GEOGRAFA URBANA

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GEOGRAFÍA URBANA
El proceso de urbanización
- La ciudad preindustrial
- La ciudad industrial
Urbanismo real y utópico
- La ciudad postindustrial
Las áreas metropolitanas y las megalópolis
El sistema interurbano
Área de influencia urbana
- Tipos
- Métodos de determinación
Analítico
Sintético
Jerarquía urbana
- Regla rango – tamaño
- Escalonada
Organización urbana del territorio
El sistema intraurbano
La estructura urbana
- El espacio urbano central: características y delimitación
-
Modelos de la estructura urbana
Economicista
Diferenciación del espacio social: áreas sociales. Índices de segregación
Morfología y crecimiento urbanos
- Análisis del plano urbano
GEOGRAFÍA URBANA
La Geografía Urbana es la parte de la Geografía Humana que se dedica al estudio de la ciudad en sus
aspectos preferentemente espaciales, tanto el espacio edificado como las actividades humanas o las
características socioeconómicas de sus habitantes, haciendo especial hincapié en la forma (morfología),
en su funcionalidad y en las transformaciones históricas.
El estudio del fenómeno urbano aconseja subdividido de acuerdo a criterios relacionados con el nivel de
escala, temporal o espacial del análisis.
En primer lugar nos entramos en los aspectos ligados a la perspectiva histórica del fenómeno urbano.
Ha de haber un enfoque sistémico, que hace corresponder el hecho urbano con un conjunto de elementos
interrelacionados en un doble nivel de escala. En el primer nivel, el sistema interurbano, donde cada
ciudad es un elemento organizador del territorio. En un nivel inferior de la escala, la ciudad en sí misma,
puede ser considerada como un sistema global (sistema intraurbano), integrado por los principales
componentes materiales y humanos que participan en su organización (espacio edificador, grupos sociales
e individuos).
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El proceso de urbanización
CONCEPTO
DE LO
URBANO
DELIMITACIÓN
CUANTITATIVA DEL
ASENTAMIENTO
URBANO
CONCEPCIÓN
SOCIOLÓGICA
CONCEPCIÓN
HISTORICISTA
PROCESO DE URBANIZACIÓN
CONDICIONAMIENTOS
HISTÓRICOS
CIUDAD
DE LOS
PAÍSES
DESARROLLADOS
CIUDAD
PREINDUSTRIAL
CIUDAD
INDUSTRIAL
APORTACIÓN
URBANISMO
UTÓPICO
CIUDAD
INDUSTRIAL
CIUDAD
SOCIALISTA
CIUDAD
DEL
TERCER
MUNDO
CIUDAD
POSTINDUSTRIAL
ÁREA
METROPOLITANA
ÚLTIMAS
TENDENCIAS
URBANAS
Evolución urbana. Ciudad preindustrial
La ciudad medieval se caracteriza por la irregularidad del trazado de su plano urbano. La muralla
delimitaba con nitidez la separación campo-ciudad y cumplía con la finalidad defensiva y militar. El
crecimiento de la ciudad se producía extramuros, en los denominados arrabales, que eran englobados en
su interior. El palacio y los templos dominaban el espacio de mayor rango y las órdenes militares y casas
nobiliarias habitaron el interior de la ciudad, ocupando extensos solares.
En la ciudad moderna, la novedad más importante se refiere al cambio de funcionalidad de la ciudad. La
universidad se había convertido, desde el siglo XVI, en guía y luz de un periodo de esplendor urbano. Los
palacios y otros edificios de los alrededores se utilizaban para impartir la enseñanza universitaria.
-
La ciudad industrial
La ciudad industrial del siglo XIX y XX refleja las transformaciones más importantes. La
desamortización del siglo XIX dejó disponibles una serie de terrenos y edificios que fueron adaptados a
otras finalidades. Conventos y huertas se transformaron en edificios de gobierno, glorietas etc. Pero es
hacia mitad del siglo actual cuando fueron mayores los cambios experimentados por la ciudad.
Continuaron los "ensanches", contrastando su trazado rectilíneo y construcción ortogonal con la trama
irregular del casco antiguo. Finalmente, la zona industrial, normalmente localizada al sur de la ciudad se
aproxima a las vías del ferrocarril.
2
Las obras de reforma interior de las ciudades constituyeron verdaderas operaciones quirúrgicas,
destinadas a la ampliación de las vías principales, al objeto de dotar a las mismas de la fluidez de tráfico
que la revolución industrial demandaba (Diagonal de Barcelona, Gran Vía de Madrid).
Comienza una política de demolición de parte de los edificios medievales del casco histórico, expulsando
al proletariado a los suburbios, estructurando la ciudad a partir de un sistema vial compuesto por arterias
de circunvalación y radiales, rectilíneas.
Urbanismo real y utópico
Falansterio.
Consta normalmente de tres bloques de apartamentos unidos entre sí por medio de corredores cubiertos.
Otros edificios contenían los equipamientos sociales necesarios para la vida colectiva: asilo infantil,
escuela, teatro, parque recreativo, baños públicos, etc. Separada de las áreas residenciales y de servicios
se encontraba la zona industrial o de trabajo, integrando, así, en una misma célula de hábitat colectivo,
todos los componentes de la vida urbana moderna.
La idea de Charles Fourier supone la creación de un espacio urbano autosuficiente, capaz de dar respuesta
a todas las necesidades humanas en el campo del trabajo, el ocio y de la relación social. Esta concepción,
tan cerrada y restrictiva de la realidad social, explica la escasa incidencia de este tipo de soluciones en el
urbanismo contemporáneo.
Ciudad Jardín.
E. Howard pretendía superar la contradicción campo-ciudad ofreciendo un modelo integrador de dos
realidades que aparecían como encontradas. En pura teoría, el esquema urbano de la Ciudad Jardín
abarcaba una escala regional, con ciudades vinculadas entre sí por el ferrocarril, de los tamaños
diferentes: las mayores, de 50.000 habitantes y las más reducidas de 30.000. Cada núcleo urbano era
concebido como una célula individual, extendida sobre un territorio de 2400 hectáreas (2000 dedicadas a
la agricultura y 400 a construcción de la ciudad). No se preveía el crecimiento de cada ciudad aislada,
sino la formación de nuevos centros urbanos.
El modelo radiocéntrico de Howard contenían todos los elementos urbanos necesarios en una ciudad. El
centro con las funciones públicas y de servicios: teatro, museo, biblioteca, hospital, sala de conciertos,
etc. En el segundo anillo, se localizaría el centro comercial, y en sucesivos anillos se hallaría las viviendas
individuales, con los servicios primarios (escuela, iglesia, comercio, etc.), dispuestos en las avenidas de
circulación. En el anillo periférico quedaría ubicada la industria, el anillo verde y, por último el cinturón
agrícola, abastecedor de la ciudad. Seis vías radiales facilitarían la comunicación con el centro.
Frente a los fracasos de las iniciativas utópicas, el modelo de Howard fue llevado a la práctica con
relativo éxito en Inglaterra. Pero quizá, la mayor trascendencia de esta formulación tuvo lugar de forma
más parcial, integrándose en los suburbios metropolitanos, en grandes barrios residenciales de viviendas
unifamiliares. La auténtica idea de la Ciudad Jardín, como ciudad global, quedaba restringida al
ajardinamiento de una parte de la ciudad, de baja densidad residencial.
Ciudad Lineal.
El modelo teórico de Arturo Soria contempla una franja urbanizada, con un eje central, que albergaría los
principales servicios urbanos (infraestructuras y comerciales), a ambos lados del cual se establecerían una
banda de terreno destinado a la vivienda (unifamiliares, acorde con los principios entonces imperantes en
la ideología urbanística) y más allá dos franjas paralelas, especializadas en la industria y la agricultura.
Los ensanches.
Constituyeron una importante solución a los graves problemas urbanísticos de la ciudad en los comienzos
de la revolución industrial.
Suelen componerse de una retícula cuadrangular que enlaza con la antigua población, prolongando sus
vías principales. En el caso de Madrid (plan Castro, 1860) fue concebido para albergar clases de variado
nivel social. El área primera, desde el casco antiguo hasta la vía principal más ancha, estaba destinada a
las clases acomodadas del vecindario. Un segundo grupo de manzanas estaba destinado a albergar a las
clases medias y obreras y artesanas. Finalmente, en la vía más exterior se reservaba a las oleadas de
emigrantes que iban llegando a la ciudad.
3
En la actualidad, los ensanches (Chamberí y Salamanca) se han convertido en un espacio central de la
ciudad, fuertemente polarizado como sector comercial y financiero y donde se hallan situadas las más
importantes dotaciones de servicios y ocio. Este cambio de los usos del suelo, se ha verificado sin
modificar el primitivo trazado, aunque sí mediante el derribo de antiguos edificios y la construcción de
otros nuevos. Paralelamente, la intensificación del uso del suelo ha conducido a la multiplicación de un
conjunto de problemas, característicos de los centros urbanos: cogestión de tráfico, polución, etc.
