos de capital, de modo de aprehender su importancia en lo que respecta a la economía doméstica, para luego visualizar cómo su futuro nivel y composición pueden afectar de manera determinante la dinámica macroeconómica del Uruguay. El resto del trabajo se organiza como sigue: la segunda sección describe e interpreta la magnitud y el momento en que arribaron los flujos externos, realizando comparaciones con los demás países de la región, de modo de poder captar las especificidades del fenómeno en cuestión; la tercera sección comenta las principales características de los flujos, concentrando el análisis en su composición, estructura y grado de volatilidad; en la cuarta sección se analiza y discute las posibles causas del fenómeno que se viene analizando, mostrándose los efectos en las principales variables macroeconómicas y el grado de sustentabilidad de la cuenta capital (y por tanto del déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos) en la quinta sección; la sexta sección trata acerca del grado de efectividad de las distintas políticas a efectos de contrarrestar algunos inconvenientes que trae aparejados la entrada de capitales, para luego concentrar el análisis en la experiencia uruguaya; la séptima sección alude al rol fundamental que cumple el sistema bancario en la intermediación de los flujos, para finalmente concluir el trabajo con un breve resumen, extrayendo las principales conclusiones del mismo. 2. Magnitud y timing La balanza de pagos constituye el instrumento descriptivo básico con el que se cuenta para documentar las transacciones entre los agentes domésticos y los no residentes. Es a partir del análisis y la interpretación de sus saldos globales y parciales que podemos intentar una primera aproximación a los movimientos de capital entre los años 1990 y 1997. Si bien la economía uruguaya ha sido receptora neta de capitales externos en la presente década, presenta dos particularidades que la distinguen de las demás: i) En primer lugar, los flujos de financiamiento externo recién se hicieron palpables en 1992 (cuadro 1), mientras que en el resto de las naciones latinoamericanas ya se encontraban disponibles entre 1990 y 1991. Cuadro 1. Estimación de las entradas netas de capitales* (en millones de dólares y como proporción del PBI) Año Millones de dólares % del PBI 1990 -142 -2.0 1991 -425 -4.4 1992 217 1.8 1993 505 3.7 1994 675 4.1 1995 416 2.3 1996 365 1.9 1997 593 3.0 Fuente: Elaboración propia, en base a datos del B.C.U * Opiniones expertas estiman que un 70% del rubro errores y omisones corresponden a entrada de capitales, básicamente repatriación realizada por residentes. Este trabajo se basa en dicho supuesto. ii) En segundo lugar, notamos que la entrada de capitales hacia Uruguay estuvo por debajo de la media de los países de la región (véase el cuadro 2). En efecto, la media de Uruguay es de 1.3 % del PBI en la presente década, mientras que para el resto de los países de América Latina es de 4.8%. Aun si se hubiera realizado la comparación tomando en cuenta el período de superávit de la cuenta capital en Uruguay (1992-1997), la entrada de capitales se ubicaría un 2% del PBI por debajo del resto. Cuadro 2. Entrada neta de capitales (% del PBI) Episodio Anterior 1978-1982 Uruguay Resto de los países de América Latina 4.1 4.3 Episodio Actual 1990-1997 1.3 4.8 Fuente: Elaboración propia, en base a datos del B.C.U Con respecto al momento en que se produjeron, se interpreta que si bien las condiciones externas eran favorables desde 1990, es a partir de 1992 cuando Uruguay cumple con los requisitos macro y microeconómicos como para que los flujos provenientes del exterior se canalizaran fluida y persistentemente1. A su vez, las particularidades del sistema financiero uruguayo2, especialmente el rol de la banca off shore, tiene una vital importancia en la explicación del menor monto relativo de flujos de capital hacia la economía doméstica. En efecto, la banca off shore se mostró muy receptiva en lo que atañe a este tipo de operaciones, dada las ventajas que ofrece en términos de encaje obligatorio y riesgo, reciclando una proporción importante de los flujos hacia el resto del mundo. Asimismo, las medidas adoptadas a comienzos de la década en materia de superivisión y control3 han desestimulado la entrada de capitales de origen especulativo ("hot money"), contribuyendo de ese modo a explicar la ocurrencia de este hecho. 1 Este punto se desarrollará en la cuarta sección, cuando se trate el tema de las causas del retorno de los flujos de financiamiento externo al Uruguay. 2 Se puede consultar las características fundamentales del mismo en los años noventa, así como su evolución, en Noya et. Al. (1993) y en Vaz (trabajo inédito). 3 Estas últimas estuvieron vinculadas a regulaciones prudenciales adoptadas luego de la crisis de 1982, como por ejemplo el establecimiento de normas de supervisión y control, medidas relacionadas con la solvencia del sistema financiero y con la transparencia de la información, una nueva ley de intermediación financiera y la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, creándose una Superintendencia que tiene a cargo la supervisión, fiscalización y control de las entidades financieras públicas y privadas. 3. Características de los flujos de capital 3.1 Composición A diferencia del episodio anterior (período 1978-1982), cuando los ingresos de capital tomaron predominantemente la forma de préstamos de mediano y largo plazo de la banca internacional a la banca uruguaya,4 en la actualidad los flujos más importantes han sido la inversión extranjera directa (IED), la inversión de cartera y los depósitos de no residentes (véase el cuadro 3). En efecto, la IED representó la fuente más importante de financiamiento externo en 1992 y 1993, observándose una caída relativa en los años siguientes. La inversión de cartera (principalmente bonos) también ha cobrado un gran dinamismo,5 aumentando notoriamente su importancia relativa debiéndose fundamentalmente a la buena acogida que han tenido los bonos uruguayos en el mercado internacional. A partir de 1994, luego de producida la crisis de México, los depósitos de no residentes (particularmente de Argentina) han consituido la fuente más importante de afluencia de capitales del exterior, vinculada fundamentalmente a la seguridad que brinda la plaza financiera uruguaya, consituyendo un refugio para los capitales que huyen desde otras zonas. 4 En efecto, en esa época la banca internacional respondía a la gran disponibilidad de eurocréditos a mediano plazo que producía el reciclaje de los excedentes de los países exportadores de petróleo. 5 En promedio representó un 43% del total de los flujos netos de capitales en el período considerado. Cuadro 3. Composición de la Cuenta Capital y Financiera (en millones de dólares) Cuenta Capital Financiera Inversión directa y extranjera Flujos de cartera Depósitos residentes de no Otra inversión* 1992 1993 1994 1995 1996 1997 176 434 672 404 225 458 57.7 172.8 154 156 169 160 83 29 158 192 276 53 -60 47 325 703 740 420 95.3 185.2 35 - -960 -175 0 0 0 647 Transferencias capital de 0 0 0 *No incluye a los depósitos de no residentes, que se tomaron por separado. Fuente: elaboración propia, en base a datos del BCU. 3.2 Estructura de financiamiento Desagregando la estructura de financiamiento por sector, se observa que el sector público es el principal destinatario para la mayoría de los años considerados, exceptuando 1993 y 1997 (cuadro 4). Cuadro 4. Participación del sector público y privado en la Cuenta Capital y Financiera (en millones de dólares) Cta. cap. y fin. 1992 1993 1994 1995 1996 1997 175.7 434.4 672 403.9 225 458 Sector Público Sector Privado 115.2 60.5 222.4 212 427.2 244.7 227.7 176.1 211 13.5 107 351 Sector Privado* 102.6 283.1 248 188.7 154 486 18 30.5 1.4 5.4 45.6 58 E. y O.** Fuente: elaboración propia, en base a datos del B.C.U * Cifra ajustada por la participación del sector privado en la repatriación de fondos. ** Errores y Omisiones sin considerar la repatriación de fondos. Tomando cada sector con un mayor grado de desagregación, es posible observar las causas de las tendencias anteriormente citadas. En efecto, el cuadro 5 muestra que dentro del sector público lo que más se destaca es el importante peso del sector no financiero de largo plazo; este fenómeno está asociado a un incremento del endeudamiento a través de la colocación de bonos del tesoro y Euronotas; a su vez, también aumentaron los créditos de organismos internacionales multilaterales como el BIRF y el BID para financiar la reforma del Estado, siendo especialmente importante los créditos para la implementación del nuevo régimen de seguridad social. En lo que atañe al sector privado, se observa que el subrubro de mayor peso es el no financiero, vinculado a un incremento del crédito del resto del mundo hacia las empresas, así como a un aumento de la inversión inmobiliaria. CUADRO 5 Resumen de las cuentas capital y financiera (millones de dólares) 1992 1993 1994 1995 1996 1997 Cuenta capital y financiera 175.7 434.4 671.9 403.9 225 458 Sector público 115.2 222.4 427.2 227.7 211 107.1 No financiero 207.5 66.7 296.5 176.6 279 176.8 Financiero -92.3 155.7 130.7 51.1 -68 Sector privado 60.5 212 244.7 176.2 14 350.5 Financiero No financiero -104.4 164.9 12.1 199.9 51.5 193.2 16.2 160 -167 181 117.1 233.4 69.7 Fuente: BCU (boletines varios) 3.3 Volatilidad Una distinción que generalmente se hace es entre los flujos de corto y largo plazo, asociándose a los primeros con aquellos capitales que son de naturaleza especulativa y altamente reversibles, el llamado "hot money" o dinero caliente, y a los segundos a los relativamente más estables, que suelen revertirse únicamente cuando cambian los fundamentos macroeconómicos de los países, denominándoseles "cold money" o dinero frío.6 En el presente trabajo se clasifica a los flujos según dos criterios: i) Flujos altamente volátiles. En esta categoría incluimos a los depósitos a la vista de no residentes, a los flujos de cartera y a los créditos comerciales de corto plazo. Los primeros pueden ser extraídos del sistema en forma inmediata ante cualquier evento que erosione la confianza de los agentes; en el caso de los flujos de cartera, si bien es cierto que para desprenderse de éstos muchas veces hay que realizar pérdidas derivadas de caídas pronunciadas en sus precios, en la práctica un inversor se puede deshacer de ellos sin mayores dificultades, a través de su venta en el mercado secundario. Finalmente, en el caso de los créditos comerciales de corto plazo, implica que ante una situación como la previamente descrita, estos cesen de inmediato, ante el temor de incumplimiento por parte de los deudores. ii) Flujos con escasa volatilidad: en esta categoría incluimos a aquellos flujos más permanentes, que en cierto modo tienen un mayor grado de compromiso con la economía en cuestión: la inversión extranjera directa, los depósitos a plazo, y los créditos comerciales a largo 6 Sin emb argo, cabe acotar que esta clasificación es controvertida. Por ejemplo, Claessens et al. (1995) encuentran que los términos corto y largo plazo en relación con los flujos de capital no proveen ninguna información acerca de las propiedades de las series temporales. Aunque usando un método econométrico distinto, Calvo y Reinhart (1996) llegan a conclusiones similares. plazo. En efecto, la IED necesita un cierto tiempo de maduración para la obtención de ganancias; además, por lo general, su liquidación resulta bastante más onerosa que otras fuentes de financiamiento externo. A su vez, en el caso de los depósitos a plazo, resulta natural, por la característica de su horizonte temporal, un cierto grado de confianza en el sistema financiero doméstico, ya que los inversores se ven imposibilitados de efectuar retiros y fugarse del mercado, aun a costa de la corrosión de su capital, como es el caso de las fuentes anteriormente citadas. En el cuadro 6 se ilustra con cifras las fuentes de las entradas de capitales hacia la economía uruguaya, desagregadas según su grado de volatilidad, en base a los criterios previamente establecidos. Se observa que los flujos son relativamente estables (aproximadamente un 75%, frente a un 25% que son relativamente más volátiles), siendo esto un indicador positivo del perfil de la entrada de fondos al país, ya que en principio habría una intención de permanecer en la economía en cuestión, y no meramente la obtención de ganancias especulativas originadas en situaciones coyunturales. CUADRO 6 Fuentes de las entradas brutas de capitales (millones de dólares a fin de cada período) Bonos Dep.a vista la 1992 230 1993 158 1994 178 1995 183 1996 285 331 324 287 350 443 1997 181 479 Promedio Cr. Com. c/p Subtotal 55 15 616 587 % del total 0.37 Inv.Ext. Dir. Dep. plazo 30 - -3 10 495 507 725 670 600 0.23 0.20 0.22 0.26 0.22 0.25 53 150 154 156 137 160 1702 1755 185 166 188 2174 26 7 3 1 Cr.com.l/p Subtotal 50 1805 10 1915 44 205 -20 179 -13 200 10 2344 1992 % total 0.63 0.77 0.80 0.78 0.74 0.78 0.75 2421 2502 255 230 273 3014 Total del Fuente: elaboración propia, en base a datos del B.C.U 4. Los determinantes de la afluencia de fondos hacia Uruguay Existe una variada gama de factores, tanto nacionales como internacionales, que permiten explicar la entrada de capitales a la economía uruguaya en la presente década. En este sentido, la caída de las tasas de interés a nivel internacional es el factor de origen externo de mayor relevancia, existiendo una vasta literatura que intenta medir su importancia relativa. Sin embargo, este hecho por sí sólo no basta para explicar a los movimientos de capital a nivel internacional. ¿Por qué los capitales foráneos fluyeron hacia América Latina y el Sudeste Asiático y no hacia otras regiones como África? ¿Porqué incluso dentro de los países de América Latina la persistencia, el "timing" y la variación geográfica tuvo rasgos diferenciados?7 Estas interrogantes nos conduce a prestarle atención a algunos factores de atracción del país en cuestión, por lo que combinando ambos factores (tanto de oferta como de demanda) se pretende llegar a una interpretación más acabada de la realidad. 