-
La ciudad postindustrial
Las dos concepciones de la sociedad post-industrial (Reviste Politique aujourd’hui, nº 1-2, 1979)
Protagonistas
Método
Conceptos
básicos
Concepción tradicional
Concepción nueva
- Ingenieros, especialistas en
- Investigadores de las Cº Sociales,
Cª Físicas.
ecologistas, asistentes técnicos del 3º
- Vinculados a las grandes
Mundo, moralistas
- De formación literaria o biologistas, sin
empresas (tecnoestructura)
- Residentes en la ciudad y
vínculos con las grandes empresas.
- Respetuosos de los valores de la
defensores de la civilización
civilización rural
urbana
-
Tecnología
-
Futuro
-
Proyección lineal
Análisis formalizado
Técnicas cuantitativas
Pensamiento mecanicista
Método lógico
Defensa
continua
del
progreso
Abundancia de bienes crea
felicidad
Dicotomía trabajo / ocio
Urbanización generalizada
Intervención estatal
Centralización
Dimensión y tamaño son una
virtud
Homogeneidad
y
uniformidad
Crecimiento
tecnológico
inevitable
Tecnología debe resolver
problemas creados por la
tecnología
Permanencia
de
las
burocracias tecnocráticas
Estado – Providencia
Interdependencia
internacional
-
Alternativas y posibilidades de cambio.
Método discursivo y dialéctico.
Técnicas empíricas cualitativas
Pensamiento organicista
Método heurístico
Discontinuidad de la Hª y posibilidad
de retroceso
La calidad de vida condiciona la
felicidad
Unidad del trabajo – creación
Desurbanización: desarrollo armonioso
del territorio
- Autonomía de las unidades de base
Descentralización
Lo pequeño es hermoso
Heterogeneidad y diferencias
Preferencia por tecnología media y
pequeña, poco costosa, ahorradora en
materias primas y energía
Tecnología
adaptada
(tecnologías
intermedias)
Autonomía de las colectividades
locales
Autosuficiencia de los grupos y países
Independencia alimenticia y autonomía
máxima (modelo autocentrado
Las áreas metropolitanas y las megalópolis
Rasgos básicos de la estructura metropolitana mononuclear:
El volumen de población total, residente en cada área de la ciudad, va disminuyendo progresivamente
según nos alejamos del centro.
El volumen de empleo respecto al de población total es mayor en el área central y en el área más
periférica, áreas que podemos considerar más autosuficientes. En el primer caso, por la concentración
superior del empleo terciario y en el de la corona más periférica, por concentrar en su territorio el mayor
índice de densidad industrial.
La afluencia de trabajadores al centro de la metrópoli es mayor en las áreas más próximas al centro y va
disminuyendo a medida que nos alejamos del centro.
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Existen otras formas aparte del modelo mononuclear. En la génesis de las megalópolis, los núcleos
urbanos que aparecen como independientes han ido expansionando su hinterland (área de influencia),
creciendo, hasta que sus áreas suburbanas han llegado a fusionarse, definiendo una retícula urbanizada sin
solución de continuidad.
Evolución de la estructura urbana en Madrid relacionada con la dinámica seguida por las áreas
metropolitanas en los países desarrollados.
El fenómeno metropolitano ha tenido lugar como consecuencia de la concentración de los factores
productivos (industria y servicios) a una escala sin precedentes. Esta concentración del empleo ha
generado grandes flujos migratorios del campo a la ciudad, polarizando el crecimiento de la población y
de los recursos en áreas muy concretas. El modelo territorial correspondiente ha sido la aglomeración
urbana llamada Área Metropolitana. En ella, el crecimiento se ha originado a partir de una ciudad central,
difundiendo determinadas funciones urbanas en el espacio, que han alcanzado a los municipios próximos,
convertidos, en núcleos interdependientes de un gran mercado de trabajo y consumo.
En España, el proceso de conformación metropolitana se produjo durante los años del desarrollismo
económico (1960 1975). El fuerte incremento de población durante esas décadas se venía gestando desde
la década anterior y se ha ralentizado a partir de la crisis del petróleo.
El municipio central ha ido perdiendo importancia como lugar de residencia de la población,
especializándose en las funciones terciaria y de servicios. Por contra, el crecimiento de la población se ha
ido desplazando, en primer lugar, hacia los distritos periféricos del municipio central y más tarde hacia el
resto de los municipios metropolitanos, como consecuencia de la descentralización de las funciones
residencial e industrial.
El sistema interurbano
Las ciudades, como elementos organizados del territorio, no son iguales ni en tamaño (medido por el
volumen de población) ni en funciones urbanas presentes en ellas. Su influencia guarda conexión con el
nivel ocupado en la jerarquía urbana. La distribución en el espacio y su relación interdependiente define
lo que se entiende como estructura interurbana.
SISTEMA
SISTEMA
URBANO
CONCEPTOS
ESTRUCTURA
FUNCIÓN
INTRAURBANO
INTERURBANO
FACTORES
DE
CRECIMIENTO
EVOLUCIÓN
DE LOS
SISTEMAS
URBANOS
TEORIZACIÓN
DE LA
REALIDAD
MODELOS
TEÓRICOS
DE LA
DISTRIBUCIÓN
DE CIUDADES
ESTRUCTURA
ÁREA
DE
INFLUENCIA
CONTINUA
JERARQUÍA
URBANA
REDES
URBANAS
ESCALONADA
El área de influencia sería el territorio que se halla social y económicamente unido a una ciudad, con su
núcleo central y espacio circundante.
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Los métodos empleados para delimitar el área de influencia pueden ser de dos tipos: analíticos y sintético.
Los primeros consisten en delimitar, mediante encuesta, las ciudades donde acuden los habitantes de un
determinado territorio a satisfacer determinados servicios urbanos (compra, asistencia sanitaria, etc),
adscribiendo cada zona al núcleo urbano central, al que se desplazan mayoritariamente.
Los métodos sintéticos asumen un modelo teórico de relación (normalmente el modelo de gravedad),
aplicados al mundo real.
Otro elemento definitorio de la estructura interurbana de un territorio sería la clasificación de las ciudades
de acuerdo a su capacidad de organizar su territorio en competencia con las demás, de establecer su
jerarquía urbana. Se pueden clasificar en función de su nivel de importancia, bien por medio de una
gradación continua en el tamaño de los diferentes asentamientos urbanos (regla rango – tamaño) o
mediante la existencia de niveles o escalones.
Una vez clasificados los núcleos urbanos por orden de importancia, se establece su relación con el
espacio, lo que se define como red urbana.
Por último, resulta interesante comparar cualquier distribución de ciudades con el modelo teórico de W.
Christaller (1933) o Tª de los lugares centrales, que parte de supuestos o hipótesis restrictivas de la
realidad que conducen a un modelo que muestra una distribución hexagonal regular de las ciudades en el
espacio.
Tª de los lugares centrales. W. Christaller
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Área de influencia urbana
Normalmente la gran ciudad muestra un primer área que marca el límite de expansión del mercado
laboral de trabajo diario, constituyendo una zona fuertemente interrelacionada, donde se establecen flujos
de residencia – trabajo que no superan las 2 horas de desplazamiento diario. Podía identificarse esta área
con el área metropolitana funcional.
El resto de las líneas (isolíneas) delimitan áreas de influencia de la ciudad más débiles, que suponen
relaciones permanentes, pero menos frecuentes.
Las distintas ciudades establecen relaciones de competencia por el espacio, pudiendo existir intersección
de sus áreas de influencia. En esas áreas de superposición de la influencia de dos ciudades, los núcleos de
poblamiento pueden acudir, indistintamente, a una u otra.
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Tipos
En el primer ejemplo, el núcleo que conecta la población es un pueblo agrícola, lugar de residencia de la
población activa empleada en labores agrarias. No cabe hablar de área de influencia, ya que la actividad
económica se deriva del sector primario, y se desarrolla, exclusivamente, en el espacio que rodea el
núcleo rural. El único modelo aplicable sería el de Von Thunen y cabría esperar una diferenciación de los
usos de suelo agrarios de acuerdo con la distancia al pueblo.
En el segundo caso, es una ciudad central.
DISTINTOS ESTADIOS DE RELACIÓN DE UN NÚCLEO CENTRAL CON SU ÁREA DE INFLUENCIA
CENTRO DE RESIDENCIA
DE ACTIVOS AGRÍCOLAS
1- PUEBLO
AGRÍCOLA
LUGARES DE TRABAJO
PUEBLOS AGRÍCOLAS o LIGERAMENTE
INDUSTRIALIZADOS
2COMARCA
o ÁREA
URBANA
CIUDAD PREINDUSTRIAL:
CENTRO DE SERVICIOS Y RESIDENCIA
DE ACTIVOS TERCIARIOS
3- ÁREA
METROPOLITANA
COMARCAS:
EMPLEOS Y RESIDENCIA DE
ACTIVOS DE TODA ÍNDOLE
METRÓPOLIS:
CENTRO DE GOBIERNO RESIDENCIA
DE ACTIVOS DE TODA ÍNDOLE
En el segundo caso es una ciudad central, considerada más como centro de servicios y distribución de
bienes que como un área de trabajo industrial. El esquema que mejor define esta situación es el de ciudadcomarca. La ciudad principal serviría a un territorio, concentrando los servicios terciarios, mientras que la
actividad primaria e incluso secundaria se hallaría ubicada en los núcleos rurales. Este esquema, más
propio de la etapa preindustrial, en el que no cabe considerar un desarrollo importante de la actividad
industrial, se ajustaría mejor al modelo de lugar central de Christaler.
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El tercer caso encuentra su razón de ser en el hecho metropolitano, cuando la ciudad más importante deja
de ser una ciudad central para convertirse en área de crecimiento de gran dinamismo, fruto del desarrollo
de la industria y los servicios ubicados en la misma. El incremento de la movilidad urbana, derivada de la
mejora de los medios de transporte permite que el centro y los subcentros intercambian residencia y
trabajo, rompiendo el esquema de dependencia que atribuía a los núcleos secundarios la residencia de los
trabajadores no ocupados del sector terciario y al centro la concentración de las viviendas de los que sí lo
hacían. En adelante, el área metropolitana puede ser considerada como un gran mercado de trabajo y
consumo diarios, donde los lugares de residencia, trabajo, comercio y ocio se hallan distribuidos por todo
el espacio dominado por la ciudad central. El modelo teórico que mejor se ajusta a esta nueva situación es
el modelo metropolitano.
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Métodos de determinación
Analítico
Midiendo mediante puntos e isolíneas
Sintético: Centros de gravedad (simple y ponderado)
Los análisis centrográficos ofrecen una gran cantidad de posibilidades. Se pueden calcular los centros de
gravedad demográfico, económico, comercial, industrial, etc., y comparar los resultados obtenidos
Simple:
Si un sistema de asentamientos se dispusiera de forma regular sobre una región, su centro de gravedad
vendría a coincidir con el punto central de esa región. Pero, cuando aparece alguna zona de concentración
de los asentamientos, el centro de gravedad tiende a desplazarse hacia esa zona.
Basta con situar sobre el mapa un eje de coordenadas arbitrario. Al eje de ordenadas le denominamos
(“nortes”) y al de abscisas (“estes”). Cada asentamiento está definido por un determinado valor en los
“nortes” y otro valor en los “estes”. Se calcula la media aritmética de los valores que los distintos
asentamientos tienen en uno y otro eje. El promedio de los nortes y el de los estes definen un punto en el
mapa qué es el centro de gravedad.
Para delimitar las áreas de influencia de la ciudad asumen un modelo teórico que aplican directamente al
mundo real. El modelo de atracción gravitatoria de Newton ha sido el más utilizado, asociando la ley
gravitatoria de los cuerpos físicos con la atracción comercial ejercida por las ciudades.
F = G x M1 x M2
G = constante
d2
Estableciendo una correspondencia con las ciudades, la fuerza de atracción o relación entre dos ciudades
(A y B) sería directamente proporcional al producto de sus masas (población) e inversamente
proporcional al cuadrado de su distancia.
F = K . Pa . Pb
d2ab
Pa = población ciudad A; Pb = población ciudad B; dab= distancia entre A y B; K = constante
Cada ciudad definiría un campo de acción sobre su entorno, mayor en su proximidad y menor cuanto más
alejado fuera el punto considerado.
El punto de ruptura (Converse), R, se define como el punto, en línea recta con A y B en el que los campos
de acción o fuerzas atractivas de las dos ciudades ser igualan.
R=
d
√Pb / Pa + 1
8
B
R
d-x
A
x
DELIMITACIÓN DEL PUNTO DE RUPTURA DE LAS ÁREAS DE INFLUENCIA DE
LAS CIUDADES "A" y "B"
Modelo de Huff:
Más que fijar un punto de ruptura entre dos ciudades, describe el proceso por el que los consumidores
eligen, entre diversas alternativas, una ciudad donde obtener determinado bienes y servicios.
Pij = probabilidad de un consumidor de un punto de origen i de viajar
Pij = Sj / Tij λ
a un centro de mercado j
Σnj =1 Sj / Tij
Sj = tamaño de un centro comercial (superficie destinada a venta)
Tij = tiempo consumido por el consumidor de i en viajar al centro j
λ = exponente estimado empíricamente para reflejar el efecto del
tiempo de viaje, y que puede variar con los diferentes productos
Este modelo puede ser también utilizado para saber el nº de compradores que van a un lugar determinado.
Eij = Pij Ci
Eij = nº esperado de compradores desde i a j
Ci = nº de habitantes de i
Pij = probabilidad de desplazamiento
Como final del modelo de UHF queda determinar el potencial de consumidores de una ciudad, dentro de
un área geográfica determinada.
Tj = nº esperado de compradores para un determinado producto o para compras
globales en una ciudad.
Tj = Σni=1 (Pij C1
Pij = probabilidad de un consumidor que vive en i de comprar en j
Ci = nº de consumidores que viven en i (población de i)
La zona puede delimitarse por criterios geográficos, o a través de mapas de isopletas, a partir de
probabilidades mayores de 0.
Ponderado:
Que contempla el distinto “peso” (importancia) de los diferentes núcleos. Se recogen en una tabla no sólo
las coordenadas de cada punto (estes y nortes), sino también su importancia, por ejemplo demográfica o
económica (renta)
Desviación típica de las distancias y radio dinámico
Es necesario utilizar también medidas de dispersión, que indiquen hasta qué punto los distintos
asentamientos se encuentran concentrados o dispersos en torno al centro de gravedad. Tales medidas son
la desviación típica de las distancias (que complementa el centro de gravedad) y el radio dinámico (que
toma como punto de referencia al centro de gravedad ponderado).
La desviación típica de las distancias se calcula de forma análoga a la desviación típica, sólo que en este
caso la diferencia entre cada valor y la media (x – x-) es sustituida por su equivalente sobre dos
dimensiones: la distancia (d) entre cada asentamiento y el centro de gravedad simple.
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δ= √∑d2
n
d = distancia en línea recta entre cada asentamiento y el centro de gravedad simple
n = nº de asentamientos
Radio dinámico
r = √∑wd2
∑w
w = factor de ponderación
Hay que calcular las distancias hasta el centro de gravedad ponderado (d).
Jerarquía urbana
Índice de primacía
Los desequilibrios de un sistema de asentamientos pueden surgir no sólo por una irregular distribución
espacial de los núcleos de población, sino también por una irregular distribución de sus tamaños. Se
tiende a presentar una suave graduación en los tamaños de las ciudades según que el sistema de ciudades
esté más consolidado. Así, donde las distribuciones son muy desequilibradas, hablaríamos de sistemas
macrocéfalos, bicéfalos y policéntricos.
El índice de primacía mide el grado de macrocefalia de un sistema, mediante el que se compara el tamaño
de una ciudad mayor con el de las tres ciudades siguientes:
P1 = población de la ciudad mayor del sistema
∑4i=1 Pi suma de las poblaciones de las cuatro ciudades mayores
-
Ip = P1 . 100
∑4i=1 Pi
Regla rango – tamaño
Establece que si colocamos, en orden descendente, las ciudades por su tamaño de población, el volumen
de la enésima ciudad equivaldría a 1 / n de la población de la ciudad mayor.
Si representamos, en un sistema de coordenadas logarítmico, las distribuciones, teórica y real,
obtendremos unos gráficos donde la distribución de valores teóricos se ajusta a una línea recta, mientras
que la distribución de valores reales es una libra una línea quebrada, tanto más próxima a la anterior
cuanto más se cumpla la regla rango-tamaño.
Tomando como referencia la ciudad mayor del sistema, la segunda tendría una población equivalente a la
mitad de la de la primera, la tercera 1/3, la cuarta ¼, etc. De esta forma se llegó a una primera
formulación:
Pr = P1 / r que desarrollada queda en Pr = P1 / rq
Siendo Pr = población esperada en una ciudad de rango r
P1 = población de la ciudad mayor
q = parámetro que se obtiene empíricamente en la resolución de cada problema y que indica la caída más
o menos rápida de la curva: y = a - bx
La pendiente es muy pronunciada en sistemas fuertemente jerarquizados.