4.1 Los factores de origen externo 4.1.1 La existencia de un contexto internacional favorable 7 Para obtener una explicación detallada de estas tres características, véase Piaggio (1997). A fines de los años ochenta y principios de los noventa se dieron un conjunto de sucesos a nivel internacional que estimularon la salida de los flujos de capital de los países desarrollados en busca de la obtención de mayores beneficios. Los sucesos que "empujaron" a dichos flujos son los que se detallan a continuación. A) Caída de las tasas internacionales de interés A partir de 1990 un estímulo de gran peso fue el severo descenso de las tasas internacionales de interés en dólares, en particular las de corto plazo, como consecuencia de la recesión que sufrieron los principales países desarrollados. Como se observa en el cuadro 7, la LIBOR de corto plazo en dólares registró un promedio anual de 9% en 1989, para reducirse hasta un 3.4% en 1993, el nivel más bajo en treinta años. La misma tendencia descendente siguieron la U.S Treasury Bill y la Prime Rate; si bien a partir de 1994 las tasas han venido subiendo gradualmente, aún se encuentran en niveles históricamente bajos. Numerosos autores, basándose en distintas técnicas de carácter cuantitativo (análisis en componentes principales y empleando modelos VAR) han tratado de cuantificar la importancia relativa de este fenómeno.8 En general, estos economistas concluyen que los factores externos, captados a través de la tasa de interés internacional, van a explicar entre un 45% y 85% de la entrada de capitales a la región. 9 Cuadro 7 Tasa de interés a nivel internacional (en %)* Libor (180 días) U.S Tr. Bill (360 días) Prime Rate (1 año) 8 9 1989 9.3 9.2 1990 8.4 8.1 1991 1992 6.1 3.9 5.7 3.5 1993 3.4 3.0 1994 5.0 4.2 1995 6.0 5.8 1996 5.6 6.4 1997 5.8 6.7 10.9 10.0 8.5 6.0 7.1 8.8 8.3 8.4 6.3 Véase por ejemplo C. Calvo (1993), Chujan et al. (1993), E. Fernández Arias (1994) y S. Calvo et al. (1996). Sin embargo, en casi todos los trabajos queda una fracción importante de la varianza sin explicar, lo cual habilitaría a la introducción de factores complementarios. Cabe acotar que la apreciable diferencia que surge en las estimaciones de estos autores radica en las distintas proxies utilizadas, así como en los diferentes tamaños muestrales (tanto en el número de observaciones como de países). * Tasas efectivas anuales, promedio de todo el año. Fuente: Instituto de Economía e IFS del FMI. B) Globalización de los mercados de capitales La evolución de los mercados financieros durante los últimos años se ha caracterizado por un proceso de integración creciente entre países, segmentos del mercado, instituciones e instrumentos financieros. La integración del mercado financiero internacional se ha apoyado en varios factores: - Introducción en los años setenta y ochenta por parte de los países industrializados de políticas dirigidas a la desregulación finaciera y cambiaria, buscando la eliminación de los controles sobre los movimientos de capital y las restricciones sobre la inversión extranjera en el sector financiero. - Los avances tecnológicos que se han producido en años recientes en los sistemas de telecomunicaciones y de computación han sido muy importantes en este proceso, ya que han mejorado los mecanismos de transmisión de pagos entre países, permitiendo obtener y difundir información con más rapidez y menor costo. - La posición cada vez más dominante de los inversionistas institucionales en el mercado mundial de capitales ha contribuido al crecimiento de las transacciones financieras internacionales. Los inversionistas institucionales poseen una mayor capacidad que los inversionistas individuales para analizar las condiciones crediticias de una gran gama de prestatarios, así como para hacer el seguimiento de los mercados y responder a sus condiciones cambiantes. - Finalmente, la ingeniería financiera se ha puesto en boga en los mercados internacionales, facilitando el acceso de la región. De este modo, las empresas con escasa presencia en el mercado han podido conseguir financiamiento debido al mecanismo de organización de garantías especiales en efectivo. 4.1.2 Un entorno regional favorable En la presente década Uruguay se ha visto beneficiado por un entorno regional muy propicio para que llegaran los flujos de capital foráneos.10 En efecto, a partir del Plan Brady anunciado en 1989 descendió la carga de la deuda externa, se practicaron políticas de ajuste y se generaron externalidades positivas para los inversionistas externos, reanudándose las corrientes de capital a la región. A su vez, cuando en 1994 sucedió la crisis mexicana, Uruguay, lejos de verse perjudicado, constituyó un lugar de refugio para los inversionistas presos del pánico, aumentando concomitantemente los depósitos de no residentes. 4.1.3 Los factores internos Los factores internos aluden al rol que juega la demanda en la entrada de capitales, esto es, los factores de atracción de la economía receptora que justifican la mayor afluencia de fondos. Sin desdeñar a los factores de oferta anteriormente citados, sino complementándolos, es que se considerarán los factores endógenos que contribuyeron al retorno del financiamiento externo, resultado de las políticas internas aplicadas por las autoridades económicas de Uruguay en este proceso. El FMI señalaba a principios de los años noventa que para que los países en desarrollo accediesen al mercado exterior deberían, como mínimo, diseñar políticas fiscales, monetarias y financieras para estabilizar los mercados domésticos y proporcionar incentivos a los residentes para mantener a los fondos en el país. Asimismo, se debería proceder a diferentes ajustes a nivel microeconómico, esenciales para la eficiente intermediación de los acrecentados recursos, destacándose la necesidad de fortalecer