-
Escalonada
El método de análisis de ligazones: Nystuen y Dacey
Permite organizar los centros urbanos de un territorio a partir de una matriz de flujos de características
aplicando la teoría de grafos al análisis urbano, reduciendo las matrices de flujo a grafos, se establece una
jerarquía de ciudades que puede ser reducida a una red de puntos y líneas, de tal manera que los puntos
representarían las ciudades y las líneas las asociaciones funcionales existentes entre ellas.
Es necesario partir de una matriz origen – destino que recoja los flujos registrados entre las distintas
unidades espaciales que componen un sistema (ciudades, provincias, barrios, etc.). El método consiste en
seleccionar, exclusivamente, los flujos dominantes, olvidando el resto de la información y tomando los
mismos como relaciones funcionales fundamentales. La columna de los totales podría ser utilizada como
medida de centralidad y servir para ordenar jerárquicamente los centros.
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El análisis de múltiples ligazones (Holmes y Haggett) es un método para establecer una diferenciación:
no se tienen en cuenta solamente los flujos nodales (como en el análisis primario de ligazones), sino todos
aquellos que se puedan considerar como significativos, lo que permite alcanzar una visión más precisa y
matizada de la organización funcional del territorio. Se basa en el índice de Weaver. Se trata de comparar
el conjunto de flujos emitidos por cada centro con una serie de situaciones modélicas de dependencia
monopolar o compartida ( de dos o más centros). En función de cuál sea la situación modélica que más se
asemeje a los datos reales de emisión de flujo, podrá saberse el nº de flujos significativos emitidos por
cada centro y, en consecuencia, la forma de dependencia del mismo. Dicha comparación se efectúa por
medio del sumatorio de las desviaciones de Weaver.
Utilización del índice de centralidad de Davies para calcular la jerarquía urbana.
Existe una jerarquía entre los lugares centrales. A medida que aumenta su tamaño tiende a aumentar
también el nº de funciones que desempeñan y su nivel de especialización. En un pequeño núcleo de
población, sólo aparecen un conjunto de funciones muy elementales (escuela, médico rural, comercios de
bienes de uso frecuente, etc.), mientras que los de mayor tamaño ofrecen también otras funciones mucho
más especializadas (institutos, universidades, hospitales, comercio especializado, etc).
El índice de Davies permite determinar el grado de centralidad de los asentamientos de un sistema
urbano, tomando en consideración el número y grado de especialización de las funciones presentes en el
mismo. El método de cálculo contiene, por tanto, dos fases diferenciadas. En la primera se calcula el
coeficiente de localización de cada función, para, en una fase ulterior obtener el índice de centralidad de
cada asentamiento.
El índice de centralidad de Davies para cada función se obtiene de dividir 100 entre el total de
establecimientos de esa función existentes en el territorio considerado: C =100 / T
T = número de establecimientos de cada función.
Sistema intraurbano.
La ciudad, en sí misma, funciona también como un sistema urbano de partes interrelacionadas. Cabría
preguntarse cuáles son los principales componentes que lo integran y definen. Podemos reducir el sistema
intraurbano a un limitado conjunto de subsistemas, subsistemas de actividad y subsistemas de
movimiento. Entre los primeros, cabrían todos los sistemas de actividad, concebida como producción y
consumo, empresas públicas y privadas, productivas y de distribución, las instituciones públicas y los
individuos y familias. Por su parte, los subsistemas de movimiento (transportes y comunicaciones)
servirían para facilitar la relación de los anteriores.
La actuación de los agentes que componen los sistemas de actividad tiene una proyección en el espacio
urbano, originando un mosaico de usos del suelo urbano diferenciado: espacio industrial, presidencial, de
servicios, etc.. Su relación, en el espacio interno de la ciudad, define su estructura urbana.
El estudio del comportamiento espacial de los principales usos del suelo ha llevado a comprobar la
existencia de un sector central de la ciudad, que constituye, junto a los ejes de transporte, uno de los
elementos vertebradores de la estructura urbana. Esta área central de la ciudad (CBD, área central, etc.) se
caracteriza por ser el espacio más accesible del sistema intraurbano, aquél por el que compiten los usos
del suelo urbano por establecerse en su proximidad.
La estructura urbana queda por tanto definida por la posición relativa que ocupan los principales
elementos del sistema intraurbano, a saber: espacio industrial, de oficinas, de equipamientos, residencial,
etc., respecto al núcleo central y a los ejes de transporte. La diferenciación del precio del suelo urbano
(máximo del espacio central) establece mecanismos de competencia entre las funciones urbanas y queda
reflejado en el mapa de precios del suelo de cada ciudad concreta, que constituye una verdadera
radiografía de su estructura urbana
Se han elaborado modelos y teorías que reflejan las regularidades geométricas de la disposición
geográfica de los usos del suelo, principalmente parten de un planteamiento económico de la realidad
urbana. Después de definir un lugar central como lugar de máxima rentabilidad económica, utilizan el
mecanismo de los precios del suelo como regulador de la competencia existente entre las diversas
funciones urbanas. Otras aportaciones añaden nuevos principios de carácter biológico, social o
psicológico, cultural o político.
En cuanto a la morfología urbana, de los tres elementos básicos que componen el paisaje urbano: plano,
edificación y uso del suelo, es el primero el que tiene un carácter más duradero y el que ha servido
históricamente para analizar la evolución histórica de la ciudad.
11
SISTEMA
INTRAURBANO
TEORIZACIÓN
DE LA
REALIDAD
CRITERIOS:
Ecológicos
Culturales
Psicológicos
Políticos
MORFOLOGÍA
ESTRUCTURA
PRECIOS DEL
SUELO:
MACANISMO DE LA
DIFERENCIACIÓN
URBANA
ELEMENTOS
MODELOS:
ELEMENTOS
BÁSICOS
ELEMENTOS
ESTRUCTURALES
Ecológicos
Económicos
Perceptivos y
comportamiento
TRAZADO
DEL PLANO
ESPACIO
INDUSTRIAL
ESPACIO
RESIDENCIAL
ESPACIO
COMERCIAL
OTROS
ESPACIOS
FUNCIONALES
CENTRO DE LA
CIUDAD
SISTEMA DE
TRANSPORTES
TIPOS
EDIFICACIÓN
USO DEL
SUELO
CONDICIONAMIENTO
DE LA FORMA
URBANA
La estructura urbana
- El espacio urbano central: características y delimitación
Índices de intensidad de uso del suelo central de Murphy y Vance
Se comienza separando los usos del suelo no centrales (residencia permanente, establecimientos
industriales, menos redacciones de periódicos, venta al por mayor, solares, etc.), de los usos del
suelo central (comercio al por menor, oficinas, actividades de servicio, como restaurantes, cines,
etc., hoteles, etc).
El método consiste en el cálculo de determinaos índices, representativos de la intensidad de
ocupación del suelo central. Se toman como unidades especiales de medición las áreas de la
ciudad derivadas de la retícula urbana.
A continuación, se debe averiguar la superficie ocupada por los usos centrales, en los edificios de
cada unidad especial de referencia, en todos los pisos y no sólo en la planta baja. Finalmente, se
compara este valor con el total de la superficie de suelo (considerando todos los pisos,
incluyendo los usos del suelo central y no central) y con la superficie de la planta baja
únicamente.
Índice de intensidad de usos del suelo central (CBII)
CBII = Superficie de suelo ocupado por usos centrales
x 100
Total superficie suelo (considerando todas las plantas)
1
Se considera representativo de centralidad si supera el valor 50%
Índice de altura de usos del suelo central (CBI)
CBHI = Superficie de suelo ocupado por usos centrales
Superficie de la planta baja
Se considera representativo de centralidad si supera el valor de 1.
Cada manzana del espacio central de la ciudad pertenece al CBD, si su superficie supera el
umbral máximo de ambos índices (50% en el CBII y 1 en CBHI).
Estructura de los usos urbanos
- Situación central del CBD, concentrando las principales áreas de servicios y comercio en el casco
antiguo de la ciudad
- Desarrollo de la función residencial, de forma más o menos continua en el espacio que rodea el centro
urbano
- Desarrollo de la función residencial, de forma más o menos continua en el espacio que rodea el centro
urbano, estructurada por las principales vías de comunicación.
- Localización periférica de la industria.
- Descentralización de determinados servicios en centros secundarios.
12
La localización parcial de los usos del suelo obedece a una funcionalidad especificará o a una
complementariedad o rechazo respecto a los demás. Así:
- El CBD mantiene la posición hegemónica del centro de la ciudad por su mayor competitividad respecto
a los otros usos del suelo urbano.
- El resto de los centros secundarios se distribuye por el conjunto del suelo residencial, buscan satisfacer,
de manera más descentralizada, las necesidades de la población (colegios, hospitales, comercios, etc.).