al sistema financiero doméstico y desarrollar marcos regulatorios acordes a la nueva estructura del mercado de capitales. Más cerca en el tiempo, y siguiendo esa línea de pensamiento, Bhattacharya, Montiel & Sharma (1998) señalan que los resultados de una minuciosa encuesta a los bancos comerciales, bancos de inversión y gerentes de fondos mutuos revelan la existencia de ciertos factores básicos a la hora de seleccionar el destino de los fondos. Ceteris paribus, los fondos 10 Esto se da a través del llamado "efecto contagio" (véase S. Calvo & C. Reinhart, 1996). Sin embargo, vale la pena recordar que 1998, un año lleno de turbulencias e incertidumbres a nivel internacional y regional, no fue tenido en cuenta en la elaboración del presente trabajo. tienden a dirigirse a los países que han emprendido exitosamente una serie de innovaciones a nivel macro y microeconómico. Entre las primeras encontramos: -Implementación sostenida de políticas financieras y macroeconómicas creíbles. - Reformas estructurales. - Compromiso con las políticas orientadas al libre mercado. Los autores sostienen que la disciplina de los mercados en los noventa es más severa que en etapas anteriores, por lo que los países que no logren un buen desempeño macroeconómico encontrarán muy dificultoso su acceso a los mercados internacionales de capitales. A nivel microeconómico los países que deseen atraer fondos deben cumplir con los siguientes requisitos: - Mejorar su infraestructura. - Fortalecer al sistema bancario. - Acelerar las privatizaciones. - Formular un marco adecuado para las inversiones. -Introducir políticas laborales que fomenten la productividad. Tal como lo ilustra Giachino (1998), "resulta sorprendente comprobar que casi la totalidad de los requisitos para el acceso a los mercados mundiales eran cumplidos por Uruguay a mediados de esta década." 4.3 Evaluación de los determinantes de la entrada de capitales en los años noventa El contexto internacional de principios de los noventa facilitaba el acceso al mercado crediticio de aquellos países que planearan reformas de envergadura y un compromiso con la estabilidad. Las bajas tasas de interés a nivel internacional, vinculada con la recesión de los principales países desarrollados conjuntamente con la propuesta del plan Brady abrían las puertas a una oferta acrecentada de fondos. En ese contexto, nuestro país emprendió reformas de entidad, "aprovechando un panorama mundial que facilitaba la estabilización de la economía" (Echenique y Forteza, 1997). De este modo, no es difícil explicar el restablecimiento del acceso de Uruguay a los mercados internacionales de capitales, donde tanto los factores exógenos como los de carácter endógeno coadyuvaron para que el retorno del financiamiento del resto del mundo se materializara. 5. Efectos macroeconómicos y sustentabilidad de los flujos de capitales 5.1 Cuenta corriente y competitividad internacional Desde el año 1992 la cuenta corriente de la balanza de pagos de Uruguay presenta un saldo deficitario, coincidiendo con un período de bonanza de financiamiento externo. Como se aprecia en el cuadro 8, 1993 y 1994 fueron los años donde el desequilibrio en cuenta corriente fue mayor, representando un 2.8% y 3.2% del PBI respectivamente. Ello se debió principalmente al saldo deficitario en el balance de bienes y en el rubro renta, los cuales no pudieron ser compensados por el saldo favorable de los servicios y de las transferencias. De todos modos, si ubicamos esta cifra en el entorno regional, se vislumbra la pequeñez del déficit, ya que por ejemplo en México ya se encontraba cercana al 8%, mientras que en el resto de los países promediaba entre el 3.5% y 5% del producto, guarismos superiores a los de Uruguay (véase French Davis y Reisen, 1996). Cta. Corriente Bienes FOB Servicios Renta Tr. Corr. CUADRO 8 Saldo de la cuenta corriente de Uruguay (en millones de dólares) 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 169.9 42.4 115.7 -353.3 -438.6 -212.5 -295.6 -321.1 425.9 57.2 -321.3 8.1 61 173.7 -232.4 40.1 234.2 277 187.1 28.6 -473 275.1 -193 37.6 -686.2 449.5 -243.1 41.2 -563 -702.9 -723.1 501.5 539.4 528.6 -227.1 -206.1 -207.8 76 74 81.2 Fuente: B.C.U (boletínes estadísticos varios). El tema de la competitividad de la economía uruguaya frente al exterior es muy controvertido, ya que no hay un total acuerdo entre los especialistas acerca de cómo medirla, y, en función de ello, si realmente hubo o no pérdida de competitividad. Si usáramos como índice al tipo de cambio real, desde 1990 en adelante Uruguay vendría perdiendo capacidad de competencia con los principales países industriales, y desde 1992 con sus principales socios comerciales (Argentina y Brasil).11 11 Véase los análisis de coyuntura del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, boletines varios. Sin embargo, la medición clásica de la capacidad de competencia de Uruguay frente al exterior a través de este índice está en tela de juicio.12 De este modo, si se toma como indicador de competencia con el resto del mundo a la rentabilidad de los distintos sectores, y teniendo en cuenta los incrementos de productividad,13 no habría una pérdida de competencia de la economía, constituyendo una situación de equilibrio y por lo tanto sustentable en el largo plazo. De este modo, se puede concluir que si nos guiamos por los índices comunmente usados habría existido, al igual que en el resto de los países de la región, una apreciación real. Sin embargo, cuando se usan los índices de rentabilidad sectoriales y teniendo en cuenta los incrementos de la productividad de la economía, este hecho debe ser relativizado, ya que estaríamos frente a una situación de equilibrio, y por lo tanto sustentable en el largo plazo. 5.2 Reservas internacionales Entre 1990 y 1997 las reservas internacionales netas del sistema bancario pasaron de 2796 millones de dólares a 5000 (cuadro 9). CUADRO 9 Reservas internacionales netas del sistema bancario (millones de dólares a fin de cada período) A) B.C.U B) BROU C)BANCA PRIVADA D)TOTAL SISTEMA 12 13 1990 1286 495 1016 1991 1067 816 1114 1992 1191 831 1100 1993 1364 745 890 1994 1602 616 1053 1995 1774 673 1737 1996 1912 694 2011 1997 2064 710 2227 2797 2997 3122 2998 3271 4187 4616 5001 Véase por ejemplo Vaz (1987), Pena y Polgar (1995) o Bergara, Dominioni y Licandro (1995). Un fenómeno clave que nos ilustra el modelo australiano de dos bienes es que si se produce un incremento en la productividad de la economía doméstica, no se estaría produciendo una apreciación real. Fuente: BCU (boletines varios). El principal factor expansivo de las reservas del BCU ha sido las compras netas de divisas, en el marco de una política cambiaria que tendió a mantener al tipo de cambio dentro de una banda de flotación cuyos márgenes son previamente establecidos por las autoridades económicas. En lo que respecta al BROU, el incremento en las reservas es explicado principalmente por la propia operativa del mercado de cambios, donde el banco estatal de fomento operaba como el principal demandante de divisas de la autoridad monetaria con el objetivo de satisfacer los requerimientos de las empresas públicas y atender la demanda del mercado de cambios, de modo de mantener a la cotización dentro de los márgenes predefinidos. Por último, cabe acotar que el sistema bancario privado fue el que más reservas ganó, lo que es explicado fundamentalmente por el incremento de los depósitos en moneda extranjera que tuvo lugar en el período analizado. 5.3 Ahorro e inversión Los déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos resultaron de la creciente brecha entre la inversión y el ahorro. Como se aprecia en el cuadro 10, desde 1992, año en el cual la cuenta corriente se tornó deficitaria, el ahorro cayó sostenidamente hasta 1995, cuando obtuvo una importante recuperación, para volver a caer en 1996 y 1997. Cuadro 10. Tasas de ahorro e inversión a precios constantes de 1983 (como porcentaje del PBI) Ahorro Bruto Inversión Bruta Ahorro Externo 1990 13.6 10.4 -3.2 1991 14.4 12.9 -1.5 1992 11.9 13.4 1.5 1993 11.5 14.8 3.3 1994 10.6 15.0 4.4 Fuente: elaboración propia, en base a datos del B.C.U 1995 14.2 15.8 1.6 1996 13.5 15.0 1.5 1997 12.4 15.3 2.9 Las razones que se atribuyen a esta caída del ahorro son varias. Por un lado, podría ser una respuesta debida a los efectos riqueza del aumento de los valores y de los mercados de bienes inmuebles. También podría ser el resultado de una mayor disponibilidad de crédito, debido a los efectos monetarios de la entrada de capitales. Estos fenómenos han provocado un incremento en la propensión al consumo, especialmente de bienes durables (automóviles y electrodomésticos) en detrimento del ahorro doméstico. Esta evolución de la tasa de ahorro nos da la pauta de que ni el plan de estabilización ni las reformas estructurales revirtieron uno de los rasgos más negativos de los últimos tiempos: la reducción de la tasa de ahorro nacional. Con respecto a la inversión, notamos que viene recuperándose sostenidamente desde 1990. Esto se debe a que durante la década de los ochenta, luego del ajuste necesario ante la escasa disponibilidad de fondos, ésta se encontraba en niveles históricamente bajos.14 A medida que se reanudaron los fondos en los noventa, la inversión doméstica se recuperó, pasando de un magro 10.5% del producto en 1990 a un 15.3% en 1997.15 5.4 La sustentabilidad de la entrada de capitales El grado de sustentabilidad a largo plazo de los flujos de financiamiento externo, y por lo tanto del déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, es de fundamental importancia, ya que en cierto modo arroja luz sobre el futuro desempeño de la economía en cuestión. En ese sentido, veremos cómo los déficit en cuenta corriente observados en ese período en la economía uruguaya guardaban cierta coherencia con algunas variables macroeconómicas clave, a diferencia del caso mexicano de 1994, donde el resultado de abultados déficit en cuenta corriente no era sostenible en el mediano y largo plazo, terminando en el resultado que todos conocen. 14 La medición de la inversión en la economía uruguaya despierta ciertas controversias. En este sentido, hay economistas que afirman que su nivel "no es compatible con las tasas de crecimiento que se observó en la economía en los últimos años". 15 Cabe acotar que la evolución de las tasas de ahorro e inversión en Uruguay, al margen de ciertas particularidades, ha seguido la misma tendencia que el resto de los países de la región. Reisen (1995) nos brinda el marco teórico desde el cual enfocar este tema. En efecto, este autor concluye que el grado de sustentabilidad de la afluencia de capitales en el largo plazo depende de dos factores: a) de la demanda internacional de los títulos del país en cuestión, y b) de la tasa real de crecimiento de la economía. Más específicamente, la sustentabilidad en el largo plazo de la entrada de capitales está dada por la siguiente ecuación: CA / y = g. k, donde CA representa al déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, y es el producto, g es la tasa real de crecimiento del país en cuestión y k es el ratio de los pasivos externos del país en relación al PBI. En el cuadro 11 se presentan algunos resultados correspondientes a la economía uruguaya. Se puede visualizar que en términos generales la entrada de capitales era totalmente sostenible en el tiempo, ya que en el promedio del período 1992-1997 la economía estaba en condiciones de soportar un incremento anual del déficit de 2.5% del PBI, cuando en la realidad no llegó al 2%. Cuadro 11. Indicador del grado de sustentabilidad de la afluencia de capitales a Uruguay (pe ríodo 1992-1996) g.k CA / y 1992 4.4 1.6 1993 1.8 2.5 1994 3.5 2.7 1995 -1.0 1.1 1996 3.1 1.5 1997 2.9 1.9 Promedio 2.5 1.9 Fuente: elaboración propia, en base a datos del B.C.U En el caso de México, los pasivos externos en poder de no residentes era de aproximadamente 50% del PBI en el período analizado; con una tasa de crecimiento que no llegaba al 4%, el déficit en cuenta corriente que era capaz de soportar la economía mexicana en el largo plazo no debería exceder el límite del 3% del PBI, guarismo sensiblemente menor al 8% que tenía en ese período. 6. Respuestas de política económica La presente sección persigue dos objetivos: por un lado, analizar el grado de eficacia de ciertas políticas seguidas con respecto a los flujos de capitales por los distintos países de la región; por otro lado, examinar y comparar las acciones emprendidas por las autoridades económicas uruguayas frente a este mismo fenómeno. Varios países latinoamericanos han intentado minimizar las consecuencias que la afluencia de capitales ha provocado sobre algunas variables macroeconómicas, especialmente vinculadas a la apreciación real y a la caída del ahorro doméstico. En este sentido, Mathieson y Rojas-Suárez (1992) sugieren cuatro razones para intervenir en los mercados monetario y cambiario con el objetivo de paliar algunos efectos indeseados de los movimientos de capital: limitar a los flujos de corto plazo, de modo de desestimular a los flujos de carácter especulativo, retener el ahorro doméstico, mantener la base impositiva doméstica y darle sustentabilidad a los programas de reforma y estabilización. Básicamente, se han seguido tres caminos para hacer frente a este