- La vivienda, como función urbana que ocupa la mayor extensión del suelo de la ciudad, se localiza por
la mayor parte del plano. La zona sureste parece haberse apoyado primitivamente para su desarrollo
urbano en el ferrocarril. El resto está estructurado en torno a las carreteras radiales y a la comunicación
por medio del autobús, metro y automóvil.
- La industria se encuentra situada en la periferia de la ciudad, buscando apoyo en el ferrocarril o la
carretera. Las amplias necesidades del suelo y sus relativos bajo nivel de competitividad explican esta
localización en el exterior de la ciudad.
- Por último, las vías de transporte parecen mantener una estrecha relación con el resto de la estructura de
la ciudad. El trazado de las carreteras es radial, concentró en el CBD y una carretera de circunvalación.
Por su parte, el trazado del ferrocarril se apoya en el centro de la ciudad (estación principal) y en sus
barrios anexos, sirviendo de medio de transporte a la función industrial.
El crecimiento de la ciudad
Es difícil de reconstruir sin conocimiento concreto del lugar de que se trate. Sin embargo, se puede
aventurar el siguiente proceso:
-El antiguo casco urbano debía coincidir con la situación del actual CBD de la ciudad.
-El establecimiento del ferrocarril durante el siglo pasado, debió servir de base al nacimiento de varios
ferroviarios, situados a cierta distancia del centro de la ciudad. En su proximidad, pudo localizarse un
primitivo núcleo industrial - del continuo urbano.
-El posterior crecimiento de la ciudad debió producirse, teniendo en las carreteras al principal soporte de
expansión (desarrollo del automóvil privado). La vivienda pudo seguir un doble proceso de implantación,
bien situándose en la proximidad del casco urbano antiguo, buscando las rentas de centralidad, bien
localizándose a mayor distancia en suelo más abundante y barato, donde poder edificar grandes
promociones de viviendas a precios asequibles o viviendas unifamiliares dirigidas a una población de
superior nivel de renta.
-La industria debió sufrir un largo proceso de expansión hacia la periferia, apoyándose ahora en las
carreteras, al ser este el medio más utilizados de transporte de mercancías.
Modelos de la estructura urbana : Modelo economicista.
Establece la existencia de un único centro por el que compiten las funciones urbanas en el espacio. El
resultado sería el predominio de la función más intensiva en el área centralizada (función comercial) y la
gradación progresiva del resto de los usos del suelo, desde el más competitivo al menos (residencia,
industria, agricultura, etc.).
Sin embargo, la ciudad real funciona de forma bastante diferente. La gradación de la capacidad de renta
de los diferentes usos del suelo no sería uniforme y dependería de la orientación de la dirección
considerada.
Siguiendo, en un área metropolitana, una determinada dirección en la que atravesáramos un centro
secundario de la ciudad central y el centro suburbano de una de las ciudades periféricas situadas en el
extrarradio, la variación de la renta económica de la función comercial ya no sería lineal y decreciente,
sino que presentaría unos picos, reflejo del incremento de rentabilidad que supone la existencia de centros
secundarios. Igualmente, la función residencial experimentaría un aumento por la proximidad de las áreas
centrales. La intersección de los tres usos del suelo nos indicaría una distribución espacial más compleja.
Al área comercial central, dominada por la función comercial, le seguirían otras dos áreas comerciales,
intercaladas entre la función residencial, hasta llegar al punto en que la industria ocuparía la posición
preeminente.
Diferenciación del espacio social: áreas sociales. Índices de segregación
Es un tema problemático el de la definición de clases sociales, estratos, grupos o subgrupos. Es muy
importante el papel del nivel de instrucción, ya que este incide en el tipo de empleo y en el nivel salarial,
así como en el reconocimiento social.
13
De un modo general, se considera que un subgrupo (cultural, étnico, económico, etc) está sin segregar
cuando las personas que componen ese colectivo se reparten con uniformidad relativa con respecto al
total de la población. Cuanto mayor es el grado de separación con respecto a la total uniformidad, mayor
será el grado de segregación del subgrupo en cuestión.
Índice de disimilitud
IDxy = ∑( Xi – Yi)
2
Xi = % de población X en el área “i”
Yi = % de población del subgrupo
Este índice es muy utilizado para analizar la distribución de los grupos socioprofesionales y, a través del
tiempo, determinar el grado de segregación en las diferentes ciudades.
Índice de segregación
Mide el grado en el que el subgrupo presenta una distribución espacial similar al del resto de la población
de la ciudad
IDx = índice de disimilaridad entre la población total X y el
IS = IDxy x 100
subgrupo
Y
1 - ∑yi / ∑xi
∑yi = total de personas que constituyen el subgrupo yi
∑xi = total de la población considerada
Coeficiente de localización
Los índices de disimilaridad y segregación proporcionan una medida de grado de asociación entre la
distribución espacial de los diferentes grupos de población, pero no permiten identificar las áreas en las
que se concentran ciertos grupos socioeconómicos, étnicos o culturales.
Este grado de concentración se calcula dividiendo el % del subgrupo de la población en una unidad
espacial (p.ej; distrito) entre el % total de la población.
El test de la ji cuadrado (x2)
Los tests de significación estadística permiten demostrar el grado de probabilidad de que las
observaciones recogidas se produzcan de forma aleatoria.
Este test es no – paramétrico, es decir, puede emplearse con cualquier tipo de datos sin tener en cuanta la
naturaleza de las poblaciones de los que proceden los mismos.
X2 = ∑ki = 1 (Oi – Ei)
Ei
E. Shevky y W. Bell consideran que la diferenciación del espacio social de la ciudad es el resultado de
tres factores básicos: rango social, urbanización y segregación social, basados en criterios objetivos de
organización y estatificación de la sociedad moderna.
La primera categoría, supone que la diferenciación residencial de la ciudad estaría relacionada con el
estatus socioeconómico de la población que habita cada área específica del espacio urbano. Para su
medición, seleccionaron variables relativas al nivel educativo, estatus de empleo ocupación, etc.,
fundamentalmente las dos primeras.
La segunda categoría, la organización, se refiere a fenómenos relacionados con las características de la
familia y de la vivienda. La especificidad del grupo familiar mantendría una relación directa con el tipo
de vivienda deseado y con la localización preferida para residir en la ciudad (la tendencia a la localización
suburbana de las familias con hijos pequeños empieza a ser evidente). El índice de urbanización se
calcula en nuestro caso a partir de tres variables: indicador de fecundidad, tasa de actividad femenina y
porcentaje de viviendas unifamiliares.
Finalmente la categoría de segregación social indica la tendencia de los grupos étnicos a vivir en
proximidad. La inclusión de este índice estaría cada vez más justificada, aunque la segregación racial
todavía parece no ser muy determinante para comprender la diferenciación del espacio urbano.
14
El segundo paso del análisis de áreas sociales consiste en calcular el valor de las puntuaciones
estandarizadas para cada uno de los tres factores fundamentales descritos (rango social y organización) de
manera que quedan comprendidos entre 0 y 100.
Los valores estandarizados de estas variables se calculan aplicando la fórmula siguiente:
PS = 100 x V – m
M–m
M – n = rango de la variable que se mide (diferencia entre el valor
máximo de M y el mínimo de m)
V – m = diferencia entre el valor de la variable considerara y el valor
mínimo
Los índices de rango social y de urbanización son los valores medios de las variables estandarizadas.
La representación gráfica consistiría en una distribución de puntos sobre un eje de coordenadas (eje de
abscisas, el rango social y el de coordenadas con la urbanización) subdividiendo cada variable en 4
intervalos, con lo que se obtendrían 16 clase o tipos de unidades espaciales, de acuerdo al mayor o menor
valor del rango social y de urbanización. Posteriormente representarlo cartográficamente con un mapa
temático
Distribución de bienes y servicios en el espacio urbano
Dimensión social
Interesa cada vez más el estudio del consumo colectivo. En la ciudad se requiere organizar el consumo, la
utilización de bienes y servicios en orden a la reproducción de la fuerza de trabajo.
Un bien de consumo privado, es el que puede ser consumido por personas o pequeños grupos, como por
ejemplo, alimento. De los bienes de consumo público, todos tiene derecho de uso y disfrute. Sin embargo
esos bienes públicos están distorsionados por las divisiones jurisdiccionales del territorio. Dentro de las
jurisdicciones, se localizan en puntos fijos dentro de un territorio.
Por último, hay que considerar las externalidades, es decir, los efectos producidos por los servicios y
actividades, que no tienen reflejo en los precios, y que alteran la noción de bienes públicos puros.