problema: A) la imposición de ciertas formas de control a los capitales que entran, de modo de que descienda la tasa a la cual los fondos provenientes del exterior fluyen a la economía doméstica. Brasil, Chile y Colombia han intentado este tipo de políticas. B) Intervenciones esterilizadoras, de modo de contrarrestar las consecuencias monetarias (e inflacionarias) de la entrada de capitales. En este sentido, cabe acotar que varios países de la región han utilizado este mecanismo. C) Un incremento en la flexibilidad del tipo de cambio, de modo de incrementar la incertidumbre acerca de la futura evolución del precio de la divisa, a efectos de desestimular las operaciones especulativas.16 6.1 El grado de eficacia en los distintos niveles de intervención El control hacia los movimientos de capitales ha tomado dos formas: requerimientos mínimos de estadía para la inversión extranjera directa y requerimientos de reserva no remunerada en las otras formas de entrada de capitales. En la práctica estas restricciones han actuado como un impuesto implícito al financiamiento externo, y han tenido solamente éxitos 16 La experiencia chilena nos ilustra al respecto. parciales. En efecto, Cárdenas y Barreras (1996) encontraron que en Chile los flujos de capital no han sido sensibles a este tipo de impuestos, concluyendo que estas restricciones han sido ineficaces para suavizar la entrada neta de capitales. Sin embargo, estos autores también hallaron que los controles de capital han producido un cambio en la composición de los mismos, produciendo que los flujos que no fueron afectados por estos impuestos implícitos crecieran a una tasa más alta de los que sí lo fueron. Valdez Prieto y Soto (1996) argumentan que en el caso chileno la existencia de controles de capital ha tenido un efecto contraproducente sobre el bienestar. Por un lado, teniendo en cuenta que los créditos comerciales están sujetos a requerimientos de reserva, se pone una nueva barrera implícita al libre comercio. En segundo término, al producirse una discrepancia entre la tasa de interés interna y la externa, estos controles resultarían en una decisión ineficiente de las decisiones de consumo intertemporal y constituirían un desincentivo a la inversión. Con respecto a las operaciones de esterilización, un problema que han sugerido varios autores (véase por ejemplo Calvo, 1991) es que puede ser realmente muy costosa para el Banco Central. Esto se debe a que la autoridad monetaria debe pagar tasas de interés por sus pagarés que son mayores que las que obtiene sobre sus colocaciones en moneda extranjera.17 En efecto, se debe pagar cada vez una mayor tasa para que los inversores internacionales acepten el mayor riesgo que implica un mayor endeudamiento. A su vez, esas mayores tasas pueden causar paradójicamente una mayor afluencia de capitales, como fue el caso de Colombia a principios de los noventa, trayendo perjuicios sobre la estabilidad de los precios y la competitividad de la economía. Asimismo, como ha señalado Frankel (1995), en una economía con cierta movilidad de capitales y tipo de cambio predeterminado no es posible que las autoridades económicas puedan controlar a los 17 Por ejemplo, Kiguel y Leiderman (1994) estiman el costo cuasi fiscal de las operaciones de esterilización entre principios de 1990 y mediados de 1992 en Chile en 1.4% del PBI. agregados monetarios en el mediano y largo plazo. Esta visión ha tenido soporte en el terreno empírico mediante estimaciones del "offset coefficient" para un número importante de países.18 Una tercera forma de intervención ha consistido en darle una mayor flexibilidad al tipo de cambio, fijándole un "piso" y un "techo" dentro de los cuales puede flotar. El caso más ilustrativo en este caso es el de Chile, país que impuso en 1986 este sistema cambiario, pasando el ancho de la banda de un 2% a un 12% en 1997. Edwards (1998), analizando el caso de Chile, señala algunas ventajas que posee este sistema cambiario: i) durante todo el período, el tipo de cambio nominal estuvo planchado sobre el piso de la banda, sugiriéndonos que sin la existencia de la misma, muy probablemente se hubiera producido una apreciación nominal y real del tipo de cambio; ii) asimismo, la implementación de este sistema le dio una mayor flexibilidad al mercado, permitiendo que la economía se acomodara ante la presencia de shocks de origen externo, como la crisis mexicana de 1994; iii) adicionalmente, la banda le ha permitido al peso chileno permancer relativamente estable en términos nominales entre 1995 y 1997, quitándole presiones inflacionarias al sistema. Sin embargo, habría evidencia de que la ampliación de la banda de flotación le habría agregado cierta incertidumbre a la economía, resultando en un incremento en las tasas de interés domésticas. De todos modos, dadas las ventajas de esta forma de intervención sobre las demás, y tal como lo señala Edwards (1998), "resulta sorprendente que no hubiera una mayor cantidad de países en aplicar este régimen". 6.2 La política económica implementada por las autoridades de Uruguay En el período analizado, los diversos instrumentos de política económica en Uruguay se han empleado casi exclusivamente en la lucha contra la inflación. En este sentido, en diciembre de 1990 se estableció un plan de estabilización usando al tipo de cambio nominal como "ancla" del sistema,19 de modo que el resto de los precios de la economía convergieran 18 Para obtener una estimación sobre el offset coefficient de Uruguay en la década pasada véase Ache (1986). 19 Antes de ello se practicaba una política de devaluación deslizante tendiente al mantenimiento del tipo de cambio real, constituyendo el objetivo fundamental de la política cambiaria estimular la competitividad de Uruguay con sus principales socios comerciales. a la tasa de devaluación. Como muestra el cuadro 7, si bien la tasa de inflación fue descendiendo, lo hizo en forma muy gradual y por encima de la tasa a la cual se deprecia la divisa, originando un mayor costo en términos de moneda extranjera a las empresas exportadoras. Cuadro 12. Tasas de inflación y de devaluación (en % a fin de cada período) 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 Tasa de inflación 128 81.4 58.9 52.8 44.1 35.4 24.2 15.2 Tasa de devaluación 97.1 57.9 41.1 26.6 27.4 26.5 22.7 15.1 Fuente: Instituto Nacional de Estadísitica En esas circunstancias, el nuevo gobierno asumido en marzo de 1995 adoptó un conjunto de medidas de carácter fiscal20 con el objetivo de bajar el llamado "costo uruguayo", compensando por esa vía los presuntos perjuicios que la política cambiaria le habría ocasionado al sector exportador. Dado este