Concepto de externalidad
Existen fenómeno naturales y culturales en nuestro medio ambiente que afectan a la calidad de nuestras
vidas. Dado que estos fenómenos son exteriores a nosotros, están fuera de nuestro control, ya que existen
nos gusten o no, lo llamamos externalidades. El área que es afectada por una externalidad y puede
medirse con una cierta precisión, campo de externalidad.
El campo de externalidad se refiere al área sobre la que el bien, servicio o actividad tiene un efecto
positivo o negativo. La intensidad con la que los efectos de un bien se perciben varía, es decir, aumenta o
disminuye con la distancia de su localización. Este valor de incremento o de disminución se llama
gradiente de la externalidad.
Difusión de las innovaciones en el espacio urbano
Toda sociedad constituye un sistema ordenado en el que todos sus individuos y los medios naturales,
incluyendo el marco natural, son elementos interrelacionados del sistema.
Cuando en un espacio perteneciente al sistema social, se introduce un elemento hasta entonces
desconocido, este elemento o innovación, produce una alteración que puede propagarse en mayor o
menor medida a todo el sistema social. Toda introducción de un elemento nuevo en un sistema social se
denomina difusión de la innovación.
Simulación del modelo de Monte Carlo
Supongamos un espacio urbano dividido en celdas regulares. Cada celda está ocupada por una familia y
se identifica con una letra y un número y se parte del supuesto de que la innovación se desarrolla
aleatoriamente.
La innovación en este caso sería la planificación familiar, y dependería de factores como edad, sexo, nivel
de instrucción, etc. El modelo simula la difusión de esta innovación.
15
Morfología y crecimiento urbanos
Imagen del medio urbano
Imágenes que del espacio urbano se forman individuos o grupos.
El enfoque estructural (K. Lynch, 1960), subraya la forma en que se percibe la información del paisaje
urbano.
En el enfoque evaluativo subraya no sólo la forma en que se estructura la imagen mental del medio
urbano, sino también el modo en que ésta influye sobre la conducta espacial (migrar, elegir residencia,
lugares de ocio, etc).
En el enfoque preferencial, se analizan las razones de la atracción relativa de los diferentes componentes
del paisaje urbano, haciendo que las personas evalúen en una escala ordinal los barrios u otros
componentes del espacio de la ciudad.
En el enfoque estructural se considera que las personas estructuran y recuerdan el paisaje urbano a través
de una selección de determinados componentes: hitos, distritos, sendas, nodos y bordes. La combinación
de estos elementos en el paisaje urbano determina la mayor o menor legibilidad de la ciudad y su mayor o
menor imaginabilidad, que es la propiedad del paisaje urbano de evocar imágenes más o menos nítidas en
la mayoría de los observadores.
Elementos estructurales:
Sendas: Canales por los que se desplaza un observador, usual, ocasional o potencial (calles, paseos, vías
de ferrocarril, etc.).
Nodos: Puntos estratégicos a los que un observador puede acceder. Lugares en donde convergen varias
sendas (plazas, rotondas, etc).
Hitos: Puntos de referencia en la ciudad, puntos destacados en el plano, como edificios, monumentos,
accidentes geográficos.
Distritos: Áreas que presentan características comunes de fácil e inmediata identificación para los
habitantes (área de delincuencia, zona de diversión, área industrial, etc).
Bordes: Elementos lineales que representan rupturas físicas claras dentro de la ciudad. Pueden impedir el
desplazamiento de las personas o marcar los límites de un territorio conocido (ruptura de pendiente o
costas, vías de ferrocarril, autopistas, etc.)
ASPECTOS ESTRUCTURALES DE LA IMAGEN URBANA SEGÚN
POCOCK (1975)
Aspectos
puntuales
A.- Edificios
Eclesiástticos
Históricos
Cívicos
Educativos
Sociales
Comercio
Negocios
Transportes
B.- Hitos
Viaductos
Puentes
Movimientos
Aspectos
lineales
Áreas
C.- Lineales
Calles
Ríos
Sendas
D.- Áreas
Nodos
Distritos
Espacios
abiertos
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Cuestionario de Pocock sobre la imagen de la ciudad
1.- Lugar de nacimiento
2.- Nº años viviendo en la ciudad
3.- Sexo
4.- Grupos de edad (grupos quinquenales)
5.- Ocupación
6.- Si cierras los ojos y piensas en una ciudad concreta ¿qué imagen particular acude a tu
mente?
7.- ¿Qué otros rasgos (sonidos, olores o sentimientos) consideras característicos?
8.- Intenta evaluar el grado de atracción de la ciudad:
Muy
Poco
No sabe
atractiva atractiva
Atractiva
Muy poco
atractiva
9.- Evalúa el grado de atractividad de tu región:
Muy
Poco
No sabe
atractiva atractiva
Atractiva
Muy poco
atractiva
10.- Si tuvieses que dejar la ciudad en la que vives, te sentirías:
Muy triste IndiferenteMuy feliz
Triste
Feliz
11.- Si tuvieses que cambiar de ciudad ¿qué cosas de la ciudad en la que vives echarías más
en falta?
12.- ¿Consideras que tu ciudad puede dividirse en partes características? En caso afirmativo,
¿puedes dar una lista de nombres, o el nombre de una calle de cada zona, o su situación
aproximada?
13.- El mapa mental de la ciudad. Imagínate que te visita un amigo que llega por primera
vez a tu ciudad ¿cómo le orientarías mediante un esquema gráfico de la ciudad?, que
incluyese:
Con las respuestas de los rasgos distintivos de la ciudad (preguntas 6, 7 y 12) y cartografiando la pregunta
nº 13, se confecciona un cuadro que resume las respuestas verbales, y el mapa mental. En el mapa se
recogen los lugares mencionados y la frecuencia con que se citan. Las diferencias se explican por el
mayor predicamento que se otorga a las calles en la elaboración del mapa mental y por las indicaciones
que aparecen en la pregunta nº 13.
De un modo general, el tamaño de la imagen (nº medio de elementos) muestra diferencias según la clase
social, el grado de atracción hacia la ciudad y el tiempo de residencia. El impacto de elementos
específicos está más ligado al tiempo de residencia. Las diferencias de sexo inciden en el contraste y la
importancia relativa concedida a los diferentes hitos.
Análisis del plano urbano
El análisis tradicional del plano urbano se ha centrado, exclusivamente, en aspectos morfológicos,
identificando áreas o unidades de trazado homogéneo que, posteriormente se hacen corresponder con las
diversas etapas de la evolución histórica de la ciudad que se trata de analizar.
El comentario del plano urbano puede resultar enriquecido, si la información que contiene, supera la de
simple entramado diario. Resulta interesante disponer, como mínimo, de un plano de usos del suelo de la
ciudad, así como de otro plano relativo al crecimiento o evolución temporal de la edificación. Sólo un
conocimiento más profundo de la historia del espacio urbano que se desee estudiar permite ir más allá de
algunas generalizaciones de escaso interés interpretativo.
17
Conviene señalar que los aspectos morfológicos que el plano urbano refleja no son sino la consecuencia
de un conjunto de factores que es preciso analizar con anterioridad. Por este motivo, siempre que sea
posible hay que hacer un esquema de análisis del plano urbano que modifique el orden habitual de la
exposición. Se comienza por los aspectos estructurales, para, una vez identificadas las diversas áreas que
componen la ciudad, de su punto de vista funcional, analizar los condicionantes de carácter físico e
histórico que han ido perfilando la estructura y forma de la ciudad, finalizando con la reconstrucción del
proceso de crecimiento.
Diversas fases del estudio del plano urbano.
1.-Identificar los elementos básicos de la estructura urbana.
-Espacio residencial.
-Espacio industrial.
-Usos del suelo terciarios.
-Comercio.
-Otros servicios.
-Principales vías de transporte.
-Ferrocarril.
-Autopistas.
-Carreteras.
-Aeropuerto.
-Vías de agua navegables.
-Mar.
-Delimitar el centro de la ciudad.
-Relación de los usos del suelo urbano respecto al centro y principales vías de transporte.
2.-Análisis morfológico de cada una de las unidades resultantes de la estructura urbana.
-El centro de la ciudad.
-Elementos de la estructura urbana.
-Espacio residencial.
-Espacio industrial.
-Otros usos del suelo.
-Vías de transporte.
3.-Factores condicionantes de la estructura y morfología urbanas.
-Factores del tipo físico y material.
-El relieve.
-Los ríos.
-El mar.
-La carretera.
-Factores de tipo político.
-Intervención de las instancias institucionales.
-Planificación urbana.
-Factores económicos.
-Propiedad la tierra.
-Estrategias de los operadores urbanos.
-Factores de tipo social, religioso, etc..
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4.-Reconstrucción del proceso de crecimiento urbano.
El plano urbano.
El paisaje urbano puede descomponerse en tres elementos básicos: el plano, la edificación y el uso del
suelo, todos ellos estrechamente ligados entre sí. El plano urbano es una imagen simplificada y parcial de
la ciudad, una proyección de la forma urbana en dos dimensiones.
Los comentarios que suelen realizarse sobre el plano urbano se orientan en dos direcciones: el
establecimiento de tipologías según la disposición que adopte la trama diaria, y la evolución histórica de
la ciudad mediante la disección de sus diversas unidades integrantes, yuxtapuestas en el espacio y
superpuestas en el tempo.
El contraste fundamental se establece entre los planos a de forma irregular, con una red viaria de pasado
confuso y sin líneas directrices definidas, frente a aquellos otros marcados por una cierta regularidad
formal. Dentro de estos últimos, los de carácter ortogonal, con una red de calles que se cortan en ángulo
recto dejan entre ellas manzanas rectangulares o en cuadrícula, los radiocéntricos, organizados en torno a
un punto central del que surgen diversos ejes radiales que se cruzan con otros dispuestos circularmente, o
los lineales, organizados en torno a un eje central que vertebra el tejido urbano dispuesto en sus márgenes,
resultan los más habituales.
Aunque las condiciones topográficas del emplazamiento vinculadas en bastantes ocasiones al carácter
defensivo que presidió el surgimiento de muchas ciudades españolas durante la Antigüedad o la Edad
Media, constituyen un primer factor a tener presente en la explicación de tales trazados, las diferencias
esenciales entre unos y otros tienen que ver prioritariamente con la acción humana. De este modo,
mientras los planos irregulares vienen a ser exponente de un proceso histórico de crecimiento marcado
por la multiplicidad de iniciativas e intereses individuales no sometidos a ningún principio regulador de
rango superior los dominados por algún tipo de geometrización presuponen siempre un cierto
planeamiento en la construcción del espacio urbano.
La mayor utilidad que muestra el análisis del plano urbano se relaciona con la posibilidad de vincular las
unidades básicas con las principales etapas históricas de crecimiento experimentadas por la ciudad de que
se trate.
Suelen existir períodos de crecimiento rápido que se alternan con otros de estancamiento o de lenta
evolución, como respuesta a los ritmos económicos.
Cada fase de crecimiento suele reflejarse en la aparición de nuevos espacios que se adosan al tejido
urbano existente y permite la expansión física de la ciudad. No obstante, frente al uso del suelo y la
edificación que se transforman con mayor rapidez, el plano muestra un gran mayor grado de permanencia.
El plano resulta el elemento más conservador del paisaje urbano, lo que le convierte en idóneo para los
estudios históricos.
El método habitual seguido en el estudio de la evolución urbana ha consistido en diferenciar sobre el
plano las unidades correspondientes a cada etapa apoyándose prioritariamente en la diversidad de
trazados que presentan, así como la superposición de diversos planos históricos. Mientras las grandes
ciudades suelen caracterizarse por contar con unidades correspondientes a todas las fases históricas de
crecimiento, dispuestas habitualmente desde el centro hacia la periferia y según sectores, es frecuente que
las de tamaño medio o pequeño muestren una tipología incompleta y un cierto desfase temporal en la
aparición de algunos de esos elementos.
Unidades morfológicas de las ciudades españoles.
Los centros históricos.
El centro histórico es el fragmento del tejido urbano actual surgido con anterioridad a la consolidación del
modelo de ciudad industrial en el siglo pasado. Mantiene un alto grado de significación y valor simbólico,
por la personalidad propia de cada ciudad, la imagen mental que nos hacemos de ella, suele vincularse
prioritariamente a sus características específicas. Son las condiciones derivadas de su peculiar
emplazamiento, junto a una densa red de calles, generalmente estrechas y poco adaptadas a las
necesidades de circulación actuales e incluso la pervivencia de murallas, las que mejor permiten su
identificación y caracterización sobre el plano.
19
El emplazamiento.
Aunque la variedad de circunstancias históricas ha presidido el surgimiento de los actuales núcleos
urbanos, el carácter defensivo marcó la aparición de muchos de ellos, y justifica las ventajas otorgadas a
ciertos emplazamientos.
Hay que mencionar el elevado número de centros nacidos junto a un río y con carácter de ciudad-puente,
o en la confluencia de dos vías fluviales. Así, las ciudades situadas en la línea del Duero, el Ebro, del Tajo
pueden ejemplificar perfectamente una situación que se repite con bastante regularidad. El
aprovechamiento de una elevación desde la que dominar la llanura situada a su pie, facilita otro tipo de
emplazamiento también frecuente, con una red de calles que identifican su casco antiguo adaptadas a las
curvas de nivel. Igualmente, surgen los promontorio rocosos separados y defendidos por la lengua de
arena en algunas ciudades portuarias.
La trama viaria.
Los centros históricos surgidos en la edad media, que son la mayoría de los existentes en España, difieren
según su origen. En lo que se refiere a las ciudades cristianas, se han diferenciado hasta tres tipos de
plantas básicas según el predominio de la forma rectangular (origen de campamento romano), elíptica o
circular.
La forma circular o elíptica quedó definida por una disposición radiocéntrica de su red viaria y
corresponde mayoritariamente a aquellos emplazamientos en un cerro o elevación topográfica, aunque
existen también algunos ejemplos en zonas llanas.
Rasgo habitual en todos los casos es la existencia de una jerarquización interna del espacio que ha
pervivido muchas veces hasta la actualidad. De este modo, la concentración de las edificaciones
representativas de los poderes políticos (castillo, ayuntamiento), eclesiástico (catedral) y económicos
(plaza del mercado) en los sectores centrales o más elevado del casco, resulta un ingrediente apenas
visible en el plano, pero que dota de sentir y contenido las simples formas externas.
En el vértice se situarían los representantes de los poderes temporal y espiritual de la época, mientras que
en las calles concéntricas que descendían por las vertientes del cerro se situaban las viviendas de
artesanos, mercaderes y finalmente labradores que ocupaban los arrabales junto con algunas minorías. La
proximidad que sigue presidiendo hoy la localización del Ayuntamiento, la Catedral o iglesia principal, y
las entidades financieras de muchos de los centros históricos puede entenderse como un rasgo de
permanencia respecto a esa tradicional complementariedad de usos.
A diferencia de éstas, las ciudades hispano-musulmanas aparecen caracterizadas por un complejo
entramado de calles sinuosas y retorcidas, que en ocasiones se ramifican en adarves o callejones sin
salida, encerrando en su interior manzanas de formas caprichosas en irregulares, hasta producirse una
imagen de conjunto laberíntica. La edificación marcada por la simple yuxtaposición de viviendas, así
como el diferente concepto de calle que domina la cultura islámica, celosa en la protección de lo privado
frente a lo público, ayuda así a explicar el plano característico.
Recintos cercados.
En la mayoría de los núcleos urbanos han existido recintos amurallados con funcionalidad y forma
diversa, que delimitaba física y jurídicamente de manera abrupta la frontera entre la ciudad y el campo. El
amurallamiento ha pervivido casi intacto en algunas ciudades de escaso crecimiento, y determinados
fragmentos continúan atestiguando su relevancia anterior en muchos núcleos de mayor tamaño y
dinamismo.
Vestigios del urbanismo renacentista y barroco.
Principalmente las grandes plazas mayores de planta regular. También existen varios, adosados a recintos
cercados de la ciudad a mediados del siglo XVIII en relación con la expansión mercantil y ligado a un
fuerte crecimiento demográfico. Los principios racionalistas por integrantes se ponen de manifiesto en su
plano ortogonal dominado por manzanas rectangulares, sin patios interiores, junto la plaza central de
forma cuadrangular a la que se adosan algunos edificios singulares.
El urbanismo decimonónico: ensanches y núcleos del extrarradio.
Son el mejor exponente del nuevo modelo de ciudad industrial, como espacios de nueva construcción y
fuertemente contrastados entre sí, para el asentamiento los grupos sociales emergentes: la burguesía y el
proletariado urbanos.
20
Estructura interna de los ensanches.
Elaborados con el fin primordial de ordenar el crecimiento de unas ciudades en rápida expansión, fueron
aprobados multitud de proyectos entre mitad del siglo XIX y mitad de siglo XX. Pueden identificarse tres
rasgos comunes.
Una trama más amplia, acorde con las necesidades y posibilidades inherentes al maquinismo y los nuevos
medios de transporte, junto a una superficie siempre extensa si se compara con la edificada hasta ese
momento.
Una acusada regularidad, con predominio de las formas geométricas, ya sea de la cuadrícula u otro tipo de
manzanas vinculadas a una retícula ortogonal, de los trazados radiales, etc., lo que se constituye en el
principal rasgo de identificación sobre el plano.