escenario, pasaremos a examinar cuál fue la postura de las autoridades económicas uruguayas frente a la entrada de capitales provenientes del exterior. A) En primer lugar, se destaca el hecho de que no hubo medidas directas de control de los flujos de capital. Esto se debe, como oportuamente se marcó, a que la afluencia de capitales no fue significativa ni de carácter especulativo. Dada la magnitud y las características de los flujos, no fueron motivo de preocupación para los hacedores de políticas. B) En segundo lugar, cabe mencionar que tampoco se ensayaron políticas de esterilización como consecuencia de la entrada de capitales. Además de su dudosa eficacia,21 ello traería aparejado un alto costo en materia fiscal. C) Si bien es cierto que Uruguay viene aplicando desde principios de los noventa un sistema cambiario basado en una banda de flotación, cuyos márgenes vienen descendiendo progresivamente, tampoco se hizo, a diferencia de otros países de la 20 Las medidas más significativas fueron la reducción de los impuestos que gravan los créditos a la prefinanciación de exportaciones, una virtual exoneración del pago del impuesto al valor agregado cuando se importan bienes de capital, deducción de los costos financieros reales a los efectos de la liquidación de impuestos y la exoneración total a los impuestos al fuel-oil. 21 Para ver un análisis detallado sobre el caso uruguayo que ilustran este punto, véase Sarmiento (1995). región, con la intención de introducir incertidumbre acerca de la futura evolución cambiaria de modo de desalentar a los capitales "golondrina", sino como parte de la lucha contra el proceso inflacionario.22 En síntesis, se puede concluir que las autoridades económicas uruguayas mantuvieron una postura liberal frente a los flujos de capital provenientes del exterior.23 Dado que los objetivos de la política económica estaban concentrados en la lucha contra la inflación y más recientemente en la mejora de la competitividad externa de la economía, y dada la modesta relevancia y las características de los capitales foráneos, resulta natural comprender las razones por las cuales no se intervino en ninguno de los tres niveles oportunamente señalados. 7. El rol del sistema financiero doméstico en la canalización de fondos En los mercados emergentes, los bancos son la principal fuente de crédito corporativo, ya que la mayoría de las firmas no pueden simplemente acudir al mercado mundial para solicitar un préstamo, independientemente de cuán desregulada esté la cuenta capital. Las crisis financieras que se han desatado en los países del cono sur a principios de la década del ochenta y las recientes debacles de México y de los tigres asiáticos, todos episodios ocurridos en el marco de una fuerte entrada de capitales, guardan entre sí un conjunto sorprendente de similitudes:24 un tipo de cambio rígido y sobrevaluado, un alto déficit en cuenta corriente, préstamos a grupos asociados con los propietarios de las instituciones, concentración en la propiedad de los bancos, una pobre supervisión bancaria y la formación de burbujas de carácter especulativo. Estos hechos nos ilustran la importancia de poseer un sistema financiero sólido y confiable, de modo de que sea capaz de intermediar eficientemente 22 Prueba de ello es la continua caída de los márgenes de la banda, aproximándonos a un sistema de tipo de cambio fijo. Si la intención primaria hubiese sido desalentar la afluencia de ciertos flujos, por lo menos se hubiese mantenido los márgenes donde puede flotar el tipo de cambio. 23 Argentina y Uruguay fueron los países latinoamericanos que tuvieron una postura más liberal respecto a la afluencia de capitales, a diferencia de otros como Brasil, Chile, Colombia y México, que intentaron distintos tipos de políticas a efectos de limitar su monto y/o composición. 24 En este sentido, parecería que las autoridades de México, Indonesia y Corea no estudiaron o no internalizaron las lecciones de las debacles financieras de Argentina, Chile y Uruguay de la década pasada. los flujos provenientes del exterior, evitando que sea una fuente incubadora de crisis para el resto del sistema económico. Calvo (1993) nos ilustra la importancia de los sistemas financieros a efectos de canalizar adecuadamente los flujos provenientes del exterior. Según este autor, un ejemplo típico en el cual los bancos juegan un rol central es aquel en el cual la autoridad monetaria esteriliza el ingreso de fondos emitiendo letras de tesorería. En teoría, las letras podrían ser vendidas fuera de sistema bancario. Sin embargo, la intermediación bancaria dota a dichos instrumentos de liquidez. Como ejemplo, señala el caso en el cual las letras fueran compradas con los fondos de depósitos transferibles. Para el autor, no es sorprendente pues que muchos ejemplos de esterilización terminen con los bancos como los mayores inversores en letras de tesorería. Sin embargo, los bancos también pueden jugar un rol fundamental en los episodios de entradas de fondos no esterilizadas. Los depósitos bancarios son atractivos para los inversores a corto plazo, quienes típicamente depositan sus fondos en un banco local a la espera de mejores oportunidades en su país o en el exterior. Según Calvo, "la inversión externa de dichos flujos es poco probable, dado que los bancos domésticos no pueden competir con los bancos extranjeros en los mercados mundiales." De este modo, concluye que el fin más probable de dichos fondos sea la colocación local a través de préstamos a corto plazo. Los dos problemas potenciales que se presentan al intermediar los capitales foráneos a través del sistema bancario son:25 i) tasas de interés que verdaderamente reflejen el riesgo país, y ii) la existencia de seguros implícitos o explícitos a los depósitos bancarios. Sin embargo, en los países con un sistema bancario eficiente y sólido, con medidas de regulación y supervisión adecuadas, las afluencias de capitales difícilmente constituyan un factor de riesgo para el sistema bancario. En contraste, en los países con una 25 Para obtener una explicación detallada acerca de estos dos problemas potenciales véase Calvo 1993). supervisión y regulación defectuosas, con escasa penalización a la mala asignación de fondos, los capitales foráneos crearán más oportunidades para una exposición crediticia más comprometida. En estos casos, las autoridades que siguen una política de esterilización corren el riesgo de tener que proveer liquidez o recapitalizar a los bancos que tengan problemas de liquidez o insolvencia como consecuencia de un pobre desempeño. Más aún, en caso de reversión de los fondos externos, los bancos más débiles serían especialmente