Madrid: Ensanche de Castro de 1860
En Madrid la cuadrícula mostraba una rigidez bastante grande, con manzanas cuyos lados variaban entre
80 y 120 metros de longitud y calles jerarquizadas de diversa anchura, pero sin apenas otras variantes
formales.
21
Una ocupación lenta y realizada mayoritariamente por la burguesía urbana, que monopolizó los sectores
más próximos al centro histórico y accesibles, así como las calles principales, que fueron también los
primeros espacios en ocuparse. Por el contrario los espacios más alejados se edificaron habitualmente en
fecha muy posterior, siendo habitados por grupos sociales de menor renta, razones por las que el
incumplimiento de los planes iniciales e incluso la ruptura de la trama viaria regular, la desaparición de
los espacios abiertos, etc., resultan muy frecuentes.
El emplazamiento de las estaciones de Atocha y Príncipe Pío, así como del ferrocarril de circunvalación
de las enlaza al sur de los recintos cercados y en las proximidades del Manzanares, con la consiguiente
instalación de industrias y almacenes en su entorno junto a viviendas de baja renta, ocasionó una
sustancial alteración de las previsiones de Castro, por contraste con su mayor grado de cumplimiento del
sector norte (barrios de Chamberí y Salamanca).
El contraste con los núcleos del extrarradio.
El desarrollo de los ensanches sería acompañado por la paralela aparición de diversos núcleos surgidos en
el extrarradio, sobre todo en la salida de las principales carreteras. Vinculados a fenómenos de
urbanización marginal (falta de equipamientos, de infraestructuras, frecuente autoconstrucción, etc.), se
convirtieron en asiento de población inmigrante. Una trama más desorganizada que se adosa al perímetro
oficial de la ciudad y que a veces perpetúa el antiguo parcelario y la red de caminos rurales preexistentes,
con manzanas más reducidas e irregulares que suelen vertebrarse a lo largo de un eje viario, son sus
manifestaciones más visible sobre el plano.
El plano de Madrid de los años cuarenta, permitió diferenciar todas esas unidades que resultan menos
evidentes al compactarse en los diferentes sectores urbanos. Rodeando el casco antiguo, el ensanche
aparece sólo ocupado aún de modo parcial y con importantes alteraciones en el entorno de las estaciones
ferroviarias (Príncipe Pío, Imperial, Peñuelas, Delicias y Atocha al sur; Niño Jesús al este) así como del
barrio de Chamberí, al norte donde hubo de adaptarse a una serie de sectores ya edificados e incluso en su
ángulo nororiental (entre trasera castellana la calle de serrano), donde el parque previsto fue sustituido por
una ciudad-jardín. Lo más significativo en el caso de Madrid es la existencia de toda una serie de núcleos
periféricos al cinturón de rondas, dispuestos tentacularmente a lo largo de las carreteras radiales de salida,
con una trama mucho más abigarrada, que corresponde a:
Tetuán de las Victorias (a lo largo de la calle de Bravo Murillo, entonces inicio de la carretera de Irún).
Prosperidad (calle de López de Hoyos).
Guindalera
Ventas del Espíritu Santo (carretera de Aragón).
Puente de Vallecas (carretera de Valencia).
Usera (carretera Andalucía).
Puerta del Ángel (carretera de Extremadura).
En inmediata continuidad con estas áreas, donde ya se observa la aparición de los primeros polígonos de
vivienda oficial que son en acompañar la expansión del chabolismo, puede también destacase la
progresiva incorporación de pueblos próximos como Chamartín de la Rosa, Canillas, Hortaleza,
Villaverde o los Carabancheles (Alto y Bajo), que a finales de esa década quedarían definitivamente
integrados en el municipio madrileño. También se comprueba el incipiente desarrollo de la Ciudad Lineal
en la margen noreste de la ciudad, pensada y promovida por Arturo Soria desde finales del siglo XIX
como alternativa al modelo de ciudad compacta vigente hasta ese momento y cuya materialización
efectiva hubo de reducirse a un pequeño tramo de apenas cinco kilómetros, con una avenida central
bordeada por viviendas unifamiliares provistos de un pequeño jardín, que sólo en época reciente se ha
compactado y densificado.
La periferia urbana.
Denominación genérica que engloba habitualmente aquellos sectores de la ciudad surgidos en el último
medio siglo y que, representan el elemento de mayor dimensión superficial y heterogeneidad interna,
tanto sus aspectos morfológicos, como sociales o funcionales. La yuxtaposición de ingredientes diversos,
desde polígonos de viviendas construidas por la iniciativa privada o pública en los que domina la
edificación abierta en bloques aislados, hasta focos más o menos consolidados de urbanización marginal,
áreas residenciales de baja densidad (viviendas unifamiliares) y elevada calidad ambiental, espacios
industriales, grandes superficies comerciales o de equipamientos sociales (sanitarios, educativos, etc.),
origina un conjunto multiforme que tiende a expandirse progresivamente. En todas las ocasiones, los
principios de zonificación en el uso del suelo y segregación socio-funcional del espacio, que preside la
actuación de los diversos agentes sociales, resultan evidentes.
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Línea de fijación y eje de expansión
Las ciudades rara vez crecen en "mancha de aceite", es decir, de forma aleatoria e indiscriminada, en
todas direcciones, sino que su avance resulta siempre selectivo y variable en relación con toda una serie
de condicionamientos específicos. La existencia de líneas de fijación, entendidas como elementos
estructurales del plano que actúan como obstáculos y barreras a la expansión de la ciudad es el primero de
ellos. Tales límites pueden ser tanto del orden natural (vinculados a las condiciones del medio físico),
como de origen humano (de carácter jurídico-institucional).
En el caso de Madrid, la localización de los montes del Pardo y de la Casa de Campo (espacios verdes
protegidos, en su día propiedad de la Corona y hoy del Patrimonio o del Ayuntamiento) en su cuadrante
noroccidental también ha frenado el crecimiento en esa dirección, por contraste con lo ocurrido en otros
márgenes de su periferia.
Salvo allí donde aparece alguno de estos obstáculos la ciudad tiende a crecer de manera básicamente
axial, siguiendo los principales ejes de transporte que parten de ella y permiten prolongar la accesibilidad
(medida en distancia-tiempo-coste), en tanto el relleno de los intersticios suele ser posterior, lo que
origina con frecuencia la aparición de plantas urbanas con forma aproximadamente estrellada. No
obstante, la identificación de los sectores más dinámicos con los ejes que mantienen una mayor intensidad
de tráfico y un rango jerárquico superior tienden a deformar estos modelos en beneficio de ciertas
direcciones.
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Los polígonos periféricos.
En el análisis de la estructura interna de la periferia pueden deducirse dos tipos de consideraciones
principales: la margen externa de la ciudad suele aparecer configurada por una serie polígonos, tanto
residenciales como industriales, en los que el predominio de las formas regulares y de la edificación
manzana abierta sólo una constante. Al tiempo, estas actuaciones en gran escala, promovidas en su
mayoría por grandes empresas inmobiliarias u organismos públicos, dan origen a barrios de
características morfológicas y sociales homogéneas que otorgan su personalidad a cada sector urbano.
También existe una división geográfica en cuanto a la complementariedad e incompatibilidad que rigen
habitualmente la distribución de los usos del suelo. Así, mientras los polígonos industriales se concentran
en el sur, junto a las áreas residenciales más masificadas y de peor calidad edificatoria, en la periferia
noroccidental se localizan los barrios para la población de renta más elevada junto con una serie de
equipamientos deportivos, educativos (ciudad universitaria), zonas verdes, etc., que otorgan al sector unas
mejores condiciones ambientales.
Los espacios metropolitanos.
"El plano de una ciudad como Madrid es como la selva tropical donde a trozos serie con mucha dificultad
(Caro Baroja, J., 1981)". La disposición de su trama urbana resume, en buena medida, todos los
ingredientes, desde el centro histórico (que se ha compactado con objeto de destacar su limitada
importancia espacial en la actual metrópolis), hasta el tentacular crecimiento de su periferia a lo largo de
las carreteras radiales, principalmente en sentido norte-sur, o la abundancia de urbanizaciones de alta
calidad constituidas por viviendas unifamiliares en el entorno de las carreteras de La Coruña e Irún.
A todo ello se suma ahora la representación de una serie de núcleos hacia los que se difundió el
movimiento organizado desde los años sesenta hasta transformar por completo su antigua fisonomía rural.
La observación del plano permite deducir tanto la importancia de su expansión superficial, relacionada
con un espectacular aumento de la población residente, como su situación en los ejes de transporte que los
enlazan a la capital, o el mayor tamaño de los integrados en la primera corona metropolitana (por
ejemplo, Alcorcón, Leganés y Getafe en el sector sur), frente a los más alejados (Fuenlabrada, Humanes o
Pinto)
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