vulnerables. En el caso de Uruguay, las consideraciones de Calvo sobre la intermediación de los fondos externos y sus riesgos inherentes no se ajustarían al comportamiento de la banca y de las autoridades frente a los flujos externos. Por un lado, como oportunamente mostramos, no se realizaron operaciones de esterilización como consecuencia de la entrada de capitales. En cuanto al desvío de fondos externos hacia el crédito al sector privado en el caso de afluencias de capitales no esterilizadas, Uruguay ha mostrado ciertas características particulares vinculadas a su historia reciente y a las transformaciones procesadas al interior del sistema financiero. Si bien Calvo sostiene que la colocación de los recursos externos fuera del país sería poco probable, dado que los bancos domésticos no podrían competir con sus pares externos en los mercados mundiales, esta conclusión no se ha verificado en los años posteriores a la crisis de 1982. En efecto, desde 1985, al reasumirse la entrada de depósitos de no residentes, los bancos han decidido mantener en el exterior parte de los recursos captados de la región. Esto ha sido estimulado por la nueva regulación bancaria, dado que los depósitos cuyos fondos son colocados en el exterior no están sujetos a requisitos de reservas. Como resultado, los bancos residentes se han vuelto extremadamente líquidos y aun con la rápida recuperación de los depósitos en la década de los noventa no han prestado al interior del país este tipo de fondos.26 26 Para ver este último punto en detalle, véase Giachino (1998). 8. Resumen y conclusiones El corriente episodio de entrada de capitales a la economía uruguaya representa un corte abrupto respecto de la traumática experiencia de la crisis de la deuda y de la marginación de los mercados internacionales de capitales durante la década de los ochenta. Si bien estos flujos son calurosamente bienvenidos, ya que levantaron una importante restricción crediticia, es fundamental no volver a repetir errores. Si bien el retorno del financiamiento externo representa un evento favorable, también constituyen un desafío para los responsables del diseño y puesta en práctica de la política económica, debiendo emplear adecuadamente los distintos instrumentos a fin de que sean compatibles con la estabilidad macroeconómica, el crecimiento y la equidad social. Las principales conclusiones del trabajo la podemos resumir de la siguiente manera: - Uruguay superó una restricción en materia de financiamiento externo que lo caracterizó durante casi toda la década pasada. Sin embargo, la entrada de capitales lo hizo en una menor magnitud relativa y con un leve rezago comparado con el resto de los países de la región. - Los flujos más relevantes han sido la inversión extranjera directa, la de cartera (especialmente bonos) y los depósitos de no residentes, en contraste con el episodio anterior donde los préstamos bancarios constituían la principal fuente de financiamiento externo. A su vez, si bien se han recuperado vigorosamente los flujos de capital hacia el sector privado, el sector público siguió siendo el principal demandante de los mismos. - Con respecto a los determinantes por los cuales los capitales foráneos retornaron hacia Uruguay, el trabajo hizo hincapié en que tanto los factores de oferta, representados por la caída de las tasas de interés a nivel internacional y la globalización del mercado de capitales, como los de demanda, basados en las reformas emprendidas en la economía doméstica, contribuyeron a que se diera este suceso. - En términos generales, los efectos macroeconómicos de la entrada de capitales al Uruguay son consistentes con lo que predice la teoría, siendo similares al resto de los países de la región. En efecto, contribuyeron a financiar el déficit en cuenta corriente, se acumularon reservas internacionales, aumentó la inversión y disminuyó la tasa de ahorro interno. Asimismo, de mantenerse las tasas de crecimiento de la economía y la relación pasivos externos a PBI, la entrada de capitales y por tanto el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos serían sostenibles en el tiempo. - El uso apropidado de los diversos instrumentos de política económica es importante para mantener un nivel y composición adecuado de financiamiento externo. De las distintas opciones planteadas, la experiencia llevada a cabo por los distintos países parecería demostrar que la introducción de una mayor flexibilidad en el sistema cambiario a través de la imposición de bandas de flotación sería lo más adecuado, dada la ineficacia de los controles de capital y la dudosa conveniencia debido a su dudosa eficacia y su alto costo de las políticas de esterilización. En el caso de Uruguay, a diferencia de otros países como Brasil, Chile, Colombia o México, se tuvo una actitud pasiva frente a los flujos provenientes del exterior, en virtud de su escasa magnitud y su adecuada composición. - Asimismo, el trabajo puso énfasis en la importancia que tienen los sistemas financieros a la hora de lograr una adecuada intermediación de los flujos, de manera de evitar burbujas especulativas que desemboquen en una crisis de solvencia y se produzca una reversión de los mismos. En este sentido, se aconseja la instalación de sistemas de supervisión bancaria con normas aplicadas de forma estricta, de modo de fortalecer la actividad financiera e inmunizarla frente a shocks. Finalmente, se recomienda la promoción de una ordenada liberalización de los flujos de capital, que necesariamente deberá apoyarse en políticas macroeconómicas correctas y en un sólido sistema multilateral de vigilancia y de apoyo financiero. La reciente crisis mundial ha puesto de manifiesto la importancia de asegurar la coherencia interna de la política macroeconómica, de fortalecer a los sistemas financieros y de evitar la acumulación de abultados déficit externos; ante los ataques especulativos, las respuestas no deberían basarse en el retorno a los controles, sino en la mejor gestión de los flujos de capital. En este sentido, si los países compiten por lograr la excelencia de sus sistemas macroeconómicos, dificilmente puedan atraer la atención de los especuladores. Referencias bibiográficas Banco Central del Uruguay: Boletines estadísticos varios. Bhattacharya, P., Montiel, P. y Sharma, S. (1998): "How can Sub-Saharan Africa attract more private capital inflows?", Macroeconomic and Growth Division (World Bank). Bonvecchi, C., Fanelli, J. M. y Frenkel, R. (1997): "Movimientos de capitales y comportamiento de la inversión en Argentina", CEDES, doc.de Economía Nº 5. Calvo, G., Leiderman, G., y Reinhart, C. 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